El psicoanálisis es siempre un proceso de subjetivación,
de separación, de trabajo de duelo.[1]
Omar es un joven médico sirio que huyó de la guerra con su esposa después de haber perdido, primero a su madre y posteriormente a su padre por enfermedades terminales. Vive en Europa.
Severamente traumatizado por los horrores de la guerra, consulta porque se siente desesperado por maltratos recibidos por ser inmigrante.
Al momento de la consulta sufría repetidas hospitalizaciones por diversas causas y recordaba continuamente los sucesos trágicos de la guerra.
Actualmente tiene un trabajo estable como auditor médico, no trabaja en su profesión porque no puede revalidar su título universitario.
Ha podido formar una familia. Mantiene la ilusión de volver a la hermosa Siria de su infancia.
Lleva varios años de terapia. A pedido del paciente se realiza online por mensajería instantánea escrita.
Lo infantil edípico
Las pérdidas
En este trabajo nos centraremos en algunos aspectos de su vida infantil, dejando de lado, para esta ocasión, las posteriores situaciones traumáticas de guerra.
Después de varios años de tratamiento, Omar manifiesta, haber mantenido “colecho” con su madre. Dice haber dormido, siendo hijo único, hasta los 12 años en lo que él llama “la cama familiar de los árabes” hasta que sus padres lo mandaron un tiempo a un internado en un colegio inglés lejos de Siria. Él percibe el colecho como un hábito cultural.
Analizando el colecho de 12 años desde un punto de vista edípico, pensamos que el haber estado apegado a su madre durante tantos años, lo predispuso a entrar en una depresión profunda cuando ella muere, al punto de enfermarse físicamente y ser hospitalizado, presentando ideas suicidas.
Luego, fallece el padre cumpliendo su fantasía inconsciente de dar muerte al padre para poseer a la madre. Ese mismo día empieza la guerra en Siria y en su vida.
Pasa un tiempo y se casa. A partir de la guerra todo a su alrededor se destruye. Vive situaciones horrorosas y nuevas pérdidas. Tiene que escapar de su país para salvar la vida de su esposa, quien queda en shock por la caída de bombas. Se reprocha haber huido de esos horrores dejando su legado y seres queridos (muertos) en Alepo, en especial a su madre, y manifiesta querer volver con ellos, pero no puede porque sería juzgado por traición a la patria.
La guerra -evento traumático- simula ser el desencadenante de la depresión y de la imposibilidad de resolver duelos, pero esos graves traumas de guerra, en realidad, profundizan lo anterior, lo infantil.
Hablamos de un “duelo imposible” que nos “pone, (…) sobre la pista de un objeto primario demasiado presente o demasiado ausente, pero que, en todo caso, no permitió al sujeto, hacer la experiencia de un autoerotismo de buena calidad, ni procurarse los recursos de su subjetividad. Así se comprende la experiencia de una precariedad de existir sostenible sin llegar al caos, y sin tener que producir soluciones extremas de todo o nada, del orden del aferramiento al objeto (…) o del refugio en una neo realidad delirante.” (Baranes, p. 193)
Omar: ¿Qué hice mal en mi vida para tener todo este dolor? ¿Cuándo terminará todo esto?
Analista: Tu pérdida es tan profunda que preferirías morir para estar como los que perdiste.
Omar: Perdí todo y sigo perdiendo. Quiero llevarme a mi familia y esconderme de la vida, pero ¿cómo?
Analista: Pienso que estabas tan apegado a tus padres que esto habría sucedido incluso sin guerra
El superyó
Nos preguntamos si el colecho, factor que refuerza aún más el haber deseado a su madre y la consiguiente represión necesaria, podría haber esbozado un superyó más sádico y cruel, ya que su padre, al parecer, no imponía el límite.
Freud detalla (1923. b) “el ser humano, mientras más limita su agresión hacia afuera, tanto más severo —y por ende más agresivo— se torna en su ideal del yo. (…) tanto más aumentará la inclinación de su ideal a agredir a su yo...” (P 55)
¿Es culpable de haber deseado a la madre o es inocente, ya que sus deseos incestuosos quedan justificados porque, debido a costumbres culturales, se le permitía acceso a la cama de la madre? Recordamos a Edipo, culpable del incesto, pero inocente por haber sido víctima de la maldición de Pélope a Layo.
Omar, al igual que Edipo, ¿estaría siendo víctima de una transmisión (en este caso, cultural) alienante?
Freud, (1923. a) refiere: “(…) la represión (esfuerzo de desalojo) del Complejo de Edipo, no ha sido una tarea fácil (…). El superyó conservará el carácter del padre y cuanto más intenso fue el Complejo de Edipo y más rápido se produjo su represión (…) tanto más devendrá después el imperio del superyó como conciencia moral, quizá también como sentimiento inconsciente de culpa sobre el yo (p. 36)
Thanatos, Compulsión de Repetición.
La siguiente viñeta muestra cuando Omar se siente compelido a volver a Siria donde sigue la guerra, arriesgando su vida y la de su familia. Escinde la realidad, cae ciegamente en la compulsión de repetición y tropieza con un universo pesadillesco, alejado del entorno y de los peligros de regresar a Siria.
Omar: Ayer sentí que es mejor volver. Por eso quiero luchar por lo que queda, por mis hijos, Samira, mis padres y mi tía. Estoy intentando, estoy posponiendo y también tengo miedo. (Tensión entre pulsiones)
Analista: Tus hijos, tu esposa y tú, están vivos. Tus padres y tu tía no lo están. No viven en las cosas que poseían. Viven en ti y en tus hijos, lo que realmente puede ser destruido debido a la guerra si vuelves a Siria.
Omar: Esas cosas son mi seguridad, más allá de ser cosas.
En las siguientes viñetas apreciamos que cuando Omar se acerca a alguna situación placentera, regresa a una posición melancólica con profundo sentimiento de culpa. Simula ante sí, estar muerto, engañando al superyó tanático para poder seguir viviendo
Sesión A (disfrute)
Omar: Fue difícil para mí, durante unas horas olvidé que estamos aquí. Incluso hablé en árabe con el camarero sin darme cuenta.
Analista: Parece que fue bueno para ti.
Omar: No me importaba si hacíamos un poco de ruido. Solo quería que el tiempo no pasara.
Sesión B (sentimiento de culpa- simula estar muerto)
Omar: Me veré egoísta si digo que no deseo estar en esta vida, pero es demasiado. Solo quiero dormir con millones de miedos en mi cabeza. Digo, sin
(Observemos el acto fallido, la tensión entre pulsiones. El sentimiento de inconsciente de culpa no le permite sentirse mejor)
Analista: ¿No quieres?
Omar: Sí. Me siento muerto de todos modos.
Sesión C (sentimiento inconciente de culpa)
Omar: El dolor es enorme, siempre quise sentirme bien. Pero ya ves cómo nos trata la vida. Me siento estresado de sentirme un poco bien, ya que sé que sucederá algo terrible.
Sesión D
Omar: Lo que está sucediendo no puede ser verdad. ¿Ya no hay cosas buenas en la vida para nosotros? Cada vez que recibo un mensaje en mi teléfono, me olvido de las buenas noticias.
Analista: Incluso si no hubiera sucedido la guerra, no habrías querido sentirte bien sin los que perdiste.
Pulsión Securitaria
Dice Recalcati (2019) sobre la pulsión securitaria: ′′Todo ′′Más allá del principio de placer′′ insiste inequívocamente en este punto: la tendencia auto conservadora de la pulsión, si se empuja a fondo, se convierte en afirmación de una vida muerta o, mejor dicho, de una vida que usa la muerte contra la vida, que no tolera la trascendencia de Eros y ′′ elige ′′ - contra esta trascendencia - la potencia mortificante de la destrucción, la coincidencia con cero, la coincidencia de la vida con la muerte.”
En la siguiente viñeta vuelva a estar “entre los muertos”.
Omar: Estaba buscando trabajo para el fin de semana para sobrevivir al menos en este período. Encontré un trabajo de tiempo completo y pedían un médico, pero el trabajo es con personas muertas.
Analista: Explícame
Omar: La gente se registra y paga mensualmente, cuando mueren les sacamos la sangre y les inyectamos algunos líquidos y luego los conservamos en nitrógeno líquido a -170 hasta el día que se pueda devolverlos a la vida. Tendría que preparar el cuerpo para ser preservado. No quiero, pero estoy pensando en el salario. Creo que eso matará mi parte viva.
Analista: Estás manteniendo vivos tantos cadáveres. Esas personas muertas, las que están en tu corazón y tu mente y que no puedes dejar ir, están matando la parte de ti que está viva
Eros
Omar está en continua tensión entre Eros y Thanatos. Entre quedarse a vivir en Europa renunciando a la bella Siria de su infancia y aceptar la angustia de la falta, o volver a vivir (morir) a Siria con sus muertos.
En estos casos, el terapeuta sólo puede trabajar desde Eros, porque como dice Recalcati (2019) “la única resistencia a la pulsión de muerte es Eros
Palabras claves: Lo infantil. Thanatos. Superyo. Compulsión de Repetición.
Bibliografía
Baranes, J. J.:” Devenir sí mismo: Avatares y estatuto de lo transgeneracional” en Transmisión de la vida psíquica entre generaciones (R. Kaes, H. Faimberg, M. Enríquez, J.J. Baranes). Amorrortu Editores 1996
Freud, S.: (1923. a) “El yo y el superyó (ideal del yo) Cap III de El Yo y el Ello. Tomo XIX. Amorrortu Editores. 1984
Freud, S.: (1923. b) “Los vasallajes del Yo”. Cap. V de El Yo y el Ello. Tomo XIX. Amorrortu Editores. 1984
Recalcati, M.: ′′Las nuevas melancolías. Destinos del deseo en el tiempo hipermoderno ", Rafael Cortina, Milán 2019.
[1] Recalcati. Clases Magistrales APA mayo 2021.