El psicoanálisis ante un mundo en transformación. ¿El futuro nos espera?
Propuesta N° 0016
2020-11-21 / 11:00:00

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Presentan: Mirta Goldstein (APA), Abel Fainstein (APA), Gabriela Goldstein (APA), Andrés Gaitán (SPM), Bernardo Tanis (SBPSP) y Virginia Ungar (Pte. IPA).
Conducción: Claudia Borensztejn
Coordinación: Juan Pinetta



Abstract:

La vertiginosa transformación de la cultura influye en el psicoanálisis. A su vez la práctica del psicoanálisis es intervenida por diferentes y disimiles acontecimientos.

El futuro es una dimensión incognoscible a la que todos queremos alcanzar. Entre lo que dejamos y lo que vendrá nos cabe construir una esperanza.

 

 

 







Texto breve:

Invitados extranjeros:

- Bernardo Tanis, Ph.D., Miembro efectivo y  actual presidente de la Sociedad Brasileña de Psicoanálisis de São Paulo (SBPSP) (2017-2020). Fue editor de la Revista Brasileña de Psicoanálisis (2010-2015) y director de Comunidad y Cultura de FEPAL (2009-10). Autor, entre otros libros de “Memoria y Temporalidad: sobre lo infantil en psicoanálisis” y “Circuitos de soledad: entre clínica y cultura”. Organizador de :"Psicoanálisis en las tramas de la ciudad" y "Roussillon en Américalatina".

- Andres Gaitan Gonzalez:  Electo presidente de la Federación Psicoanalítica de América Latina 2020-2022. Formado como psicólogo en la Universidad Nacional Autónoma de México y como psicoanalista en el Instituto de la Sociedad Psicoanalítica de México. Miembro de la Asociación Psicoanalítica Internacional. Psicoanalista titular didacta y expresidente de la Sociedad Psicoanalítica de México, 2014-2018. Profesor del Instituto de Estudios de Posgrado en Psicoanálisis y Psicoterapia de la Sociedad Psicoanalítica de México. De 1993 a 1997 y de 2001 a 2003, Vicepresidente Regional para México, América Central y el Caribe de la Federación Mundial para la Salud Mental. De 1997 a 2001, Consejero titular de la misma Federación. Cofundador y exdirector Científico de SAPTEL, Sistema Nacional de Apoyo, Consejo Psicológico e Intervención en Crisis por Teléfono. Autor de la “Guía de Capacitación y Manual de Procedimientos de SAPTEL” y co-autor del libro “Obras de Avelino González, pionero del psicoanálisis en México”.

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El psicoanálisis ante un mundo en transformación, ¿el futuro, nos espera?
por 
Mirta Goldstein

Queridos amigos del Movimiento Freudiano: los nombro así porque esta es una mesa con representantes interinstitucionales en un simposio de APA, institución que continúa la obra de Freud de manera reflexiva, y porque movimiento es lo opuesto a quietud, encierro y confinamiento.

El título de esta propuesta El psicoanálisis ante un mundo en transformación incluye la pregunta multisentido: ¿el futuro, nos espera? Pregunta que hago en el marco de los Tiempos de incertidumbres.

Pienso que el futuro seguirá su curso, aunque no es lo mismo esperarlo pasivos y carentes de previsiones, a que inventemos algo para estar a la altura del porvenir. Dada nuestra finitud, este algo no puede ser sino institucional y colectivo. Ofertarle algo al futuro no es una cuestión de arrogancia ni de sacrificio, sino un regalo, ya que la herencia hay que aceptarla, el legado se dona, y el regalo se elige desde lo inconsciente sin saber su efecto en sí mismo y en el otro. Así lo leo en el texto de Freud de 1935: “La sutileza de un acto fallido”, donde dice: “¿Qué regalo sería aquel que no nos procurase un poco de pena dar?”. Pena y duelo por lo que se tuvo y por lo que no se llegará a ver como futuro, sutileza del desprendimiento.

Recalcati aseveró, y coincido con él, que en tiempos de angustias necesitamos plasticidad pulsional. ¿Para qué? Para pensar, discernir y hacer. Discernir es para mí el grado más elevado de la diferencia simbólica.

Con lo cual quiero distinguir entre angustia e incertidumbre ya que pertenecen a dimensiones diferentes.

La angustia irrumpe desde lo Real del organismo, de la naturaleza o de lo social, inunda lo imaginario-simbólico y afecta al cuerpo, mientras que las incertidumbres constituyen vacíos de saber en lo simbólico que a veces se llenan con síntomas y otras con poiesis.

Cuando, para defenderse de la angustia automática los sentidos imaginarios invaden al sujeto, lo atontan y abruman con lo cual puede quedar expuesto al efecto de masa; en este sentido ayer Szpilka alertó sobre el efecto paradojal de la identificación y la batalla por la exogamia.

En cambio, lo simbólico ficcional y creador, la poiesis, libera al sujeto e inscribe significaciones nuevas y singulares.

Poder ir más allá del padre, aun nuestro padre Freud, es posible a condición de no desmentirlo o rechazarlo, y ello supone el anudamiento entre memoria, continuidad e innovación. ¿Pero qué anuda a su vez a estas tres dimensiones? El acto, acto que es ético en tanto no renuncia al deseo, a la equidad y al cuidado de los proyectos colectivos.  

Con 120 años de inserción en la cultura, los psicoanalistas estamos listos para los debates y las interpelaciones sin temor a los desvíos, temor que Freud no dejó de expresar. Desde entonces interactuamos con las neurociencias y las psiquiatrías, intervenimos en la educación, la justicia, la asistencia social, las artes y los deportes. Abrimos nuestras teorías a las subjetividades emergentes y a los cuerpos diversamente gozantes; defendimos a las víctimas y a los vulnerados cuando los movimientos políticos y el estado del mundo se cerraron. Estas son solo algunas de las realizaciones del movimiento psicoanalítico que intentaremos mantener y sostener, por lo menos en el futuro próximo.

Ahora bien, ¿qué hace falta aún hacer de cara al futuro? Pienso que pueden haber muchas propuestas, a mí se me ocurrieron algunas: aún hace falta mayor comprensión sobre la multiplicación en red del polo perceptual a raíz de la virtualidad y la inteligencia artificial; hace falta profundizar en la subjetivación de los cuerpos transformer que, desde una cadera de titanio, la vacuna antivirus o un chip intracerebral reanudan de manera insospechada la significación del sexo y la muerte lo que implica interactuar con la  biotecnología sin atemorizarnos ante ella; abrir un debate interinstitucional sobre las estrategias ante los poderes y gobiernos; hace falta que los institutos de formación intenten disolver  los fanatismos autorales, o sea, la fidelidad a un solo maestro; reacomodar las instituciones a los tiempos político-económicos teniendo en cuenta los tiempos de expansión y de constricción; profundizar el trabajo comunitario con las etnias de cada lugar; promover liderazgos acordes con una ética de lo múltiple y horizontal, alojar la producción psicoanalítica y cultural que se manifiesta en las márgenes y resulta silenciada.

Cada institución psicoanalítica tiende sus márgenes entre las cuales corre su río creador, o traza límites que la apartan del mundo. En este sentido en lugar de las metáforas de las cartografías y mapas aplanados, prefiero la metáfora del rizoma que da luz a la complejidad invisible a simple vista, de las redes con que se tejen los lazos.

Ante las transformaciones podemos quedar perplejos e inmóviles, huir o hacer algo con la vacilación subjetiva que las incertidumbres producen; podemos tropezar con lo Real y con la realidad y quedar tendidos o levantarnos para hacer algo diferente. Cada sujeto decide si calla, si actúa, o si es indiferente, cada quien elige a que plegarse y de que excluirse.

El futuro nos esperará solo si, como discurso teórico, clínico y social, llegamos a él sin ataduras intelectuales, lo que he denominado: la fugacidad de la posmodernidad, el poshumanismo y el poshumanitarismo.

Por ello quiero rescatar que en este simposio pasaron cosas, incluso esta mesa es un acto de aperturas; hemos escuchado abordajes interdisciplinarios de los sufrimientos, las crisis, la pantalla y la pandemia; nuestros invitados nos han traído ideas a seguir investigando; en los rincones de autores se han actualizado los conceptos; los jóvenes analistas alzaron sus voces sin interferencias; abordamos la relación equívoca entre lo masculino y lo femenino; se desarrollaron debates sobre gobernabilidad, liderazgo y poder; se tejieron lazos con la literatura, el teatro y el cine; se revalorizaron los escritos de APA y la difusión del psicoanálisis; brillo nuestra plataforma Covid de contención telefónica. Todo ello nos muestra que no estamos parados en un mismo lugar, sino que avanzamos gracias a que interrogamos, conversamos y, como dije, discernimos.

Buscar y encontrar pensamiento crítico fue uno de nuestros objetivos para lo cual hemos introducido la idea de colectivizar el trabajo y la producción, idea que implementamos a través de un dispositivo en el cual dos grupos interactúan a partir de la palabra del otro. Este dispositivo es un hallazgo para aplicar interinstitucionalmente pues cada sociedad psicoanalítica es un colectivo abierto a los otros.

Dije, espontáneamente en la jornada sobre el escrito psicoanalítico: APA es un muro de escritura. El muro dejó de ser valla cuando fue intervenido por el jeroglífico y se transformó en mural en el cual queda grabada la historia desde los comienzos hasta hoy, y lo interesante, es que en él sigue habiendo lugar para lo nuevo; para escribir en el mural solo hacen falta un punzón y la decisión de dejar marcas.

Estamos ante un acto de conclusión, pero no de cierre, es solo un corte para que haya continuidad; Gabriela Goldstein en APA y Andrés Gaitán en FEPAL, hoy con nosotros, desean tomar la posta lo cual muestra que pudimos alojar la discontinuidad lógicamente necesaria para que el movimiento psicoanalítico y la IPA, representada acá por su presidenta Virginia Ungar, se sigan expandiendo en el tiempo.

En síntesis, cada generación escribe sus propios rasgos y actos y deja un no-todo, deja logros, fracasos, incertidumbres e ideales. Lo promisorio es que en este simposio y en estos cuatro años, todos juntos con nuestras diferencias, construimos un peldaño más del discurso analítico.

Paul Tabori en su libro “Historia de la estupidez humana”, dice: “No es la boca del hombre la que come, es el hombre el que come con su boca.” A mi entender nos está diciendo que nos impliquemos en aquello que nos importa. Este simposio verificó cuánto nos importa el psicoanálisis.

Gracias a todos ustedes por participar y acompañarnos, gracias a mis compañeros y a todos los miembros y candidatos por el esfuerzo realizado.

Seguiremos adelante.