Amor y Cólera
Propuesta N° 071
sábado 06 de noviembre / 19,00 PM

18:00 NY / 17:00 PE, EC / 16:00 MX / 22:00 POR / 23:00 SP, IT

Zoom Finalizado

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Presenta/n: María Graciela Ronanduano (APA).



Resumen

Desde la creación literaria, el dilema Amor y Odio encuentra palabras en el abismo de lo real bajo el poder de las pulsiones de vida y muerte. Shakespeare y García Márquez sobrevuelan la soberana potencia del amor en el camino de los sentimientos más bajos y más altos.






Ampliación/Descripción

Desde el punto de vista del psicoanálisis amar se presenta como problema inacabado que atraviesa el abismo de las antinomias de la existencia humana. Esencialmente el amor es tema de naturaleza contradictoria dado que se ama no por lo que se tiene sino por lo que se carece.

En el inconsciente coinciden los opuestos y la consciencia extrema las oposiciones, generando un principio general de unión y separación que permite registrar en la transferencia el complejo nudo de interrelaciones referidas a las pulsiones de Vida y de Muerte.

La vida civilizada se funda en el principio, "ama a tu prójimo como a tí mismo”. Civilización en la cual cuando la esperanza de sostén se desmorona surge la indignación, la cólera, el enfado y en el entretejido de los equívocos del amor aparece el odio.

La literatura permite poner palabras siguiendo las combinaciones antitéticas del amor y todas las expresiones del arte juegan con la cooperación de fuerzas opuestas.

García Márquez, en El amor en los tiempos del cólera, presenta la pugna entre un amor secreto que culmina en la muerte y un amor que hace frente a la vejez y al deterioro despertando el deseo de juventud.  Trabaja con el término “cólera” una espléndida alusión al juego significante entre la epidemia y la emoción referida al estado del ánimo.

El amor sin contratiempos, el permitido, el oficial, podría parecer insulso o sin sentido o mera hipocresía, como demuestra el primer casamiento de Fermina Daza, permitido por su padre. Contrapone el amor autorizado versus el amor a contracorriente. La viudez le permite acceder al hombre imposible de su juventud, pero ambos en el fin de sus vidas, vivirán un amor con inmensa intensidad, sobre el fondo de la muerte. No es un amor juvenil sino lejos del tiempo de placeres y seducciones.

El término cólera, referido a la enfermedad que por aquellos días diezmaba a la población, abre un juego de significados contrapuestos muy interesantes que explica cómo se traficaba en el río Magdalena aprovechando la epidemia, “unos, en pos del amor oculto y otros detrás del lucro surgido a causa de la enfermedad misma”.

Ejemplo también del amor al prójimo que algunas veces se expresa en las calamidades mientras en otras se agota cuando más se lo espera, sea en la consideración social, el auxilio a las víctimas o el brote de egoísmo que surge con la misma intensidad que la epidemia.

Amor y muerte, confrontados mientras los amantes se creen inmunes, tanto como algunas personas se creen inmunes a las epidemias.

En Romeo y Julieta, Shakespeare presenta amor y cólera como afectos extremos, que enceguecen e impiden ver otras tonalidades de la realidad.

En boca de Tybaldo dice “mi paciencia y mi cólera se juntan", "la presencia de este intruso”, refiriéndose a Romeo, “parece dulce ahora, pero pronto va a convertirse en una amarga hiel".

Cualquier clase de oposición, no cesa de traer conflictos. En el intervalo, la contradicción impone la diferenciación desde un abismo, que da apariencia de realidad a la inmensa ilusión de totalidad que genera el amor.

Sabemos que se quiere lo que no se tiene. Reducido a estos términos, el amor sería una enfermedad, que no espera que ocurran los hechos, sino que los provoca.

Se presenta como una vereda opuesta al trabajo analítico, una ilusión de síntesis que proviene de lo consciente para sortear la brecha, entre las antinomias, ratificando que aquello que más le gusta al enfermo es lo que alienta la enfermedad. Freud sospecho del amor de transferencia y dejó la tensión de las posiciones contrapuestas como regla fundamental, para trabajar en relación a la diferencia de posiciones entre atención flotante y asociación libre.

Si se extingue la contraposición y no se ponen de manifiesto las oposiciones no resultaría atractivo o no despertaría a los poetas hablar de amor.

Goethe, dice que "todo organismo ha nacido de Ia cooperación de fuerzas formadoras opuestas". En Shakespeare, las distintas expresiones del amor juegan con la doble faz de significados antitéticos, mostrando el punto más alto de comprensión al que pueda llegar el entendimiento.

La máxima altura del amor en Occidente posiblemente está representada por los amantes de Verona. Los sueños y las obras literarias exaltan las antítesis. Así el intenso amor entre Romeo y Julieta juega sobre el fondo de odio de las familias a las que pertenecen, dos grupos que se disputan el poder político, "llevando a las nuevas generaciones a Ia autodestrucción y a Ia muerte”. Pone de manifiesto una pugna entre amor y poder. 

Sobre la base ingenua de un sublime amor, se oponen "deseo y cultura". "Por mala estrella de estos enemigos nacieron los amantes desdichados", repite el coro." Nada sino Ia muerte de los hijos puede llevar a los padres a la paz”. “¿Cambiar por puro amor ese odio de familias?''. EL antagonismo de Montescos y Capuletos, sirve para potenciar las formas del amor ligado al odio y Ia persecución. Se presenta el amor filial y el filicidio expresados en Ia frase. "Ellos solo buscaron el amor, la diferencia ajena los llevó a la muerte".

El pensamiento consciente extrema las oposiciones, pero el inconsciente da relieve a las expresiones artísticas que juegan sublimando las polaridades.

"Ha nacido lo Único que amo de lo Único que odio”, o "soberano amor que me hace amar al odiado enemigo", dice Julieta.

“Soy deudor de mi vida a una enemiga" replica Romeo, y se pregunta “¿por qué el amor que parece tan dulce cuando se prueba es áspero y tirano?", " ¿el amor es rudo, brutal, violento y clava como espina?". "Dentro del tierno cáliz de esta flor residen el veneno y la salud, como en la planta viven en el hombre, dos fuerzas, la bondad y la dureza. Si en ellos predomina lo peor, el cáncer de la muerte los devora". "Hasta lo que odio lo agradezco si el odio se desata por amor". "Mi paciencia y mi cólera se juntan" dice Tybaldo.

“El amor es una enfermedad que pone a la razón en tinieblas”. Cuando cae la ilusión, en los intersticios de la realidad aparece la furia, la cólera, que no es contra el otro sino contra la misma realidad que al aparecer desvanece la ilusión.

En Romeo y Julieta, Shakespeare aludiendo al amor, dice "Estábamos los dos en una casa ya contagiados por la peste negra". "No vida, sino amor en la muerte". ¿Porqué el cielo dispuso que el amor aniquiló vuestra alegría?", hacia el fin Capuleto dice "pobres víctimas del odio nuestro" y termina la obra diciendo, “De los que del rencor participaron unos tendrán perdón y otros, castigo”, “jamás se oyó una historia tan doliente como esta de Julieta y su Romeo".

Examinar los hechos, libre de prejuicios y sin distorsión, al comprender que el amor se presenta en medio de los sufrimientos y agrados que aporta la existencia. A diferencia de las idealizaciones de la ciencia, o la educación que no han podido traer la totalidad anhelada, mientras que el dolor sigue agobiando Ia existencia humana. El amor o la violencia en medio del júbilo o la pasión no se sienten, pero estas emociones no pueden sostenerse por mucho tiempo e inevitablemente aparece lo real.

En la serenidad pueden captarse las antinomias tal como se presentan en las obras de arte. La mente las acomoda a placer del amor y la realidad presenta su contraste.

Observar estos matices literarios tal como Freud lo demuestra permite una visión despierta, incisiva e inteligente. “La enfermedad avanza sobre el tejido sano como el amor pasión avanza sobre la razón”.

Amar efectivamente es una capacidad superior que se destaca por sí misma habiendo sublimado el odio y la cólera que saca al amor de su atadura al placer.

La expresión de Lacan, "dar lo que no se tiene", alude a un amor libre de la dependencia al placer y a la ensoñación.

El amor sueño al verse por definición incumplido trastoca en cólera en contacto con la realidad, "su amor es ciego y busca las tinieblas" y "si el amor es ciego no dará en el blanco".

El amor que tiene un fin superior recae sobre el que ama y no sobre el objeto amado y sus cualidades, tal como dice Lacan, busca “en tí más que a tí". Aquel sublime amor incondicional tiene en cuenta sólo el bien del amado.

Si la distancia entre ilusión y realidad no ha sido tan grande, el amor crece, como el ser solidario que ofrece ante las condiciones adversas de la epidemia, aun más y más.

 

Bibliografia

García Márquez Gabriel, El amor en los tiempos del cólera. Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 2005.

Lacan Jacques, Los cuatro conceptos fundamentales del Psicoanálisis, Seix Barral Editores, Madrid.

Shakespeare William, Romeo y Julieta. Barcelona España. Editorial Losada.