Bienvenidos al primer Symposium virtual de la Asociación Psicoanalítica Argentina.

En "Tiempos de incertidumbres", la APA ha decidido realizar este evento en forma íntegramente virtual, abierto y gratuito, en una época inédita.

Los invitamos a los 13 Talleres de Textos Breves, las 23 Mesas de Diálogo, 5 Colectivos de Trabajos clínicos, 3 Rincones de Autor y una Clase Abierta. Más de 70 propuestas, desde el 10 hasta el 21 de noviembre de 2020, con una duración de una hora y media cada una.

Todos podrán participar mediante el chat de Facebook planteando preguntas e inquietudes a los presentadores.

En esta plataforma podrá encontrar las actividades por nombres de participantes, por contenido de actividad y por horarios.

Todas las actividades serán transmitidas a través del Facebook APA Social, y habrá varias clases de actividades, que durarán una hora y media cada una:

 

Conectarse con antelación & Videos post actividades

Anticipando una alta demanda de ingresos a la Sala Virtual, y esperando que no haya saturación, les solicitamos ingresar con tiempo con el fin de evitar inconvenientes, cliqueando el botón que aparece en cada actividad en el Programa. 

Recordamos que todas las actividades se transmitirán por Facebook de la APA:
"APA | Asociación Psicoanalítica Argentina".
 
Además, subrayamos que la mayoría de las actividades serán grabadas, quedando disponibles en el Canal YouTube de la Asociación Psicoanalítica Argentina y en el Facebook de APA.

Luego de cada actividad, los videos se irán incluyendo en el mismo Programa, pudiendo accederse a los mismos cliqueando sobre el título de cada encuentro.   

 

Ver y preguntar por el Facebook de APA Asociación Psicoanalítica Argentina 

Si bien el acceso es libre para todos aquellos que quieran ver el Symposium, sólo pueden realizar preguntas por el chat del Facebook aquellos que tengan cuenta en esta plataforma. De no tenerlo, sugerimos abrir en un sencillo trámite una cuenta para poder realizar preguntas a los expositores.

 

Comité Organizador del Symposium 2020

Mirta Goldstein (coordinadora), Claudia Borensztejn, José Fischbein, Eduardo Safdie, Laura Escapa, Juan Pinetta, Cecilia Moia, Adriana Pérez Alarcón, Alicia García Penna, Mónica Hamra y Jorge Catelli.








lunes 09 de noviembre de 2020






lunes 09 de noviembre de 2020

Actividad Pre Symposium - lunes 09 de noviembre / 10,00 AM
Conducción: Laura Escapa.
Coordinación: Alejandra Gómez
Actividad Pre Symposium
lunes 09 de noviembre / 10,00 AM
Conducción: Laura Escapa
Coordinación: Alejandra Gómez
Actividad Pre Symposium
Día: lunes 09 de noviembre
Hora: 10,00 AM
Conducción: Laura Escapa
Coordinación: Alejandra Gómez
Desafíos de la escuela en el momento actual
Los malestares de la cultura: la cuarentena vivida
Presentan: Jorge Catelli (APA-UBA), Gabriela Schiavello (APA-UBA), Mirta Fatori (Hosp.de San Isidro), María del Rosario Bosnic Kapetanic (Hosp.de San Isidro). Maria Angelica Pacheco, Liliana Solari.

Resumen/Intención:

Con la participación de los licenciados Jorge Catelli, Gabriela Schiavello, María del Rosario Bosnic Kapetanic y la Dra. Mirta Fatori, se desarrollará esta actividad que pondrá como eje principal el abordaje del aprendizaje en tiempos de pandemia. La conducción estará a cargo de la Lic. Laura Escapa y la coordinación a cargo de la Dra. Alejandra Gómez.

 

 

 

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO










martes 10 de noviembre de 2020






martes 10 de noviembre de 2020

Bienvenida - martes 10 de noviembre / 10,30 AM
Conducción: Laura Escapa (Secretaria General).
Bienvenida
martes 10 de noviembre / 10,30 AM
Conducción: Laura Escapa (Secretaria General)
Bienvenida
Día: martes 10 de noviembre
Hora: 10,30 AM
Conducción: Laura Escapa (Secretaria General)
Apertura
Presentan: Claudia Borensztejn (Presidente), Mirta Goldstein (Secretaria Científica).

Resumen/Intención:

El 58° Symposium y 48° Congreso de la Asociación Psicoanalítica Argentina, tendrá su apertura el 10 de noviembre de 2020, por primera vez en forma totalmente virtual. Las doctoras Claudia Borensztejn, como presidente de la APA, y Mirta Goldstein, Secretaria Científica, serán parte de esta apertura, actividad que conducirá la Secretaria General de la institución, Lic. Laura Escapa.

 

VIDEO APERTURA HASTA EL MINUTO 30 APROXIMADAMENTE

 

 

 





Mesa de diálogo - martes 10 de noviembre / 11,00 AM
Conducción: Eduardo Safdie .
Coordinación: Estela Allam
Mesa de diálogo
martes 10 de noviembre / 11,00 AM
Conducción: Eduardo Safdie
Coordinación: Estela Allam
Mesa de diálogo
Día: martes 10 de noviembre
Hora: 11,00 AM
Conducción: Eduardo Safdie
Coordinación: Estela Allam
Tiempos de incertidumbres
Incertidumbres, angustia, sueños y síntomas
Presentan: Mirta Goldstein (APA), Diego Andrés Golombek (UBQ y CONICET), José Eduardo Abadi (APA).

Resumen/Intención:

Enrique Pichón-Rivière dijo:

“En tiempos de incertidumbres es imprescindible gestar proyectos colectivos desde donde planificar la esperanza junto a otros”.

Recibimos en nuestra casa al reconocido neurocientista para dialogar con dos analistas acerca del impacto de las incertidumbres desde perspectivas ampliadas.

VIDEO DESDE EL MINUTO 28

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

Alegato por las incertidumbres, Mirta Goldstein

Yo nunca seré de piedra.

Lloraré cuando haga falta.
Gritaré cuando haga falta.
Reiré cuando haga falta.
Cantaré cuando haga falta
Yo nunca seré de piedra.

(Fragmento de Canto, río, con tus aguas, Rafael Alberti)
 

¿Cuándo hará falta? ¿Cuánto hara falta? Le pregunto a este poema de Rafael Alberti, en el intento de dialogar con el poeta quien supongo me respondería: la incertidumbre es no saber, pero estar listo por si hace falta. Hacer la falta, eso es la castración. ¿Para que estar listo? Para un acto.

Titulé a esta ponencia: Alegato por las incertidumbres, ya que quisiera no patologizar la incertidumbre, tal como se lo ha hecho en los medios a raíz del confinamiento y la pandemia.  Incertidumbre no es angustia. Tampoco la angustia es en sí misma patológica pues su función es despertar al sujeto y convocarlo a la realización de un acto exogámico, pero la angustia convoca y a la vez retrasa ese acto de corte. La angustia es la señal de lo que hace falta por hacer, mientras que el acto revela al sujeto en su posición de castrado porque inscribió su falta.

A diferencia de la angustia, las incertidumbres, convocan a la invención pues demandan imaginar algún futuro a partir de aceptar lo transitorio y finito; justamente aparecen a la consciencia cuando se ha aceptado la muerte y la sexualidad.

El psicótico no puede significar la incertidumbre como posibilidad contingente de potencialidad y realización. Siente angustia catastrófica pues existe en un presente continuo, el presente de su alucinación o delirio. Ante la incerteza de una definición de la sexualidad humana y la incertidumbre de la muerte, recurre al suicidio para sustraerles, a ambos, contingencia y azar.

Los neuróticos, por su parte, atravesados por el axioma de que no hay relación sexual que no sea de incertidumbre, aceptamos la indefinición de lo masculino y femenino, la fragilidad del amor y la inadecuación del deseo a su objeto, que, si bien lanza al sujeto a una vida posible, ésta no será sin angustia, inhibición, síntoma.

Las creencias místicas que prometen la resurrección y la reencarnación como vidas eternas, son otro modo de forcluir las incertidumbres. Y si bien confiamos en las ciencias comprometidas con el principio de razón, la duda, el error y la probabilidad, algunas flaquean y quedan encerradas en protocolos como garantía de seguridad, por ejemplo, cuando los ritualizan ante alguien que pide por una muerte digna para dejar de sufrir.

La banalización de la interacción las pulsiones de vida y de muerte más la naturalización de la sexualidad, terminan instituyendo la universalidad el deseo de hijos o de seguir viviendo. Estas certezas contrarían la ética del deseo y desmienten las incertidumbres que en los análisis intentamos convocar para amenguar el dolor psíquico. Es en los análisis, donde eso que arrojamos fuera, puede volver a ocupar un lugar en la historia del sujeto y hacer la falta.

Pensar la clínica desde un alegato por las incertidumbres y no a la incertidumbre como esencia catastrófica, es para mí uno de los horizontes de un psicoanálisis abierto a la indeterminación, de un psicoanálisis que no se deja cerrar por el enjambre de sentidos que lamentablemente crecen desmedidamente.

Un pensamiento por más científico que se considere, puede guardar algo de creyente y huir de lo indeterminado como huye el obsesivo que, al estar tan seguro de la muerte, imagina que la puede postergar renunciando a su deseo.

Ante el dilema humano de ¿cómo subjetivar la existencia en su condición de finitud? Lacan, primero previene de la muerte melancolizante del deseo, luego se dirige a los católicos y les previene de su agobiante nostalgia del padre supremo. Solo al estudiar a Joyce, quien vaticinó ser leído durante 300 años, propone como final de análisis hacer algo con el nombre propio, tal como Freud transformó el suyo e ingresó en la historia de la cultura y el pensamiento. Claro que no es simplemente transformar el nombre propio, sino hacerlo circular a través de un acto significativo.

Lo indecible e indecidible, carentes de fechas garantizadas por el almanaque, nos brindan un alegato por tiempos aleatorios y singulares, tiempos que pueden melancolizar a unos y llevar a la creación a otros.

¿Cómo medir el tiempo incierto de la creación? Imposible establecer su principio y su fin. La creación transcurre entre dos silencios, tal como la partitura musical. Cualquier metáfora de la vida como un trazado prefijado, sucumbe a la tontería. Por este motivo voy a dialogar con Alessandro Baricco quien en su libro The Game, dice que la era digital retorna al Todo y el Todo deniega la incertidumbre. Spotify, dice, ofrece toda la música, Facebook todos los amigos. El Todo se convierte en la única mercancía significativa y la víctima del todo es el infinito. Textualmente afirma: “Si puedes llegar al fondo del todo, allí el infinito no existe porque no eres capaz de habitarlo.”

Si bien acuerdo con Baricco en que el todismo descarta lo diverso de la existencia humana y sus lazos sociales, pienso que el homo digital encontrará las estrategias por donde volver a conquistar el azar, el infinito, y el no/todo. El homo digital es aún muy joven, yo diría un púber que tiene en su horizonte mucho por andar.

Claro está que documentales como El dilema de las redes nos proponen la certeza de que estamos dominados por fuerzas invisibles cuyo objetivo es el control total. No niego que puede haber en todo eso verdades y mentiras que aún desconocemos, pero también intuyo que hay algo de certeza absoluta en esos planteos que anuncian que nuestros nietos solo serán un ejército de cucarachas a la manera kafkiana. Pienso en mis nietos y tengo esperanza, pienso que esos mensajes apocalípticos desconocen la potencialidad del deseo libertario en los seres hablantes.

Por suerte las incertidumbres convocan a la invención de ficciones que a veces se cumplen, así Julio Verne, vaticinó el submarino y el viaje a la luna.

Para terminar, en los últimos tiempos llamó mi atención la frase: “Hay que aprender a vivir con la incertidumbre”.  Frase tan obvia que me parece absurda. ¿Por qué? Porque el ser hablante consciente de la finitud de la vida, lleva toda una civilización conviviendo con las incertidumbres existenciales. Somos la especie experta en incertidumbres. Eso nos hace seres pensantes y deseantes dispuestos y aptos a las transformaciones. Hay aspectos regresivos, no cabe duda, pero miremos como hemos atravesado la era del fuego, del metal, de la rueda y la imprenta. Si hay incertidumbres y todos los tiempos las tienen, es porque hubieron conquistas y logros que nos condujeron hasta aquí.

En síntesis, el dominio de la naturaleza depende del conocimiento y el conocimiento del descubrimiento y el descubrimiento de la investigación, y la investigación de la curiosidad, pero la curiosidad ¡oh la curiosidad! es para mí la hija más femenina del matrimonio entre el deseo y la pulsión.

El deseo, vehículo de lo incierto como el padre, toca a nuestra puerta con un mensaje paradojal: la vida y la muerte; algunos llaman a eso: el parto. A mi entender, si has elegido vivir, has elegido muerte y sexualidad, únicos destinos que tu nacimiento promete.  El resto será cháchara o palabra plena, depende de cada quien. Entonces, si alguien golpea a tu puerta y te ofrece la felicidad oculta en una lámpara de Aladino, desconfía, no es eso lo que hace la falta.

 

 





Mesa de diálogo - martes 10 de noviembre / 13,00 PM
Conducción: Eduardo Safdie.
Coordinación: Rut Diacovetzky
Mesa de diálogo
martes 10 de noviembre / 13,00 PM
Conducción: Eduardo Safdie
Coordinación: Rut Diacovetzky
Mesa de diálogo
Día: martes 10 de noviembre
Hora: 13,00 PM
Conducción: Eduardo Safdie
Coordinación: Rut Diacovetzky
Cultura y realidad
Los malestares de la cultura: la cuarentena vivida
Escritura y sublimación
Presentan:
Patricia O´Donnell (Comisión de Cultura de APA y Equipo),
Juan Pinetta (Dpto. de Psicoanálisis y Sociedad de APA y Equipo).

Resumen/Intención:

En esta actividad conjunta del Departamento de Psicoanálisis y Sociedad y la Comisión de Cultura de la Asociación Psicoanalítica Argentina, abordaremos en un conversatorio distintos implicancias de nuestra realidad y su cultura. 
Equipo de Psicoanálisis y Sociedad de la APA: Juan Pinetta (Coord.), Gabriela Hirschl (Secretaria), Martha Nowik, María Inés Iribarren de Sahovaler, Clara López Moreno, Yiya Zaffore, Valeria Corbella / Colaboradores: Stella Poggi, Silvia Acosta, Margarita Szlak, Hernán Hasperue, Romina Alves y Juan Buccheri.
Equipo de Cultura: Patricia O´Donnell (Coord.), Sandra Tatarow (Secretaria). Integrantes: Mercedes von Dietrichstein, Cleto Santa Coloma, Sara Zusman de Arbiser, Miriam Remo, María Luz Nuñez Monasterio.

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

En esta actividad conjunta se abordará el entramado que se produce entre la realidad en sus diferentes acepciones, incluida la psicoanalítica, y la cultura como productora de la misma, en un interjuego donde se conjugan las influencias subjetivas, epocales y contextuales, incidiendo en lo singular como en lo general con diferentes tonalidades.





Taller de textos breves / 1 - martes 10 de noviembre / 15,00 PM
Conducción: Maria de las Mercedes Amado de Zaffore.
Coordinación: Daniela Lievendag
Taller de textos breves / 1
martes 10 de noviembre / 15,00 PM
Conducción: Maria de las Mercedes Amado de Zaffore
Coordinación: Daniela Lievendag
Taller de textos breves / 1
Día: martes 10 de noviembre
Hora: 15,00 PM
Conducción: Maria de las Mercedes Amado de Zaffore
Coordinación: Daniela Lievendag
a. ¿Serán estos tiempos de Fort-da para el psicoanálisis?
Escritura y sublimación
Presentan: Perla Frenkel (APA).

Resumen/Intención:

En este trabajo señalo la importancia del trabajo sublimatorio en relación a las teorías que nos habitan. Señalo la forma en que somos habitados por ellas tomando a Heidegguer como referencia. Marco las consecuencias de un uso indebido de las mismas. Articulo el juego del Fort-da con ausencia y presencia, simbolización; en tiempos actuales.

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

¿Serán estos tiempos de Fort-da para el psicoanálisis?

Si de presencia y ausencia se trata el juego del Fort-da, considero que es esta una problemática que hoy nos interpela, ausentes de nuestros consultorios, pero presentes para nuestros analizantes con nuestra escucha, nuestra interpretación y nuestro deseo de analizar, función ésta, me refiero al deseo de analista que nos sostiene como el Fort-da en el juego del niño, en cada encuentro con nuestros analizantes. Freud nos trae este juego de ausencia, presencia, representación de esta ausencia, justamente en el texto del Más allá del principio de placer.

Nuestros analizantes nos preguntan antes de comenzar la sesión por Skype ¿estás? Será un ¿estás para mí? En otro tipo de sesión sin imagen, la pregunta es ¿cómo estás? También como el ¿estás ahí?, si estamos un rato en silencio.

Los enigmas nos invaden, nuestros saberes se conmueven y se da otra apertura necesaria para la narrativa de La cosa, que anulada en su positividad adquiere dimensión simbólica.

Esto me lleva a la siguiente cuestión que quiero compartir con ustedes.

¿Las teorías que habitan en el analista, como inciden en su práctica? Pregunta que formulo en estos tiempos tan peculiares, inquietantes, en que la angustia nos acompaña por momentos nos acecha desde el Superyó y en otros nos permite sublimar ¿No será acaso que también ahora se trata del saber no sabido y que está para ser construido una y otra vez?

En principio necesariamente somos fruto en tanto que analistas de transferencias, la de nuestros análisis, supervisiones, seminarios, grupos de estudios y demás cuestiones ocurridas en momentos puntuales de nuestras vidas. Y que siguen ocurriendo.

Acá diré que hay un derrotero marcado por lo pulsional y por el amor.

Desde lo pulsional, algo hacemos con la pulsión puede ser síntoma, inhibición o sublimación y algo de este orden ocurre también, con las teorías que nos habitan. Sucede en un momento único e irrepetible que se juega para cada análisis, para cada encuentro que se da en transferencia y es entonces que allí se da la creación de algo nuevo. Porque en la sublimación hay un retorno en el cual se inventa lo perdido, se repite la producción del vacío, vacío como producción del significante, momento mítico fundante, constitución del sujeto, ser de la palabra. Esto sigue sucediendo también en estos tiempos de pandemia.

Como el análisis tiene que ver con el tema del descubrimiento, diría que allí estamos en un contexto de descubrimiento. Entonces ¿Que sucede con las teorías que nos habitan?

Heidegger escribe que en el humano el habitar va junto con el construir.

Me detengo primero en el construir, este seria el orden lógico, para nosotros analistas no necesariamente es así.

En hebreo construir se dice (libnot) de la misma raíz es la palabra (ben) hijo. Las construcciones que se realizan en cada análisis son de algún modo hijas de todo aquello que nos habita. Hay una expresión en relación a la Jerusalén destruída, que dice en hebreo: Banaij ihiu bonaij. Cuya traducción es: Tus hijos serán tus constructores. Interpretaciones, construcciones estamos hablando de aquello que se produce en el campo de la transferencia. Transferencia que tiene que ver para mí con exilio. Somos viajeros en tierra extraña, otra tierra, otro idioma. De pronto de lo heimlij, a lo humheilij, de lo familiar a lo extraño. En algún momento surge la interpretación, interpretación como señala G.Haddad en el sentido que Freud y Lacan le dieron a esa palabra, formulación que roza el enigma, a partir de enunciados en apariencia insignificantes.

Detengámonos por un momento en el habitar, el habitar tendría que ver con tener donde alojarse, es decir es algo que tranquiliza y reconforta. La antigua palabra bauen se relaciona con el bin (soy) ich bin –du bist quiere decir en alemán yo habito –tu habitas Dirá el filósofo: “El modo como tú eres, yo soy, la manera según los hombres somos en la tierra, es el habitar”, entonces, el hombre es, en la medida que habita. Transfiero a nuestra práctica, para decir somos de determinado modo analistas, habitados por nuestras teorías. El bauen significa cultivar ¿No es acaso un análisis una tierra de labranza? Las teorías que nos habitan darán cuenta de nuestro propio estilo. Como teorías y fantasía se conectan, es que las teorías que construimos tienen que ver con nuestra propia infancia. Construimos teorías ante aquello que nos preguntamos, que nos inquieta: Los orígenes, la sexualidad, la diferencia de sexos, la muerte.

Las teorías entonces están en nosotros, las hemos trabajado durante mucho tiempo, curioseamos nos asomamos, descartamos, nos apropiamos. Finalmente diré, son valiosas siempre que no operen como defensa que obture la escucha.

Pero hay que tenerlas. No es de la nada que la pulsión será creacionista. También cité el amor, amor al saber.

Somos igualmente fruto de múltiples identificaciones que habrá que ver cómo se juegan en cada uno. Puede suceder que las teorías dejen ubicado al analista en un lugar a veces incómodo, esto sucede cuando se hace un uso indebido de ellas, cuando se las confunde con una suerte de militancia y nos agrupamos en algo más parecido a una masa, alrededor de alguna figura que en tanto representa un ideal, queda como dueño de la teoría; esto acecha es parte del malestar en nuestra cultura. Es bueno estar advertidos pues las cuestiones del desamparo y de la necesidad de Otro nos ponen a su merced. A veces se arman verdaderas logias, divisiones, separaciones. Respecto a esto considero que es el lazo social, que da la pertenencia institucional, el que da el tiempo necesario para la reflexión, para la elaboración de estas cuestiones que enriquecen la tarea y alivian nuestras angustias.

Con las teorías que nos habitan se da un juego de tiempos.

Primero la incorporación (¿oral canibalística?) luego hará falta un segundo tiempo como en la sexualidad y el trauma para su inscripción, después la necesaria latencia para su resignificación. Es en ese tiempo, que nos apropiamos de ellas, el tema es que en el mientras tanto de la transferencia se juega su incidencia, porque ser analista tiene que ver para mí, con poder mover las propias referencias, deshacerse de uno mismo, de nuestros propios saberes, para cada tratamiento, para cada analizante.

 Es que en cada tratamiento algo se inscribe dice o se escribe para cada analizante, para cada analista.

Trabajamos los textos sin venerarlos poniendo en juego las vacilaciones, los vacíos. Cuantas veces ocurre que releyendo a Freud nos invade esa inquietante extrañeza como si fuera la primera vez. Es que estamos atravesados por la experiencia de lo inconciente. Sabemos del límite, del tope, del vacío dejado por La cosa, el Das ding, que paradójicamente moverá nuestro deseo.

Finalmente, nuestra tarea nos enfrenta con la insoportable levedad del ser, no en vano aconsejaba Freud una vuelta de análisis cada tanto, para el analista.

Considero que más allá de las teorías que nos habiten y en tanto trabajemos para la libertad del analizante, es decir liberados nosotros del furor curandis, sin buscar alguna verificación imposible, al tener presente la cuestión de la abstinencia o sea ni sugestión ni seducción, estaremos trabajando haciendo un uso adecuado de las teorías que nos habitan que son enriquecidas continuamente, con cada análisis que realizamos, supervisión, seminario que dictamos, trabajo que escribimos, en la evaluación que nos realizan quienes nos eligen para su formación y en el diálogo con colegas. Separaciones y re- encuentros como en el Fort-da que nos marca en esta apasionante tarea artesanal que es la de ser analistas siempre en formación.

 




b. No olvidar para no repetir: Primo Levi y Jorge Semprún
Escritura y sublimación
Presentan: Cristina Martínez-Cipolatti (APA).

Resumen/Intención:

Este trabajo se ocupa de la obra concentracionaria de Primo Levi y Jorge Semprún, quienes fueron deportados a Auschwitz y Buchenwald. La autora insiste en la escritura como medio para elaborar las vivencias traumáticas. La sublimación constituye una vía salvadora en su renacer.

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

Este escrito analiza el trabajo de elaboración y los procesos sublimatorios a partir de la escritura de los eventos traumáticos padecidos por Levi y Semprún, que emana del recuerdo personal de cada uno de los escritores “no olvidar para no repetir” la etapa desgarradora y traumática vivida en Auschwitz y Buchenwald.

Semprún sostuvo que su relato vivencial le ayudó a soportar las duras condiciones de vida de Buchenwald. Algo parecido dijo Levi cuando destacó el valor de estímulo de la narración autobiográfica al afirmar que, si no hubiera pasado por Monovitz, nunca hubiera escrito nada. Freud sostiene que “una experiencia intensa desencadena en el escritor el recuerdo de otra experiencia de la que surge un deseo que instrumenta en su labor creativa” (1907).

Tanto Levi como Semprún son artífices en la composición de la experiencia concentracionaria. Los motivos que condujeron a cada uno son diferentes pero se encuentran a igual distancia, ya que padecieron el mismo sentimiento del deportado. Levi habla de la deshumanización y del mal de “nuestro tiempo”.

En cuanto a Semprún, no pudo elaborar el trauma inmediatamente. Semprún narra en varios libros la imposibilidad de escribir acerca de la promiscuidad y de la anomia, características de la vida cotidiana en Buchenwald. A su regreso del campo, comprendió que si relataba lo vivido, la escritura lo conduciría a permanecer en el recuerdo de lo que denominaba “la memoria de la muerte” (Semprún, 2006).

Levi sintió la necesidad de relatar el genocidio a su regreso del campo. Semprún, en cambio, decidió guardar silencio. “La palabra -afirma Alizade (2002)- reabre heridas mientras que el silencio se transforma en bálsamo. Poner silencio a la tragedia es una forma de respetar los mecanismos de defensa frente a recuerdos difíciles de tolerar”. Semprún necesitó años para poner en marcha la maquinaria del recuerdo tratando de olvidar el terror de su propia muerte.

Levi tiene la necesidad de contar lo sucedido para dejar testimonio del horror que padeció. Sus cuentos aluden al campo de exterminio explicitando lo que había antes y lo que vino después del campo. Lo hace a través de la parodia que no pone en duda la realidad.

Si esto es un hombre (1958), La tregua (1963) y Los hundidos y los salvados (1986) forman la Trilogía de Auwschtz que pertenece al género autobiográfico y permite visualizar la naturaleza del mal tanto en el nazismo como en el fascismo. Si esto es un hombre se alimenta de sus vivencias en el campo de concentración. El relato se hace a partir de lo que Levi llama “la intuición detallista” propia de los cuentos de ficción, es decir, la capacidad de generar la narración a partir de detalles a cuyo alrededor las historias se condensan y se expanden.

En Semprún, la escritura, la literatura y la cultura fueron los lugares que le sirvieron de amparo, de protección y de resguardo para quien huía de los horrores del campo alemán. Semprún no tenía pensado escribir sobre la experiencia mortífera del campo, pero un día decide afrontar la muerte a través de la escritura de El largo viaje (1963), con el que rompía un largo silencio de veinte años. Esta obra señala el inicio de un programa literario y político contra toda forma de olvido de la maquinaria homicida del nazismo. Semprún inicia su actividad como escritor pero simultáneamente inaugura, al decir de Agamben (1998), la literatura del Lager. Es evidente que sus obras mantienen una correspondencia con su experiencia como deportado en Buchenwald. Por lo que se refiere a Levi, su confinamiento en el campo fue la base de los textos autobiográficos.

Semprún afirma que el paso por el campo nazi le marcó la vida. Lo que siempre le venía a la mente era el olor a carne quemada que le simbolizaba la vivencia directa de la muerte y de su paso por el campo. Lo que relata son las vivencias de sentirse incorpóreo, como el humo del crematorio. Su manera de volver a sentirse vivo fue a través de poder atrapar en palabras lo que vivió en Buchenwald. En su obra se observa cómo transforma la radicalidad de la muerte en un deseo de vida, lo que probablemente le salvó del suicidio. A diferencia de otros confinados, como Levi que, en abril de 1987 se arrojó por el hueco de la escalera de su casa de Turín. En el caso de Semprún, la magnitud de su impulso libidinal, su confianza en la ideología y en la escritura, le ayudaron a resistir tanta destrucción a través de un ideal de trascendencia.

Se puede afirmar que los dos autores necesitaban ir hacia el pasado para tratar de relatar y transmitir lo acontecido. Considero que el acto de escribir sería en los dos escritores la reconstrucción de su mundo interno colapsado, trasformando sus experiencias a través de la escritura, que en tanto acto creador fue la manera de trascender los campos, convirtiéndolas en un mensaje y un testimonio. Pichon-Rivière estudia el aspecto subyacente de la destructividad humana, uno de los términos del conflicto vida-muerte, que el creador se anima a enfrentar. Cuando en el creador suele hacer colapso o se destruye la representación del mundo, su obra es una manera de rehacer otra concepción del mundo en reemplazo de la derrumbada. Este autor pudo relacionar en la base del sentimiento estético una cosa fundamental, el sentimiento de lo maravilloso, ligada a la vivencia de lo siniestro. Es decir, que lo maravilloso es la elaboración por medio de procesos mentales complejos, de la vivencia de destrucción, de muerte y de lo siniestro”. (Pichon-Rivière, 2000).

A partir de la creativa transacción entre el recuerdo y el olvido, la escritura les permitió hacer transmisible y narrable el horror. Será necesario tanto en Levi como en Semprún “la creación de algo nuevo, la posibilidad de desplegar las potencialidades sublimatorias y volver la mirada hacia el horizonte del deseo (Marucco, 2004). La sublimación pudo constituir en ambos escritores una vía salvadora en su renacer. Ambos autores escribieron sobre su experiencia en el campo: escribieron para sobrevivir y para hacer recordar.

Referencias bibliográficas

- Alizade, A.M.: Lo positivo en psicoanálisis. Implicaciones teórico-técnicas. Bs.As., Lumen, 2002.

- Freud, S. (1907): El creador literario, A.E. IX, Amorrortu Editores 1992.

- Levi, P.: Si esto fuera un hombre, El Aleph, 2009.

- Marucco, N.: El escenario traumático en el psicoanálisis contemporáneo. Aproximaciones desde la teoría y la clínica. Espacio coloquios de la APA, 2004.

. Pichon –Rivière, E.: El proceso creador. Del psicoanálisis a la psicología social, Bs. As., Nueva Visión, 2000.

- Semprún, J.: El largo viaje. Bs. AS., Tusquets Editores 2004.

 




c. De cantos de sirena e incertidumbres
Incertidumbres, angustia, sueños y síntomas
Escritura y sublimación
Presentan: Mauricio Zulian (APA).

Resumen/Intención:

Ante la idea de la cercanía del lugar donde habitaban las sirenas, la incertidumbre se hacía tiempo de pánico en un destino no pactado. Pero allí la destreza ante lo aun no conocido, o un saber hacer con el goce, permite crear el porvenir en la incertidumbre.

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

“Yo no sé si a los deseos inconscientes hay que reconocerles realidad; a todos los pensamientos intermedios y de transición, desde luego, hay que negársela”.
Freud interpretación de los sueños).

 

.El canto de las sirenas está cerca de ser solo un cuento, pero alguna vez tuvo forma de realidad. Mito de cuando la urbe comenzaba a instalarse alrededor de los puertos desde donde partían los navegantes.  Mito epocal sin sustento necesario para subsistir como verdad. Era en el principio que Homero ubicaba en él una dimensión de saber en esos seres llamados sirenas, «“… Que nadie ha pasado de largo con su negra nave sin escuchar la dulce voz de nuestras bocas, sino que ha regresado después de gozar con ella y saber más cosas." (Odisea, canto XII). 

Las sirenas fueron aves, peces, hermosas, horribles, malas, buenas, encantadoras… lo único que se mantiene inalterado es su canto… canto como ombligo del sueño. Canto como lo más cercano a la angustia. Un sueño no angustia por la cualidad de su contenido, sino por su virtud de llevarnos a los bordes. En los bordes habitaban las sirenas y esos bordes producen el navegar por los sueños en busca de la felicidad del canto para encontrar, en el mejor de los casos, vaginas dentadas desplazadas a la voz. En la caída en el abismo, el despertar.

Retomo palabras de Blanchot (por su poesía) “Las sirenas: parece que cantaban, pero de una manera que no satisfacía, porque sólo dejaban oír la dirección hacia donde se abrían las verdaderas fuentes,  la verdadera felicidad del canto. … cantos imperfectos, que solo eran aun canto venidero, (…) podían cantar como cantan los hombres y por ello su canto se volvía tan insólito  que despertaba en quien lo oía la sospecha de la inhumanidad de todo canto humano. … Había algo maravilloso en ese canto real, canto común, secreto, canto sencillo y cotidiano, (…) ese canto dirigía a los navegantes, hombres de riesgo  y atrevido movimiento, y que era en sí mismo una navegación: era una distancia… y  de ese movimiento la expresión del supremo deseo.” 

En un cortito movimiento voy a localizar ese saber en una fantasía infantil. Las sirenas ya sean  ave o pez, no tenían, aunque nada diga la leyenda, genitales sino cloaca. Los navegantes vivían al irse a la mar tiempos de incertidumbre, donde el viajero no conoce el destino ni las odiseas que el viaje le implicaran. Ante la idea de la cercanía del abismo sirénico, la incertidumbre se hace tiempo de pánico en un destino no pactado, pero siempre presente. Destino escindido ante el llamado de la mar.

 El principio de incertidumbre de Heisenberg establece la imposibilidad de conocer la cantidad de movimiento de un objeto, e indica que cuanta mayor certeza se busque, menos se conoce. La ciencia no puede localizar al electrón, así como los navegantes no podían localizar a las sirenas. Lo único que garantizaba evitar su encuentro era no hacer tan atrevido el movimiento, y del saber de las sirenas, nunca poseer su verdad.

¿Qué mató a las sienas? Para Blanchot fue el goce mediocre, cobarde, quieto,  calculado, la decadencia anti-heroica y sordera del hombre. Atributos que llevan a los hombres a suprimir el movimiento. Las sirenas desesperanzadas en un canto que ya no vendrá, optaron por tirarse al océano y tal vez sea ese el momento donde pasan de ser ave a pez. Podríamos decir que las sirenas murieron porque ante el pánico el hombre dejó de surcar sus aguas al constituir su verdad como imposible, en el saber de su inexistencia. La ciencia mata la mitología o la convierte en película para niños.

El analista sin embargo ha de buscar ese deseo causado por el orden sirénico, que en algunas teorías podemos pensar como pre edípico y en otras como un Real en tanto verdad imposible que no se encuentra en la supuesta cloaca sino en el decir de un canto, en una voz.

        La incertidumbre siempre está en el movimiento, siempre venidero.

        Tiempos de incertidumbre- tiempos de movimiento.

         Para Blanchot  el relato es el mismo acontecimiento  por venir. Movimiento hacia un punto, no solo desconocido, ignorado, extraño, que no parece poseer, de antemano  nada fuera de este movimiento-relato. Y de donde del mismo relato porvenir, extrae el relato su atractivo y la potencia.

No hay diferencia entre el porvenir y la incertidumbre. Allí la destreza ante lo aun no conocido, o un saber hacer con el goce, que es siempre el propio goce surgido en tanto somos relatores-navegantes en tiempos de subjetivización siempre sirénicos.

La realidad psíquica se conforma en función del principio de placer y de realidad en un intento de sostener la homeostasis, donde sexualidad y muerte coronan la incertidumbre si la escisión del yo permite el atrevido viaje, ¿la represión lo mata?

Si el niño  viene a sesión con su relato,  nos cuenta de las sirenas, y el analista interviene aludiendo a su inexistencia o no, el relato se convierte en hipótesis con una dirección y una meta. Las sirenas desaparecen en un último acontecimiento. Muere también el analista.

Si el analista permite el juego del relato, el relato se relata a sí mismo a medida que se realiza. La realidad que se describe se une a la realidad del relato, y es la realización su garantía. En ese juego el paciente puede llegar a oír el canto de las sirenas, es convertirse en el Homero a partir del Ulises que uno era. El analista permite poseer un relato propio fundante. 

En sesión, paciente y analista comparten el relato, donde Homero, Ulises, sirenas… circulan en relaciones que podrían caer en lo intersubjetivo, donde la clínica que ejercemos se extingue no en la llegada a un abismo, donde relanzar el viaje, sino en la suspensión del viaje. ¿Cuál es el lugar del analista en estos intercambios? No será el de ninguno de los personajes, ni tampoco el del escribiente. El lugar del analista es el del relato mismo, motor y obstáculo cuando puede alojar en su presencia el acertijo, para presentificar la voz del canto. Allí su función de causar el movimiento y la incertidumbre.

Si el analista sanciona como ley el principio de incertidumbre, deja de ser analista para ser científico.

Si el  analista no hace silencio, para realizar algún pacto desde el yo, “el coronavirus mata o no mata”. Allí en la realidad material lo Real (como imposible se pierde sin causarse como escritura); cuando en lo simbólico un discurso se ha escrito queda velado el origen del canto motor del relato. El relato conduce a los abismos, para solo situarse en los bordes donde se permita una escritura. El acto analítico anota la imposibilidad como movimiento para relanzar la incertidumbre a una odisea nueva.  Analista voz, que habrá que diferenciar de las sirenas dentadas con cloaca que ya no cantan, y de la religión y la ciencia que no hacen silencio.

Analista causa de movimiento del supremo deseo. Deseo de moverse desde el pánico a la incertidumbre.

 

BIBLIOGRAFÍA

Blanchot, M. 2002. El libro que vendrá. Madrid. Editora Nacional.

Freud, S.

-(1900 [1899]). La interpretación de los sueños. 1996. OC. T IV y V.  Buenos Aires, Amorrortu editores.

-(1908 [1907]). El creador literario y el fantaseo. 1996. OC. T IX.  Buenos Aires, Amorrortu editores.

-(1919). Pegan a un niño. Contribución al conocimiento de la génesis de las perversiones sexuales. 1996. OC. T XII.  Buenos Aires, Amorrortu editores.

-(1919). Lo ominoso. 1996. OC. T. XVII.  Buenos Aires, Amorrortu editores.

- (1920). Más allá del principio del placer. Obras Completas. Tomo XVIII. Amorrortu Editores. Buenos Aires.

Lacan, J. 2012. Libro 19 …O peor. Buenos Aires, México, Madrid Ed. Paidós.

 





Taller de textos breves / 2 - martes 10 de noviembre / 17,00 PM
Conducción: Alejandra Gómez.
Coordinación: Fernando Nievas
Taller de textos breves / 2
martes 10 de noviembre / 17,00 PM
Conducción: Alejandra Gómez
Coordinación: Fernando Nievas
Taller de textos breves / 2
Día: martes 10 de noviembre
Hora: 17,00 PM
Conducción: Alejandra Gómez
Coordinación: Fernando Nievas
a. Actividad onírica en pacientes no neuróticos
Psicosomática y depresiones
Presentan: Adela Victoria Siebzehner (APA), Isabel Eckell (APA), Marta Márquez (APA), Graciela Fondovila (APA), Ana Mattenet (APA) y Lidia Marticorena (APA).

Resumen/Intención:

El propósito de este trabajo es reflexionar acerca de los interrogantes que nos plantea la actividad onírica de los pacientes no-neuróticos, entre los cuales están los psicosomáticos. En primer lugar nos referimos a los aportes de algunos autores que se ocuparon del tema para luego ilustrarlo con una viñeta clínica. Presenta: Grupo de investigación "Aportes de autores contemporáneos a la Psicosomática".

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

El propósito de esta comunicación es reflexionar acerca de los interrogantes que nos plantea la actividad onírica de los pacientes cuyo funcionamiento mental es a predominio no-neurótico, entre los cuales se hallan los que presentan patología psicosomática.

En primer lugar nos referimos a los aportes de algunos autores que se ocuparon del tema para luego ilustrarlo con una viñeta clínica.

 Pierre Marty es un referente indiscutible de la Patología Psicosomática, por lo tanto haremos un pequeño comentario de lo que él nos transmite sobre los sueños de estos pacientes.

  Son personas que dan la impresión de no soñar, lo cual es discutible como dice el propio Marty, o más bien podríamos considerar que no recuerdan sus sueños. En ellos las excitaciones pulsionales se abren paso por otras vías que no son las de la representación y la elaboración onírica.

 También nos habla de los sueños operatorios. Se trata de sueños que repiten  los actos de la víspera. En ellos no se puede hablar de verdaderas asociaciones ya que ligan el contenido del sueño a la más próxima realidad. No hay huellas del inconsciente ni originario ni reprimido. No hay manifestaciones pulsionales.

 Asimismo nos describe los sueños repetitivos, donde domina la excitación corporal. No hay pensamientos latentes en asociación.

Y por último se refiere a los sueños crudos, así llamados porque figuran en escenas directas la realización de los fines pulsionales. Es tan poco notoria la deformación que se podría pensar que el sueño presenta cierta fotografía del inconsciente tanto del reprimido como del originario.

 Otro autor que se ocupó del tema es Green quien plantea que los sueños de pacientes no-neuróticos en general no expresan cumplimiento de deseos sino que su función es evacuativa, sirven para descargar el aparato psíquico de estímulos penosos. Agrega que rara vez dichos pacientes traen sueños  y que si lo hacen no ofrecen asociaciones. No se caracterizan por la condensación sino por la concretización.

Ampliando esta perspectiva y acordando con ideas de Ferenczi, Martín Cabré plantea que una definición más completa del sueño incluiría una segunda función, la función traumatolítica que sería la de disolver y deshacer las experiencias y vivencias traumáticas. De manera que el sueño desde su perspectiva, además de la función de realización de deseos inconcientes, tendría el papel de recuperar, a través de vivencias sensoriales y corporales,las huellas mnémicas de un lenguaje enmudecido.

A partir de las ideas de estos autores podemos concluir que esos sueños crudos, evacuativos o poco simbólicos requerirán un mayor trabajo de la mente del analista, una mayor creatividad o capacidad de ensoñación.  Así lo hemos observado en nuestra labor psicoanalítica.

 Viñeta Clínica

Ana es una paciente de 63 años que retoma el análisis después de 5 años de haberlo interrumpido.

En aquella oportunidad había consultado por su gran angustia. En este momento el motivo fue “prepararse para lo que venía”. Su marido padecía una enfermedad neurológica progresiva invalidante. A pesar de este sombrío pronóstico este señor vivió 3 años más en un estado muy penoso, razón por la cual Ana deseaba que el sufrimiento terminara pronto. Estos deseos la llenaban de culpa y temores. Ana se preguntaba como haría en el futuro para dormir sola. Sin embargo después de la muerte del marido, Ana siguió manejando el negocio que habían emprendido juntos y además se mudó a un departamento más pequeño en el que se siente más cómoda.

En esta segunda etapa de análisis que está enmarcada en la situación de pandemia, tuvo lugar la muerte de un amigo de la pareja. Esto incrementó sus temores hasta desembocar en francos ataques de pánico, con marcado componente somático, como sensación de muerte inminente, taquicardia ahogo, falta de aire, etc. a lo que se le agregaron trastornos digestivos con presunción de celiaquía, patología ésta última que no fue confirmada. Nos muestra con  estas diversas manifestaciones su vulnerabilidad somática.

Respecto a su historia la paciente nos habla de un muy mal vínculo con su madre. La describe como una persona narcisista, infantil, y demandante. Ana fue enviada a casa de su abuela y tía para intentar corregir su trastorno alimentario. Esta última la sometía a castigos corporales como método coercitivo para exigirle que comiera. No tener hambre era probablemente una respuesta somática a su intenso estado de angustia. Otra manifestación de su gran angustia infantil fue tal vez el marcado retraso en la adquisición de la marcha, que ocurrió a sus 3 años. Un dato no menor de su historia es que su padre era alcohólico.

Pensamos en Ana como portadora de una historia de abandonos y maltrato, que dejaron en su psiquismo huecos y vacíos representacionales. Ana hace una descripción de sus dolencias físicas como algo literal y concreto, que pareciera no quedar vinculado con nada significativo de su historia.

 En esta paciente coexisten dos funcionamientos psíquicos diversos. Por un lado uno psiconeurótico que alude a su pedido de consulta con la intención de hacer el duelo por la muerte de su marido y por otro lado el funcionamiento no-neurótico donde se expresan sus manifestaciones somáticas.

Ahora veamos lo que planteábamos respecto de los sueños.

Un primer sueño es que está cruzando en auto un puente maltrecho con alguien que le decía que él la engañaba (marido).

Ante el pedido de asociaciones Ana repite el sueño. Este muestra características de literalidad y concretud.

En una sesión posterior Ana refiere que a la tardecita se angustia. Es el momento en que se cierran los negocios y esto la remite a su vulnerabilidad y soledad, su vacío. Sin embargo pensamos que esta angustia tiene una connotación diferente a otros episodios anteriores. Esta vez no lo adjudica a motivos físicos sino que lo relaciona con su soledad. Al admitir que se angustia si está sola opta por estar acompañada, aunque sea por sus nietos.

Relata un sueño.

 El resto diurno es que había visto una serie española.

 “En el sueño estábamos de viaje por España con un matrimonio amigo (aclara que siempre salían juntos). Había un negocio en un lugar descubierto con todo colgado en las paredes. Una regalería. Había un pasillito angosto, muy chiquito, había que pasar de costado. Llego a un lugar donde veo una hebilla para un cinto toda calada brillante muy hermosa y yo dije ¿se la llevamos a F? (yerno). Agrega: estoy de buena onda con F parece! . “Me recuerda los viajes que hacíamos, compraba regalitos para las chicas”…Asocia con que el viaje a España puede ser por la película.

En este sueño ya vemos algunas asociaciones de la paciente como es el recuerdo viajes, y con la película española que había visto.. Lo cual nos hace pensar que se está  iniciando en Ana un cierto nivel de psiquización. Podemos considerar así que la paciente va ampliando su funcionamiento psiconeurótico Estos avances sólo fueron posibles a partir del trabajo de la analista con su contratransferencia. Tal como sostenía Winnicott: con este tipo de pacientes  que asocian poco y presentan un lenguaje y un funcionamiento concreto, es importante que el analista logre mantenerse vivo, sano y despierto. Lo que en palabras de Green sería que el analista pueda seguir pensando.




b. Roberto. un paciente del análisis contemporáneo
Psicosomática y depresiones
Presentan: Alberto Stisman (APA).

Resumen/Intención:

Nos convocan a este Symposium los “Tiempos de incertidumbres” que estamos atravesando, generados por el covid 19. ¿Pero, a la vez no son las incertidumbres, el terreno por donde transita todo análisis en sus distintos momentos? Incluso, en la medida en que va transcurriendo el proceso analítico, el encuadre se irá configurando “a medida del paciente” .

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

Nos convocan a este Symposium los “Tiempos de incertidumbres” que estamos atravesando, generados por el covid 19.

¿Pero, a la vez no son las incertidumbres, el terreno por donde transita todo análisis en sus distintos momentos? Incluso, en la medida en que va transcurriendo el proceso analítico, el encuadre se irá configurando “a medida del paciente” según lo manifestado por René Roussillon. Por supuesto, sin perder de vista el encuadre interno del analista. Es notorio como en la práctica analítica actual, ya no es habitual la certeza con la que se establecía el encuadre en el momento en que se iniciaba un análisis.

Tal es así. que hace ya algunos años diferentes factores han incidido para que nos hayamos visto en la necesidad de implementar nuestros recursos analíticos sin que tengamos la posibilidad de mantener los principios técnicos clásicos, pero sin que ello pudiera implicar dejar de lado los conceptos fundamentales del psicoanálisis y sin restarle su eficacia terapéutica. Quedan excluidas de estas apreciaciones las distintas expresiones resistenciales. Nos referimos más bien a las características de determinados cuadros patológicos, al nivel intelectual y la capacidad simbólica y de insight de los pacientes, sus limitaciones en cuanto a las disponibilidades temporales y económicas, sólo por mencionar algunas de estas cuestiones. Esto ha conducido a que tengamos que apelar a nuestro arte y pensamiento analíticos para valernos del Psicoanálisis como instrumento y ser simultáneamente instrumentos de nuestra práctica.

Algunas referencias relacionadas con una experiencia clínica contribuirán al esclarecimiento de los planteos expuestos previamente

 

   

TRABAJO COMPLETO:

Roberto. un paciente del análisis contemporáneo

                                                                                         Dr. Alberto Stisman Nos convocan a este Symposium los “Tiempos de incertidumbres” que estamos atravesando, generados por el covid 19.

¿Pero, a la vez, no son las incertidumbres, el terreno por donde transita todo análisis en sus distintos momentos? Incluso, en la medida en que va transcurriendo el proceso analítico, el encuadre se irá configurando “a medida del paciente” según la expresión de René Roussillon (2007). Por supuesto, sin perder de vista el encuadre interno del analista. Es notorio como en la práctica analítica actual, ya no es habitual la certeza con la que se establecía el encuadre en el momento en que se iniciaba un análisis.

Tal es así. que hace ya algunos años diferentes factores han incidido para que nos hayamos visto en la necesidad de implementar nuestros recursos analíticos sin que tengamos la posibilidad de mantener los principios técnicos clásicos, pero sin que ello pudiera implicar dejar de lado los conceptos fundamentales del psicoanálisis y sin restarle su eficacia terapéutica. Quedan excluidas de estas apreciaciones las distintas expresiones resistenciales. Nos referimos más bien a las características de determinados cuadros patológicos, al nivel intelectual y la capacidad simbólica y de insight de los pacientes, sus limitaciones en cuanto a las disponibilidades temporales y económicas, sólo por mencionar algunas de estas cuestiones. Esto ha conducido a que tengamos que apelar a nuestro arte y pensamiento analíticos para valernos del Psicoanálisis como instrumento y ser simultáneamente instrumentos de nuestra práctica.

Algunas referencias relacionadas con una experiencia clínica contribuirán al esclarecimiento de los planteos expuestos previamente Como se podrá observar en el transcurso del análisis, se hicieron manifiestos cambios no programados del encuadre, producto de los acontecimientos que se fueron generando en el encuentro con el paciente Duelos acumulativos La experiencia clínica que tomé como referencia de esta presentación me llevó a considerar, parafraseando a M de M´Uzan (1974), que se trata de un paciente que ha padecido una serie de duelos que se han ido acumulando, “duelos acumulativos” sin posibilidad de procesamiento. En la primera entrevista fue relatándolos en pocos minutos, sin tener noción de la relación que tenían con sus manifestaciones somáticas Entre sus expresiones somáticas se destacaban hipertensión, fibromialgia con intensos dolores corporales, y ataques de pánico, que lo llevaron a consultar en muchas oportunidades a servicios de guardia, sin que se encontraran alteraciones orgánicas.

La escucha inicial permitía acceder a sus “lesiones psíquicas, emocionales”, a duelos no elaborados, que se estaban tramitando somáticamente. (Aisemberg, E. R.1994) El encuadre y sus variantes Si bien la modalidad de su saludo y el lenguaje que utilizaba para referirse a mi persona, implicaba un cambio en el tipo de trato, no habitual en mí práctica, fui receptivo a su modalidad, sin plantearle ninguna objeción.

Cuando concurría a las sesiones muy dolorido le resultaba incómodo mantenerse sentado en la silla, frente a frente, y me pidió sentarse en mi sillón utilizando el apoya pies. Esto derivó en que intercambiáramos nuestras ubicaciones.

Otra manera de acompañarlo fue acceder a los cambios de horarios de sus sesiones, motivados por situaciones de trabajo, por estar dolorido o porque le resultaba más cómodo en función de las distancias según donde desempeñaba su actividad. Clara expresión de la flexibilización del encuadre. 

Distintas formas de ofrecerle una continencia, que siguiendo desarrollos de Luis Martín Cabré (2014) cuando se refiere a Ferenczi y según la denominación de Glauco Carloni, se puede considerar como un “estilo analítico materno”, “femenino”, y en cierta medida, lúdico,” …especialmente en lo que se refiere a la capacidad del analista para empatizar y captar las necesidades primarias de su paciente”. “Una actitud… acogedora”.

Una lectura psicoanalítica del proceso

Su modo de relacionarse conmigo, las características de su saludo, dan cuenta de una necesidad de cercanía corporal, afectiva y de continencia, algo que también se manifestaba en sus vínculos afectivos.

Identificado con la soledad y desamparo de sus propios hijos, trataba de responder a las necesidades de cada uno, exigiéndose a ampararlos para que a nadie le falte nada. “Cargaba con los muertos”.

Es claramente sensible a las situaciones que ha sentido como abandono u olvido de su persona. Así fue cuando demoré en abrirle la puerta. Abandono, olvido, y muerte se asocian.

Sus dolores corporales fueron remitiendo en el transcurso del análisis y sólo esporádicamente registra algunas contracturas. Dejó de asistir urgido a las guardias médicas.

Nuestros diálogos pueden conceptualizarse de modo similar a las sesiones con los niños, en las que los juegos son la parte actuada que luego permitirá la comprensión y verbalización de lo sucedido, sea esto pensado en el fuero íntimo del analista o explicitado al paciente. Así fueron transcurriendo las sesiones con Roberto, entre lo que podríamos llamar el Psicoanálisis actuado por medio de palabras y el Psicoanálisis hablado a través de un diálogo analítico.

Me ubicó como un doble, manejándose él con una fantasía mesiánica de ser el salvador Para concluir quisiera plantear algunos interrogantes: ¿De qué distintas formas el dolor psíquico afecta al soma? ¿Se convierte, se produce un pasaje al acto soma, adquiere un particular modo de procesamiento cercano o similar a la neurosis de angustia que hoy se nos presenta bajo la denominación de ataque de pánico? ¿Qué procesos hacen factible el camino “regresivo” desde el dolor somático hacia la conflictiva y o dramática psíquica y a la resolución sintomática? ¿Cómo lo conceptualizamos desde la metapsicología? ¿Qué incidencia tiene la persona y la presencia del analista en la dimensión implícita de la relación analítica, sin la primacía de la actitud interpretativa? 




c. La histeria, hoy
Neurosis y psicosis. Manías y depresiones hoy
Presentan: Sara Zusman de Arbiser (APA).

Resumen/Intención:

Actualmente, la histeria se presenta con menor frecuencia como condición sintomática. Es más común como trastorno de la personalidad que puede ir acompañado de manifestaciones fóbicas, obsesivas o paranoides y manifestaciones corporales como equivalentes de angustia: trastornos somatopsíquicos e hipocondría. La idea central de Freud se mantiene: nos encontramos frente a la irrupción involuntaria de fantasías inconscientes.

 

 

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Intentar recorrer la historia de la histeria es, sin lugar a dudas, transitar la historia del psicoanálisis. A través de esa trayectoria podemos descubrir la diversidad  de opiniones de muchos autores que se ocuparon de la histeria, e incluso ciertas contradicciones en el mismo contenido de la obra freudiana.

    El  gran ataque fue el fenómeno inicial de manifestación de la histeria como síntoma y como valor diagnóstico. Es importante recordar que, aun en tiempos de Charcot y en “Estudios sobre la histeria”,  no era la única sintomatología que se describe de esta neurosis.

    En la actualidad, la histeria se presenta con menor frecuencia como condición sintomática. Es más común  como trastorno de la personalidad.

    La idea central de Freud se mantiene: en la histeria nos encontramos frente a la irrupción involuntaria de fantasías inconscientes.

     Freud quedó sumamente impresionado por la transferencia de que es capaz la histérica, a partir de la cual postuló su famosa clasificación de las neurosis en "neurosis transferenciales" y "neurosis narcisistas";

    Los síntomas histéricos o específicamente los síntomas de conversión pueden ir acompañados de manifestaciones fóbicas, obsesivas o paranoides.

    Se deben tomar en cuenta también otras manifestaciones corporales tales como equivalentes de angustia, neurosis de órgano, trastornos somatopsíquicos o hipocondría.

    La fantasía inconsciente, al retornar de manera distorsionada tras la represión puede, como señala Freud, encontrar expresión en un síntoma o ataque de conversión, pero con mayor frecuencia en nuestros pacientes modernos, en los trastornos de carácter y en la actuación.

      Especial significado tiene la regresión que sufren algunas funciones del yo como la labilidad emocional, la sugestibilidad, la perturbación de las relaciones objetales y la angustia difusa.

     Los histéricos son personas que viven su vida sexual en la fantasía como una mera prolongación atemporal de sus fantasías edípicas infantiles.

     El carácter histérico puede considerarse como un reflejo del conflicto interno con prescindencia de sus manifestaciones sintomáticas.

     Freud ya lo señaló  en el "caso Dora" cuando afirmaba que no sólo los síntomas de Dora eran histéricos, sino también sus sentimientos y su conducta, y que la reacción de una joven ante un encuentro sexual será histérica si refleja de una manera particular un cierto tipo de conflicto, independientemente de si desarrolla o no síntomas y de si tiene o no tendencia a la conversión. "Considero histérica a toda persona que en una situación de excitación sexual no experimenta sensación alguna o experimenta repugnancia".

    En ausencia de síntomas efectivos conversivos podemos hablar de carácter o personalidad histérica.

     Una paciente, mujer de 34 años de edad, que se había psicoanalizado en varias oportunidades en el curso de su vida, con ocho analistas varones, inicia su noveno tratamiento conmigo, “Es la última tentativa que hago",

    Se había casado cinco veces. Todos sus matrimonios fueron breves, de un año de duración o menos aun, al igual que los otros intentos de pareja en los períodos de separación entre los matrimonios.

   La violencia y el odio caracterizaron cada una de sus separaciones. A pesar de no utilizar métodos anticonceptivos no había quedado embarazada en ninguna oportunidad.

    El motivo manifiesto por el que me consulta es porque tiene poco tiempo biológico para poder tener hijos y esa es su meta actual.

    El relato de sus tratamientos anteriores estaba teñido de recuerdos de actitudes seductoras hacia sus analistas. Así como todas sus relaciones fueron siempre sumamente erotizadas, se va creando un clima con iguales características en el nuevo campo transferencial.

    Alertada por los relatos de sus experiencias analíticas previas y por mis sensaciones contratransferenciales, estoy sumamente atenta a este aspecto resistencial.

    Su comportamiento era hiperfemenino en la presentación, en la mímica, en el andar, el vestir, etc.,  asociado con frigidez. Frigidez, no como una incapacidad de experimentar placer, sino más bien como una especie de rechazo, una negación e incluso una lucha contra el placer.

    En esta paciente pude observar los efectos particulares del complejo de Edipo invertido actuando inconscientemente, coincidiendo con una elección heterosexual de objeto en el preconsciente.

   Sus intentos reiterados de acercamiento a distintos hombres encubrían el vínculo de fidelidad con la madre y un deseo hostil al padre.

   El punto central de este análisis fue la elaboración del conflicto preedípico que le impedía la unión con el hombre.

Fue fundamental el reconocimiento de distintos aspectos identificatorios con la figura femenina, por un lado la mujer madre, como su propia madre, que podía tener hijos pero que rechazaba la vida sexual. Se identificaba también con "la otra", aquella que se encontraba con el padre fuera de la casa familiar, aquella con la que él gozaba sexualmente.

    En la vida sexual de esta paciente se repetía esta historia familiar. Cuando ella era "la otra", la que se relacionaba con el hombre de otra mujer, podía gozar sexualmente. Pero tenía muchas dificultades de mantener el deseo sexual con un hombre que no compartía con otra mujer.

    Esta frigidez de la histérica constituye la obediencia a la demanda de un otro, o más bien de una otra, de una madre frígida con el padre.

    Después de tres años de tratamiento y de lograda su segunda maternidad interrumpe su análisis. La meta por el que lo inició se cumplió.

   Cuando parece haberse alcanzado, formalmente, la madurez sexual mediante el matrimonio vemos aparecer la evitación de la sexualidad genital bajo diferentes disfraces, que en este caso fue el del embarazo permanente.

   La paciente vuelve a consultar cuatro años después, para plantearme nuevamente las mismas preguntas que en el inicio de su primer tratamiento. Entonces se quejaba de que sólo podía ser "la otra", la que se encontraba a escondidas con un hombre para poder gozar y sufría porque no podía tener hijos. Ahora sufre porque tiene sus hijos pero no puede gozar .

   El motivo que la inquieta en esta oportunidad es que el marido le ha confesado que mantiene relaciones sexuales con otra mujer desde hace más de un año.

    “[…] El comportamiento de las histéricas las lleva efectivamente a verse abandonadas, con lo que se instala un círculo vicioso muy difícil de romper [... ]”  Sexualidad femenina, Lucien Israel.

 

   Se ha dicho que la histérica no sabe si es hombre o mujer. También se ha mencionado la homosexualidad de la histérica.

   En realidad no se trata de homosexualidad sino de insuficiencia del hombre como sujeto deseado.

   Entendemos que la histérica intenta identificarse con el hombre deseante. Esta paciente procura identificarse tanto con su marido, sujeto deseante, haciendo lo necesario para que ese deseo se mantenga, como con el objeto deseable, la mujer con la que el marido se encuentra fuera de la casa.

   La llamada homosexualidad de la histérica está destinada a servir como mediadora entre un objeto considerado deseable y un objeto deseante.

La paciente, a partir de la legalización de su vida sexual (matrimonio con hijos), no percibe sus deseos sexuales. En este caso el trauma no es la invasión de un cúmulo de excitación, sino el descubrimiento de que en una situación donde se debería sentir algo no puede sentir nada, tiene prohibido el goce sexual.

Conclusiones:

    El punto central del análisis de esta paciente fue la elaboración del conflicto preedípico que le impedía la unión con el hombre.

   Fue fundamental el reconocimiento de distintos aspectos identificatorios con la figura femenina: por un lado, la mujer madre, como su propia madre, que podía tener hijos pero que rechazaba la vida sexual, y por el otro, "la otra", aquella que se encontraba con el padre fuera de la casa.

   En la vida sexual de esta paciente se repetía esta historia familiar.





Mesa de Diálogo - martes 10 de noviembre / 19,00 PM
Conducción: Claudia Borensztejn.
Coordinación: Laura Escapa
Mesa de Diálogo
martes 10 de noviembre / 19,00 PM
Conducción: Claudia Borensztejn
Coordinación: Laura Escapa
Mesa de Diálogo
Día: martes 10 de noviembre
Hora: 19,00 PM
Conducción: Claudia Borensztejn
Coordinación: Laura Escapa
Masculinidades actuales
Presentan: Enrique Stola (APSA), Virginia Ungar (Presidente de IPA), Claudia Borensztejn (APA).

Resumen/Intención:

Enrique Stola, reconocido feminista a la vez que médico y psiquiatra, conversará con Claudia Borensztejn (Presidente de la APA) y Virginia Ungar (Presidente de IPA), acerca de las nuevas perspectivas de género y  la constitución de las masculinidades en la actualidad.

 

 

 

 










miércoles 11 de noviembre de 2020






miércoles 11 de noviembre de 2020

Mesa de diálogo - miércoles 11 de noviembre / 09,00 AM
Conducción: Gabriela Goldstein.
Coordinación: Roxana Meygide y Patricia Latosinski
Mesa de diálogo
miércoles 11 de noviembre / 09,00 AM
Conducción: Gabriela Goldstein
Coordinación: Roxana Meygide y Patricia Latosinski
Mesa de diálogo
Día: miércoles 11 de noviembre
Hora: 09,00 AM
Conducción: Gabriela Goldstein
Coordinación: Roxana Meygide y Patricia Latosinski
La curva de la angustia: Reflexiones psicoanalíticas sobre el COVID19
Los malestares de la cultura: la cuarentena vivida
Presentan: Massimo Recalcati (IRPA y JONAS-Italia), Aldo Becce (JONAS-Italia), Claudia Borensztejn (APA).
Palabras de bienvenida: José Fischbein.
Conducción: Gabriela Goldstein.
Comentadores: Fernando Gómez, Alejandra Marucco y Alejandro Trapani (Italia).

Resumen/Intención:

Recibimos en nuestra casa a los psicoanalistas de Italia Massimo Recalcati (fundador de JONAS y de IRPA) y Aldo Becce (Proyecto JONAS Italia). El profesor Recalcati presentará "La curva de la angustia", y Becce "La fuerza de la palabra: proyecto JONAS Italia". En tanto, la Dra. Claudia Borensztejn presentará la experiencia aún vigente de la Plataforma APA-Covid19, de atención comunitaria de emergencia.
Bajo la conducción de Gabriela Goldstein, los colegas de APA Fernando Gómez, Alejandra Marucco y Alejandro Trapani serán parte del diálogo con sus preguntas.

 

 

 

 





Taller de textos breves / 3 - miércoles 11 de noviembre / 15,00 PM
Conducción: Roxana Meygide.
Coordinación: Alejandra Alvarez
Taller de textos breves / 3
miércoles 11 de noviembre / 15,00 PM
Conducción: Roxana Meygide
Coordinación: Alejandra Alvarez
Taller de textos breves / 3
Día: miércoles 11 de noviembre
Hora: 15,00 PM
Conducción: Roxana Meygide
Coordinación: Alejandra Alvarez
a. Acercando el psicoanálisis a la comunidad
Lazos familiares y poblaciones en riesgo
Los malestares de la cultura: la cuarentena vivida
Presentan: Clara Benseñor (APA), Graciela Campins (APA), Claudia Dibar (APA), Irene Ogly (APA). Susana Glustein (APA).

Resumen/Intención:

Este trabajo tiene por objetivo transmitir algunas experiencias como miembros de la APA formando parte del equipo de profesionales del Centro Racker, mostrando nuestro interés en extender los beneficios del Psicoanálisis a la comunidad. Compartimos distintos espacios junto a otros colegas: coadmisión de pacientes, talleres clínicos y grupos de supervisión.

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

  “En tiempos de incertidumbre y desesperanza, es imprescindible gestar proyectos colectivos  desde donde planificar la esperanza junto a otros” (Enrique Pichon-Riviere)

 

  Somos un grupo de miembros de APA que compartimos junto a otros colegas, el interés de brindar asistencia a la comunidad a través del Centro Racker con el objetivo de extender los beneficios del Psicoanálisis a la población, como lo expresaba Freud ya en 1918 en el Congreso de Budapest. Con ese espíritu y esa convicción nació el Centro Racker cumpliendo una función social desde su fundación y nos incluímos en él desde el comienzo de nuestra formación. Los primeros directores del Centro Racker fueron David Liberman, Marie Langer y José Bleger, pioneros que le dieron su impronta y su razón de existencia.

 Casi todas hemos tenido la experiencia de haber atendido en hospitales y tenemos el modelo de trabajar en equipo, en una institución, armando una red para pensar e intervenir con los pacientes desde distintas formas de abordaje. Así podemos derivar un paciente a un psiquiatra del equipo con quién podemos intercambiar opiniones o trabajar en tratamientos simultáneos en forma individual, pareja, orientación a padres y contamos en nuestro equipo con los distintos especialistas.

 Nuestra tarea está atravesada por diversas situaciones transferenciales. Es de especial atención el lugar que ocupa la institución: los pacientes consultan porque no tienen en su medio sociocultural referentes a quien pedir derivación,  valoran el centro Racker o algún conocido se atiende ahí y  se los recomienda. Los motivos van desde el azar hasta una sólida determinación.

De un modo u otro se evidencia la transferencia con la institución como fundante de todo tratamiento psicoanalítico. La misma ofrece una terceridad, una función ordenadora que produce efectos. De esto estamos advertidas y lo tenemos en cuenta desde el inicio de todo proceso terapéutico que se despliega; sabemos que durante un tramo importante estará presente, a veces mas allá del año establecido.

En nuestras habituales reuniones de trabajo compartido  en los diferentes espacios (coadmisión, grupo de presentación del paciente, supervisiones) también se va construyendo una red simbólica en la que pensamos en conjunto cada pedido, cada situación clínica.

 Dicha red permite la experiencia de escuchar-nos, de trabajar desde las diferencias, lo heterogéneo nos enriquece al pensar la clínica,  nos interpela, permite abrirnos a otras posibles lecturas de los materiales.

 Se produce un efecto de lazo desde marcos teóricos variados, también desde estilos diversos; en los encuentros se configura en cada terapeuta una posición receptiva y al mismo tiempo de gran riqueza de intervenciones. Casi una dramática de analista/supervisor que va circulando y motoriza nuestra elección de trabajo compartido y la convicción de que el Psicoanálisis esté al alcance de toda la comunidad.

El trabajo analítico realizado suministra material para la confección de informes de supervisión, trabajos teórico-clínicos, ateneos, investigaciones y presentaciones en Congresos.

 Antes de combinar una primera consulta, realizamos una entrevista de admisión conjuntamente con un integrante del centro Racker.

 Para nosotras esta primera entrevista tiene varios puntos que avalan su implementación. El consultante, al pedir un turno, ha hecho una primera transferencia institucional, su demanda  necesita ser escuchada. Otro punto es evaluar entre dos miradas el tipo de patología que presenta y determinar qué abordaje realizar.

Después de haber escuchado al entrevistado, los dos psicoanalistas intercambian sus opiniones acerca del material.  Ambos evalúan cuál es el conflicto vital por el que atraviesa, su grado de plasticidad para encarar un proceso terapéutico, qué tipos de defensas predominan, qué sucede con su empuje pulsional, su tendencia a la actuación, el grado de angustia, atendiendo cada singularidad.

 Luego de esta primera entrevista, se presenta el caso en un taller clínico conformado por colegas del CR y las coadmisoras. El intercambio que se genera es muy enriquecedor ya que aporta una “polifonía” (Navarro, J. 1992), como en la música las distintas voces que forman un todo armónico, para que el terapeuta tenga diversas hipótesis en la próxima tarea a emprender con el paciente.

 Se construye esa red simbólica que mencionábamos antes, donde se le adjudica gran importancia a la transferencia y a la contratransferencia incipiente en la dupla paciente-analista.

 David Liberman en su artículo “Evaluación de las entrevistas diagnósticas previas a la iniciación de los tratamientos psicoanalíticos” dice: “De la experiencia de las entrevistas iniciales podrá detectarse el grado de interés que podemos esperar que el paciente adquiera acerca de los deseos de conocerse a sí mismo más allá de las finalidades terapéuticas” (2018)

 En este tiempo de cuarentena, pasamos a atender en forma virtual y también mantenemos nuestra red de trabajo de esa forma remota, continuando con la co-entrevista con un representante del Racker, la presentación del paciente en grupos clínicos para su evaluación, el seguimiento de los pacientes en grupos de supervisión y de investigación.

 Para finalizar, reafirmamos que nuestra presencia y actividad en el Centro Racker, es una salida muy importante del Psicoanálisis hacia la comunidad y hacemos nuestras unas palabras de Mimi Langer cuando dice hablando del Psicoanálisis: “Nunca creí que fuese un instrumento para cambiar el mundo. Pero sirve sin duda para entender profundamente al ser humano. Como terapia mejora al paciente  y le ayuda de todos modos a manejarse mejor y a mentirse menos. Debiera conducirlo también a comprender el contexto social  en el cual está inserto y llevarlo a una adaptación activa y aloplástica”

 La viñeta de un paciente ejemplifica nuestra forma de trabajo en red y con transferencias múltiples.

 Se trata de un joven que viene derivado por su madre que ya fue paciente del Centro Racker. Dado el cuadro del paciente se requirieron entrevistas con los padres que son realizadas por otra terapeuta especialista en Pareja y Familia.

 También se lo derivó a realizar un Test de Rorscharch por una terapeuta que se dedica a esto. Y además fue necesaria la intervención de un psiquiatra para su evaluación y medicación. Todo este entramado fue conversado y consensuado por los distintos profesionales en juego además de la presentación en grupos clínicos y de supervisión.

Finalmente queremos compartir con Uds. algunas preguntas que nos surgieron:

1. Beneficios y dificultades que conlleva el trabajo en equipo.

2. Relaciones entre analistas: ¿cómo  juegan los narcisismos, las rivalidades, las diferencias?

3. Terapias combinadas de psicólogo-psiquiatra (siendo los dos psicoanalistas): obstáculos.

 

Bibliografía:

-Langer, Marie: Historia del Psicoanálisis en Argentina. Autobiografía. Notas autobiográficas escritas en 1978 a pedido del editor norteamericano Philip L. Emmite. Fuente:
http://members.xoom.com/_XOOM/roalvare/lanauto.htm

-Liberman, D; (1972). Evaluación de las entrevistas diagnósticas previas a la iniciación de los tratamientos analíticos: criterios diagnósticos y esquemas referenciales. Revista de Psicoanálisis. 29(03), pp. 461-483

-Navarro, J; (1992). La polifonía de las manifestaciones patológicas y la escucha psicoanalítica. Revista de Psicoanálisis. 49(34), pp. 555-563

-https://www.apa.org.ar/Centro-Racker

 

 

 

                                                                   




b. Lo cierto de las incertidumbres
Incertidumbres, angustia, sueños y síntomas
Escritura y sublimación
Los malestares de la cultura: la cuarentena vivida
Lazos familiares y poblaciones en riesgo
Presentan: Juan José Falcone (APA).

Resumen/Intención:

La incertidumbre es una constante preocupación que ha soportado la humanidad desde sus comienzos y, ante las incertidumbres, la mejor defensa primaria es construir certidumbres. Esta tarea le compete al yo. Es una de sus actividades más representativas.

 

 

 

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La incertidumbre es una constante preocupación que ha soportado la humanidad desde sus comienzos y, ante las incertidumbres, la mejar defensa primaria es construir certidumbres. 

Esta tarea le compete al yo. Es una de sus actividades más representativas.

En los momentos en que las incertidumbre crecen, la principal actividad del yo recurre a sus modos especiales de enfrentar la situación: el primero es el esfuerzo enorme de no dirigir atención hacia ciertas evidencias cruciales y, menos aún, hacia las consecuencias de lo que sobrevendría dentro de la conciencia -y por ende de la conducta-, en el caso de hacerlo. Las percepciones aludidas que aportan “in-cierto” conducen rapidamente a “falso”. Son de tal magnitud, que de ser atendidas produncen profundos cambios en los procesos de razonamiento, procesos que implican algo parecido a lo que en las ciencias se denomina “cambio de paradigma”.

Hartman, Kriss y Lowenstein, en sus interesantes aportes a la psicología del yo, postulan áreas del yo fuera de conflicto. No concuerdo con esos aportes. Tanto Anna Freud, como la escuela americana son perfectamente aplicable a los sistemas educativos, y a la resolución de áreas específicas de ellos, solo para los niños preparados para ello. Sin embargo, la evolución en el tratamiento de los trastornos infantiles ha quedado bien en claro en las últimas décadas que las “áreas sin conflicto del yo”, son adquisiciónes enormes del desarrollo psiquico y que no es que el yo lo tenga como añadidura por pertenecer al yo, y tampoco que no han tenido conflicto, sinó que han logrado superarlo.

Al contrario, considero que el yo es una parte del ello, pero modificado, y que siempre será ello cuando los conflictos, las nuevas exigencias, lo aborden y lo invadan, ya sea desde el propio ello, desde la percepción o desde el superyo. 

El yo del humano, que es como decir el yo de la humanidad está acostumbrado a lidiar con lo incierto, de ahí que tan poco le cueste aplicar la condición “falso”, a algo que  luego puede convertirse en  “verdades de a puño”.

Siendo el yo solo un ello modificado, las posibilidades de manifestar sus modos de funcionamiento ligadas al ello son variadas. Una es el soñar, que observa al ello en acción. Otra es la psicosis. Otra, y es a la que me refiero, a la sectorización de sus tratamientos de la percepción de acuerdo a conveniencias. Gran parte de los humanos se configuran psiquicamente de esta manera.

Tienen gran “sentido común” para algunas cosas, y en otras se comportan según, creencias, credos, supersticiones, pareceres, y la variable formanción de lo que se denomina “consenso”. El sentido común es un consenso que varía de acuerdo a las sociedades e incluso de familia en familia, y, mas aún, de familia en familia de un mismo credo, parecer, religión o pertenencia geográfica. 

La media común de las personas no quiere lidiar con las matemáticas, con la estructura del lenguaje, con la lógica. Por otro lado, de manera conciente e inconciente, mantiene una observación suspendida acerca de los peligros que le acechan mas allá de un restringido distanciamiento de su casa. En general ocurre que peligros mayores aún de los que teme, provengan de su propio hogar, o de su país, o del grupo humano al que se ha unido o pertenece. Todo lo que lleva a incertidumbre entra en el terreno de lo que ese individuo puede llegar a considerar como falso. Declina una actividad también básica y fundamental del yo, la búsqueda de información y el aprendizaje a través de ella que lo ayudaría en distinción entre lo falso y lo verdadero. En general se apoya el individuo en comunidades, credos, religiones, clubes, etc. 

El ignorar también puede ser una actividad individual e incluso, oculta para el medio en que vive.

El gasto energético es enorme en cualquier caso.

Adhiero a las teorizaciones de Peirce sobre el signo tripartito, último creador del consenso social. Es una concepción más compleja que la de Saussure o la de Lacan, pero considero que es más cierta ya que aporta algo a la profunda relación del yo con el ello.

Este consenso, aunque vaya a contrapelo de las evidencias de la práctica de los humanos, que es vivir, reproducirse, cultivar alimentos y criar animales, enfrentar la muerte, “que no tiene representación en ello”, entre otras minucias que son cruciales para la vida, corre en paralelo con prácticas comunitarias congregadas por la funciones “creativas” de lo imaginario, que, como la cinta de Moebius, tiene un solo borde y una sola cara. 

Conviven ambos mundos en lo social comunitario y lentamente van las costumbres incorporando saberes de ese tipo que a alguien se le ocurren.

Por ejemplo, ante observaciones sobre el comportamiento del virus que nos aqueja, se sabe que es contagioso, altamente contagioso, pero es notable como un sacrosanto ritual como el casamiento, sigue provocando a lo largo y ancho del mundo, desbordes de todo tipo. El de estos días -y seguramente no es el único- uno ocurrido en un  casamiento en Maine, de celebrantes de una comunidad Baptista. Doy este ejemplo porque me interesan sobremanera las conductas rituales, que creo que forman parte de lo que pretendo mostrar: el avance de la sociedad en base a simbologías tripartitas en busca de consenso (el ello funcionando socialmente con condensaciones y desplazamientos), y la vida común soportada por el “vivir” de avances lentos, que transforman los elementos esenciales de la vida, como son transformar la cueva que nos albergó en el pasado en una vivienda, convertir la letrina externa en una parte esencial de ella. Y así siguiendo, por ejemplo, la fogata en cocina, etc, etc.

Todo ser vivo tiene miedo a ser devorado. Por ejemplo lo que se sabe ahora del mundo vegetal es sencillamente apabullante. Lo vegetal lucha en las selvas de maneras desconocidas hasta hace poco. Su interacción es constante. Hay tendencias biológicass que las llevan a defenderse de manera grupal, 

Las conductas de animales muy evoluciondos -y no estoy diciendo que las plantas no lo sean- como las grullas del hemisferio norte, pueden volar miles de kilómetros desde regiones cercanas al círculo polar hasta las cálidas mas cercanas al ecuador, en el tórrido sur, ayudadas por un impresionante mecanismo como de relogería que hace que las  turbulencias creadas por el vuelo organizado les permiten disminuir el gasto de energía.  La que va adelante es la que más se esfuerza y por ello es reemplazada por otra para evitar excesos de esfuerzo, Los ejemplos de conductas grupales hechos sobre bandadas, cardúmenes, y otros grupos de seres vivientes es enorme. Las sociedades actuales parecen haber perdido, si es que no se diluyó ya en lo tribal del pasado, esa concencia de lo humano en el planeta tierra.

Es decir, pareciera que los humanos, si tuvieron alguna vez esta conducta colaborariva, la fueron perdiendo probablemente a raíz de las guerras por el territorio y por la evitación de ser utilizados como esclavos. 

Einstein, espantado ante el poder explosivo que percibió en su famosa ecuasión en la que está incluída la velocidad de la luz -enorme- seguramente intuyendo el polvorín que era europa a fines del siglo XIX, intervino en la conceptualización y la militancia en el pacifismo de la primera mitad del siglo XX. Naturalemte no fue escuchado. Pero lo notable fue la ironia y el escepticismo de Freud al responder al pedido de Einstein a otro genio -Freud-, su opinión sobre el tema. Como es sabido, fueron apenas unas pocas cartas. Además, habiendo sido Freud un innovador que dio vueltas la filosofia, entre otras disciplinas; habiendo tenido la humorada de decir que por lo menos no lo quemaban los nazis a él sino a sus libros, y habiéndole matado -“asesinado” debiera decirse- a cuatro de sus hermanas en un campo de concentración no tan lejano de su apreciada Viena, fue prácticamente arrastrado fuera de su país casi pisandole los talones el mismo peligro  que había conducido al arresto de su hija menor. 

Tenía un certeza ante la incertifumbre de la época: la de que la agresión del ser humano era lo indubitablemte “cierto”.

La ecológica es la sexta catástrofe mundial y aunque absolutamente cierta y pronosticada una y otra vez, provocó una fuga maníaca del “consenso” hacia su exclusión, que provocó la pandemia actual, también pronosticada por los excesos que condujeron, como en tantas otras épocas, a una nueva zoonosis. Probablemente las anteriores no pudieron ser impedidas por determinados desconocimientos de cada época. Pero esta era esperada por los científicos. 

El yo no es sino ello modificado. Su parentesco y contiguidad les permite trabajar de consuno: para uno la muerte no existe, y para el otro, una de sus actividades mas importantes será la creacion de certidumbres imaginarias.




c. El Covid-19 y la humana pulsión de agresión y autoaniquilamiento
Los malestares de la cultura: la cuarentena vivida
Presentan: Ana María del Pilar Bidondo (APA-Universidad Barceló).

Resumen/Intención:

El interés recae en  los sucesos que conmueven al psiquismo desde las épocas remotas del ser, que prosiguen en la regresión  durante  la catástrofes, como las pandemias. La cultura  aporta el conocimiento del virus, mientras enmudece frente a los disturbios de la conducta, más cerca del primitivo.

 

 

 

 

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1. EL TEMOR A LA MUERTE

Las conductas  durante la pandemia,  a partir de la exhibición de las muertes en masa del viejo continente y los protocolos de aislamiento de la OMS, se centran en  la  regresión  que provocan. Retroceso en que el lenguaje carece de sentido (la circulación de ideas, pensamientos) para  reflexionar y protegerse frente al  SARS CoV2.  

Predominando  la “actuación”, una acción sin que medie el razonamiento para evitar el peligro.  “Comportamientos no neuróticos”, de   áreas  instintuales,  similar al que adoptan los animales acorralados por un riesgo, laborando más a favor que en contra de la expansión viral. A pesar de  los desarrollos científicos en esta era ultratecnológica que proveería  defensas  para proteger a la humanidad.

La amenaza de muerte, que las imágenes del mundo entero  avalaron desde el comienzo, suplantan a la conocida “amenaza de castración”.  Correspondiente  a la destrucción de la imagen esplendente del yo maravilloso, en la figuración  de la vejez y  su deterioro.  La mayor injuria y afrenta al narcisismo,    amagando más  que la muerte misma, al rotular  personas en riesgo a un amplio margen de la población actual.

2.  PESTES DESDE LOS TIEMPOS PREHISTÓRICOS

Indagar sobre las pandemias anteriores que asolaron al mundo y  las consecuencias   por las muertes en masa, igualan  lo actual.  Y al ubicarlas en un tiempo y en un espacio,  las    similitudes siempre vivas en un inconsciente arcaico – el del  ello, el de los yoes anteriores, el del mundo pulsional-  por la agresividad y la autoaniquilación,  marcan lo distintivo  de la especie.

3. "TODO LO QUE PROMUEVA EL DESARROLLO DE LA CULTURA TRABAJA TAMBIÉN CONTRA LA GUERRA “…  frase  de  Freud  a Einstein en 1932

La “cultura” es la suma de normas que distancian nuestra vida de los antepasados animales, sirviendo para la protección del ser humano frente a la naturaleza y para la regulación de los vínculos recíprocos entre los hombres.

De la misma manera que en relación a la guerra,   las dificultades para difundir   los desarrollos de la cultura  impidieron   que los descubrimientos científicos; en este caso del Covid 19,  en el 2013 ( se dice también en el 2005) lo hubieran desactivado.

Nada de estas operaciones de la cultura acontecieron y   en el  otoño/invierno  del 2020 en el hemisferio sur, la pandemia hizo   estragos. Los mismos de  los tiempos arcaicos, que provenía de un “castigo divino” . Cuándo  los enfermos dependían de la voluntad de los dioses para salvarse, o de la venganza del demonio para abandonar el mundo.

La regresión de la conducta  frente a una pandemia, está impulsada por la “humana pulsión de agresión  y autoaniquilamiento” activa en el inconsciente colectivo de la estirpe. Notándose   el “DIVORCIO” de las ciencias básicas ( de las investigaciones científicas)  con las ciencias aplicadas: las de la salud pública. El elemento que por “fuera” de la cultura  conspiró a favor de la propagación del mal.

4. Regresión fetal

Cualquier situación de peligro despierta ANGUSTIAS  esquizo- paranoides, 

posición descrita por Melanie Klein. En que existe una disociación afectiva;  señalando la escisión  tanto del yo como del objeto, al bueno y al malo, al perseguidor como al idealizado,   

Y  simultáneamente su carácter persecutorio (paranoide)  amenaza con el aniquilamiento. Como si el virus encarnara  un riesgo letal que alguna vez se vivió en forma individual ( durante  el nacimiento y luego ante las amenazas de pérdida del amor de los padres, pérdida del órgano masculino, pérdida del amor del superyó).

 Mientras el  pensamiento mágico y el  religioso operan reforzando  la agresividad del virus y la resignación de los enfermos afectados. Un profundo sentimiento de culpa que no es consciente, los lleva a “entregarse”…

Y es significativa la regresión a una posición arcaica, la del “psiquismo fetal” descrita por Rascovsky, en su libro “El psiquismo Fetal”  cuyo subtítulo sugiere el carácter constitucional  del fenómeno que implica un retorno a lo psíquico  en el   seno materno. Adjudicando  los estados regresivos al impacto de la angustia  esquizo paranoide   por la pandemia,  en un psiquismo   cuya conexión con la realidad es nula.  Siendo los causantes de una tríada sintomática de: omnipotencia, idealización, desmentida de la realidad externa y del mundo interno. O …–“ yo voy a poder con la pandemia”  “mi cuerpo es inmune al virus”,  o “es un invento del gobierno para asustar a la gente”.

La muerte por razones internas, proviene de esta lucha, en que la agresión hacia afuera, producto de la insatisfacción afectiva, alimenta al sentimiento de culpa – inconsciente- la razón por la que  desemboca en un irremediable necesidad de castigo del yo. Siendo la enfermedad, uno de ellos.

Una amenaza como la del Covid 19 que afecta a todos por igual, promueve el regreso imaginario de   la humanidad   a la  “indefensión” post natal.

Olvidando el yo coherente  las conquistas evolutivas, que lo llevan a la posesión de defensas  precisas, en este caso contra un virus y  derrotar  la pandemia.

Cada tanto pareciera que el ser humano necesitara de una amenaza de muerte proveniente de la naturaleza, que lo castiga por un destino de dioses, que los descubrimientos provenientes de su desarrollo intelectual y  psicológico, le prohíben. Olvidando los verdaderos intereses de la cultura, que lo separarían del hombre primitivo,  al que cada tanto regresa cuando recupera los preceptos del psiquismo fetal (narcisista).

5.- ¿De dónde surge la enorme necesidad de castigo del yo?

 Al encontrarse en un estado regresivo, el del  yo fetal, se  vive la cuarentena de manera “persecutoria”, con reacciones irreflexivas   por  el encierro  Sin tratarse de un cuadro psiquiátrico “vero”, responde a  una respuesta defensiva frente a la angustia  esquizo paranoide originaria. Huellas mnémicas que se reaniman en un estado de  “indefensión” ante situaciones traumáticas que el yo coherente se ve impedido de evaluar, al responder a la “compulsión de repetición”. Generándose un estado de insatisfacción, que alimenta la agresividad  en especial hacia los progenitores, los únicos que tendrían para el infante  la capacidad de evitar su muerte frente a las amenazas exteriores – en este caso, la pandemia- Obnubilando al yo coherente que se deja invadir por esos impulsos repetitivos, que le hacen creer en su desamparo igual a aquellos momentos post natales. 

Siendo la agresividad, procedente de las pulsiones destructivas, las que más inquietan al mundo. En este caso, la agresividad del Covid 19, representando en lo real,  los deseos de matar que cobijan los humanos en las profundidades de su inconsciente arcaico (ello).

Si la agresividad  instalada, se  origina  por la indefensión de la criatura humana durante un largo período de su infancia, lógico es suponer que se dirige hacia sus progenitores.  Y  por la ambivalencia afectiva _amor/odio_ que caracteriza el vínculo, saber que  su vida depende de su amor,   ese sentimiento de culpa inconsciente  se manifiesta en una  pertinaz “necesidad de castigo del yo”. Dando por resultado al autoaniquilamiento, generador de enfermedades, al disminuir las resistencias que el sistema inmunológico le opone a la agresión que proviene de la naturaleza. Con la creación natural de anticuerpos, en los casos de infecciones virósicas o bacterianas.

Y…finalmente … ¿ Son los” viejos”  – padres,  abuelos-  personas de riesgo predilectos por el SARS CoV2, a los que hay que aislar para que no contagien? … o…¿ son los jóvenes los que en connivencia con el virus podrían incentivar los contagios?...

El par filicidio, parricidio(matricidio), confunde al mundo, en un sálvese quien pueda, que destroza los vínculos afectivos del planeta.





Taller de textos breves / 4 - miércoles 11 de noviembre / 17,00 PM
Conducción: Alejandro Bègue.
Coordinación: Alejandra Gómez
Taller de textos breves / 4
miércoles 11 de noviembre / 17,00 PM
Conducción: Alejandro Bègue
Coordinación: Alejandra Gómez
Taller de textos breves / 4
Día: miércoles 11 de noviembre
Hora: 17,00 PM
Conducción: Alejandro Bègue
Coordinación: Alejandra Gómez
a. Pandemia, pensamiento sin pensador, ficciones
Incertidumbres, angustia, sueños y síntomas
Presentan: Psic. Beatriz E. Miramón (APA), Lic. Ana Terán de Corniglio (APA), Dr. Eduardo M. Marin (APA), Lic. Maria Josefina Saiz Finzi (APA), Lic. Beatriz Mónaco (APA), Lic. Inés Klein (APA), Dra. Nélida Bonachera, Lic. María del Rosario Gómez, Lic. Nancy Moreno Dueñas.

Resumen/Intención:

La consideración del crecimiento mental se da en la modalidad de contacto con los hechos. Nos envuelven y golpean, como la situación por la que pasamos actualmente, la pandemia. Sobre ellos intentamos hacer conjeturas, conceptualizaciones, etc. / Grupo de Investigación “Algunos desarrollos epistemológicos del pensamiento de W. Bion”.

 

 

 

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Una pieza importante en la consideración del crecimiento mental se da en la modalidad de contacto con los hechos, de los que no podemos evadirnos. Nos envuelven y golpean. Sobre ellos intentamos hacer conjeturas, conceptualizaciones, etc.

La pandemia y sus implicancias nos lleva a reflexionar qué pasa en la mente del individuo y en el grupo que recibe un hecho nuevo en evolución y toma las características de una calamidad planetaria.

Nos preguntamos sobre las condiciones mentales y emocionales que tiene esa mente, individual y grupal, que recibe el impacto de algo inasible, un poder que proviene de la naturaleza y actualiza sentimientos de vulnerabilidad debido a la amenaza de la pérdida de la vida, el trabajo y los bienes. Además, pone en crisis la seguridad y confort de los desarrollos prometidos de la tecnología y de la ciencia como recursos absolutos y permanentes.

Ante lo desconocido ¿está preparada la mente con la suficiente tolerancia al dolor y a la incertidumbre?

El hecho de que casi la mitad de la población esté encerrada da idea de la dimensión de la presencia de experiencias emocionales como el miedo. Como psicoanalistas podemos observar que este miedo se presenta con diversos matices o grados que oscilan entre la inquietud, el temor, el pánico y el terror.

Bion plantea la existencia de pensamientos que existen previos a ser pensados, “pensamientos sin pensador”, salvajes, que aún no encontraron el pensador que pueda alojarlos para, eventualmente, tomarlos y que entren en una trasformación creativa. Si la intolerancia a la frustración impide alojar a dichos pensamientos, por un lado, se producirán fenómenos evacuativos de la mente en búsqueda de un huésped que pueda recibirlos, por otro lado, intentos de congelamiento o de control rígido, instalando fenómenos fanáticos.

Para que estos pensamientos salvajes puedan ser pensados en el análisis, es necesario que el analista se ciegue artificialmente renunciando a la memoria, al deseo, a la comprensión y a la sensorialidad. Bion, siguiendo a Keats, plantea la posibilidad de desarrollar una capacidad negativa “para permanecer en la duda, la incertidumbre, sin un ánimo exacerbado de la búsqueda de la razón y el conocimiento”.

Si las experiencias sensoriales producen pensamientos que permitan que estos puedan ser almacenados y generen recursos para relacionarse con la realidad, la inquietud y el temor entran en una dimensión donde la producción de significado es posible. En cambio, podemos observar al pánico y al terror como las impresiones sensoriales que pierden significado y producen una trasformación en alucinosis, o sea, privadas del pensamiento. No hay un continente donde la proyección pueda tener lugar y encontrar representaciones para poder pensar. El espacio mental, en este caso, tiene una realización de una inmensidad tan grande que no puede ser representado por nada. La explosión de la proyección es tan violenta que puede estar acompañada de un pánico devastador que puede expresarse desde un terror sin nombre hasta un silencio total.

La docilidad en la aceptación de confinamiento que lleva a las personas a la imposibilidad de decidir también explica la presencia del miedo. El discurso dominante de la ciencia tiene una importancia central, y sus claroscuros, dudas y vacíos derivan en diferentes caminos. Uno sería la tolerancia a la incertidumbre mientras se esperan los desarrollos de las investigaciones científicas y hallazgos de vacunas o terapéuticas. Otro es la intolerancia a dicha incertidumbre que da lugar a la proliferación de informaciones de tipo cientificista, como diferentes teorías del comportamiento del virus, formas de contagio, soluciones terapéuticas no comprobadas, además, la creación de ideas conspirativas sobre el origen del virus, o la necesidad de chivos expiatorios que están a la cacería de un supuesto infractor, como el extranjero, el inmigrante, personal de salud, en suma, el contagiado. Todas son situaciones que favorecen la segregación y, por ende, la creación de angustia con la pérdida de cooperación y de solidaridad.

Bion plantea que la creación de teorías en algunos casos puede asemejarse a la paramnésis del amnésico que rellena las lagunas del recuerdo con falsas construcciones. Sor señala un estado mental de no trasformación, donde se aisla una zona saturada de creencias, rígida, fanática.  Agrega que en la situación mental de cambio catastrófico, puede darse un estado de tolerancia a la duda, a la idea de infinito, a la elección y a lo aleatorio.

El analista, en el encuentro con el paciente, atenderá su labor, más allá de la forma presencial o virtual, respetando condiciones mínimas necesarias para ejercer esta. Debe disponer de ciertos mitos como el científico dispone del cálculo algebraico. Los pacientes se adaptan a situaciones diferentes a las que consideramos el encuadre clásico. Así, algunos, buscando privacidad, tienen sus sesiones en el vestidor de su casa o en el jardín; otros, en ocasiones, por el hecho de convivir en un ambiente con otra persona, se comunican desde el baño o desde la plaza, acompañados del perro; otros sienten que ahora se normalizan porque hacen lo que siempre hicieron en su vida: mantenerse aislados de acuerdo con el protocolo de la cuarentena; otros, por su falta de contacto familiar y social, al vivir solos, se les incrementa un estado de desánimo y desesperanza, por la falta de contacto familiar. Un paciente consulta por dificultad para dormir. Hasta ese momento pasaba las tardes hablando con el encargado de edificio, además solía visitar a su esposa internada en un geriátrico cercano. La cuarentena lo obliga a permanecer encerrado en su casa, aislándose y privándose de estos contactos. Progresivamente comienza a salir, en la noche o a la madrugada, con la intención de visitar a su esposa, lo cual es imposible. El continente frágil hasta ese momento se rompe y comienza a buscarlo infructuosamente. En el living de su casa desparrama ropa de sus placares, ocupando todo el ambiente. El paciente expresa que estos ropajes son personas desconocidas que han invadido su casa.

Dice Bion “Para recurrir a un modelo fisiológico, se podría afirmar que si en el sistema circulatorio se forma una embolia puede provocar la muerte de parte del cuerpo que por la propia aportación de sangre depende de un sistema arterial específico. Como alternativa se forma una circulación colateral. Si, por ejemplo, este grupo impidiera el desarrollo del pensamiento y del crecimiento mental, pienso que entonces moriría. Como psicoanalista no tengo dificultad alguna en creer que en algunas sociedades el psicoanálisis no sobrevivirá, pero hay otras sociedades en que se podrá instaurar una circulación colateral. Puesto en un término todavía más general, no veo ninguna razón para que la raza humana tenga que sobrevivir. La función de la vida podría ser retomada por cualquier forma de objeto animado completamente distinta como los virus o las bacterias. Bajo ciertos aspectos nuestras características heredadas de los monos pueden ser mucho más activas y virulentas de lo que consideramos nuestras características humanas. En este aspecto nuestra inteligencia heredada de los monos podrá ser tan buena como para inventar trucos que nos permitan inventar una bomba atómica  si no hay nada mejor. Así se resolvería el problema mucho antes de tener la sabiduría de saber cómo utilizar nuestra capacidad para la fusión nuclear. (...). Ninguno de nuestros políticos se preocuparía de la exportación de la inteligencia y mucho menos se preocuparía de la exportación de la sabiduría. Tenemos que hacer una pausa para pensar.  Parece que nuestros cuerpos necesitan un poco de reposo. Propongo que interrumpamos la sesión y vayamos a encontrarnos con nuestros sueños terroríficos o con nuestras visiones felices, según el gusto de cada uno". (2002, 93- 94).

Palabras clave.

Pandemia - Pensamiento sin pensador- transformación – mitos – cambio catastrófico- encuadre

Bibliografía

W. Bion W 2002 Seminarios Romanos. Valencia: Promolibro

1974 Atención Interpretacion. Buenos Aires: Paidós.

1996 Cogitaciones. Valencia: Promolibro

1982 La Tabla y la Cesura. Buenos Aires: Gedisa

2019 B. Miramón, A.Terán de Corniglio, E. Marín. El juego de las transformaciones. Buenos Aires: APA Editorial.

1992 D. Sor, M. R. Senet. Fanatismo. Santiago de Chile: Ananké.




b. El Psicoanálisis en tiempos de Angustia e Incertidumbre por Covid19
Incertidumbres, angustia, sueños y síntomas
Los malestares de la cultura: la cuarentena vivida
Presentan: Laura Orsi (APA), Adrián Besuschio (APA), Alberto Alvarez (APA), Luis Oswald (APA). Mabel Tripcevich (APA).

Resumen/Intención:

Exponer, debatir en el panel entre los integrantes y el público acerca de las problemáticas que nos ocupan. Capitulo APA-APSA de Psicoanalisis, Subjetividad y Comunidad de la Asociación Psicoanalítica Argentina

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

El arribo de la pandemia del Covid 19 a nuestro país en tanto situación posiblemente traumatogénica en muchos casos, trajo sorpresa, perplejidad y asombro. En algunos casos el aislamiento social produjo sismos y temblores por no saber, vivencias de desamparo, ansiedad e incertidumbre hacia el futuro, depresión y duelo, con evasiones de lo insoportable mediante la narcotización en el alcohol y la droga. En otros casos aparecieron conductas temerarias, así como odio, discriminación, xenofobia y violencia.

También, y según las personalidades previas, repercusiones somáticas, así como insomnio, o profusión de sueños y pesadillas y el descuido de la comorbilidad. Se exteriorizaron polémicas en torno a qué es cuidar, cuidarse, a la libertad y la responsabilidad individual, rechazo a la cuarentena que en algunos casos, ocasionó una sensación de tiempo ralentizado, o tiempo continuo, difícil de sobrellevar. Para algunos, fueron menos visibles sus aspectos positivos, como la recuperación del tiempo interno, y la transformación de la angustia en creatividad, aunque en otros aparecieron estos y otros signos resilientes. Hubo que realizar transformaciones en nuestro trabajo para sostener nuestra escucha en estas nuevas condiciones.

A la vez, mantener esa perplejidad y asombro iniciales para no saturar las manifestaciones inconscientes de sentidos apresurados, desenlutar el lenguaje, y rescatar, redescubrir la fuerza poética de las palabras tanto como nuevas formas de estar con el otro. Para estar a disposición (“readiness is all”) nos vimos precisados a realizar un brusco pasaje a la modalidad “virtual” lo cual nos permitía seguir trabajando, pero a la vez, sumado a que la distorsión del tiempo por la cuarentena nos producía un alto desgaste, “burn out" y fatiga zoom, efectos de la falta de perspectiva en la imagen, y la inevitable añoranza de la riqueza presencial.

Seguimos contando con la contención de innumerables mesas de diálogo para pensar, compartir y entender lo que estaba sucediendo en nuestra disciplina, en la cultura, y en lo social, si bien nos suman más horas de pantalla.

Nuestra presencia abarca también muchos otros ámbitos, como responder al ofrecimiento en la plataforma APA COVID 19 de contención telefónica gratuita en la emergencia, el trabajo institucional realizado para prevención del “burn out” del personal de salud y una constante disposición para las demandas de los medios de nuestra mirada profesional. Debatimos acerca de la vigencia del mito en el psicoanálisis y el elogio y el olvido de los héroes de la pandemia, el cambio en la manera de vivir y convivir, dejando de lado libertades individuales en pos del bien común, sobre qué es la salud en tanto bien a preservar, y con qué modelos lidiar con las perspectivas desconocidas del futuro.

En la actualidad de la pandemia la atención está puesta no tanto en la persona como en su supervivencia que ha pasado a ser el bien a proteger más importante a custodiar. Y allí vemos que si bien el virus es democrático , los sectores más desprotegidos de la población son los que presentan mayor riesgo, los que no se benefician con el teletrabajo, y a los que les resulta imposible mantener el aislamiento si no son apoyados por los estados a los que pertenecen . Las expectativas están ahora puestas en la Biopolítica y los macro- datos que ofrecen las potencias tecnológicas para proteger a la población en desmedro de su intimidad y privacidad, como sucede en los países asiáticos.

En una encuesta reciente con 464 casos de todo el país acerca de la pandemia, se observaron entre muchos otros datos: acuerdo parcial 47% y total 43% a las medidas gubernamentales respecto de la pandemia; mejoría de relación con convivientes 46 %, empeoraría 9%, ambos 45%; incremento de consumo de drogas, tabaco o alcohol 16%; ideas suicidas 5%; 34 % recibió atención médica o psicológica, de ellas el 60% fueron consultas psicológicas. Todo lo cual da un pantallazo general de lo que estamos enfrentando. (“COVID 19. Cuarentena y Subjetividad: conductas, emociones, sentimientos". Tripcevich Piovano G. Mabel: Piovano C. Francisco; 2020)

El retroceso de la maquinaria de producción económica ha permitido al ecosistema y la naturaleza recuperar espacios que había perdido en función del progreso comercial y tecnológico, orgullosos logros de la Naturaleza Humana que parece olvidarse de sus orígenes y de cuidar al bello planeta al que pertenecemos.

Así llegamos a esta realidad que todos conocemos , pero que a los psicoanalistas nos implica doblemente como miembros de una comunidad damnificada y como terapeutas llamados a contener tratar y a menudo consolar a las personas que padecen los efectos adversos y colaterales de esta situación de enormes alcances en la salud pública , la salud mental y la participación comunitaria, como profesionales de la salud mental nos hemos reunido virtualmente para comprender qué está sucediendo en la comunidad, en la cultura y en nuestras disciplinas, para convivir no con la enfermedad sino con la prevención.




c. Angustia y formaciones del inconsciente: Covid, locura, cáncer
Incertidumbres, angustia, sueños y síntomas
Presentan: Maria Zulema Areu Crespo (APA).

Resumen/Intención:

El Prec.se ocupa del Covid y de mil precauciones, pero a través de los sueños de angustia aparece la intrusión y la identificación con el objeto enloquecedor (migrañas, el espejo que se burla) que no sólo amenaza con la locura, sino que tambien, en cuanto objeto canceroso, se vuelve cancerígeno. El análisis podrá ayudarla?

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

Son tiempos de incertiudmbre, parece lógico el miedo al Covid. Dora vive temerosa del contagio; extrema precauciones: lavandina, lavarse las manos,  distancia social… así empiezan las sesiones. Qué oculta el miedo al Covid?

El sueño, vía regia, habla de lo que el Covid encubre. Traigo una viñeta con dos sueños.

 

Sueño 1.

P: Ayer fui al medico, tenía un bulto en una mama, me hacen el estudio y me dicen, no es nada, yo tendria que estar contenta, porqué no estoy contenta? Porque cuando me dice el ginecólogo que estoy bien, inmediatamente, no sé porqué, pienso en Raquel que tiene cáncer de mama. Te cuento un sueño: Dolores me estaba haciendo un examen ginecológico y ella me decía: es cáncer. Y ella me dice vení mañana y te controlo.

Y yo sé que  ella no es ginecóloga, no sé qué pensar….

… una vez estuvo engrosado el endometrio y me tuvieron que hacer un legrado, eso sí recuerdo.

Las asociaciones llevan al recuerdo de su mamá que murió cuando la paciente tenía 10 años , de un cáncer de endometrio…, y siente que la dejó sola. Tiene miedo de dejar solos a sus hijos, y por eso busca ansiosamente en Internet todo lo concerniente a las “enfermedades femeninas”. Lo que recuerda, es que antes de morir, su mamá la acaricia y le dice que la vida de la madre se la llevan los hijos… El discurso hilvana el bulto en la mama, el endometrio, el útero, la malignidad que detecta Dolores, todo apunta a la funcion de la procreación . Le pregunto si no es curioso, y me reponde: “… a mí es lo mejor que me pasó en la vida, los hijos, pero es una gran exigencia ser mujer…. Uno puede enfermar … mirá mi mamá…

 

Sueño 2.

P: “Muchos sueños  me despiertan mal, muy mal, no me puedo salir del sueño,no me puedo mover, quedo paralizada… los de las 6 de la mañana….  Anoche soñé: Iba a un recreo en el Tigre que me habían recomendado,  estaba sola, cuando veo el lugar, hay sapos, serpientes, bichos raros, me asusto, y lo peor, la recepcionista me dice que la picó una serpiente, y también habían unos chinos que me querían decir algo, pero no entendía porque hablaban en chino… y yo desesperada porque estaba sola, rodeada de bichos, y los chinos… y tenía mucho miedo, dónde me había metido? Queria irme, y no podia, estaba paralizada, no podia (llora)

A:  el sueño te despertó?

P: desesperada, llena de angustia, no podia ni moverme, sabía que estaba despierta pero no me podia mover, estaba como si estuviera todavía rodeada de bichos, serpientes… y los chinos me hablaban… y no me podia mover.

A: y qué pensaste?

P: lo único que quería era poderme levantar de la cama. Un esfuerzo terrible, y al fin me pude levantar. Seguí confundida, asustada, con la sensación de que los sapos, las serpientes, estaban allí todavía… pero estaba sola, los chinos no estaban, y poco a poco, reconocí mi cuarto, pero tuve un desconcierto muy grande, como que no sabía bien quién era… Y me puse a pensar en Raquel, que se tiene que hacer la quimio, y que la iba a acompañar, la acompaño siempre, yo soy muy solidaria con la enfermedad, sobre todo el cáncer, se le cayó todo el pelo…. (llora) yo siempre ayudo a los que tienen cáncer, porque no se sabe cómo reacciona el huésped frente a la enfermedad

A: como con el Covid

P: conmigo SIEMPRE pueden contar los enfermos  de cáncer, me lo tomo como algo personal, acompaño, cuido, …

A : Y, con tanto cuidado para los demás, es como esperar que a uno no le toque

P: yo también lo había pensado, porque hay gente muy egoísta, yo no.

 

ANGUSTIAS Y FORMACIONES DEL ICC

 

Al escuchar el primer sueño, oigo un principio de transferencia negativa, un reclamo a la analista: estoy mejor, pero vos me garantizas que no contraiga un cancer? Porque Dolores, que es psicoanalista, y me representa, le dice que está enferma.

Cala muy hondo la historia de esta paciente con una madre que muere cuando ella era una niña, y en cuyo relato una y otra vez aparece la culpa: mi mamá se habrá muerto por mi culpa? y ahora que ella es madre, no tendrá por fuerza el mismo destino de la madre?

Así,  ese objeto estructurante se le vuelve un objeto enloquecedor, porque no puede sacarse a su mamá de la cabeza, y su temprana muerte alienta las sensaciones hipocondríacas de la paciente. También aparece otro recuerdo, un día en que ella lloraba y el padre le preguntó qué le pasaba, y ella le contesta que la extrañaba a su mamá, y el padre irritado le contesta: pero cortala, si tu mamá estaba loca! Y me volvía loco a mí! No hagas caso a ninguna de las cosas que te haya dicho tu mamá.

La prohibición del padre le impide hablar de su mamá; por otra parte,  le sucede encontrarse parecida a ella cuando se mira en el espejo;  mira a su hija y también en su hija encuentra el rostro de su madre. Y cuando ella se reencuentra en el espejo con su parecido a su madre, qué significa eso?

Así en el análisis se despliega un miedo terrorífico al contagio del Covid, que oculta otros miedos: el  miedo a la locura, (su padre tendría razón?), al mismo tiempo que la dimension hipocondríaca sirve de representación que reenvía al miedo a la identificación con su madre, y por ende, a sufrir ella misma un cáncer, y la analista podrá protegerla de esto?

Más allá del contenido transferencial, recuerdo la advertencia freudiana: que más allá de la hipocondría, y a través de la sobrecarga de ciertas investiduras, el sueño puede posibilitar “el conocimiento anticipado de alteraciones corporales que en la vida de vigilia pasarán inadvertidas todavía durante algún tiempo”.

El objeto primario dentro de sí, proteiforme, inasible, remeda al Covid, no se ve ni se identifica, pero ESTÁ, en ella, aparece en el espejo, le rompe la cabeza con migrañas, y ahora parece amenazarla, desde su identificación que reconoce con su propia madre (todos le dicen: si sos igualita a tu mama!). Sería “loca” su mama como dijo el padre? Imposible saberlo, pero es cierto que enfermó de cáncer.

Podrá el análisis ayudarla, se pregunta.  O sera el análisis “un cuento chino”? que, incidentalmente, es lo que le dijo un tío a quien ella le contó que se estaba analizando.

La paciente ha seguido la profesión de su padre. Cuando muere la madre, el padre inicia una relación ( o venía de antes, en vida de mamá?) y forma una nueva familia. La madre cae en el olvido para todos los demás, pero no para ella, porqué no puede dejar de pensar en su mamá? Será ella “loca como su madre”? porqué nadie habla de ella?

No deja de ver la vitalidad y la alegría de su padre. Porqué ella no puede ser así? El objeto primario le permitirá identificarse con los aspectos vitales de su padre?

En el juego de identificacion-desidentificación se sigue jugando el análisis.

 





Rincón de autores / Winnicott - miércoles 11 de noviembre / 19,00 PM
Conducción: Adriana Pérez Alarcón.
Coordinación: Maria Catalina Garcia
Rincón de autores / Winnicott
miércoles 11 de noviembre / 19,00 PM
Conducción: Adriana Pérez Alarcón
Coordinación: Maria Catalina Garcia
Rincón de autores / Winnicott
Día: miércoles 11 de noviembre
Hora: 19,00 PM
Conducción: Adriana Pérez Alarcón
Coordinación: Maria Catalina Garcia
Rincón de autores: Leyendo a Winnicott hoy. Debates sobre su obra
Presentan: Noemí Lustgarten de Canteros (APA), Carlos Tkach (APA), Rodrigo Rojas Jerez (APCH y APDS).

Resumen/Intención:

El objetivo de este dispositivo: Rincón de Autores es poner en debate las ideas de los psicoanalistas que han facilitado el despliegue teórico del psicoanálisis y considerar su vigencia.

Ninguna idea o concepto puede cerrarse en sí mismo, por ello nos pareció que Winnicott es un autor a atualizar cada vez que surja algo diferente para agregar a su teorización.

 

 










jueves 12 de noviembre de 2020






jueves 12 de noviembre de 2020

Mesa de diálogo - jueves 12 de noviembre / 11,00 AM
Conducción: Mirta Noemi Cohen.
Coordinación: Emma Realini
Mesa de diálogo
jueves 12 de noviembre / 11,00 AM
Conducción: Mirta Noemi Cohen
Coordinación: Emma Realini
Mesa de diálogo
Día: jueves 12 de noviembre
Hora: 11,00 AM
Conducción: Mirta Noemi Cohen
Coordinación: Emma Realini
La formación a distancia antes y después de la pandemia / Instituto Dr. Ángel Garma
Presentan: Diana Sahovaler de Litvinoff (APA), Teodoro Devoto (APA), Alejandro Bègue (APA), Emma Realini (APA).

Resumen/Intención:

Intercambio sobre los cambios en la Formación a Distancia. Toda la Comisión de Enseñanza del Instituto Dr. Ángel Garma, de la APA, participará con comentarios y preguntas.
Diana Sahovalwer realizará la introducción al debate, contando en la misma con el Secretario del Instituto de Formación "Dr. Ángel Garma", Teodoro Devoto, la Dra. Emma Realini y el analista en formación Dr. Alejandro Begue.
 

 

 

 





Taller de textos breves / 5 - jueves 12 de noviembre / 13,00 PM
Conducción: Marcelo Salusky.
Coordinación: Liliana Solari
Taller de textos breves / 5
jueves 12 de noviembre / 13,00 PM
Conducción: Marcelo Salusky
Coordinación: Liliana Solari
Taller de textos breves / 5
Día: jueves 12 de noviembre
Hora: 13,00 PM
Conducción: Marcelo Salusky
Coordinación: Liliana Solari
a. La interconsulta psicoanalítica infanto-juvenil. Los adolescentes en contextos de riesgo vital
Regresiones en la infancia y la adolescencia
Los malestares de la cultura: la cuarentena vivida
Presentan: Patricia Morandini Roth (APM).

Resumen/Intención:

La interconsulta psicoanalítica infantojuvenil es un lugar del psicoanalista complementario a la demanda clínica para trabajar aspectos interfamiliares, sociales, culturales e institucionales de los pacientes en contextos de riesgo vital desde lo multidisciplinar.Se presenta un relato clínico de una adolescente en riesgo vital.
 

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

Pensar hoy espacios y funciones nuevas del psicoanalista infantojuvenil deviene en profundizar lo manifiesto: las carencias y dificultades de los adolescentes a la intemperie en tiempos tumultuosos. El pequeño recorrido que voy a tratar de trasmitir de forma parcializada en este trabajo nos convoca a pensar. ¿Cómo es el compromiso del psicoanálisis y del psicoanalista con la clínica infantojuvenil? ¿Cuál es el compromiso social de las instituciones? ¿Ocupa un lugar similar como la clínica de adultos? ¿Cuáles son sus componentes? ¿Qué estatus tiene? ¿Se trabaja sobre las interdependencias recíprocas entre las instituciones y las familias, entre las familias y los adolescentes? (Badaracco García, J. 1998) O todavía ¿Hay cierta resistencias teóricas y técnicas excluyentes desde una lectura lineal-binaria? ¿Cuál es el nuevo lugar del psicoanalista con niños y adolescentes en riesgo vital? En definitiva, ¿Cuál son las necesidades de la clínica infantojuvenil y sus familias en tiempos tumultuosos y cuáles son las respuestas sensibles institucionales?   

A preguntas como éstas y muchas otras, explorar las redes que, desde los comienzos de los tiempos, han ido tejiendo los seres humanos para la interacción y el intercambio, podemos responder desde la competición, o la colaboración, solidaridad y/o la exclusión.

Como se aprecia en la clínica algunos pacientes con riesgo de vida, demandan atención para trabajar la subjetividad del yo, la reconstrucción y construcción de su identidad, su yo corporal y a la vez compartir afectos que han quedado atrapados en el cuerpo, disociados de si mismo y del entorno. Pensamos en ellos y en sus familias que consultan con cierta vulnerabilidad, sentimientos de desamparo e indefensión con una cuota intensa de invisibilidad. Esta invisibilidad pandémica de lo humano hace eclosión manifestándose con la falta de asistencia, la negación existencial del otro en repetición continua desde diferentes posicionamientos institucionales. Estos pacientes que sufren en silencio los podemos pensar como “adolescentes en contextos de riesgo vital”.  Los pacientes adolescentes sufren esta situación de forma singular dentro de la  pandemia, sobreadaptando ese distanciamiento social que activa el  aislamiento defensivo. El aislamiento defensivo típico para aislar un pensamiento. O tal vez, el aislamiento defensivo para encapsular un comportamiento de forma que se rompan sus conexiones con otros pensamientos o como resto de la existencia del sujeto. Hoy escuchamos adolescentes con diferentes clases de angustias superpuestas por ejemplo ansiedades de separación, la angustia depresiva o persecutoria que se activan según su entorno próximo.

Por otro lado, en esta pandemia para garantizar el confinamiento y la distancia personal, para un no contagio (que hay que diferenciarlo del distanciamiento social) se traslado el “Quédate en casa”, como un mantra riguroso sin la lectura de las pequeñas diferencias individuales, en la homogenización  del ser humano sin pensar sobre esas necesidades infantojuveniles, pues los adolescentes estuvieron la mayor parte de ellos excluidos de sus demandas, y  de los grupos de riesgo de esta enfermedad COVID19.  Los adolescentes sufrieron la mayor parte de ellos el ocultamiento de sus necesidades vitales, de sus singularidades en parte, en tierra de nadie. Como se aprecia en la clínica algunos pacientes con riesgo de vida. Pensamos en ellos y en sus familias que consultan con cierta vulnerabilidad, sentimientos de desamparo e indefensión, con una cuota intensa de invisibilidad. Esta invisibilidad pandémica de lo humano hace eclosión manifestándose con la falta de asistencia, la negación existencial del otro en repetición continua desde diferentes posicionamientos institucionales. Estos pacientes que sufren en silencio los podemos pensar como “adolescentes en contextos de riesgo vital”.  Nosotros conocemos en parte las necesidades y subjetividades infantojuveniles, pero los adolescentes estuvieron la mayor parte de ellos excluidos de sus demandas, y de los grupos de riesgo del Covid19.  Los adolescentes sufrieron la mayor parte de ellos el ocultamiento de sus necesidades vitales, de sus singularidades en parte, en tierra de nadie. 

Por lo tanto, nos preguntamos por esas manifestaciones clínicas impuestas por la complejidad de su objeto, por el propio paradigma del cual emerge: el adolescente y su familia, el cuerpo y el psiquismo en transformación, y la violencia silente enmarcados en lo transubjetivo desde lo político, social-educacional. Podemos pensar que la interconsulta psicoanalítica se activa dentro de un campo que tiene criterios en la salud general, prioridades, métodos de observación y escucha, señalamientos y encuadres diferentes. La interconsulta psicoanalítica puede favorecer la apertura a historizar, reubicar subjetivamente al adolescente en un lugar nuevo creando compromisos relacionales con profesionales en otras áreas sean educativas y/o sanitarias o sociales. La presencia del psicoanalista en las instituciones, en lo social es un abordaje necesario, ineludible.  Es un trabajo adecuado para complementar el tratamiento individual del adolescente en riesgo y el trabajo con padres.   Nuestros pacientes en “Contextos de riesgo vital” son los protagonistas para el cambio, y no pueden esperar.

Bibliografía

Badaracco García, J. (1998) El mundo de las interdependencias

Dejours C. (2017) El Cuerpo Primero: cuerpo biológico, cuerpo erótico y sentido moral. Madrid Biblioteca Nueva.

Prof. Lic. Patricia Morandini Roth Directora de Consulta Abierta, clínica de niños y familia. Miembro de la Asociación Psicoanalítica De Madrid. APM-IPA. Miembro concurrente de la Asociación Psicoanalítica Argentina. APA-IPA

 

 

 




b. Crisis en la Parentalidad
Lazos familiares y poblaciones en riesgo
Presentan: Carlos Tewel (APA).

Resumen/Intención:

El objetivo de este trabajo es reflexionar como los malestares actuales de la cultura están interviniendo para que la Parentalidad en sus funciones Paterna y Materna se presenten obstaculizadas en su ejercicio trayendo consecuencias graves en la crianza. Esto lo observamos en las diferentes consultas privadas e institucionales que recibimos. Presentaré una viñeta clínica.

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

El término Parentalidad es un concepto introducido por Serge Levobici.  De acuerdo a este autor la “parentalidad” es una estructura dentro del psiquismo, que se construye y evoluciona a la par que lo hace el individuo y su familia. Implica reconocer que hay algo heredado de nuestros propios padres, es decir, un legado trans-generacional.
Gabriela C. Duarte dice que, históricamente, el deseo de tener un hijo ha sufrido modificaciones a lo largo de los siglos.

En su texto ¿Existe el amor maternal?, Elizabeth Badinter (1981) muestra que muchos de los niños nacidos en Francia hacia 1780 fueron cuidados por nodrizas casi desde el momento de su nacimiento. Algunos niños tenían la suerte de vivir en la casa paterna. Sin embargo, era usual que los pequeños se criaran fuera y posiblemente nunca llegarían a conocer a su madre o lo harían hasta muchos años después, encontrándose con una extraña, que presumía de haberles dado a luz.

Solís-Ponton (2004) refiere que, desde tiempos muy antiguos hasta incluso la Edad Media, la motivación para tener hijos se relacionaba principalmente a cuestiones de grupo, más que a razones personales. En la familia romana, el padre tenía poder total sobre su mujer y su descendencia, éste podía abandonar a un bebé recién nacido bajo cualquier pretexto, si era una niña, si tenía un defecto físico, etc. Hasta el siglo XVIII surgiría una tendencia social a los sentimientos de amor por los hijos y poco a poco se desarrolló una preocupación por el lugar que ocupan en la familia y su bienestar.

Volviendo al discurso psicoanalítico, la parentalidad es, entonces, la maternidad y la paternidad psicológicas, que se construyen en el psiquismo y es producto de lo intersubjetivo y de la transmisión generacional. Ahora bien, en nuestros días la parentalidad está en crisis por varios motivos, entre otros,  que sintetizo a continuación:

1: Deconstrucción del patriarcado: en este desmontaje hay un arrasamiento de las funciones paterna en su rol de interdictor y la función materna en su rol de maternaje.  La persona que asume la función paterna no se siente empoderado para realizar el rol de interdictor lo que trae como consecuencia la degradación de la autoridad como se ve en muchas instituciones, especialmente en la institución familia.

2: Discurso y prácticas del feminismo: Acá nos encontramos con el nuevo lugar que ocupa la mujer en la organización social. La salida del hogar yendo al trabajo deja un lugar vacío en su rol de maternaje. En la complejidad de los vínculos actuales no se vislumbra aun, en muchos casos, quien reemplaza a la mujer en ese rol.

3: Neoliberalismo: ¿que es el neoliberalismo? Es la fase del capitalismo que comienza en los años 80 del siglo pasado. Algunas de las consecuencias en la subjetividad en esta nueva fase llamada neoliberalismo son las siguientes:

Pasamos a ser consumidores en el mercado. Se ataca la tradición. Somos desechables. Se resalta el individualismo. La felicidad como valor supremo. El historiador Fukuyama hablaba del fin de la historia.  Estos nuevos paradigmas tienen efectos muy negativos en la subjetividad de nuestra época.

4: Tecnología: El semiólogo italiano  Franco Bifo Berardi dice que en la actualidad los individuos se mueven por los estímulos de todo tipo que reciben sin tiempo para reflexionar. Los dispositivos tecnológicos se han convertido en una prótesis de nuestros cuerpos y en una herramienta de relación permanente con el mundo, devaluando nuestra experiencia directa e inmediata con la realidad, afectando a las emociones, el psiquismo y la relación con el otro.

5: Migraciones: La OMS estudia el síndrome del migrante como desencadenante de una serie de duelos derivados de la pérdida de algo muy importante para la persona; el contacto con sus familiares y amigos, la lengua materna, los paisajes, el contacto con el grupo étnico nacional y la seguridad física. Muchos sucumben a la tristeza al no poder elaborar esas pérdidas.  Recordemos que nuestro país se caracteriza por ser un país que ha recibido millones de inmigrantes venidos de los países vecinos y de
Europa de pre guerra y post guerra.

Algunas de las consecuencias psíquicas frente a estos puntos que he relatado es la poca capacidad emocional para elaborar y entramar representaciones y afectos de la actualidad y la historia.

Vivimos en un tiempo inmediato con pocas posibilidades de apreciar las marcas edípicas y los lazos originarios.  Por lo tanto, no se establecen los síntomas clásicos y en su lugar vemos: angustias generalizadas, llamadas ataques de pánico, adicciones, afecciones psicosomáticas, autismo, incremento de suicidios en jóvenes, abuso y violencia familiar, incremento de paidofilia entre otras.

Entonces, ¿que hacer como psicoanalistas frente a estas coordenadas?

Viñeta clínica:

Me consultan los padres de Lucas, niño de dos años de edad. Están disconformes del jardín a donde concurre Lucas ya que los citan a menudo para hablar sobre el niño trayéndoles problemas en sus trabajos y manifiestan disconformidad ya que el jardín no les brinda los “tips” necesarios para la crianza.

Cuentan también que están alejados de los abuelos paternos y maternos porque opinan demasiado sobre Lucas y ellos quieren ser los que deciden sobre la educación. También aclaran que vienen a la consulta enviados por el pediatra de Lucas. Que en realidad no saben bien porque el pediatra los manda ya que consideran que el niño está creciendo bien.

Al preguntarles si no les llama la atención que tanto el jardín y el pediatra están preocupados por Lucas el papá comenta que solamente a él le preocupa que su hijo duerme con ellos interrumpiendo la intimidad de la pareja.  Natalia, la mamá, responde frente a este comentario que a ella le da mucha pena que duerma solito porque no esta con ellos en todo el día.

¿Cómo es eso? Pregunto

Roberto, el papá, cuenta que los dos trabajan mucho y que Lucas va unas horas al jardín durante la mañana y luego se queda con su niñera durante
la tarde.

Natalia: Por eso yo me siento muy mal que durante el día no sepamos nada de él.  No sabemos si juega o que hace cuando está con Carmen, la niñera. Ella nos manda todo el tiempo fotos por WhatsApp y videítos. Los fines de semana no son muy agradables porque Carmen no está y Lucas llora con mucha facilidad y no sabemos cómo distraerlo, dice Roberto.

La edad de los padres ronda los 40 años y Lucas es único hijo. Ambos son muy agraciados físicamente y se nota el cuidado que hacen para mantener ese semblante. Les pregunto sobre este aspecto y comienzan a reír. Casi al unísono dicen que mantenerse bien físicamente es muy importante para ellos, cosa que los obliga a pasar por el gimnasio varias horas semanales.

Para finalizar esa entrevista, les pregunto que quieren cambiar en relación a Lucas o al vinculo que ellos tienen con él.

Roberto: yo, mas que nada quiero que ella se relaje. Siempre le digo que vamos a trabajar fuerte unos años más y después vamos a estar tranquilos para Lucas o tener otro hijo.

Natalia: Comienza a sollozar y dice:  A él le cuesta entender que Luqui nos necesita ahora. Se pone como loco cuando no lo podemos tranquilizar y me reprocha a mi que no lo sé educar.

En este último comentario nació en mi una esperanza para poder trabajar con ellos.

Retomo la pregunta escrita mas arriba. ¿Como intervenimos los psicoanalistas frente a estos discursos desafectivizados, donde predomina el narcisismo y alienados en el trabajo impidiendo el acercamiento afectivo hacia el hijo?  Tampoco hay una idea clara sobre la crianza, pero teniendo al niño como prenda frente a los abuelos impidiendo la
construcción generacional.

Fueron muchos meses de entrevistas para construir la historia de la pareja, conocer los orígenes de cada uno, como fue la decisión de tener a Lucas. Lograr que acepten a sus padres como abuelos.

Natalia redujo su trabajo a la mitad del tiempo. Roberto comenzó a entender que no podía competir por el amor de Natalia con su hijo. En este proceso, que actualmente sigue a distancia,  no lo vi todavía a Lucas para que quede en claro para ellos que el tema es la dificultad de construir la Parentalidad.

Dice Marcelo Viñar: "En una cultura de la imagen, de lo efímero y del vértigo, nuestra práctica es un anacronismo imprescindible".  Entonces, reitero, nuestro trabajo es anacrónico para los tiempos que corren, pero también es imprescindible para lograr una humanización en los tiempos actuales. 




c. Defensas manifestadas por un adolescente víctima de ciberbullying durante el tratamiento psicoterapéutico
Los malestares de la cultura: la cuarentena vivida
Regresiones en la infancia y la adolescencia
Presentan: Elena Stein Sparvieri (AASM - Asociación Argentina de Salud Mental).

Resumen/Intención:

La comunicación de adolescentes por medios digitales durante la pandemia actual incrementó el riesgo de las amenazas de ciberbullying. Describimos el caso de un adolescente, víctima de ciberbullying, en tratamiento psicoterapéutico, y destacamos las defensas patológicas utilizadas.

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

Introducción

La tecnología digital permite a los adolescentes un semblante de normalidad en su rutina diaria, cuando se encuentran imposibilitados de reunirse presencialmente, pero también es cierto que, en muchos casos, los medios digitales constituyen una vía fácil de acoso a adolescentes, porque el acosador no se presenta con su identidad en internet, sino que lo hace asumiendo una falsa identidad.

Objetivo de esta presentación

Dado que el estudio de la subjetividad en torno al tema de ciberbullying es reciente, nos interesa exponer las defensas que los adolescentes suelen manifestar cuando son víctimas de ciberbullying. Como ejemplo, presentamos, a continuación, una viñeta que puede ser de utilidad clínica, para la planificación y evaluación del tratamiento psicoterapéutico de estos casos.

Contextualización de la viñeta clínica

En la viñeta que presentamos, un adolescente de 14 años, Mario, voluntariamente dañó a Carlos, adolescente de 13 años, acosándolo por Instagram de forma continua. Lo que hizo Mario fue generar una cuenta de Instagram asumiendo una falsa identidad, la de Carlos. Pero esto recién se supo mucho más adelante. Habiendo asumido la falsa identidad de Carlos, Mario comenzó a enviar al cuerpo docente del colegio al que asistían él y Carlos, fotos desagradables e irónicas, a la vez que enviaba insultos y amenazas de muerte a las cuentas de Instagram de los compañeros de clase de Carlos.

Los profesores del colegio, pensando que Carlos estaría sufriendo algún problema mental, fruto de la cuarentena, inicialmente ignoraron a Carlos, pero, agraviados por su comportamiento, tendían a apuntarle baja calificación, ni bien tenían un buen argumento para hacerlo.

Carlos se sentía cada vez más despreciado por sus profesores y aislado de sus compañeros, quienes le mostraban abiertamente que no deseaban su compañía, o bien lo ignoraban, por miedo a involucrarse en una situación que los podría perjudicar. Adolescentes que habían compartido buenos momentos con él en el pasado no le respondían las llamadas, no participaban en sus juegos por internet o lo bloqueaban de sus redes sociales.

El problema que Carlos tenía con los profesores y los alumnos se agudizó con el transcurrir del tiempo de aislamiento social debido a la pandemia. Los padres de Carlos notaron su retraimiento, la falta de contacto con sus amigos y el bajo nivel de sus calificaciones. Hablaron con Carlos sobre estos problemas, pero Carlos no sabía qué responder ya que no entendía qué estaba pasando. Solo sabía que se desestimaban sus competencias académicas y que sus amigos se habían alejado de él. Cuando los padres de Carlos le preguntaron si deseaba consultar con un psicoanalista Carlos aceptó la propuesta.

Descripción de las sesiones iniciales de la viñeta clínica

Durante las sesiones iniciales, la primera reacción de Carlos fue la de culpabilizarse. La culpabilización de Carlos se vio acentuada por la de sus padres, quienes, como suele suceder, tendían a culpabilizar al hijo cuando los acontecimientos no eran los esperados. La culpa es un sentimiento del yo-realidad definitivo, es decir que surge gracias al desarrollo lógico del preconsciente y del criterio de realidad. Se puede entender como angustia generada por el temor a perder el amor del superyó (Freud 1923b, 1930a). Afectos que surgieron en las sesiones posteriores, y que son manifestaciones del deseo anal primario (Liberman (1971) fueron a) la humillación, afecto narcisista que se da por el fracaso de la identificación con el ideal y por la furia de no poder desplegar la hostilidad para defenderse del trauma, cosa que lo llevaba a desplegar conductas masoquistas, mediadas por la actividad autoerótica de la auto humillación, y b) la vergüenza, que surge por fracaso de la defensa de hacer que alguien idealizado pero hostil desaparezca, junto con el dolor por la falta de coincidencia con el ideal.

Carlos se mostró muy resistente durante las sesiones. Esta actitud se manifestaba en la desmentida de la dolorosa experiencia psíquica de ser víctima de ciberbullying. Como complemento de la desmentida de su situación de víctima, Carlos manifestaba una represión del deseo de adaptarse a su situación, adoptando una actitud histriónica de esperanza excesiva y proyectos desmedidamente ambiciosos. Otras veces, manifestaba una seria regresión psíquica, replegándose emocionalmente, manifestando una astenia extrema, y a veces dañándose.

Discusión

Entendemos que la defensa de la desmentida es funcional al inicio de la situación de ciberbullying, al estar al servicio de la recuperación del paciente. Pero, el riesgo de mantener la desmentida por intolerancia a las descargas endógenas, conversiones del deseo no satisfecho, que constituyen los afectos psíquicos dolorosos del masoquismo, que acompaña a la humillación y la vergüenza. puede dar lugar a las defensas más regresivas. En los casos de un bebé, la descarga endógena está atenuada a partir de la motilidad auxiliada por un adulto que realiza la acción específica, pero un adolescente puede tener dificultades para contener la hemorragia afectiva de la descarga endógena del afecto.

Por otro lado, la represión de deseos, manifestada en la actitud triunfalista, histriónica, de optimismo excesivo de Carlos, también puede ser funcional en un inicio para la víctima, pero, si persiste en el tiempo, denota la dificultad para asumir una identidad, tal vez debido a la sensibilidad extrema generada por la experiencia de fracaso previo.

La combinación de las defensas desmentida y represión, junto con la posición masoquista que puede llevar a la autolesión, podría contribuir a detener el desarrollo psíquico de adolescentes víctimas de ciberbullying y dar lugar a la eficacia de la defensa más regresiva, de la desestimación del afecto.

Es cierto que algunos adolescentes presentan estructuras psíquicas más desvalidas que otros, y que los factores contextuales como, por ejemplo, el soporte social, juegan un rol en el desvalimiento. Sin embargo, la adolescencia es siempre una etapa de cambios psíquicos importantes y, por lo tanto, en esa etapa de maduración, los adolescentes requieren gran contención. En este sentido, entendemos que el ciberbullying puede ser devastador, y puede derivar en problemas psicológicos para los adolescentes víctimas, que, si no se tratan, pueden resultar en patologías psíquicas severas, e incluso en la muerte.

Bibliografía

Freud (1923b) El yo y el ello. en AE, vol. 19

Freud (1930a) El malestar en la cultura, en AE, vol. 21

Liberman, D. (1971) Lingüística, interacción comunicativa y proceso psicoanalítico, Buenos Aires, Nueva Visión





Taller de textos breves / 6 - jueves 12 de noviembre / 15,00 PM
Conducción: Azucena Tramontano.
Coordinación: Sibila Shammah
Taller de textos breves / 6
jueves 12 de noviembre / 15,00 PM
Conducción: Azucena Tramontano
Coordinación: Sibila Shammah
Taller de textos breves / 6
Día: jueves 12 de noviembre
Hora: 15,00 PM
Conducción: Azucena Tramontano
Coordinación: Sibila Shammah
a. La incertidumbre de nuestros tiempos y la patología del vacío
Incertidumbres, angustia, sueños y síntomas
Presentan: Luis Oswald (Espacio Fairbairn de la APA-Coordinador-), Adrián Besuschio (Espacio Fairbairn de la AP-Secretario), Marcelo Rodriguez (Espacio Fairbairn de la APA-Integrante).

Resumen/Intención:

Conceptualizamos la Patología del Vacío analizando su etiología: patrimonio de la patología borderline (esquizoide y narcisista), psicótica, de la depresión Anaclítica (proyectiva), de las psicosis atípicas; en la esquizofrenia tipo II (a predominio de síntomas negativos: defectos, pocos delirios y alucinaciones), no tanto en la tipo I (delirio y alucinaciones): a través de los fenómenos de recatexis, delirio y alucinaciones, se recuperaría al objeto, no habría vacío.

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

Nuestros tiempos se caracterizan por la incertidumbre y solamente un psicoanalista puede hacer diagnóstico de borderline y de patología del vacío (Basili et al., 2002). Postular, extrapolando a Fairbairn (1952), que la patología del vacío sería el indicador clínico de una maniobra psicológica, de una técnica inconsciente, propia de la etapa de transición, para recuperar y mantener una relación de objeto (vínculo) con un objeto con cualidades específicas (narcisista y transaccional), un pecho, una madre, el analista en la transferencia, que aunque malos y vacíos le permiten al paciente defenderse de la vivencia de pérdida de objeto y de las ansiedades de separación-abandono sistemáticamente aumentadas: “Más vale objeto malo y relación con el objeto malo que ningún objeto” (Fairbairn). Proponer que la patología del vacío sería una resistencia a hacer consciente la pérdida de objeto y el abandono que subyacen al vacío.

El vacío clínicamente aparece tanto más cuanto menos aparecen el objeto perdido y la relación con el mismo. Algunos ejemplos son: a) la aparición del analista disminuyendo las actuaciones y el sentimiento de vacío de los borderline; y b) el delirio y las alucinaciones en las psicosis donde reaparece el objeto perdido, disminuyendo los sentimientos de vacío. Interpretar en términos de Fairbairn al vacío, como lo hace Rubens (1998) con la depresión, como una resistencia a hacer consciente lo inconsciente: el abandono y la pérdida de objeto. Esto sería especialmente útil en la depresión esquizoide-vacía descrita por Bleger (1962). Postular, la patología del vacío sería la expresión clínica de un intento penoso y fallido de elaboración de la posición esquizoide en el sentido de Fairbairn, a la que nosotros formulamos como “Conflicto esquizoide” (Basili y Sharpin de Basili, 2005), se resignificaría siempre, en el Conflicto de Edipo y en el niño no necesitaría del a posteriori para producir síntomas.

La Patología del Vacío es la expresión psicopatológica y clínica de la Condición Esquizoide (Fairbairn, 1970) y de la Patología Borderline (BL), siguiendo los criterios diagnósticos de Kernberg (1984) y el nuestro (Basili, 1990a; Basili et al., 2002). También lo sería de ciertas organizaciones psicóticas de la personalidad, sobre todo de las esquizofrenias y de las psicosis atípicas. La depresión Anaclítica (Spitz, 1980) o Proyectiva (Blatt y Bers, 1993) es también tributaria de la patología del vacío. La Condición Esquizoide en el sentido de Fairbairn es una entidad clínica cuyo sustrato psicoanalítico sería la decatexis producida por el Fenómeno Esquizoide, y la Relación Narcisista de Objeto: Serie Esquizoide Blanca en el sentido de A. Green (1993) y Serie Narcisista en el sentido de Kernberg.

En la clínica se traduciría por un conjunto de síntomas propios, aunque no específicos de estas series, sobre todo la Esquizoide, indicarían alteraciones en los procesos de decatexis, catexis, recatexis; sobre todo falta de catexis: investidura, relación de objeto (vínculo), proponemos, a través de las unidades de Kernberg: escisión, disociación primitiva, proyección de las catexis, las que pondrían en marcha los building blocks: 1) Anhedonia: máxima decatexis. 2) Omnipotencia: hipercatexis del Yo producida por la decatexis del objeto, cuando fracasa aparecerían otros trastornos de la regulación de la autoestima: Desvalorización y Vacío. 3) Aislamiento Afectivo: decatexis del objeto. 4) Inestabilidad Afectiva: inestabilidad de las catexis de objeto que muestran la inestabilidad del Yo. 5) Emptiness feeling: falta de catexis en el Yo o en el objeto. 6) Futility feeling: falta de catexis en el Yo o en el objeto. 7) Loneliness feeling: emergencia de las ansiedades de separación o abandono, cuando el paciente lo siente está mejor: hay anhelo de objeto (Kernberg). 8) Catatonía: la catatonía aguda la explicamos como una decatexis del cuerpo pulsional y de la imagen del cuerpo, como una verdadera alucinación negativa de los mismos, cursa con patología del vacío; en cambio la catatonía crónica no. La alucinación negativa, sustrato económico del fenómeno psicótico, suele cursar con patología del vacío. 9) Síndrome de Disrealidad: decatexis del mundo exterior. 10) Síndrome de Despersonalización: decatexis de la imagen del cuerpo. 8), 9) y 10) son ejemplos de patología del vacío en patología psicótica. El Síndrome de Ganser sería un buen ejemplo de patología del vacío en una psicosis esquizoafectiva aguda (BL).

En patología psicótica, aguda o crónica, cuánto más productividad psicótica hay (o sea, más delirio y alucinaciones) hay menos patología del vacío, postulamos, porque el objeto perdido se recupera a través del delirio y la alucinación; una excepción sería el delirio Nihilista de Cotard donde los contenidos del vacío forman parte del delirio. La Condición Esquizoide y la Patología del Vacío aparecerían en las personalidades esquizoides (Fairbairn), en la psicopatía esquizoide (Fairbairn), en algunas esquizotipias con prueba de realidad conservada (hoy subsumidas en los BL); en algunas psicosis agudas (ej., S. de Ganser, 1898), en algunas psicosis crónicas sin o con poco delirios y alucinaciones (ej., esquizofrenia tipo II a predominio de síntomas negativos, defectos; en cambio en la esquizofrenia tipo I a predomino de síntomas positivos: delirio, alucinaciones, no hay patología del vacío). En otras esquizotipias con prueba de realidad perdida y en el trastorno esquizoafectivo crónico con pocos delirios y alucinaciones suele haber patología del vacío. En las psicosis cuánto más signos de decatexis hay y menos signos de recatexis hay más patología del vacío. La depresión introyectiva-narcisista (melancólica) (Blatt y Bers, 1993) no cursa con patología del vacío, postulamos porque el objeto se recupera en el Yo.

No habría (salvo excepciones) Patología del Vacío en la bipolaridad ni en las neurosis. Los bipolares pueden tener Patología del Vacío si son BL o psicosis maníaco depresiva por tener organización BL o psicótica de la personalidad. La reacción hipomaníaca, en el sentido de Winnicott (1965), de los BL forma parte de la hipomaniasis, y puede ser una defensa BL al vacío (Singer, 1977a), como lo podría ser el selfmutilation, etc. En las neurosis solo podría haber vacío en la caracteropatía depresiva masoquista (para Kernberg no son BL, para nosotros sí). Dentro de la organización BL de la personalidad presentan patología del vacío (Kernberg) sobre todo el trastorno esquizoide de la personalidad, el trastorno narcisista de la personalidad, y el trastorno BL “propiamente dicho”. Entendiéndose por este último para los psiquiatras al BL del DSM IV, y para los psicoanalistas “The personality as if” (H. Deutsch), ambos, sobre todo el último, pueden presentar Patología del Vacío.

En nuestra experiencia también presenta patología del vacío la personalidad histriónica. Las unidades de splitting en el sentido de Kernberg son unidades psíquicas que se ponen en marcha frente a pérdidas o amenazas de pérdida de objeto con cualidad narcisista y transicional, para elaborar los afectos, que estas pérdidas producen, a través de la escisión (disociación primitiva), la proyección y la negación primitivas derivadas de la escisión. Se moldean sobre las unidades de relación de objeto. Las unidades de relación de objeto en el sentido de Hamilton (1995), son unidades psíquicas que se ponen en marcha frente a las pérdidas de objeto para elaborar los afectos que estas producen: 1º) se internaliza el objeto y la relación con el objeto (self objects), 2º) se sigue internalizando por disociación primitiva, 3º) se proyecta el objeto, la relación con el objeto y la parte del Yo que intervino primero en la internalización, luego en la disociación, y eventualmente en la represión del objeto y de la relación con el objeto. Primero se escinde y luego se reprime a nivel del objeto y luego del Yo. Las unidades de relación de objeto ponen en marcha a las unidades de splitting.

El modelo de represión de la situación endopsíquica, modelo de aparato psíquico que aquí utilizamos (Fairbairn), es distinto al de la represión utilizado por Freud, donde el agente de la represión es la agresión y no la libido, se reprime a la agresión y a la libido con agresión. Utilizamos el modelo de Identificación Proyectiva (Kernberg), en el adulto “típica” de los borderline y de las psicosis, y “no típica” en las neurosis (regresiones profundas). Es una maniobra psicológica a través de la cual se establece la relación narcisista de objeto, el Yo adquiere cualidades del objeto y el objeto del Yo, tienden a borrarse así los límites Yo-noYo, pasado-presente.

 

Bibliografía -

Basili, R. M. (1990a) Utilidad del diagnóstico psicoanalítico en el tratamiento de las personalidades narcisistas graves. Nuestra experiencia clínica. Revista de Psicoanálisis 47(1):153-76. - Basili, R. M. (1990b) Desarrollos en las Escuelas Psicoanalíticas Británicas sobre las Personalidades Narcisistas Graves. Nuestra Experiencia. Revista de Psicoanálisis 47(1):1087-112. -

Basili, R. M. (1992) Psicopatología Malheriana Contemporánea de los Cuadros Limítrofes y Desamparo, Trauma Psíquico y defecto Yoico. En: Dorfman de Lerner, B., compiladora. Pacientes Limítrofes. Diagnóstico y Tratamiento. Buenos Aires: Lugar Editorial. p. 35-46. -

Basili, R. M.; Montero, G. J.; Sharpin de Basili, I. (2002) Conceptualización y tipificación psicoanalíticas de los trastornos narcisistas (en sentido estricto) Dos tipos de idealización (primitiva). Revista de Psicoanálisis 59(3):581-613. -

Basili, R. M.; Sharpin de Basili, I. (2003) Una Interpretación de un Mito, de una Fábula, y de un Juego Infantil. Universalidad del Conflicto Esquizoide en el sentido de Fairbairn: Implicancias Clínicas. -

Basili, R. M.; Sharpin de Basili, I. (2005) Fairbairn’s theory and borderline pathology, and schizoid conflict. En: Scharff, J.; Scharff, D., editores. The Legacy of Fairbairn and Sutherland. Psychotherapeutic Applications. USA: Routledge. p. 129-39. -

Basili, R. M.; Sharpin de Basili, I. (2006) Los recuerdos infantiles de los borderline: implicancias teóricas, técnicas y legales. Presentado en el 2º Encuentro APA-SPP (Sociedad Psicoanalítica de París), París, Francia, 11 y 12 de febrero de 2006. -

Blatt, S. J.; Bers, S. (1993) The sense of self in depression. A psychoanalytic perspective. En: Segal, Z.; Blatt, S.J., editores. The self in emotional distress: cognitive and psychodynamic perspectives. New York: The Guilford Press. p. 1717-210. -

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Bleger, J. (1962) Modalidades de la Relación Objetal”. Revista de Psicoanálisis 19(1-2):58-62. -

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Winnicott, D. (1965) Ego Distortion in Terms of True and False Self. En: The Maturational Process and the Facilitating Environment. New York: International University Press.




b. La pandemia desde el Capitulo de Accidentología Psicoanalítica de la APA
Los malestares de la cultura: la cuarentena vivida
Presentan: Carlos Gibert (APA), Marta Hojvat de Facorro (APA), Graciela Matías (APA), Miguel Padilla Quirno (APA y Luis Oswald (APA).

Resumen/Intención:

Desarrollamos diferentes aspectos de la Teoría del Accidentarse de nuestro maestro Julio Granel con las opiniones de los integrantes actuales del Capítulo. Puntualizaremos también casos clínicos referidos al accidentarse y sus consecuencias.

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

Contribución de Carlos Gibert  A partir de la observación de que con la restricción de la cuarentena disminuyeron notoriamente los accidentes de tránsito surgen temas:

Es cierto que el conflicto accidentogeno nació estudiando un accidente de tránsito de una pareja, tal lo relatado innumerables veces por Julio.

Es cierto también que por su cantidad, se ha producido un deslizamiento: considerar el accidente como equivalente de  accidente de tránsito, pero la realidad es que el accidente de tránsito es sólo una de las formas en las que se manifiesta el conflicto accidentogeno. Y sobre ese punto es que quiero hacer hincapié en los accidentes domésticos, que seguramente deben haber aumentado en la estadística y en los contagios de Covid 19 producidos por torpezas, descuidos, imprudencias, que, como factores facilitadores, prestan su colaboración para que la fantasía de accidentarse se active en casos donde el conflicto específico de cambió este presente. Tengamos presente que el fenómeno de la vida nunca entra en cuarentena, solo cambian las condiciones del ambiente en que se desarrolla.

Otro elemento para tener en cuenta es el del encierro producido por la cuarentena. Desde el punto de la psicología del accidentarse, la condición de reclusión favorece la regresión y la reactivación de los conflictos primarios como el trauma del nacimiento y las  ansiedades vinculados al mismo: salir al afuera amenazante, quedarse en el útero hogareño y exponerse a la acción silenciosa del instinto de muerte.

Nos hemos convertido en equivalentes de los habitantes de las estaciones espaciales. Estos tienen el privilegio de conocer el espacio y acceder a nuevos conocimientos pero tienen que estar atentos a la osteoporosis y otros inconvenientes de la ingravidez. En nuestro caso la ingravidez esta sustituida por la pérdida de contacto con el exterior y la falta de estímulos para la mayoría de nuestros sentidos, con consecuencias que habrá que evaluar.

Contribución de Luis Oswald

En el deseo de accidentarse, se mueve detrás una fantasía universal inconsciente de accidentarse, que puede manifestarse y hasta tener aspectos conscientes-preconscientes (en el proceso de escenificación del deseo). Esto ocurre cuando el sujeto, se halla en un Conflicto de Cambio, es decir en una encrucijada dolorosa en la que enfrenta un cambio dilemático que no está en condiciones de asumir. Entre las situaciones típicas de cambio-contracambio que atravesamos los humanos, nacimiento, bipedestación y c. de  Edipo, se ponen en movimiento ansiedades de: “adentro”, “tránsito”, “afuera”, “de separación”, “de reunión”, “de abandono”, produciéndose un cambio masivo de catexis (decatexis, recatexis) que producirían el accidente. Hoy con la Pandemia vemos que se producen menos accidentes viales, de tránsito por la prohibición de circular en el afuera, pero se observan el incremento de otros accidentes, como por ejemplo los domésticos en el adentro. La pandemia puede ser considerada como un “cambio catastrófico” individual y social en términos Bionianos: a) subversión del sistema (Continente-contenido), b) violencia, c) invariantes. En este sentido habrá que observar el resultado del proceso al finalizar la restricción. Recordando a Julio, cuando un individuo no puede hacer una psicosis o una enfermedad psicosomática, restituye penosa y fallidamente en un accidente.

Contribución Miguel Padilla

Accidentes y Pandemia

Durante la pandemia hemos visto decrecer el número de accidentes de tránsito, pero han aumentado los domésticos, sea por quemaduras, caídas, sumersión, etc. Cambia el escenario, no es en el afuera, es adentro, las ansiedades pueden cambiar, pero no dejan de ser lo que son. En lugar de ansiedades de alejamiento, serán de encierro, de atrapamiento, de asfixia, etc.

Un paciente que veo con su pareja, me cuenta que intentando arreglar algo con el pegamento de la gotita, sale más pegamento del necesario, y le cae entre los dedos, y estos se pegan, con la angustia que le generó de no poder separarlos más. Si bien este episodio lo contaron entre risas, y casi que pasaba desapercibido, me llamó la atención justamente por esto. Esta persona, es muy activa en su trabajo, en realidad tiene varios trabajos, y uno de los motivos de consulta tenía que ver con que estaba poco en la casa. A raíz de la cuarentena, no le quedó otra que trabajar desde la casa. El accidente muestra el conflicto entre quedarse con su mujer, pegado, o salir y despegarse,  también coincide con que pronto le llega la edad jubilatoria.

Relacionado con el tema de la cuarentena y el virus, un paciente de 7 años, tiene problemas para dormir, se levanta varias veces a la noche con pesadillas, le pregunto a que le tiene miedo, me dice a los ladrones. Y me cuenta que sueña con unos ladrones que entran a la casa por el piso, por debajo de la casa con un gran taladro. Es ahí donde le digo que tiene que ver con el miedo a que entre el virus a la casa, la madre es cardióloga y ve pacientes graves casi todos los días. Por otro lado, ella es el sostén afectivo de la familia, ya que el marido, si bien es colaborador y sostiene desde lo económico, es una persona muy frágil, ha tenido varias internaciones.

 

Contribución de Graciela Matías

Durante la cuarentena disminuyeron notablemente los accidentes en la calle pero aumentaron los accidentes domésticos. En mi experiencia clínica no he registrado ningún caso de accidente pero si fue notable la frecuencia con la que los pacientes recordaban y traían a sesión sus sueños. La mayoría de ellos fueron sueños de angustia. Como soñar ser un indigente, sueños de catástrofes, derrumbes etc., ser perseguidos por animales, tener la cabeza llena de piojos, sueños de perdida como perder el celular, elemento fundamental en la cuarentena para estar en contacto con los afectos, para verse en una video llamada. Todas estas pesadillas estimuladas por la realidad.

Dice Granel: Al igual que en los sueños los accidentes son un producto psíquico provisto de sentido.

Las personas que pudieron soñar seguramente evitaron un accidente  Dice Granel a diferencia de la vigilia, la motilidad esta abolida. La excitación no puede progresar hacia la acción. Experimenta un reflujo y emprendiendo un camino retrogrediente retorna al polo sensorial, alcanzando el sistema de las percepciones. Y así se construirá el sueño.

En una observación realizada con personal de salud, en algunos casos se comprobó que a veces el contagio (Covid) viene por el contacto social entre compañeros o simples descuidos.

Dice Granel en su libro “Un médico puede atravesar por un momento de alta tensión y distractibilidad y cometer un error “como por ejemplos accidentes con agujas.

Pensando en una relación entre covid y accidente recordé que en los comienzos de la cuarentena, cuando había muy pocos autos circulando por la ciudad, un automóvil choca a una ambulancia.

Contribuciones de Marta Hojvat de Facorro Pandemia -Cuarentena - Consecuencias mentales Observaciones en mis pacientes de análisis Al contrario de los comentarios en radio y televisión, que refieren la aparición de patologías graves, mis pacientes mantienen sus sesiones por computadora y por  teléfono y el bienestar posible en el encierro prolongado en casa.

Los síntomas que describo son relativamente leves, con mayor presencia en los primeros tiempos del aislamiento; Exceso de cuidados, cierta reactivación del tabú de contacto. (Loschi, Ateneo de Cipea) Pocos recaudos certeros. Y precauciones excesivas, supuesta desinfección de objetos, pisos, alimentos, etc.

El cuidado básico, (distancia de 1.50m y barbijo, no más de 15 minutos) es negado o desmentido.

Exceso de información, durante gran parte del día, de otro lado incompleta, con acento en el número de personas fallecidas, si relacionarlo con el total de habitantes en nuestro país.

Sentimientos de pánico con dificultad de tomar distancia de la información, y pérdida momentánea del pensamiento autónomo y crítico. Avasallamiento del yo por vivencia de catástrofe. Sin embargo, paulatinamente surgen críticas a las medidas de encierro e insistencia en la responsabilidad y cuidado personal.

Insomnio. Pérdida de la noción de tiempo, paso del tiempo, confusión de horarios

 




c. El resurgimiento de lo arcaico en tiempos de la pandemia
Incertidumbres, angustia, sueños y síntomas
Presentan: Silvia Leguizamón (APA), Telma Barros Cavalcanti (FeBraPsi).

Resumen/Intención:

En el presente trabajo las autoras proponen la reelaboración de un caso clínica de un caso que se interrumpe durante la pandemia y que el paciente decide retomar en forma virtual, desbordado por la angustia, pero con una modalidad de trabajo nueva desencadenada por la emergencia sanitaria.

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

El presente texto fue elaborado a partir de los elementos que fueron surgiendo en un paciente que se alejó frente al cambio de encuadre a causa de la pandemia, pero que la misma pandemia lo llevó a retomar el análisis en un contexto virtual con un sorprendente cambio en su proceso.

Esto nos pone frente a una temática elemental del Psicoanálisis, la sexualidad infantil, fundante del aparato psíquico y de la investigación clínica del analista. Ello nos lleva a pensar a una sexualidad que Freud concibe dentro de las series complementarias, borrando definitivamente en 1916-17 el origen causal del 1894, la decepción de la neurótica lo lleva a la concepción de una conformación psíquica con múltiples entradas. Madeleine Baranger (2007) nos dice que lo que define el Psicoanálisis es: la sexualidad infantil, la pulsión y sus destinos, el inconsciente y la transferencia. Una sexualidad infantil que se abre al principio del placer y que a través del encuentro intersubjetivo da lugar al nacimiento psíquico. Será la pulsión que en la historia infantil del encuentro definirá en cada individuo un recorrido sexual que signará el destino de sus pulsiones y la fuerza que lo conducirá a dar forma al propio inconsciente reprimido y no reprimido o arcaico preverbal. Todo ello se nos hará presente en la sesión y en los relatos sobre la vida de los pacientes a través de la transferencia, elemento fundamental de nuestra técnica, que a través de la contratransferencia nos permitirá escuchar el arcaico sepulto, desde nuestra función analítica, que nos habilitará al conocimiento de la estructura psíquica del paciente, su organización y vacíos, y fundamentalmente el sufrimiento audible o inaudible que guiará la cura (Baranger[1], 1987).  

Queremos citar una viñeta que venimos siguiendo desde hace un tiempo, y que después de cuatro años, frente a la cuarentena a causa de la epidemia de Covid-19, encuentra un sentido compartido en sus síntomas de encierro, catástrofe e incomprensión.

Para ello deseamos en primer lugar recordar lo que nos dice Winnicott[2] sobre el objeto transicional, una de sus principales paradojas: el yo no-yo, que nace del proceso de ilusión-desilusión, un lento pasaje del objeto objetivo al subjetivo, del adentro al fuera, para que el externo pueda devenir interno, objeto primario, fantasía, frustración y elaboración traumática tolerable que instaura el principio de realidad y la contingencia de un objeto de puede derrotar el deseo a un fin plausible y tolerable. Un intercambio dentro-fuera que se crea desde la creatividad primaria (Winnicott[3], 1953). Una madre suficientemente buena que sostiene, maneja los cuidados del bebé y presenta al niño objetos en forma tal que le permitan crear realidad externa y fantasía interna, identificación y proyección, deseo y realidad, abriendo los caminos al pensamiento, los afectos y las representaciones simbolizantes que enriquecen los procesos psíquicos y la trama pulsional.

En cambio, la falta de una mirada que invista al niño como objeto erógeno entorpece el crecimiento creativo, del encontrar-crear, y de la constitución misma del yo, ya que privado del acompañamiento materno en el crecimiento, la ausencia no deviene ausencia simbolizante, sino falta que crea vacío y empuja al yo a constituirse prematuramente y por ende, precariamente. Un yo debilitado, recibe del objeto primario, de los padres (Freud[4], 1914) o del ambiente facilitador (Winnicott[5], 1965) escasos estímulos en cada paso de su constitución.

 

Durante la cuarentena

Con el cierre la pandemia, un paciente que llamaremos Juan, se niega a pasar a la modalidad virtual, le parecía muy raro y que no le resultaba cómoda, prefiere esperar y volver al consultorio. Quince días después llama y dice que no estaba bien, que se siente muy angustiado. Por lo cual decide aceptar la propuesta online, se ponen de acuerdo y en el primer encuentro la analista le contesta que a pesar de que la situación era nueva, su relación no lo era por lo cual intentarían comunicarse como lo hacían en el consultorio, pero en modalidad virtual.

Así inician las sesiones virtuales y la dinámica de su discurso en el proceso deviene más ordenada y productiva. Durante el periodo presencial, el paciente era muy agresivo, no aceptaba nada de lo que le decía la analista, criticaba continuamente sus interpretaciones y poco a poco ocupaba todo el tiempo, saltando de una cosa a otra, y si lo interrumpían se enojaba.

Era un momento grave, con defensas obsesivas, sádico-agresiva, desaprobaba cada cosa que la analista le decía, generando odio en la contratransferencia, lo que nos recordaba “El odio en la transferencia” de Winnicott[6], ya que es un paciente con una estructura psicótica y riesgo de descompensarse.

Solía vivir una vida en paralelo que lo defendía de una realidad intolerable, lo cual lo llevaba a sentirse fuera de lugar, por eso se escondía en un mundo privado. Un mundo que lo dejaba cada vez más solo. La pandemia lo llevó a compartir su mundo íntimo sin tener que recurrir al personaje defensivo que actuaba en la vida cotidiana, arrogante y omnipotente, que siempre tiene una explicación para todo, como lo era su padre.

Él está hablando de sus propias cuarentenas, encierros, reflejándose en la actualidad de la pandemia. Debemos tener en cuenta que los pacientes graves tienen poco contacto con la realidad externa, que viven todo como una amenaza catastrófica (Bion[7], 1962) inundados de agonías primitivas (Winnicott, 1963?) y dentro de sus propios encierros. Lo que Juan logró fue llevar su mundo paralelo al encierro de la cuarentena, actualizando el bulismo interno que sufrió en su familia y revivió en la escuela.

La primera constatación fue la diferencia entre despertar, desayunar, arreglarse, manejar el auto, llegar al consultorio, esperar que le abran, etc. Dijo que estar en su casa, seguro, le facilitaba hablar de cosas sin necesidad de armar la coraza defensiva como antes. El paciente empieza a hablar de su parte arrogante de acuerdo con la educación recibida en familia, donde la única posibilidad era ser exitoso.

Antes de la pandemia había encontrado al padre que le preguntó cómo iban los negocios, tema que no es parte de su realidad. Finalmente reconoce las exigencias excesivas del padre, lo cual lo sorprende y empieza a sentir un gran alivió. Reconoce que en su análisis se siente escuchado, visto y que le daban otra visión de la vida. Preda de un objeto primario ausente, que no lo veía, una madre que no era suficientemente buena y que le dejó las marcas del vacío, encuentra ahora en su análisis una mirada que lo rescata del encierro, situación de la cual puede empezar a hablar sin corazas o defensas obsesivo-agresivas.

            Esto nos lleva a pensar a un objeto primario deprimido, que no lo acompañó en el proceso de ilusión-desilusión, no le permitió la creación de objetos internos en el tránsito por los fenómenos y espacio transicional para adquirir un contacto con la realidad, con la cultura, lo familiar y social. La pandemia lo lleva a compartir la catástrofe, el encierro, las distancias, el miedo hacia el futuro, las agonías y el miedo al derrumbe que fueron una constante en su vida en un fenómeno colectivo.

 


[1] Baranger, M.: (1987) “La mente del analista: de la escucha a la interpretación”, En: Volviendo a pensar con Willy y Madeleine Baranger. Lumen, Buenos Aires, 1999. (pp. 17-35).

[2] Winnicott, D.: (1953) Capitolo 1: Oggetti transizionali e fenomeni transizionali attraverso identificazione. In Realtà e gioco. Armando Editore, Roma, 2006, (pp. 19-53).

[3] Idem.

[4] Freud, S.: (1914) Introducción al Narcisismo. En Obras completas, Vol. XIV: Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico. Trabajos de metapsicología y otras obras. Amorrortu Editores, Buenos Aires, 1993. (pp. 65-97).

[5] Idem.

 

[7] Bion, W.: (1962) Capitolo 28: Punto 5. In Apprendere dall’esperienza. Armando Editore, Roma, 2006. (pp. 162-163).





Taller de textos breves / 7 - jueves 12 de noviembre / 17,00 PM
Conducción: María Celsa Fernández Abella.
Coordinación: Laura Orsi
Taller de textos breves / 7
jueves 12 de noviembre / 17,00 PM
Conducción: María Celsa Fernández Abella
Coordinación: Laura Orsi
Taller de textos breves / 7
Día: jueves 12 de noviembre
Hora: 17,00 PM
Conducción: María Celsa Fernández Abella
Coordinación: Laura Orsi
a. Desafíos en la práctica psicoanalítica en tiempos de pandemia
Los malestares de la cultura: la cuarentena vivida
Presentan: Silvia Feitelevich (APA). Presentamos una propuesta del grupo de investigación Coordinadores: Guillermo Bruschtein y Beatriz Zelcer Integrantes: Alicia Aré, Silvia Dupuy, Silvia Feitelevich, José Fischbein, Antonia Foti, Beatriz Kitiver, Silvia Lapidus, Héctor Manzotti, Alicia Mariona, Noemí Moran, Olga Piñeiro, Beatriz Roguin, Mónica Sahovaler, María Salerno, Silvia Spinelli, Ana Suquet, Susana Taszma, Sandra Tatarow.

Resumen/Intención:

Durante este período diferente, el de la pandemia, hemos continuado investigando los efectos contra transferenciales. El nuevo encuadre que tuvimos que implementar, tanto en nuestra práctica del psicoanálisis como en nuestros encuentros grupales, nos llevaron a interrogantes que generaron un desafío en nuestra práctica para ser debatidos entre colegas. Trabajaremos con ejemplos clínicos pertinentes.

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

En nuestro grupo de investigación venimos estudiando el concepto de contratransferencia.

Esta propuesta es una respuesta contratransferencial, en un sentido amplio, porque consideramos que es un efecto de nuestra práctica psicoanalítica.    

Vimos que con la pandemia y la instalación de los medios virtuales el flujo transferencial – contratransferencial se sostiene en algunos tratamientos ya que no todos nuestros pacientes decidieron continuar con los mismos.

Muchas situaciones provocaron cambios del encuadre y por lo tanto imprimieron una dinámica diferente en el campo analítico.

Lo que estamos atravesando es singular (único en su tipo, raro, extraordinario), diferente, tanto para el analista como para el analizando. Es un “campo analítico” nuevo que tuvimos que crear.

El deseo de análisis de cada paciente y el deseo del analista está posibilitando llevar adelante procesos que se desarrollan en escenarios diversos.

Se pueden evidenciar, en estos álgidos momentos, muchos contenidos de memorias traumáticas.  Lo familiar entrañable se vincula a vivencias peligrosas y tanáticas. Momentos relacionados con la angustia, tanto del analista como del analizando.

La pandemia trastocó nuestro “estar” en el mundo. Lo familiar se convierte, por momentos, en lo siniestro. La incertidumbre puede generar un incremento de la angustia y trastocar la noción de la realidad externa con la realidad interna –subjetiva- y hasta generar, a veces, sensaciones de irrealidad. Estas últimas podrían ocasionar una especie de pérdida de referencia yoica como así también podría aparecer la vivencia del fenómeno de ”deja vu”, de “ya haberlo experimentado”

Dado que el dispositivo analítico es versátil e inclusivo: su eficacia consiste en adaptarse a las nuevas y cambiantes situaciones, en alojar y movilizar lo heterogéneo, lo diferente, la alteridad.

El desafío es poder abrir un espacio de creatividad en la técnica, poniendo especial atención a la inventiva.

Hubieron cambios transferenciales donde cada analista necesita establecer regulaciones espontáneas de acuerdo a cada quien.

Nos preguntamos cómo sostener ciertas pautas sin que las mismas no se vuelvan restrictivas y que nos permitan enriquecer nuestra práctica tanto en las expresiones verbales como en las preverbales.

Las imágenes bidimensionales sustituyen a las tridimensionales, las voces opacas de los dispositivos electrónicos, los nuevos sonidos del silencio, la localización de la mirada  en el rostro con ausencia del resto del cuerpo y de otros indicadores a los que estamos acostumbrados en la comunicación presencial generó cambios en nuestra praxis.

En los tratamientos efectuados a través de los dispositivos virtuales, cuando son sin imágenes, algunos silencios incomodan debido a que no hay otros indicadores de la presencia más que la voz.

Ocurre con frecuencia que ante una pausa o un silencio nos preguntan si estamos allí. ¿Cómo no responder? Si la conectividad es una realidad que, como la pandemia, nos involucra a todos. ¿Cómo sostener la posición diferente analista/analizando?

Los intercambios primordiales humanos poseen una materia sonora fundante cuyo tramado gestual enlaza cuerpo y palabra. La atención puesta en la musicalidad de la interpretación está básicamente al servicio de proteger al analista de dejarse arrastrar a la atmósfera generada por el paciente y a la reproducción de la musicalidad de su voz.

Dicha comunicación sonora explora la naturaleza intrínseca de la relación humana. Se basa en la experiencia vivencial de la diada madre-niño, generando patrones notables de tiempo, pulso, timbre de voz y gestos, en concordancia con reglas de ejecución musical como el ritmo y el tiempo.

¿Cómo se tramita esto desde el teléfono o la pantalla?

¿Nuestra voz y la voz que escuchamos a distancia, permite esa envoltura musical que lo presencial brinda?

¿Hay una relación entre la voz, la palabra y el tacto?

Se dice “me sentí tocado por lo que dijo”. La voz, así como la música, tienen cualidades emparentadas con lo táctil. Tocan resortes de emociones muy primarias.  La piel es barrera con lo externo, es la envoltura del cuerpo, también camino directo hacia sentimientos de apertura o de rechazo hacia el otro.  Tocar con la mano. Tocar con la voz. Una voz seca, hosca, amable, cálida, pueden hacernos sentir distantes o vinculados.

Las nuevas tecnologías ponen en cuestión los conceptos de distancia y cercanía, de presencia y ausencia. De cualquier forma, el juego del fort-da sigue siendo paradigmático como una de las modalidades intra psíquicas de configuración de la ausencia – presencia.   

Ante estos cambios experimentados nos preguntamos ¿Qué padecimiento ocasiona la falta de lo presencial?  ¿Cómo se expresa en la clínica? ¿Cómo se tramita la frustración que la falta ocasiona?  ¿Qué síntomas? ¿Qué riesgo se corre en estas condiciones?

Todos estos cuestionamientos e imprevistos, que esta disruptiva realidad nos plantea, generan un desafío en nuestra práctica. Trabajaremos con ejemplos clínicos pertinentes.




b. La clínica vincular en la pandemia
Presentan: Rosalìa Alvarez (APA), Alicia Lotufo (APA), María Fernanda Rivas (APA), Liliana Solari (APA). Marita Dalvia (APA) y Silvia Piskorz (APA).

Resumen/Intención:

En estos días estamos inmersos en una realidad compartida con todo el mundo: la pandemia de coronavirus. Entendemos que es una herida narcisista que nos recuerda nuestra fragilidad y hace presente la amenaza de castración.

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

En tiempos de incertidumbre y desesperanza es imprescindible gestar proyectos colectivos desde dónde planificar la esperanza  junto a otros.  -Pichon Riviere

Estamos inmersos en una realidad compartida con todo el mundo: El Corona.

Le habrán llamado así por el poder que ejerce con el humano?

Mejor entonces llamarlo covid 19.

Qué nos provoca emocionalmente el hecho de compartir esta amenaza?  Acaso disminuye el miedo?

Es una herida narcisista para la humanidad que nos recuerda nuestra fragilidad y castración.

Dicen que estamos en el mismo barco. Creo que no es así , ya que a pesar de ser una amenaza mundial, “quedáte en casa”, en principio señala a aquellos que poseen una casa.

Mantener una distancia entre yo y el otro de 1m y medio tampoco es siempre posible en algunas realidades habitacionales. Entonces No estamos en el mismo barco.

Tampoco los médicos que están en el frente están en el mismo barco. Los aplaudimos, consideramos que están en un lugar heroico, lo relaciono con lo que le pasa a los chicos que necesitan a los superhéroes para sentirse protegidos.

Sin embargo no es sólo Eros, aquí también está presente lo tanático. Necesitamos cuidar a los que cuidan aumenta el síndrome de burn-out.

Los psicoanalistas pensamos si es una neurosis de guerra o una neurosis actual?  Es necesario desmentir un poco la realidad para apalear la realidad que nos enferma.

Con nuestros pacientes: familias, parejas, familias, grupos estamos viviendo mundos superpuestos; la cuestión aquí es qué afectos le despierta a cada uno, caso por caso.

Surge la necesidad de comunicarnos  y la conciencia de la vulnerabilidad y de futuro incierto.

Estamos inmersos en un evento acontecimental; no es semejante a nada, no hay un lo mismo que nos abre al futuro, no solo no remite a lo anterior, al pasado. Padecemos de incertidumbre.

Hay excesos de  ofertas para llenar el tiempo, parece remitir a la sensación de vacío que debemos cubrir.

Parece que la solidaridad es el anticuerpo del Covid, la distancia es la vacuna y la vuelta al adentro, esta frase ingeniosa la escuchamos al actor y autor Pinti y nos la apropiamos.

Una pandemia saca lo peor y lo mejor de cada uno, como por ejemplo el altruismo del personal sanitario y tantos otros. El odio clasista de algunos; que en salud y educación no hay inversión, etc.

Podemos pensar que las condiciones en que estamos padeciendo la pandemia fueron en parte creadas por los recortes en la salud pública.

Qué es el Covid para los chicos? Entre otras respuestas posibles la presencia de la posibilidad de muerte de sus abuelos, de sus padres.

El padre que sale tiene temor a traerlo y el hijo teme. Es el otro que necesitamos el que me puede contagiar. Los padres intentan funcionar como barreras protectoras frente a los estímulos externos.

Estamos viviendo una amenaza global que parece dar lugar a una solidaridad global. Parece ser un  Virus democrático , pues no distingue entre pobres y ricos, ni entre estadistas y ciudadanos comunes.

Sólo estamos seguros en la realidad virtual, a la cuál hemos tenido que adaptarnos no con pocos Inconvenientes. Sabemos de quienes se angustian frente a las pantallas pues  son  testimonio de lo que está aconteciendo.

El aislamiento es dañino psicológicamente, lo que es bueno para la salud pública es malo para lo psíquico. Esta pandemia dificulta el mecanismo básico de segregación que nos constituye.

Hoy el comienzo de la vida, los partos con el covid, tener que discriminar si el bebe lo tiene, si le dan de mamar o mejor no, una mamá a la cual no se le ve el rostro y quizás hasta la mirada está cubierta por seguridad, sin acompañamiento.

Hay hambre de piel, falta de abrazos, de besos. Pasa a primer plano la importancia de los vínculos en el equilibrio mental.

Parece que parte de nuestro yo comienza a robotizarse. En algunos casos el encierro pone de manifiesto encierros previos.

Es indudable que nadie sabe las consecuencias a posteriori en los niños, en los adolescentes, en los adultos mayores, en los adultos. Lo que no dudamos es que las habrá.

A los adolescentes los toma justamente en el momento de la salida a la exogamia. Debemos intentar que no pierdan el horizonte, el proyecto.

La incertidumbre económica se suma al miedo a la enfermedad, a la muerte, al futuro incierto.

La vida con otros y los rituales domésticos regulan los tiempos biológicos y los emocionales.

Aquellos que viven solos necesitan de los otros en nosotros para reducir la angustia de la soledad, y de haber tenido un buen apego previamente.

Observamos mucha sobreadaptación, pero también sentimiento de sometimiento por el aislamiento obligatorio, impuesto, con el agregado del sentimiento de la falta de libertad.




Fronteras y cesuras en tiempos de pandemia
Lazos familiares y poblaciones en riesgo
Los malestares de la cultura: la cuarentena vivida
Incertidumbres, angustia, sueños y síntomas
Presentan: Maria Josefina Saiz Finzi (APA), Susana Blanco (APde BA), María José Etienot (APC), Juan Pedro Baena Cagnani (APC).

Resumen/Intención:

Atravesados por la circunstancia de la pandemia, este trabajo refleja nuestro compromiso grupal produciendo textos que den cuenta de la cesura que estamos transitando.
Incluimos la viñeta de una joven embarazada, contagiada de Covid19 y las vicisitudes de su acontecer en tal ocasión.

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

Este trabajo refleja nuestro compromiso  produciendo textos que den cuenta de la cesura por la que atravesamos.

 Bion Seminarios Romanos:

“…Como Psicoanalista no tengo dificultad alguna en creer que en algunas sociedades el psicoanálisis no sobrevivirá, pero hay otras sociedades en que se podrá instaurar una circulación colateral. Puesto en un término todavía más general, no veo ninguna razón para que la raza humana tenga que sobrevivir. La función de la vida podría ser retomada por cualquier forma de objeto animado completamente distinta como los virus o las bacterias o los bacilos… Tenemos que hacer una pausa para pensar........"

En el encuentro casual con una joven parturienta. ¿Intervino el azar, lo inconmensurable del universo en esta experiencia de conocimiento?  Las fronteras de lo conocido mutaron al expandirnos a lo desconocido.

 

VIÑETA 

 Entrevista telefónica. La información refiere al  vínculo madre-hijo intrauterina, diagnóstico  COVID19 en la pareja. El nacimiento se desencadenó a las 24 hs. adelantándose el parto  tres semanas.

Pareja joven, casados hace dos años. 

P:  Tenía fiebre. Hisopado positivo. Indicaron  traslado a la capital, en ambulancia, tres horas de viaje. 

A: ¿Pensaste algo en relación al bebé?

P:  ...la “prefería afuera”,   dije: “hasta acá llego”.

A: ¿Cómo te sentiste tratada?

P: Algunos nos mimaron, cariñosamente. Otros, mal. Ni entraban, como si fuéramos leprosos.  

A: A la bebé… ¿le contaste algo?

P: Tuve un diálogo en el embarazo, le hablaba “ me vas a conocer, soy  miedosa,  voy a explicarte todo”. El viernes tuve picazón en las extremidades.  La doctora dijo: colestasis gravídica. 

Internada rompí bolsa, horas de trabajo de parto sin dilatación, fue cesárea, tuve miedo. A ella le contaba lo que pasaba. Fui al quirófano como leprosa. Camilla con plásticos,  bata de fiselina, barbijo, máscara.  Bebé presentó  inmadurez al nacer, superó a las horas.

Le doy pecho. Limpian , aíslan,  dejan visible el pezón. Llevo guantes, barbijo, máscara,  se prende bien, beba negativa. Nos hicieron otro hisopado ... volvimos a casa….

El mundo  será el mismo después de la pandemia?  atravesamos momentos de turbulencias y perplejidad.  El devenir traerá un cambio catastrófico o una catástrofe?   Se cierran los territorios, el extranjero es el depositario de lo ominoso.  Las fronteras se transformaron en límites infranqueables confinando a encierros endogámicos.

 Nacer y morir transcurren en una soledad aséptica.  Se producen rupturas de contratos sociales, el otro no puede operar como sostén libidinal.    

El contraste de un nacimiento desafía  el contagio;  Eros dando batalla  a Tánatos:  potencialidades de un bebé en vínculo con su madre!

 

El virus torna a la medicina falible. La vida un protocolo, intentando  controlar lo inasible.

Con  las medidas de seguridad, la mamá logra amamantar a su hija,  un encuentro íntimo, creandose límites protectores para que los sucesos del mundo externo, puedan metabolizarse, volviendo digerible la marca de origen. 

El reverie se  presenta  como una función materna desintoxicante de sensaciones que trae el bebé (protomental). Atraviesan  la cesura, son evacuadas emocionalmente: la función alfa de la mamá es responsable de la formación del vínculo.  La identificación proyectiva  le permite descifrar emociones,  transformándolas en palabras, pasando del terror sin nombre del bebé, al miedo tolerable.

Durante el embarazo le habla del miedo en  acto de verdad, poblado de imágenes sensoriales. Imaginamos que ha sentido al feto envuelto en una nube que la aprieta, creciendo, rozándole las membranas abdominales con presión sobre su cuerpo. El bebé prenatal se convirtió en su continente emocional.  Al nacer, el contacto de la piel fue interferido por máscaras y pantallas.   La mamá le hablaba de sus miedos reales en contacto con la pesadilla del virus.

El reverie materno  permite al bebé  la formación del aparato para pensar pensamientos, generándose en el psiquismo rudimentario, una barrera de contacto creada por elementos alfa provistos por la madre, construyendo una trama de vínculos protectores frente a peligros  internos y externos. Ambos tejieron una barrera de ilusión. Las palabras protegieron de la desestabilización emocional, de la locura del virus y del grupo.

¿Cómo transitará este reverie en el tiempo?  Imaginamos el crecimiento mental de ambos,  con tolerancia a la duda, a la frustración, al sentido de infinito, generando  sueños.

El vivir, nos confronta con múltiples cesuras. El atravesamiento sostenido entre la mente primitiva y la mente  evolucionada implica desarmar lo anterior, superarlas, pasando de un estado mental a otro. 

 La cesura actúa  como  espacio de encuentro.  La  personalidad no se desarrolla a modo de elástico, sino sorteando  “pieles”, como catáfilas de cebolla. Se aloja entre sus intersticios,  produciendo turbulencias, estancamientos, expresandose en trastornos corporales - mente.

La cesura del nacimiento, se produce por única vez. ¿La pandemia, con los temores de contagio, pérdidas, revirtió en la madre la atención hacia sí misma, para adaptarse al entorno?                                                                                                 

Como grupo, ¿cómo dar lugar a  nacientes “pensamientos sin pensador” generados por  el relato?

Para crecer mentalmente en el trabajo psicoanalítico es necesario  atravesar cesuras. establecer otras.

Bion diría: Investiguemos la cesura, el vínculo, los espacios trans, que alojan la fuerza del virus y el deseo del hijo,   nuestros  pensamientos en transformación.

La multidimensionalidad de la mente ampliada, complejiza la comprensión del caso, generando una  expansión de pensamientos por venir.

                             





Mesa de diálogo - jueves 12 de noviembre / 19,00 PM
Conducción: Cecilia Moia.
Coordinación: Adriana Pérez Alarcón
Mesa de diálogo
jueves 12 de noviembre / 19,00 PM
Conducción: Cecilia Moia
Coordinación: Adriana Pérez Alarcón
Mesa de diálogo
Día: jueves 12 de noviembre
Hora: 19,00 PM
Conducción: Cecilia Moia
Coordinación: Adriana Pérez Alarcón
Crímenes de familia / Diálogo con Cecilia Roth / Trailer
Presentan: Cecilia Roth (Actriz), Alicia García Penna (APA), Jorge Schvartzman (APA), Fernanda Rivas (APA) y Cecilia Moia (APA).

Resumen/Intención:

Debate sobre el film:  Crímenes de familia. En toda familia hay algo no dicho o encubierto. Cada miembro reacciona y decide que hacer con ello.
Cecilia Moia dialogará con la actriz Cecilia Roth, con reflexiones psicoanalítics de Alicia García Penna y Jorge Schartzam en torno al film.
Se sugiere una vista previa del film.
Link a trailer: https://www.youtube.com/watch?v=jlS78f4XcSY
Link a película: https://www.netflix.com/title/81227758 (requiere suscripción)

 

 

 










viernes 13 de noviembre de 2020






viernes 13 de noviembre de 2020

Mesa de diálogo - viernes 13 de noviembre / 11,00 AM
Conducción: Analía Ungaro.
Coordinación: Alicia Lagarrigue
Mesa de diálogo
viernes 13 de noviembre / 11,00 AM
Conducción: Analía Ungaro
Coordinación: Alicia Lagarrigue
Mesa de diálogo
Día: viernes 13 de noviembre
Hora: 11,00 AM
Conducción: Analía Ungaro
Coordinación: Alicia Lagarrigue
Formación Permanente: Crisis de los ideales en tiempos de incertidumbre
Presentan: Luis Hornstein (FUNDEP), José Milmaniene (APA).

Resumen/Intención:

Los ideales nos situan ante las realidades e incertidumbres de la existencia y cada sujeto hace con ellos algo diferente.

 

 

 





Mesa de diálogo - viernes 13 de noviembre / 13,00 PM
Conducción: Adrián Augspach .
Coordinación: Leticia Mascardi
Mesa de diálogo
viernes 13 de noviembre / 13,00 PM
Conducción: Adrián Augspach
Coordinación: Leticia Mascardi
Mesa de diálogo
Día: viernes 13 de noviembre
Hora: 13,00 PM
Conducción: Adrián Augspach
Coordinación: Leticia Mascardi
Diálogo teórico- clínico: Trauma, somatosis y descompensación en tiempos de pandemia
Presentan: Alicia Diacovetzky (APA), Susana Pedernera (APA), Isabel Eckell (APA).

Resumen/Intención:

Participan los Departamentos de Psicosomática, de Adultos Mayores y de Psicosis de la APA.

El trauma psiquico se halla en la causa de la somataosis y la psicosis. Descubrir sus implicancias es el obejtivo de esta mesa..

 

 

 





Taller de textos breves / 8 - viernes 13 de noviembre / 15,00 PM
Conducción: Osvaldo Landoni.
Coordinación: Verónica Widder
Taller de textos breves / 8
viernes 13 de noviembre / 15,00 PM
Conducción: Osvaldo Landoni
Coordinación: Verónica Widder
Taller de textos breves / 8
Día: viernes 13 de noviembre
Hora: 15,00 PM
Conducción: Osvaldo Landoni
Coordinación: Verónica Widder
a. El malestar en la política / ¿Es posible una convivencia política?
Incertidumbres, angustia, sueños y síntomas
Presentan: Gabriel Dobner (APA).

Resumen/Intención:

Partire de la utopía dé un "Mundo feliz".. y armonioso de Aldous Huxley, para explorar las vicisitudes de lo real de la política. Desarrollaré aportes de Freud, Lacan, Laclau, Mouffe,Stavrakakis, Zizek y otros para poder acotar lo imposible de lo político.

 

 

 




b. El aparato psíquico desde el punto de vista grupal, enlace con la cultura, y los fenómenos actuales
Incertidumbres, angustia, sueños y síntomas
Los malestares de la cultura: la cuarentena vivida
Lazos familiares y poblaciones en riesgo
Presentan: Silvia Elena Leguizamón (APA), Liliana Revuelta (APA), María Luz González (APA), Leticia Mascardi (APA). Alejandro Trapani (APA) y Alejandra Zucchi (APA).

Resumen/Intención:

El grupo interno, organizadores de la representación del grupo y organizadores del vínculo para encontrar la metapsicológico de los grandes grupos sociales, en lo cotidiano y en lo catastrófico, en la adaptación a la realidad sociocultural, cadena transgeneracional y búsqueda de placer y autonomía, en lo cotidiano y lo patológico.

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

Este escrito surge del trabajo de estudio e investigación desarrollado en el contexto del Seminario del Instituto de Formación de APA, durante el primer cuatrimestre del presente año, sobre la temática “La Sociedad y la Cultura para el Psicoanálisis”. Partimos de la idea de Grupo interno de Marcos Bernard[1] que toma como base las ideas de René Kaës que habla de los grupos de adentro. Comienza con la idea de una simbiosis biológica de Lacan (1960), previa al nacimiento, que Bernard llama la primera fase; el cuerpo de la madre contiene el cuerpo del hijo, para pasar luego a la segunda fase, al nacimiento del niño con el mantenimiento de una simbiosis psíquica en la cual el hijo se separa físicamente de la madre, pero continua a sentir una unión simbiótica a nivel psíquico, que los envuelve como una piel (Anzieu[2], 1994).

Simbiosis biológica à luego del nacimiento à Simbiosis psicológica

Luego pasa de la segunda fase a la tercera fase, en la cual se introduce un nuevo elemento de discriminación a través de la presencia-ausencia de la madre. Ello induce al niño hacia una desilusión tolerable (Winnicott[3], 1951) que lo empuja a reconocer y comenzar un contacto con el mundo externo, que favorece el establecimiento del principio de realidad. Aparece un involucro perforado, representado por una línea discontinua.

Pero queda siempre una zona de indiscriminación, como queda siempre un espacio transicional y una zona de objetos transicionales (yo-no yo). Esto lo lleva finalmente a Bernard a plantear una cuarta fase donde desde la teoría de los conjuntos los círculos que representan madre e hijo mantienen una zona gris de superposición que sería la de la indiscriminación que persistirá por el resto de la vida, y que podemos imaginar como una zona transición del yo-no yo de Winnicott (1951).

 

              Simbiosis Psíquica           Discriminación: Efracción de la piel del vínculo

 

            Se abren las brechas en la piel del vínculo, incluye el primer registro intrapsíquico pictográfico de Aulagnier (1975), el primer bosquejo de diferenciación entre adentro y afuera.                                

El espacio vacío es la parte de indiscriminación que permanece entre el niño y su madre, es espacio transicional de Winnicott (yo no-yo), el núcleo aglutinado de Bleger (1971) que da lugar a la sociabilidad sincrética y su registro o no registro en el aparato psíquico. El modelo es triangular es el efecto que produce la presencia del otro de la madre, la tercerización precoz, el lugar que ocupa la función del padre.

            Nosotros entendemos que este núcleo indiscriminado de vacío, como dice Bernard del orden de la identidad de percepción, está en relación con el narcisismo y la indiscriminación, una proyección de investidura narcisista, el área de yo-no yo que da la sensación de pertenencia al grupo, a la institución, cultura o sociedad, la base que permite la proposición de las alianzas inconscientes entre la aceptación o la imposición, entre ideal y narcisismo. Todo depende de la conformación del yo, de sus aspectos grupo interno que le van a permitir unirse, transformarse, crear y vivir dentro de nuevos grupos a lo largo de su vida.

            Llegamos así a considerar la estructuración del aparto psíquico como un grupo en la díada madre-hijo, que permitirá la inclusión y el deseo de formar parte de grupos pequeños o ampliados.

                 Bernard nos propone pensar como cada individuo crea su propia representación del grupo, ya que el inconsciente es individual. Serán los grupos internos a dar a cada individuo la experiencia personal del grupo para valerse de ella en la constitución de los nuevos grupos. Por ello propone pensar en Organizadores del grupo en cada uno de los individuos y los organizadores del vínculo. Veamos el siguiente esquema.

 

Organizadores de la representación del grupo:

Organizadores Intrapsíquicos:

Imagen del cuerpo

Fantasías originarias:

Intrauterinas

Seducción

castración

Escena primaria

 

Complejos e imagos familiares

Imagen del aparato psíquico subjetivo

 

 

Organizadores socioculturales à

Practicas sociales

Sistemas sociales de representación:

Mitos

Ritos

Ideologías

Concepciones del universo

Doctrinas filosóficas

Siguiendo a Piera Aulagnier (1975), Kaës y Bernard proponen hacer una lectura en base al cuerpo y los afectos, por no hablar en términos de pulsiones. El grupo se crea como un cuerpo, representación que el individuo debe tener de si mismo. Se basa sobre las fantasías de los origines que da el modelo argumental que cada uno dará a su vida y la modalidad de estructurar las escenas y situaciones vitales y relacionales estructuradas como fantasías. Desde dichas experiencias el individuo será en grado de crear una representación de si y de su aparato psíquico.

Por el otro lado, surgen los organizadores socioculturales que incluyen las prácticas sociales y los sistemas sociales de representación, como cada sociedad se explica a si misma. Aquí entran en juego las transmisiones transgeneracionales de lo sociocultural en el crecimiento, siguiendo a Aulagnier con la madre como portavoz de la cultura, como portadora de un esquema relacional que permite dar una modalidad de intercambio que llevara a la remodelación continua de los vínculos siglados por las alianzas inconscientes.

 

Esto nos lleva a los organizadores del vínculo, los elementos que condicionan el tipo de relación que se establece entre los individuos.

            Cuando pensamos a un primer organizador en el momento orginario, ese primer momento fusional, una regresión interna que nos pone en contacto con los momentos iniciales de pérdida en el otro, que encuentra su origen en la proyección narcisista del propio grupo interno creado en la díada madre-hijo inicial. Momento de adhesión fusional con el iniciador del grupo, un mito social que da cuenta de un origen, o al Ideal del grupo depositado en la figura del iniciador, evocando el funcionamiento de una masa como la describe Freud[4] (1921).

            Luego se pasa al primer organizador del vínculo, que busca la reducción y la unificación, manteniendo la unión de cada integrante con el objeto común, el grupo, con diferentes entradas. Es el Pacto Denegativo Grupal, que busca la integración del grupo y el comienzo de un intento adaptativo y de placer sin perder la propia autonomía desmintiendo, al estilo del Yo de placer purificado, lo que diferencia los integrantes del grupo.

            Se trata de salir de la angustia de desamparo, de lo más indiscriminado del grupo interno que cada uno pone en juego en este momento inicial del grupo o vínculo. Así lo esquematiza Bernard.

            Pasa luego al segundo organizador del vínculo, el contrato narcisista de Aulagnier (1975), intento de discriminación que es pura proyección narcisista y una pobre asignación de la autonomía del otro y de su reconocimiento como alteridad. Para pasar finalmente al tercer organizador del vínculo basado en la constitución edípica, que asigna y distribuye roles, con una dinámica compleja propia de las fantasías.

            Todos los elementos antedichos nos permiten pasar de lo intrapsíquico, y lo intersubjetivo, hacia lo transubjetivo, y la transmisión entre las generaciones. El individuo trata de adaptarse a la realidad y de buscar el placer, sin perder sus pertenecías para preservar sus equilibrios narcisistas, a través de pactos y alianzas inconscientes cruzadas entre los diferentes grupos que forman parte de su vida.

            La violencia primaria y secundaria, las alianzas inconscientes, cobran significado a la luz del grupo interno y los diferentes organizadores del grupo y de vínculo que nos permiten pensar los fenómenos sociales desde el vínculo o la familia, hasta lo sociocultural.

 


[1] Bernard, M.: (1992) La formación del grupo interno. En Actualidad psicológica -noviembre de 1992, Buenos Aires (pp. 6-8).

[2] Anzieu, D., (1994) La nozione di Io-pelle. En L´Io pelle, Borla, Roma, 1994. (pp. 51-62).

[3] Winnicott, D.: (1951) Capítulo 8: Objetos y fenómenos transicionales. In Escrito de pediatría y Psicoanálisis. Paidós, Buenos Aires, 1999. (pp. 308- 324).

[4] Freud, S.: (1921) Psicología de las masas y análisis del yo. En Obras Completas, Vol. XVIII. Amorrortu Editores, Buenos Aires, 1984. (pp. 63).

 




c. Los vaivenes entre la vida, el cine y la literatura
Escritura y sublimación
Presentan: Cristina Martinez-Cipolatti (APA).

Resumen/Intención:

El trabajo indaga en la obra de Semprún partiendo de sus creaciones cinematográficas y su propia creación literaria, paralela a algunos de los principales acontecimientos históricos del siglo XX, y nutrida por un elaborado estilo creativo basado en los mecanismos de la memoria.

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

Introducción

Este trabajo tiene como objetivo examinar las relaciones existentes entre el periplo de vida, la creación literaria y cinematográfica de Semprún. La obra literaria sempruniana plantea la problemática relacionada con la identidad, el recuerdo y la memoria histórica. Se apoya en la noción de memoria, a la que define como un recurso inagotable, “que se expande y se dilata en el espesor del tiempo acumulado” (Semprún, 1998).

 

Entre su formidable capacidad intelectual y literaria se destaca su creación cinematográfica. Se distinguió como guionista de grandes filmes, de los cuales se mencionarán solamente La guerra ha terminado, Las rutas del sur y Las dos memorias.

 

Semprún escribió una serie de guiones para afamados cineastas, convirtiéndose en el primer español en ser nominado al Oscar (1967) en la categoría de guion.

 

Su dimensión como cineasta es la que menos interés ha despertado en el campo de los estudios que han aflorado en torno a su figura. Son pocos los escritos que se dedican a Semprún como guionista o como director y algunos de estos trabajos permanecen sin ser conocidos.

 

El director de cine Alain Renais se encargó de llevar a la pantalla el guion cinematográfico del film La Guerra ha terminado (1966). Basándose en sus experiencias de vida como militante, Semprún relata las peripecias de Diego Mora, un destacado miembro del Partido Comunista Español que vive exiliado en París y que viaja frecuentemente a España, cruzando la frontera bajo diversas identidades en forma clandestina para organizar la actividad de la resistencia para la caída de Franco. El progresivo descorazonamiento respecto a la ideología lo conducen al escepticismo. En este film, Semprún introduce en el guion las categorías de creador, militante y personaje. La primera estaría constituida por Semprún en tanto guionista de la película; la segunda por la creación de Semprún clandestino -Federico Sánchez-, y la tercera la del personaje de Diego Mora, encarnado en la película por su gran amigo Ives Montand.

 

Semprún, a través del personaje de Diego Mora, relata sus actividades como espía clandestino en la lucha contra Franco y sus pensamientos acerca de la inutilidad de ese accionar. Se debe destacar que este guion presidirá el contenido de su futuro libro Autobiografía de Federico Sánchez (1977). Este libro está centrado en las diferencias ideológicas entre Semprún y el Secretario General del Partido Comunista Español, escrito en el que introduce nuevamente las tres categorías.

 

Se podría pensar que en este trabajo el autor va y viene entre su vida, el cine, y el cine y la literatura. Semprún adapta a la literatura su creación cinematográfica La guerra ha terminado. Se trata de una traslación creativa.

 

En su trabajo Las rutas del Sur dirigida por Joseph Lorey en 1978, Semprún introduce nuevamente en el guion las tres categorías: Semprún creador, el real y el personaje siendo el alter ego representado por Ives Montand. El argumento de este film es distinto al de La Guerra ha terminado en relación con su producción literaria. Como argumento esencial traza la difícil relación entre un escritor español y su hijo, producto directo del mayo de 68.

 

Considero que el filme Las rutas del Sur proporciona a Semprún guionista de un salto para una experiencia vital que luego se transformará en una producción literaria. Nuevamente aquí, como en La guerra ha terminado se da un proceso de creación que va de la realidad al cine y del cine a la literatura.

 

En Las dos memorias (1972), se trata de la única realización propia de Semprún y dirigida por él. Es un documental sobre la Guerra Civil Española y sus consecuencias, centralizada sobre la experiencia de los republicanos. Semprún estrenó su película dos años después en Francia. En España, fue censurado.

 

Este documental podría inscribirse en un proceso creador que transfiere la experiencia cinematográfica al plano de la producción literaria. La estructura temática plantea otro anticipo cinematográfico de las tesis presentadas en Autobiografía de Federico Sánchez.

 

Considerando algunos trabajos cinematográficos como cineasta y equiparándolo a su obra literaria, he tratado de transmitir la idea de la existencia de relaciones intertextuales que hablan de la traumática experiencia por las cuales atravesó su vida: pérdidas como la de su madre y la de su patria; la resistencia antinazi, la deportación a Buchenwald, la etapa clandestina antifranquista y la expulsión del Partico Comunista. Su trabajo es un trabajo sobre la memoria, trabajo del lenguaje siempre con una idea asociativa que teje el pasado y el presente. Es ahí los aspectos de la obra de Semprún que no pueden dejar indiferente a ningún analista (Sechaud, E. 2001). La creación literaria y cinematográfica posterior van a reflejar los vaivenes por los cuales atravesó en su periplo vital. Para concluir, pienso que la producción cinematográfica de Semprún se enlaza con su producción literaria, formando las dos, una Gestalt indisoluble.

 

Referencias bibliográficas

- Augstein, F. (2010). Lealtad y traición. Jorge Semprún y su siglo. Barcelona: Tusquets.

- Céspedes, J. (2011). Cinéma et engagement. Jorge Semprun scénariste. Condé-sur-Noireau: CinémAction-Éditions Charles Corlet.

- Nieto, F. (2014). La aventura comunista de Jorge Semprún. Exilio, clandestinidad y ruptura. Barcelona: Tusquets.

- Resnais, A. (1966). La guerre est finie. Francia: Europa-Film / Sofracima.

- Semprún, J. (1977). Autobiografía de Federico Sánchez. Barcelona: Planeta.

- Vallet, J. (2010). Joseph Losey. Madrid: Cátedra.





Colectivo de trabajo / A - viernes 13 de noviembre / 17,00 PM
Conducción: Agustina Fernández.
Coordinación: Laura González
Colectivo de trabajo / A
viernes 13 de noviembre / 17,00 PM
Conducción: Agustina Fernández
Coordinación: Laura González
Colectivo de trabajo / A
Día: viernes 13 de noviembre
Hora: 17,00 PM
Conducción: Agustina Fernández
Coordinación: Laura González
La clínica en los tiempos de incertidumbre. La dimensión onírica.
Presentan: Grupo de investigación: Diferentes observaciones sobre la clínica psicoanalítica.
Comentan: Grupo de analistas en formación: Sueños y transferencia.

Resumen/Intención:

ESTA ACTIVIDAD NO QUEDÓ DISPONIBLE EN VIDEO POR SER INCLUIDO UN CASO CLÍNICO EXTENSO
 

Presenta: Grupo de investigación: Diferentes observaciones sobre la clínica psicoanalítica

Integrantes: Carlos Emilio Antar (coordinador), Beatriz Gardey, Kamran Alipanahi, Marcelo Halfon, María Inés Iribarren, Beatriz Levy, Alicia Lotufo, Marta Nusimovich, Daniel Schmukler y Ricardo Spivak.

Comenta: Grupo de analistas en formación: Sueños y transferencia. 

Integrantes: Gabriela Piacquadio (coordinadora), Paola Basavilbaso, Chiara Bille, Silvina Buchsbaum, Paula Cerutti,  Verónica Dreussi, Laura González, Christian Lopardo.





Mesa de diálogo - viernes 13 de noviembre / 19,00 PM
Conducción: Laura Escapa.
Coordinación: Sebastián Sedler
Mesa de diálogo
viernes 13 de noviembre / 19,00 PM
Conducción: Laura Escapa
Coordinación: Sebastián Sedler
Mesa de diálogo
Día: viernes 13 de noviembre
Hora: 19,00 PM
Conducción: Laura Escapa
Coordinación: Sebastián Sedler
Padecimientos y/o patologías mentales en tiempos de pandemia y de crisis. Respuestas de la Psiquiatría y el Psicoanálisis
Presentan: Santiago Levin (APSA), Claudia Borensztejn (APA), Humberto Persano (APA - APSA), Adrián Besuschio (APA - APSA) y Alberto Alvarez (APA - APSA).

Resumen/Intención:

La interfase entre Psiquiatría y  Psicoanálisis es imprescindible principalmente en tiempos de crisis. En este espacio contaremos como invitados con la presencia del Secretario de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Dr. Humberto Persano, y con el presidente de la Asociación de Psiquiatras Argentinos, Dr. Santiago Levin.

 

 

 










sábado 14 de noviembre de 2020






sábado 14 de noviembre de 2020

Mesa de diálogo. - sábado 14 de noviembre / 09,00 AM
Conducción: Máximo Kogan.
Coordinación: Adriana Perez Alarcon
Mesa de diálogo.
sábado 14 de noviembre / 09,00 AM
Conducción: Máximo Kogan
Coordinación: Adriana Perez Alarcon
Mesa de diálogo.
Día: sábado 14 de noviembre
Hora: 09,00 AM
Conducción: Máximo Kogan
Coordinación: Adriana Perez Alarcon
Café psicoanalítico: Luis Kancyper. Amistades, alianzas, rivalidades y fanatismos
Presentan: Yolanda Gampel (Israel), Rafael Paz (SAP - Bs.As.).

Resumen/Intención:

 

Teniendo como horizonte convocante reflexiones en torno a los "lazos fraternos en la actualidad", realizaremos un encuentro que tendrá como invitados a los destacados psicoanalistas  Yolanda Gampel (desde Israel) y Rafael Paz, miembro de la Sociedad Argentina de Psicoanálisis (SAP). 
Son integrantes del espacio "Café Psicoanalítico Luis Kancyper": Beatriz Zelcer, Guillermo Bruschtein, José Sahovaler y Máximo Kogan.

 

 

 





Mesa de diálogo. - sábado 14 de noviembre / 11,00 AM
Conducción: Adrián Grinspon.
Coordinación: Teresa Roux
Mesa de diálogo.
sábado 14 de noviembre / 11,00 AM
Conducción: Adrián Grinspon
Coordinación: Teresa Roux
Mesa de diálogo.
Día: sábado 14 de noviembre
Hora: 11,00 AM
Conducción: Adrián Grinspon
Coordinación: Teresa Roux
Tiempo, Incertidumbre y azar. Lo imposible, indecible e indecidible en el psicoanálisis y la filosofía
Presentan: Rafael Groisman (APA), Solange Camauër (UBA), Marcelo Toyos (APA).

Resumen/Intención:

Las categorias de lo imposible, lo indecible y lo indecidible atraviesan los discursos. El azar atraviesa la vida misma. El tiempo y la incertidumbre son dimensiones que exigen trabajo psiquico.

Contingencia, azar, indecidibilidad indecibilidad, posibilidad e imposibilidad anidan en el seno del psicoanálisis y el pensamiento occidental. Merecen ser discernidos y aplicados.

 

 

 





Colectivo de trabajo / B - sábado 14 de noviembre / 13,00 PM
Conducción: Maximiliano Martínez Donaire.
Coordinación: Eugenia Salas y Teresa Zaefferer
Colectivo de trabajo / B
sábado 14 de noviembre / 13,00 PM
Conducción: Maximiliano Martínez Donaire
Coordinación: Eugenia Salas y Teresa Zaefferer
Colectivo de trabajo / B
Día: sábado 14 de noviembre
Hora: 13,00 PM
Conducción: Maximiliano Martínez Donaire
Coordinación: Eugenia Salas y Teresa Zaefferer
Sobre la sexualidad, el amor y el tedio en tiempos de la revolución tecnológica
Presentan: Grupo de investigación: Travesías de la Terapia Psicoanalítica.
Comenta: Grupo de investigación: Tropiezos en la Clínica.

Resumen/Intención:

Video del capítulo Striking vipers de la serie Black Mirror.

Grupo de investigación: Travesías de la Terapia Psicoanalítica
Integrantes: Azucena Tramontano (coordinadora), Adriana Vázquez, Rachel Golub, Ana Delgado, Marta Mellicovsky, Tessa Zaeferrer, Amalia Barrero, Perla Frenkel.

Grupo de investigación: Tropiezos en la Clínica Integrantes: Claudia Roqueta (coordinadora), Cristina Rosas de Salas, Adriana Yechua, Any Krieger, Gladys Lepek, Maria Eugenia Salas, Laura Gonzalez, Marcelo Fernandez.

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO





Colectivo de trabajo / C - sábado 14 de noviembre / 15,00 PM
Conducción: Cecilia Moia.
Coordinación: Karina Meccico y Diego Luparello
Colectivo de trabajo / C
sábado 14 de noviembre / 15,00 PM
Conducción: Cecilia Moia
Coordinación: Karina Meccico y Diego Luparello
Colectivo de trabajo / C
Día: sábado 14 de noviembre
Hora: 15,00 PM
Conducción: Cecilia Moia
Coordinación: Karina Meccico y Diego Luparello
Una tos para Ella. Comentarios sobre el estilo en un caso clínico
Presentan: Grupo Estilos.
Comenta: Grupo Pie de página.

Resumen/Intención:

Presenta: Grupo Estilo en Psicoanálisis. Miembros: Carlos Barredo, Graciela Campins, Osvaldo Canosa, Gloria Cordeu, Alicia Hendel, Graciela Lanfir, Mary Logiovine, Etel Novacovsky, Liliana Perez de Szulman, Laura Palacios, Marcelo Toyos (coord.).

Comenta: Grupo Pie de página. Miembros: Laura Katz, Cristina Rosas de Salas, Ana Rumi, Eva Ponce de Leon, Agustina Fernández, Mauricio Zulian, Diego Luparello, Felipe Müller, Raul Neuman y Jorge Canteros (Coord.).

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

(TEXTO PROVISTO POR LOS RESPONSABLES DE "Grupo Estilo en Psicoanálisis")
Colección DIVA Número 22 – Octubre del año 2000 / Dirección: Silvia Elena Tendlarz (stendlarz@pccp.com.ar)
Comité de redacción: Marcela Giandinotto y Maritza Reynoso Colaboración: Marcela Froidevaux (Santa Fe)

 

ANÁLISIS DE UN SUEÑO SINGULAR
ELLA SHARPE

Ella Sharpe no es una referencia más para Lacan. Hace del capítulo quinto, titulado análisis de un sueño singular, único, de su libro sobre el análisis de los sueños (Dream Analysis) el eje de la segunda parte de su Seminario 6: “El deseo y su interpretación”. Lo convoca no solo la riqueza clínica del análisis en el que Ella Sharpe vuelca sus treinta años de experiencia, sino el análisis de la temática fálica que tematiza durante esa época.

Este capítulo va a estar dedicado a la consideración de todo lo que dijo un paciente durante una sesión en la cual relató un sueño. Daré un breve resumen de los sucesos psíquicos significativos de los dos análisis que siguieron a esta hora particular y la fase del  análisis que se desarrolló a partir de ahí, porque solamente así puede uno medir si sus interpretaciones están ayudando a traer a la comprensión consciente las actitudes emocionales reprimidas y suprimidas, las fantasías o los recuerdos afectivos.

El sueño que he elegido no brindó su significado tan fácilmente como el ejemplo que dí de la mujer que estaba estresada con respecto a la micción. De las muchas intepretaciones posibles tuve que decidir cuáles elegiría para concentrar la atención en ellas.

Voy a dar brevemente un aspecto especial de los problemas de este paciente para que la sesión de la que voy a hablar sea inteligible desde la perspectiva del estadio al cual había llegado el análisis. En un caso tan complejo como este confundiría el tema si intentara darles una descripción del mismo como un todo.

Esta es al momento la fase de mayor importancia. El padre del paciente falleció cuando éste tenía tres años. Él era el hijo menor. Tiene recuerdos vagos de su padre, de los cuales sólo de uno puede decir realmente “recuerdo esto”. Su padre era muy reverenciado y amado y el paciente solamente ha escuchado cosas buenas y admirables sobre él. Tan grande había sido la represión de problemas inconscientes asociados con su padre y su muerte que durante casi tres años en análisis sus referencias a él eran invariablemente al hecho de que estaba muerto. El énfasis ha sido siempre sobre “mi padre se murió”, “está muerto”. Fue un momento sorprendente cuando un día pensó que su padre también había vivido, y aun más sorprendente cuando pensó que él debe haber oído hablar a su padre. Luego de eso, apareció la posibilidad de entender las vicisitudes de los primeros tres años de su vida y los cambios psicológicos que surgieron de la muerte de su padre. Así como las ataduras psicológicas a su padre han sido ligadas por la represión en el inconsciente la transferencia de ellos a mí mismo se ha  mantenido inconsciente. Como su padre ha estado “muerto”, con respecto a la transferencia paterna yo también he estado “muerto”. No tiene pensamientos sobre mí. No siente nada sobre mí. No puede creer en la teoría de transferencia. Solamente cuando termina el fin de un semestre, solamente cuando llegan los fines de semana tiene algún tipo de ansiedad leve y solamente durante el último mes le ha sido posible entender, aún intelectualmente, la idea de que esta ansiedad tiene algo que ver conmigo o el análisis. Persistentemente la ha atribuido a alguna causa real que siempre encuentra para explicarla.

Creo que el análisis puede ser comparado con una larga partida de ajedrez y que continuará siendo así hasta que yo deje de ser el padre vengador inconsciente que se dedica a arrinconarlo, o darle jaque mate, luego de lo cual no hay otra alternativa que la muerte. La salida de este dilema (ya que nadie lo superará en la técnica de maniobrar dado que fantásticamente su vida depende de ello) es traer lentamente a la luz su deseo inconsciente de los primeros años de deshacerse de su padre, puesto que solamente este deseo vivo nuevamente en la transferencia podrá moderar su creencia omnipotente de que  realmente mató a su padre. Debe ser testeado nuevamente en la transferencia y contra esto se alistan todos sus instintos de conservación del yo. Es una preservación corporal por la cual está luchando fantásticamente, al presente ni siquiera para salvar su pene; su pene y su cuerpo son una sola cosa.

Es difícil en una complicada maraña de problemas seleccionar un aspecto o aún un problema como una cosa individual. Piensen en este problema de preservación corporal tal como se desarrolló en la vida adulta del paciente. Cuando llegó el tiempo de practicar su profesión de abogado desarrolló fobias severas. En resumen, esto no significa que no se atreve a trabajar exitosamente sino que debe dejar de trabajar en la realidad porque sólo tendría demasiado éxito. Las últimas palabras de su padre, repetidas a su pequeño hijo fueron: “Roberto debe tomar mi lugar”, y para Roberto esto significaba que crecer también era morir. También significaba un refuerzo de la fantasía inconsciente de la imago maternal devoradora cuyo amor y cuidado sólo terminó en la muerte de su padre.

La tarea del análisis es reducir el temor de los deseos agresivos experimentados en sus primeros tres años. El terror del deseo agresivo y su fantástica consecuencia solamente será modificado trayendo este deseo a la conciencia y solamente así los deseos libidinales dejarán de significar la muerte. Mas aún, puesto que es su yo corporal el que debe ser preservado, el desarrollo físico sólo será posible a través de o por fantasías del cuerpo y las funciones corporales. Con esto quiero decir que los problemas tienen que ver con el yo corporal. El yo psíquico solamente puede ser débil cuando sus actividades están dedicadas extensivamente a defender al cuerpo de la extinción fantástica. Incluso su desarrollo intelectual es utilizado en la actualidad principalmente para propósitos defensivos. La adquisición de conocimiento está motivada por una necesidad principal. El problema de este paciente es corporal y mi tarea, si la puedo lograr, es traducir sus largos discursos racionales a un lenguaje corporal. El problema con respecto a su cuerpo real es la represión de sus sentimientos corporales. Tiene terror a “sentir”. Todos sus esfuerzos organizados han producido un maravilloso control de músculos y movimientos, un control tan establecido que aparece como natural e inevitable y, de la misma manera, su discurso muestra por su estructura y dicción la misma disciplina. La vida vital está perdida, la perfección es una perfección muerta, aún como la de su padre. Una cosa que nunca pierdo de vista en este análisis es por lo tanto la oportunidad de analizar abstracciones en términos de hechos corporales. La segunda cosa es que no me concentro en el problema mayor de su vida adulta: ¿por qué no puede trabajar?, ¿cuándo trabajará?, sino en todas esas cosas que puede hacer, tales como jugar al tenis y al golf, dibujar, pintar y hacer jardinería. Pues si sus inhibiciones y dificultades sobre éstas pueden ser exploradas entonces  nos llevarán a una habilidad para trabajar profesionalmente. El se refiere a estas actividades como “solamente juegos”. Cuando realmente sean sólo juegos el trabajo no será más peligroso ya que el trabajo feliz se basa en el juego feliz.

El día en que el paciente me relató el sueño que he seleccionado para este capítulo no lo escuché subir las escaleras. Nunca lo hago. Hay una alfombra en la escalera, pero esa no es la razón. Un paciente sube dos escalones a la vez y sólo escucho el golpe extra; otro se apura y detecto el ajetreo; otro seguramente golpeará una valija o un paraguas o su puño en la baranda. Un paciente se suena la nariz dos de cada tres veces como una trompeta.  Uno trae un sombrero, un paraguas y una valija. Deben ser dejados en algún lugar. Un paciente los apoya ruidosamente en el primer mueble que encuentra. Uno selecciona cuidadosamente un lugar y los apoya. Un paciente se desmorona en el diván. Uno camina hasta el otro lado del diván antes de acostarse. Un paciente duda y mira alrededor de la habitación antes de tirarse sobre el diván. Uno se acuesta sin moverse en el diván y luego se mueve cuando está cansado de la posición. Otro se moverá mucho durante los primeros momentos y se sentirá cómodo y se quedará quieto a lo largo de la sesión.

Pero nunca escucho a este paciente en las escaleras. Nunca trae su sombrero o su saco o su paraguas consigo. Nunca varía. Siempre se acuesta en el diván de una sola manera. Siempre da un saludo convencional con la misma sonrisa, una sonrisa agradable, no forzada ni cubriendo manifiestamente impulsos hostiles. Nunca hay nada tan revelador como sería eso.

No hay señales de apuro, nada descuidado, la ropa prolija, no hay marcas de apuro en su  aseo; ni un pelo fuera de lugar. La empleada en su casa puede haber llegado tarde, su desayuno demorado, pero estos hechos si tengo suerte los escucharé antes que termine la hora y a menudo solamente los oigo al día siguiente. Se acuesta y se pone cómodo. Pone una mano sobre la otra sobre su pecho, se queda así hasta que termina la hora. Últimamente, para mi alivio, le ha sido posible rascarse la nariz o la oreja cuando ha sentido una picazón, y hace unas semanas hasta sintió una sensación en los genitales. Habla toda la hora con claridad, con fluidez, con buena dicción, sin dudar, y con muchas pausas. Habla en una voz clara y pareja pues expresa pensamientos y nunca sentimientos.

He dicho que nunca lo escucho en la escalera, pero durante algunos días previos a esta hora justo antes de entrar en la habitación había advertido la más pequeña y la más discreta de las toses. Ustedes estimarán la escasez de manifestaciones inconscientes en formas corporales cuando digo que mi oído captó esa pequeñísima discreta tos con gran alegría. No hice ninguna referencia a ella esperando que pudiera sonar más fuerte. Dirigir la atención de este paciente a una manifestación del inconsciente es detenerla. Su principal objetivo es no traicionarse y controlar todo lo que lo descubra. Sumado a eso está el hecho de que se da cuenta rápidamente de cualquier manifestación inconsciente y entonces impide cualquier espontaneidad.

Así que este día después del “buen día” inicial, se recostó y dijo para mi decepción, en su habitual pareja y deliberada voz: “He estado pensando en esa pequeña tos que tengo justo antes de entrar en la habitación. Lo advertí los últimos días que tosí , no sé si usted también lo hizo. Hoy, cuando la mucama me llamó para subir, decidí que no tosería. Sin embargo, para mi fastidio, me dí cuenta de que había tosido recién cuando había terminado. Es más molesto hacer algo así, más molesto que algo suceda en uno o por uno que no pueda controlar, o que no controla. Uno podría pensar que sirve a algún propósito, pero es difícil pensar a qué propósito puede servir una pequeña tos de esa descripción.

(Analista) ¿A qué propósito podría servir?

(Paciente) Bueno, es la clase de cosa que uno haría si uno fuera a una habitación donde dos amantes están juntos. Si uno se estuviera aproximando a ese lugar podría toser un poco discretamente y así hacerles saber que van a ser interrumpidos. Yo mismo he hecho eso cuando, por ejemplo, era un joven de quince años y mi hermano estaba con su novia en la  sala, yo tosía antes de entrar así si se estaban besando podían parar antes que yo entrara. No se sentirían tan avergonzados como si los hubiera atrapado haciéndolo.

(Analista) ¿Y por qué toser antes de entrar?

(Paciente) Eso es absurdo, porque por supuesto no se indicaría subir si hubiera alguien aquí, y yo no pienso en absoluto así de usted. No veo que haya ninguna necesidad de toser. Sin embargo, me ha hecho recordar una fantasía que tenía de estar en una habitación donde no debería estar, y pensar que alguien podría creer que yo estaba ahí, y entonces pensé que para evitar que alguien entrara y me encontrara allí ladraría como un perro. Eso disimularía mi presencia. El “alguien” entonces diría “oh, solamente es un perro”.

(Analista) ¿Un perro?

(Paciente) Eso me recuerda un perro frotándose contra mi pierna, realmente masturbándose. Me da vergüenza contárselo porque no lo detuve. Lo dejé seguir y alguien podría haber entrado (el paciente aquí tosió).

No sé por qué debería ahora pensar en mi sueño de anoche. Fue un sueño tremendo. Era interminable. Me llevaría el resto de la hora contarlo. Pero no se preocupe; no la voy a aburrir con él por la simple razón de que no puedo recordarlo. Pero fue un sueño excitante, lleno de incidentes, lleno de interés. Me desperté acalorado y transpirando. Debe haber sido el sueño más largo que jamás tuve. Soñé que estaba dando la vuelta al mundo con mi mujer, cuando llegamos a Checoeslovaquia donde estaban sucediendo todo tipo de cosas. Conocí a una mujer en un camino, un camino que ahora me recuerda al que le describí en dos de mis últimos sueños en los cuales yo estaba jugando sexualmente con una mujer enfrente de otra mujer. Así sucedió en este sueño. En esta oportunidad mi mujer estaba allí mientras ocurría el hecho sexual. La mujer que encontré era de apariencia muy apasionada y me recuerda a una mujer que ví en un restaurante ayer. Era morocha, con labios muy carnosos, muy colorados, y de apariencia apasionada, y era obvio que de haberla alentado habría respondido. Ella debe haber estimulado el sueño supongo. En el sueño la mujer quería tener relaciones sexuales conmigo y tomó la iniciativa, lo cual como usted sabe es un camino que me ayuda mucho. Si la mujer  hace esto me es de gran ayuda. En el sueño la mujer se acostó encima mío; lo acabo de recordar. Era evidente que ella tenía intenciones de poner mi pene en su cuerpo. Me dí cuenta por todas las maniobras que estaba haciendo. Yo no estaba de acuerdo con esto pero como ella estaba tan decepcionada pensé que la masturbaría. Suena equivocado usar ese verbo transitivamente. Uno puede decir “me masturbé”, y eso es correcto, pero es muy equivocado usar la palabra transitivamente.

(Analista) ¿Usar el verbo transitivamente es “muy equivocado”?

(Paciente) Entiendo lo que dice. Es verdad, solamente me he masturbado a mí mismo.

(Analista) ¿Solamente?

(Paciente) Solamente recuerdo haber masturbado a otro chico una vez, pero me olvido de los detalles y me da vergüenza mencionarlo. Ese es el único momento que puedo recordar. El sueño está muy vívido en mi mente. No hubo orgasmo. Recuerdo que su vagina apretó mi dedo. Veo la parte de adelante de sus genitales, y el fin de su vulva. Algo grande y prominente colgaba hacia abajo como un doblez en una capucha (hood). Tenía forma de capucha, y fue esto lo que la mujer usaba al maniobrar para tener mi pene. La vagina parecía apretarse alrededor de mi dedo. La capucha parecía rara.

(Analista) Qué más piensa de esto – deje que la imagen esté en su mente.

(Paciente) Pienso en una caverna. Hay una caverna en el cerro donde vivía cuando era chico. Muchas veces iba allí con mi madre. Es visible desde el camino que uno recorre. Su particularidad más destacable es que tiene una tapa colgante que se parecía mucho a un labio enorme. Cuando era chico pensaba que era un labio monstruoso. Repentinamente pienso que labia significa labios. Hay un chiste sobre cómo la labia corre transversalmente y no longitudinalmente pero no recuerdo cómo estaba ordenado el chiste, alguna comparación entre la escritura china y la nuestra, comenzando de distintos lados o de abajo hacia arriba. Por supuesto que los labios están uno junto al otro, y las paredes de la vagina están una atrás y otra adelante, es decir, una longitudinal y la otra transversal. Todavía estoy pensando en la capucha.

(Analista) Sí, ¿ahora cómo?

(Paciente) Un hombrecito raro en una de las primeras canchas de golf que recuerdo. Dijo que podría conseguirme una bolsa de golf barata y que el material sería “tela de capote de auto” (motor hood cloth). Lo que recuerdo es el acento. Nunca lo olvidaré (lo imita). Imitarlo así me recuerda a una amiga que transmite por radio imitaciones que son muy inteligentes, pero suena “fanfarrón” decírselo, tan fanfarrón como decirle qué radio maravillosa que tengo. Capta todas las estaciones sin dificultad.

Mi amiga tiene una espléndida memoria. Ella también recuerda su infancia, pero la mía es muy mala antes de los once años. Recuerdo, sin embargo, una de las primeras canciones que escuchamos en el teatro y que ella después imitó al hombre. Era “¿Dónde conseguiste ese sombrero, dónde conseguiste ese sombrero de copa?”. Mi mente se ha ido a la capucha (hood) otra vez, y estoy recordando el primer auto en el cual viajé pero por supuesto eran llamados automóviles cuando eran nuevos. Recuerdo su capote (hood), nuevamente capote de automóvil (motor hood). Bueno, el capote (hood) de este “auto” (“motor”) era una de sus particularidades más obvias. Estaba amarrado hacia atrás cuando no se usaba. Su interior estaba tapizado en escarlata. El tope de velocidad del auto era aproximadamente de 60 millas, tanto como lo que es bueno para la vida de un auto. ¡Qué extraño cómo uno habla de la vida  de un auto como si fuera humano!

Recuerdo que me descompuse en ese auto, y esto me recuerda la vez que tuve que orinar en una bolsa de papel cuando siendo niño viajé en un tren. Sigo pensando en el capote (hood).

(Analista) ¿Usted dijo que estaba sostenido hacia atrás por correas?

(Paciente) Sí, por supuesto, eso me hace pensar cómo coleccionaba correas de cuero, cómo cortaba correas de cuero. Pensé que quería las lonjas para hacer algo útil, pero que supongo innecesario. Me desagrada pensar que era una compulsión; por eso me fastidia la tos. Supongo que corté en pedacitos las sandalias de mi hermana de la misma manera. Apenas tengo un vago recuerdo de haberlo hecho. Cuando lo hice no sabía por qué ni para qué quería el cuero.

Pero repentinamente pensé en las correas que se utilizan para sujetar a un bebé en un cochecito e inmediatamente quise decir que no había un cochecito en nuestra familia, y después pensé qué tonto, seguramente debes haber tenido un cochecito. No puedo recordarlo más que lo que recuerdo ver a mi padre siendo trasladado en su silla de ruedas, a pesar de  que tengo un vago recuerdo de haber visto la silla.

Repentinamente he recordado que debía enviar dos cartas admitiendo a dos socios al club. Me jacté de ser un mejor secretario que el anterior y, sin embargo, héme aquí olvidándome de darle permiso a la gente para que se incorpore al club. “Ah bueno, hemos deshecho aquellas cosas que debimos haber hecho y no hay nada bueno en nosotros”.

(Analista) ¿Deshecho?

(Paciente) Bueno, iba a decir que esa frase me hizo pensar en los botones de la bragueta que nunca me olvido de abotonar pero que para mi asombro la semana pasada mi mujer se dio cuenta de que había uno desabrochado. Fue durante la cena y yo subrepticiamente lo abotoné debajo de la mesa. Y recuerdo ahora un sueño en el cual usted recuerda que un hombre me estaba diciendo que me abrochara los botones de mi saco. Esto me recuerda nuevamente las correas y de cómo cuando niño debía ser sujetado a la cama para no caerme. Supongo que estaba asegurado al cochecito también”.

Revisaré ahora los temas recurrentes de los pensamientos latentes en el orden en que aparecieron:

  1. La tos.
  2. Ideas concernientes al propósito de una tos: a) Produce pensamientos de amantes que están juntos. b) Rechazo de la fantasía sexual concerniente al analista. c) Fantasía de estar donde no debería estar y ladrando como un perro para despistar a la gente. d) El perro nuevamente trajo el recuerdo de masturbar a un perro. En este punto tosió (comparar con ladrido) y repentinamente recordó el sueño.
  3. El siguiente tema fue el sueño. En su relato estuvo la vívida imagen de la mujer real que vio con (a) labios carnosos, (b) la vulva de la mujer del sueño con una prominencia como una capucha (a hood) que estaba usando en una maniobra para obtener su pene. Esto ocurrió en un camino asociado en su mente con dos sueños en los cuales estaba teniendo juegos sexuales con una mujer en presencia de otra. Durante el relato, mientras contaba sobre el juego sexual en el sueño objetó el uso del verbo “masturbar” transitivamente; “parecía muy equivocado”.
  4. El próximo tema fue el de la capucha; llevándolo a recordar la caverna y el tope sobrecolgante (overhanging top), que era como un labio.
  5. Luego pasó de “labia” y labios a ideas de cosas que corren en forma transversal y longitudinal y a un chiste que no recordaba. Pensó nuevamente en “capucha” (“hood”).
  6. El próximo tema vino vía “capucha” hacia “tela de capote de automóvil” (“hoodto “motor hood cloth”) recordado gracias al acento de un hombre. Él mismo imitó este acento.
  7. Esto lo llevó a las imitaciones inteligentes de su amiga y una en particular sobre un hombre. Despreció su “fanfarronada” sobre su amiga al igual que sobre su maravillosa radio. La memoria de ella y su mala memoria (ahora recuerda).
  8. Volvió nuevamente a “capote” (“hood”) y recordó el primer auto en el que estuvo. Tenía un capote (hood) revestido en escarlata que estaba amarrado con correas. Se descompuso en el auto y luego recordó haber orinado en un tren cuando era chico.
  9. El capote (hood) con correas evocó un período en su infancia cuando cortó correas de cuero compulsivamente y en una ocasión las sandalias de su hermana.
  10. Las correas lo hicieron pensar en niños amarrados con correas en cochecitos. Infirió que seguramente él debe haber tenido un cochecito. Hubo dos niños mayores que él.
  11. Recordó que no había enviado correspondencia admitiendo nuevos miembros al club. Había dejado sin hacer cosas que debiera haber hecho.
  12. Dejar desabrochados los botones de su bragueta.
  13. El sueño en el cual se le indicó que “se abotonara”.
  14. Volvió luego a las correas y recordó que se le dijo que lo ataban a la cama para que no se cayera, y supone que también lo ataban en el cochecito.

La primera cuestión importante es encontrar la pista fundamental para el significado del sueño. Podemos hacerlo detectando el momento preciso en que el sueño viene a la mente del paciente. Había estado hablando del incidente del perro masturbándose en su pierna. Un momento antes había estado hablando de imitar él mismo a un perro, esto es, se identificó con un perro. Luego tosió. Luego recordó el sueño, un largo y excitante sueño del cual despertó acalorado y transpirando. La deducción respecto al significado de todo el sueño es que es una fantasía de masturbación. Esto ocupa un primer lugar en importancia. Lo siguiente a observar en conexión con su fantasía de masturbación es el tema de la potencia. El paciente está viajando alrededor del mundo. Es el sueño más largo que jamás tuvo. Tomaría una hora entera relatarlo. Correlacionen eso con su desprecio del “fanfarroneo” respecto a la imitación de su amiga que se emite al mundo, y su propio equipo (wireless set) que capta todas las estaciones. Observen su propia imitación del hombre cuyo acento lo atrajo, un fuerte acento coloquial, e incidentalmente dijo respecto a este hombre “una vez fue carnicero”.

La imitación aquí, ya sea vía el amigo o él mismo, tiene la significación de imitar a una persona más fuerte o más conocida. Esto es nuevamente una pista más para el significado de la fantasía masturbatoria, es decir, una fantasía en la cual está imitando otra persona, de inmenso poder y potencia.

La siguiente pregunta que surge de esto es ¿por qué esta fantasía de extremo poder? La respuesta está dada en el sueño. Está yendo alrededor del mundo. Yo equipararía esta idea con el recuerdo actual que tuvo cuando estaba describiendo la capucha (the hood) en el sueño que era tan extraño, puesto que sacó a relucir no sólo el hecho de que estaba describiendo una proyección, un doblez de la capucha, sino que la capucha además estaba sobrecolgando (overhanging) como un labio de la caverna. De modo que llegamos directamente a la capucha y a los labios de la vulva comparados con la gran caverna en el cerro al que fue con su madre. De ahí que la fantasía de masturbación está asociada con una inmensa potencia porque está soñando con circundar la tierra madre, con estar adecuado a la inmensa caverna debajo de los labios prominentes. Esta es la segunda cuestión importante.

A continuación atraeré su atención a las asociaciones respecto a los labios y a la labia. La mujer que fue el estímulo del sueño tenía labios rojos, carnosos y apasionados. En el sueño el paciente tenía una vívida imagen de la labia y la capucha. La caverna tenía un labio que colgaba por encima. Piensa en cosas longitudinales como la labia y luego en cosas transversales – donde ahora sugeriría la comparación de la boca con la vulva.

Piensa, además, en el primer automóvil en el que estuvo y en su capote (hood) y en el revestimiento escarlata de ese vehículo. Luego piensa inmediatamente en la velocidad del  auto, y dice “el tope de su velocidad” era de tantas millas por hora, y luego habla de “la vida del auto” y advierte que habla del vehículo como si fuera humano.

Del hecho de la imagen onírica de la vulva y la capucha, con la profusión de otras asociaciones que dan la imagen de “rojo adentro” y proyectando labios y capucha (hood), debo deducir que el recuerdo de la caverna real que visitó con su madre actúa también como recuerdo encubridor. Deduciría que este mismo recuerdo está proyectado en el auto con su capote (hood) revestido en escarlata, y que el tope de velocidad tiene el mismo significado que la proyección en los genitales en el sueño – es el tope de la capucha. Infiero que hay un recuerdo real reprimido de ver los genitales de alguien mucho mayor que él; de verlos cuando era muy pequeño e infiero esto tanto del auto como de la caverna, e ir alrededor del mundo en conjunción con la inmensa potencia requerida. El tope, la capucha, lo interpreto como el clítoris. La hermana del paciente es ocho años mayor que él. Considerando las referencias a la voz de su amiga mujer, esto es sonar, acento, el sonido de la voz de un hombre, y considerando que la referencia a ella está en conexión con la imitación masculina, deduzco que al menos cuando era muy pequeño vio sus genitales, advirtió el clítoris, y la escuchó orinar. Pero considerando todo el trabajo en análisis que hemos hecho hasta ahora, creo que hubo, además, alguna situación en la primera infancia en la cual tuvo una oportunidad bien definida de ver los genitales de su madre. Con esto quiero decir, una situación tal como podría ocurrir con un bebé acostado en el suelo sobre una frazada. Es la única explicación que tengo hasta ahora para entender la especial importancia de algunas revelaciones que este paciente favorece al producir imágenes, especialmente reveladas desde lo profundo. Una pista más que tengo  sobre la mujer en el sueño es que es oscura. Su selección actual entre mujeres ha sido del tipo de las rubias y de cabello dorado. En una ocasión previa me dijo que su madre tenía el pelo oscuro y que él siempre ha correlacionado la pasión con mujeres de pelo oscuro.

La siguiente cuestión de importancia es la evidencia provista sobre la masturbación infantil. Tenemos la evocación del sueño en el cual se le dice que se abotone y el hecho de que este sueño es recordado en conjunción con el recuerdo de ser sujetado a la cama. El dice que era para evitar su caída de la cama. En conexión con esto correlaciono material de otros análisis en los cuales me ha dicho que se lo sujetaba a la cama porque era “muy inquieto”, y también que en algunas ocasiones notó que no podía pensar en nada más exasperante para un niño que ser impedido de moverse, ser restringido de cualquier forma, pero que no sabía por qué se sentía tan seguro de esto puesto que no recordaba algún momento en que le fuera impedida la libertad. De estas referencias a “correas” y “ser sujetado a la cama”, está justificado en deducir alguna restricción de sus movimientos en su temprana infancia conectada con la masturbación, y que esta temprana masturbación estaba en el contenido de su fantasía de la misma naturaleza que el presente sueño.

Podemos ahora proseguir con otros detalles. Tenemos dos referencias a la compulsión. La primera está en conexión con la “pequeña” tos, la cual a pesar de sus esfuerzos produce invo- luntariamente un hecho que es extremadamente desagradable para él. La otra es la referencia

a la temprana compulsión infantil del varón de cortar correas; el corte de las sandalias de su hermana.

Con mucha reticencia ha admitido que su corte fue realizado compulsivamente. El punto a destacar en referencia a esta agresión compulsiva es la secuencia en la que ocurre, a saber correas, correas de un cochecito de bebé, rehusarse a pensar que había un cochecito de bebé, luego el pensamiento que debe haber habido un cochecito, luego que había habido otros niños antes que él, y finalmente en ese punto recuerda que se había olvidado de mandar entradas a dos nuevos miembros del club. Esta secuencia nos da el derecho de interpretar que su dificultad en recordar que había un cochecito que él debe haber tenido y como dice “había  otros chicos”, fue causada por no querer que su madre tuviera otros hijos luego de él y, además, que su agresión temprana exhibida en “cortar” era definitivamente agresión hacia los posibles y odiados rivales. Las manifestaciones actuales de esto es su olvido de mandar los formularios para admitir nuevos miembros. La fantasía de la infancia fue cortarlas en pedazos o recortarlas.

Todavía podemos hacer más inferencias. Inmediatamente después de mencionar el hecho de su olvido de enviar esos formularios de admisión dijo: ”Hemos dejado sin hacer aquellas cosas que debiéramos haber hecho”, y recordó el hecho de que recientemente sucedió algo inusual: encontró los botones de su bragueta desabrochados. El deseo inconsciente de exhibir su pene está implícito en este “olvidarse”, pero tomado en el marco de la secuencia de referencias, primero a la agresividad en el cortar, luego a no enviar los formularios, el pene está inconscientemente asociado con fantasías de agresión. Aquí estoy justificado, en virtud de análisis pasados, en vincular las fantasías agresivas conectadas con el pene, no  solamente con la masturbación, sino con el hecho de mojar la cama puesto que la referida inquietud que causaba su estar atado a la cama ha sido mencionada en relación a mojar la cama en anteriores ocasiones. Observarán que por esta referencia de dejar los botones de su bragueta desabrochados recordó un sueño donde una figura paterna lo exhortaba a abrocharse los botones.

Esto me lleva a una inferencia más. Al hablar de la tos su primer pensamiento fue  el advertir a una pareja de amantes de su aproximación. Recordaba haberles advertido de esta manera a su hermano y su novia cuando estaban juntos. Uno sabe lo que esta advertencia causará antes que el hermano menor entre a la habitación. Los amantes habrán puesto distancia entre ellos. Con su tos él los habrá separado. Para usar sus palabras: “Así no se sentirán avergonzados por mi intrusión”. Nuevamente estoy justificado en mi presunción con respecto a que esta solicitud extrema no es avergonzante. Hace algún tiempo asistió a una función en la que el Rey y la Reina iban a estar presentes. Vino a la ciudad en su automóvil. Esto le produjo ansiedad y por un tiempo no estuvo claro qué fantasía específica la causaba. Resultó ser ésta: “Supongamos, sin saber exactamente dónde estacionaría el auto, supongamos que justo en el momento en que el Rey y la Reina estaban llegando él bloqueó el camino con su coche sin lograr moverlo y así entorpeció el avance de la pareja real – una situación muy avergonzante.

Así, en la tos discreta antes de entrar a la habitación tenemos la pálida y atenuada representación de una situación infantil en la que entorpeció el progreso de la pareja real, no por decisión, no por inmovilidad, sino por un repentino movimiento intestinal, o por llorar, lo que uno infiere que fue efectivo en su propósito.

Con respecto a un detalle específico en el sueño, la proyección en la que él piensa que la mujer está maniobrando para asir su pene, se está justificado en ir tan lejos en la interpretación como esto: que a la luz de las fantasías agresivas evidenciadas, los genitales de la mujer serán agresivos hacia él. Hay que notar los lugares reales de peligro: (1) la proyección que es equivalente a un pene, (2) la vagina. No le tendrá confianza a su pene en la vagina, introducirá un dedo. Más aún, la boca y vagina han sido equiparadas a través de la asociación de “labios sobrecolgantes” y en la referencia a las aperturas longitudinales y transversales; ergo tenemos aquí la fantasía de la vagina siendo como una boca con dientes.

Interpretar más que esto sería adivinar. Las interpretaciones que he dado surgen directamente del material de la sesión, ya sea por asociación directa, o al advirtir el ordena- miento de los pensamientos en secuencias, o por la conexión de las asociaciones de esta hora con las dadas en otra hora. Este es el intento de obtener el significado pleno de todo lo dicho.

No hice las interpretaciones al paciente tal cual las he hecho aquí. Tuve que seleccionar del todo qué era lo más importante para ayudar a traer el material reprimido a la conciencia. Fui guiado en esta selección por las necesidades del paciente, especialmente su temor a los movimientos corporales agresivos. Lo primero que seleccioné fue la tos. La seleccioné porque era una manifestación de una transferencia directa de naturaleza compulsiva hecha durante la sesión que podía relacionarse con los actos compulsivos y agresivos reprimidos en la infancia.

Me referí al hecho de que había usado dos veces la palabra “pequeña” al describir su tos y dijo que al usar esta palabra estaba subestimando una fantasía conectada con la tos. Me referí entonces específicamente al sueño y puntualicé cómo el sueño como un todo indicaba un inmenso poder, una gran potencia.

Luego dirigí su atención al propósito de la tos en referencia directa a la separación de amantes y le dije que alguna fantasía de esa naturaleza ahora debía estar asociada inconscientemente conmigo. El había dicho que no me iba a aburrir con un largo relato. Luego me referí al incidente del “Rey y la Reina” y conjeturé que la fantasía omnipotente estaba enraizada en la temprana infancia cuando él había sido capaz de detener o interrumpir a sus padres.

Después de esto correlacioné las asociaciones realizadas con la agresión y deduje que había deseado prevenir que nacieran más niños; como no nacieron más niños luego de él su fantasía agresiva de omnipotencia había sido reforzada por este hecho, y así se intensificó aún más el temor a su madre como una persona vengativa. Luego afirmé mi convicción acerca de que realmente vio los genitales de su madre y la proyección sobre ellos de fantasías de venganza, que se iban a correlacionar con las fantasías de agresión asociadas con su pene como una cosa mordiente y aburrida, y con el poder de su agua. Dije que todo esto era el significado de la masturbación que el sueño representaba.

Ahora voy a indicar brevemente cuáles fueron las características sobresalientes de las siguientes dos horas de análisis. Al día siguiente el paciente dijo que no había tosido mientras subía las escaleras pero que había tenido un leve dolor cólico. Esto lo llevó a pensar en sus ataques de diarrea en la infancia y que con cólicos muchas veces se producen flatos explosivos. “Me pregunto,” dijo, “si la tos realmente significa flatulencia y diarrea?”. Contesté “Ahora usted mismo ha encontrado su significado”. Durante esta hora estuvo ocupado por el problema de su dificultad en tenis para realizar un tiro que pusiera en aprietos a su oponente.

Al día siguiente me informó que el día anterior había tenido un cólico al dejar la casa. Luego procedió a contarme que no había podido usar su auto porque ciertas reparaciones no habían sido terminadas. El mecánico era muy bueno y amable; era imposible enojarse con él. Aún así le gustaría tener su auto. No es que el auto sea imperativo para él en este momento;  no era una necesidad, pero él lo quería, le gustaba.

En esta intersección dibujé una comparación entre el mecánico bueno y amable con quien no podía enojarse y su padre. Esto, dijo el paciente, expresaba exactamente sus sentimientos sobre su padre en su recuerdo. Entonces por fin pude tratar los deseos libidinales, “no es que  el auto fuera una necesidad, sino que él lo quería”. Tuve que esperar un largo tiempo para tener la oportunidad de hacer esta interpretación. Aquí finalmente se expresó el deseo libidinal. El día siguiente el paciente hizo una confesión. Por primera vez desde que era un chico pequeño había mojado la cama durante su sueño. Así en estas tres horas de análisis las manifestaciones corporales fueron la tos, los cólicos, y el presente mojar la cama. Con esto último hemos hecho el primer contacto real con la situación de rivalidad con su padre en la infancia.

En esta hora pude hablar convincentemente de la transferencia paterna evidenciada en el análisis, y las fantasías de rivalidad agresivas hacia él que en la infancia se expresaban corporalmente. Perdí la oportunidad en un momento de pedir más información, una omisión obvia, a pesar de que con este paciente no interrumpo más de lo necesario para progresar. Me refiero al elemento en el sueño de “Checoslovaquia”.

Finalmente entenderán por qué hablé tan poco, por qué interpolé pocas preguntas y las que hice fueron monosilábicas. La razón está dada en su sueño y en su comentario “La mujer tomó la iniciativa. Si la mujer simplemente toma la iniciativa entonces me siento muy ayudado” lo que significa que su problema de agresión infantil se posterga nuevamente. Para ayudar a este paciente debo en ocasiones de este tipo dejarle que tome la iniciativa lo más que pueda.

Dos sueños en los cuales aparecen figuras paternas definidas siguieron al que he relatado. En la cancha de tenis un día en la semana siguiente a esta sesión un oponente que le ganó comenzó a burlarse de su juego. Mi paciente tomó a su atormentador por el cuello y lo sostuvo aprisionándolo juguetonamente advirtiéndole que nunca osara burlarse de él nuevamente. Esta es la primera vez desde su adolescencia que le ha sido posible tocar a un hombre de un modo meramente juguetón – más aún para hacer una demostración de su fortaleza física.

N. de T.: en idioma inglés, la palabra “hood” significa: 1) capucha, caperuza (prenda de vestir) y también 2) cubierta plegable de un automóvil, carruaje, coche de paseo para bebés, etc. El paciente  utiliza esta palabra en sus dos acepciones en sus asociaciones sobre el sueño.

 

Traducción: Maritza Reynoso

 




Taller de textos breves / 9 - sábado 14 de noviembre / 17,00 PM
Conducción: Perla Frenkel.
Coordinación: Dario Arce
Taller de textos breves / 9
sábado 14 de noviembre / 17,00 PM
Conducción: Perla Frenkel
Coordinación: Dario Arce
Taller de textos breves / 9
Día: sábado 14 de noviembre
Hora: 17,00 PM
Conducción: Perla Frenkel
Coordinación: Dario Arce
a. Adulticidio
Regresiones en la infancia y la adolescencia
Presentan: Hilda Catz (APA).

Resumen/Intención:

“Adulticidio”, término que no esta en oposición al de “Filicidio” sino que lo complementa ya que destaca la ausencia de adultos y la letalidad de la misma acentuada en épocas de crisis civilizatoria universal como la que estamos atravesando donde la necesidad de apego y protección reclaman ser escuchadas.

 

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

Introducción

Como analistas no podemos desconocer la subjetividad de la época en la que estamos inmersos junto con nuestros pacientes  y que nos reclama una interrogación permanente con respecto a nuestra labor profesional y a los mandatos bio-politicos del entorno, del imaginario social instituyente Castoriadis (1997)  en el que la sociedad no es la simple sumatoria de individuos o de sus interacciones; sino que es una red cambiante de significados que configura modos de comportamiento y creencias mediante los cuales se conserva como tal.

En la actualidad nos encontramos en la consulta con altísimos niveles de narcisismo, incapacidad de culpa, desborde de la acción erótico-destructiva, casi nula capacidad de reparación, consumo de estupefacientes y en muchos casos desafiante burla ante toda figura de autoridad. Adolescentes e incluso adultos que se comportan como tales muchas veces melancolizados y/o desenfrenados, que reclaman mediante estallidos de furia y conductas autodestructivas un límite, un continente para el terror que los inunda que nunca pudo ser contenido ni nombrado por un “Otro” que lo albergue.

Por otro lado vemos cotidianamente adultos a cargo y/o padres no dispuestos a privarse, a dar lugar a que el niño pueda “anidarse” y el adolescente  “separarse” para subjetivarse. A lo que se suma para complejizar aún más el panorama la Pandemia y el confinamiento consecuente que exacerbo las regresiones, el co-lecho, el abuso sexual infantil, la sobreexcitación incestuosa de estar al lado de quienes tienen que separarse en el caso de los adolescentes y el notable incremento de la violencia y el feminicidio.

 ¿Qué pasa cuando falta la falta? La respuesta y consecuencia parece obvia: los niños y los adolescentes  en la sociedad actual ocupan el lugar de objeto de consumo, en muchos casos de desecho, objetos de sujeción pero no sujetos capaces  de objeción; en otros casos  parecen haber devenido amos de la familia donde toda la dinámica gira a su alrededor mediante la satisfacción inmediata y la anulación del deseo consecuente con la misma.

Nos encontramos con lo que he denominado un “Adulticidio”, término que no esta en oposición al de “Filicidio” sino que lo complementa ya que destaca la ausencia de adultos y la letalidad de la misma acentuada en épocas de crisis civilizatoria universal como la que estamos atravesando donde la necesidad de apego y protección reclaman ser escuchadas.

La pandemia como decía Camus deja al desnudo las “almas” y ese espectáculo suele ser horroroso porque en este caso  desenmascara una cuestión muy arcaica que es el maltrato hacia la infancia y sus consecuencias en la adolescencia. La demanda  de “niños y adolescentes suficientemente buenos”, que no perturben el frágil equilibrio narcisista de quienes los tienen a su cargo, que los etiquetan  y medican en diagnósticos patologizantes en un  interjuego cruel entre filicidio y adulticidio. Cuestión ética, cultural, filosófica y económica que da cuenta del maltrato pediátrico y psicológico, y la forma apabullante de la clasificación de los  diagnósticos en niños y adolescentes que permanecen aprisionados en el juego destructivo de una parentalidad  filicida y adulticida que reflejan los desórdenes de atención pero  de los padres, de los adultos y de la sociedad en su totalidad, porque como dice Sartori,  sin la presencia de buenas instituciones no hay nada. 

 

Desarrollo

Y así, nos enfrentamos al impacto de los escenarios violentos que circundan una infancia y juventud vulnerables, sensibles por definición en sus búsquedas de ambientes subjetivantes.  Incluso adultos confundidos que  nos compelen a lidiar con las particulares formas de desamparo, desintegración y errancia que expresan  modos diferentes de experimentar la marginación en todas las clases sociales. Donde se acrecienta el peligro que ante  la ausencia de una mirada implicada se consolida  la hiper-presencia de una mirada vigilante  y robotizada  que ataca  la subjetividad que pasa a estar en el “grupo de riesgo”.

La caída de la eficacia simbólica de la ley paterna y sus derivaciones nos llevan a replantear el mito de Edipo desde otros vértices simbolizantes ya que las palabras perdieron su peso o funcionan como mandatos superyoicos que impelen a gozar, donde no se exige la renuncia a la satisfacción inmediata, sino que se la incentiva, ya que el deber ahora es gozar. En contraposición a lo que dice Lacan: "La  verdadera  función  del  padre  (…)  es  fundamentalmente  unir  (y  no  poner  en oposición)  un  deseo  y  la  Ley” 

Nos encontramos con estados de orfandad psíquica, en los que no se puede dejar de sentir la fragilidad de ese edificio en ruinas que simboliza la parentalidad, donde nos encontramos con  adultos distraídos, abstraídos y absortos en la mayoría de los casos que recibimos en consulta. Ponen en evidencia el déficits de  la transmisión a través de los vínculos de donación de sentido y amor estructurante, donde los padres y/o adultos a cargo  si los hay, muchas veces no están ni presentes, ni ausentes, sino con una presencia que da la impresión extraviada de una ausencia donde no se dejan “Usar” y por el contrario  utilizan a sus hijos como si fueran sus propios objetos transicionales.

A lo que se agrega  una idealización de la adolescencia donde los déficits parentales también operan en la subjetivación del tiempo produciendo un efecto de falta de corte simbólico, de límites donde  muchos adolescentes padecen por estar instalados en una especie de eternidad junto con los adultos, donde pasan a ser los “objetos transicionales” de sus padres.

Ante la carencia  de  guía  y  protección  de las funciones  parentales, ante la declinación de la misma,  privados de  orden  y  ley simbólica,  tratarán  de  suplir  este  déficit en algunos casos   en  el  marco  de  grupos  adolescentes  sectarios presididos  por  un  subrogado  paterno  que  hace  las  veces  del  proto-padre  de  la  Horda primitiva  a  quien  Freud  describiera  en  Tótem  y  Tabú y que se posicionan como lo que se ha dado en llamar las nuevas tribalizaciones. Ante la falta de ley, la ley de la calle, ante la ausencia de familia, la familia la mayoría de las veces mafiosa que brinda una ilusión de amparo, seguridad y certidumbre frente a la obsolescencia circundante del “adulticidio” imperante.

El padre ha desertado de su lugar simbólico y con él desaparecieron el legado, la norma, la guía y, dice Recalcatti, la ley de la palabra. Ausente el padre, en nuestra cultura nace el complejo de Telémaco, Ulises deberá sortear todo tipo de peligros y tentaciones, pero lo guía la misma ansia de reencuentro que hace a su hijo salir a buscarlo, pero en contraposición a Ulises, el padre actual es  un padre que esta extraviado, pero que no quiere ni le interesa volver.

Conclusiones: 

Nos encontramos con niños, adolescentes  y adultos en un caos donde reproducen toda la violencia, en una sociedad de "hermanos huérfanos" y que en el caso de los adolescentes, otean el horizonte esperando a un padre que ha desertado de su lugar simbólico, en una sociedad que también cuestiona su eficacia. Porque hay que tener en cuenta de que el  padre  se  puede  mantener  como  garante  de  la  Ley,  solamente si el  imaginario social instituyente   lo  considera  como  tal, declinación que puede observarse en todas las clases sociales.

El filicidio del que hablaba Rascovsky se consuma hoy desde la perspectiva planteada en Adulticidio, donde un padre-hijo-adolescente extraviado, función tercera débil que ha dejado vacío el lugar de quien encarna la «ley de la palabra», está perdido y  se niega a volver, por lo que no hay legado posible. Da lugar a la ilusión de que todo es posible,  crea la falsa sensación de libertad, con el riesgo de que sin ideales  se arrojen a un goce vacío y mortífero donde lo que predomina es  el “Just do it” como una de las formas veladas de la privación de la esperanza en lo por-venir del  porvenir.  “Por falta de interés el futuro ha sido cancelado”*

*graffitti en la Universidad de Berkeley




b. Lo que sexúa es la falta de falo
Incertidumbres, angustia, sueños y síntomas
Presentan: Alicia Hendel (APA).

Resumen/Intención:

Podemos decir que la diferencia que sexúa, no es la alternancia fálico-castrado que se presenta a nivel imaginario, sino la falta de falo que empuja al sujeto a buscarlo en el Otro, en ese más allá de todo objeto que causa el deseo, precisamente por presentarse siempre sugerido pero nunca realizado. Ese deseo del Otro frente al cual todo sujeto se ofrece como deseable, tiene el falo como significante último sin poder hallarle significado pleno. Esa falta de significación última, inscribe una diferencia en el ser consigo mismo, una fisura irreductible, que lo sexua. La condición de la satisfacción humana es que en el nivel de la palabra y de la imagen, algo simbolice ese más allá en el que se sostiene el deseo. Es en ese espacio de la posibilidad de realizar cierta metáfora más o menos lograda, donde ocurre la satisfacción, donde Otra cosa busca ser significada. En el encuentro sexual, cada posición sexuada va a evocar ese falo faltante en la modalidad que le habilite su estructura y siempre la solución es singular.

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

Para Freud, algo en la estructura propia de la pulsión hace obstáculo a la satisfacción y es el hecho que no trae un objeto natural y específico. Aquello que orienta la pulsión hacia el objeto es el deseo y el deseo paradójicamente se sostiene de la búsqueda de una satisfisfaccón con un objeto que nunca alcanza. Ese resto no realizable, es el impulsor de la actividad psíquica y el sostén de la continuidad de toda aspiración deseante. 


La noción de pérdida de objeto, está presente desde el comienzo. Desde esta perspectiva, lo que determina el destino de un sujeto y su sexuación, es la relación que establece con el deseo del Otro materno, deseo cuya significación se muestra enigmática e incompleta para perderse en lo insondable de la falta en ser propia del sujeto como ser hablante. Esa falta de respuesta sobre lo que el Otro desea, horada un agujero en la estructura simbólica que se busca recubrir con la ilusión fálica. Tanto el varón como la niña, van a ocupar en mayor o menor medida el lugar del falo faltante en la madre, van a querer significarlo buscando identificarse al objeto presunto de su deseo y constituirse en aquello que lo colmaría. Si un sujeto no se identificara a este tercer término que opera de mediador del deseo y cuyo significado falta, no se podría abrir a todo el campo de la significación para intentar nombrarlo y así constituir su particularidad histórica y libidinal.


Es decir, la identificación al falo le otorga la ilusión de unicidad, de ser esa totalidad que colma al Otro pero la búsqueda de significarlo, lo divide, lo castra. Ser seres hablantes nos hace deudores de una falta que nos sexúa, nos priva de un goce que buscamos recuperar en el encuentro sexual. La relación sexual en el ser hablante compromete el cuerpo pero fundamentalmente compromete la dimensión inconsciente donde se juega la falta de objeto.


El cuerpo porta un sexo biológico pero un sujeto se sexúa en la travesía edípica. La subjetividad llega a conformarse, si la metáfora paterna introduce una mediación para el deseo materno, convirtiendo su significado enigmático y sin salida en una respuesta siempre incompleta que  confronta al sujeto con la diferencia de sexos. El resultado de esta operación, es que el objeto del deseo, el falo, es necesario buscarlo más allá del Otro materno y del lugar de falo que se pretendió ocupar para su deseo. 
El Complejo de castración introduce la pregunta por la sexuación al situarse un sujeto como hombre o mujer en relación a la función imaginaria del falo. Su función es significar lo perdido por represión primaria e inscribir la relación a esa pérdida como amenaza de castración o nostalgia de tener o ser el falo (1958). La diferencia sexual anatómica sólo adquiere sentido si surge esta marca simbólica de la castración que inscribe la diferencia en términos de falta de falo, cavando una herida narcisista que el movimiento del deseo buscará restañar. 


Podemos decir que la diferencia que sexua, no es la alternancia fálico-castrado que se presenta a nivel imaginario, sino la falta de falo como falta inscripta a nivel simbólico que empuja al sujeto a buscarlo en el campo del Otro, en ese más allá de todo objeto que causa el deseo, precisamente por  presentarse siempre sugerido pero nunca realizado. Ese deseo del Otro frente al cual todo sujeto se ofrece como deseable, tiene el falo como significante último sin poder hallarle significado pleno. Esa falta de significación última, inscribe una diferencia en el ser consigo mismo, una fisura irreductible, que lo sexua.


Función de semblante de lo deseado, que oficia como mediador del encuentro sexual en su alternancia de presencia-ausencia, supliendo la falta de complementariedad entre los sexos. De allí que el pene puede representar el falo en la medida que no lo es y la mujer sugerir serlo en la medida que no lo tiene.   


Podemos pensar que un sujeto deviene heterosexual, homosexual, fetichista, travesti, transexual, etc., en función de cómo se organiza la relación a esa falta desde los registros real, simbólico e imaginario. El falo puede cristalizarse en el nivel imaginario en un objeto fetiche que desmiente la ausencia del falo materno al pretender suplirlo. A la vez, es un modo de hacerlo faltar, en un inetento de simbolización al establecer cierta distancia con el Otro materno, hacérselo perder, para que pueda operar el deseo. Puede petrificarse como pene, al no poder funcionar como falo haciendo de soporte simbólico de la falta de objeto, hasta el punto que un sujeto necesite arrancarlo en lo real para hacerlo faltar, para localizar una falta, como puede ser el desenlace del transexualismo. Al encontrarlo ausente en lo real del cuerpo, es posible encarnarlo como mujer en un intento de encontrar un lugar para el deseo del Otro que puede a veces, no funcionar. El travestismo, podemos pensar que necesita ocultarlo para hacerlo faltar, al funcionar tras el velo del semblante femenino como deseable en identificación con la madre fálica. Lo hace faltar en lo imaginario, en un intento de volverlo ausente a la manera de una metáfora fallida. Los vestidos, no sólo están para ocultar lo que se tiene, sino también lo que no se tiene. El falo está más presente allí donde puede faltar, donde logra presentarse bajo cierta metaforización para causar el deseo.

El homosexual, buscaría crear una falta en la madre fálica impenetrable que no cede su falo. ¿Qué más cercano a una madre fálica que un hombre que cede su falo, deseando recibirlo del compañero sexual? Un modo de buscar su propio falo en el otro. La homosexualidad femenina, al prescindir del falo del hombre sujeto a la detumescencia y falible, lo eternizaría en el cuerpo de una mujer al desearla por lo que le falta. El heterosexual, por su parte, busca el falo en la mujer porque a ella le falta, la torna deseable y una mujer busca en el hombre eso que él puede tener, en la medida que logre despertar su deseo haciendo semblante de serlo. El falo esta por todas partes y en ningún lado. Siempre para estar presente, necesita una veladura. Podemos pensar que las variaciones en las identidades de género que ofrece una cultura, expresan esta búsqueda del sujeto de operar con la alternancia presencia-ausencia del falo como significante del deseo sexual.

La condición de la satisfacción humana es que en el nivel de la palabra y de la imagen, algo simbolice ese más allá en el que se sostiene el deseo. En el encuentro sexual, cada posición sexuada va a evocar ese falo faltante en la modalidad que le habilite su estructura y siempre la solución es singular. El falo, en su alternancia de presencia-ausencia, migra por los cuerpos y los sexua.  Buscando representarse en el ser y el tener, haciéndose fetiche, reivindicando su ausencia o su presencia en lo imaginario, mostrándose oculto y ausente a la vez, buscando engendrarse en lo real o desapareciendo para poder existir.

BIBLIOGRAFIA
Freud, S.
-(1925) “Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos”. A E. T XIX.
-(1927) “Fetichismo”. A E. T XXI.
-(1933[1932) “Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis: La feminidad”.   A E. T XXII.
Lacan, J.
-(1956/57) El Seminario Libro IV “La relación de objeto”. Paidos, Buenos Aires,1994.
-(1957/58)  El Seminario Libro V “Las formaciones del inconsciente”. Paidos, Buenos Aires 1999.
-(1958) “La significación del falo”. Escritos II. Siglo XXI, Bs As, 1992
-(1967) “Lugar, origen y fin de mi enseñanza”. Mi enseñanza. Paidos. Bs As, 2008.
-(1972/73) El Seminario Libro XX “Aun”. Paidos, Bs. As.
- (2001) Nestor Braunstein. Por el camino de Freud. “El falo como S.O.S.   (Significante, Organo, Semblante). Siglo XXI Ed. Bs As.
 




c. Revisitando la sexuación
Incertidumbres, angustia, sueños y síntomas
Presentan: Juan Eduardo Tesone (APA).

Resumen/Intención:

La noción polifacética del cuerpo sexuado en el psiquismo, de identidad sexual y de género, están actualmente en pleno debate y cuestionan las bases de la teoría psicoanalítica que exige sea reformulada, a la luz de las transformaciones subjetivas que se han producido en la sociedad e interrogan al corpus psicoanalítico

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

Revisitando la sexuación Juan Eduardo Tesone El psicoanálisis es el producto de una época que reprimió e histerisó la sexualidad, nosotros somos contemporáneos de un tiempo que la exhibe y la potencia. ¿Qué es lo que permanece de las bases sobre las cuales se fundaron nuestras prácticas y nuestras teorías sobre la sexualidad y la identidad sexual? ¿Cómo diferenciar la sexualidad actual de aquella de siempre? ¿Existe una subjetividad contemporánea desde la sexuación actual?

Las cosas serían evidentemente más simples si se pudiera describir la vida sexual a partir de una ineluctable atracción de un sexo por el otro. Lejos estamos de dicha simpleza, la diversidad de elecciones de objeto, la contingencia del objeto, está a la vista para desmitificarlo. Lo que Freud inventa y constituye el meollo de la experiencia analítica, la sexualidad infantil, no es una sexualidad preliminar que se resolvería en la sexualidad genital- y la palabra genital, utilizada para describirla, advierte Jacques André- no es para nada satisfactoria. La sexualidad infantil « no es más que un primer tiempo, el esbozo prematuro; no es una sexualidad inmadura sino una sexualidad otra, nunca « asimilada », siempre extranjera, inquietante y apasionante. La sexualidad genital tiene un objetivo, la infantil es polimorfa: desea sin saber lo que quiere, es la sexualidad sin fin ».

Lo sexual no es el único objeto del análisis, pero es su objeto constante: desde Freud es uno de los dos polos de la vida psíquica. Perdiendo su meta instinctual, la sexualidad humana, es decir la pulsión, se corrió de su objetivo social desde la perspectiva de la reproducción en beneficio del deseo. Por otro lado, las posibilidades de fecundación por fuera de lo sexual introdujeron una gama de posibilidades de reproducción hasta ahora inéditas para la especie. No sólo no se necesita del llamado « otro sexo » para fecundar, ni siquiera se necesita de un otro. La probeta es suficiente. Fecundación asistida, vientres de alquiler, don de esperma o de óvulos que multiplican concepciones, embriones congelados que se pueden reactivar luego de otra generación. La noción de incesto se diluye. Se puede entender que para la sociedad pueda ser una amenaza que cuestiona su principio de organización y que requiera mecanismos de regulación (prohibiciones y obligaciones en el marco de un ordenamiento simbólico).

En nuestro país se erigió en ley jurídica la posibilidad de inscribirse en el registro de las personas y por ende en el documento de identidad, el sexo auto-percibido independientemente del sexo anatómico. La anatomía no es más el destino, el destino se va modelando en función del deseo del género al cual se quiere pertenecer, sin que esto requiera necesariamente un cambio anatómico. Independientemente de las formas que pueda adquirir la sexualidad de las subjetividades actuales, las mismas no garantizan una mayor libertad psíquica.

Por el contrario, una mayor libertad de expresión de la sexualidad genera a la vez espanto y fascinación. «El sexo y el espanto » es precisamente el título de un ensayo de Pascal Quignard. Asociar el sexo al espanto parece tener reminiscencias victorianas, dado que la sexualidad contemporánea parece a-conflictiva, si la comparamos con la victoriana. ¿Y sin embargo, no sería válido pensar que actualmente el sexo produce espanto, y no solo en los detractores de sexualidades disidentes, sino en los mismos militantes de dichas sexualidades? Quizá se exhiba la sexualidad para paliar a la angustia que sigue produciendo la incompletud. El cuerpo sexuado, la sexualidad, no ha dejado de ser disruptiva para el ser humano. Más allá de las modalidades que tengan sus expresiones, la sexualidad humana, es desde el inicio una psicosexualidad y por ende sujeta a conflictos entre las instancias. La sexualidad oscila entre los polos de espanto y fascinación, encontrando en su recorrido todos los matices.

Asistimos en nuestra época a una vasta paleta de subjetividades que expresan la sexualidad de manera muy diferente. Esto no es nuevo. Ni los griegos ni los romanos distinguieron homosexualidad y hetererosexualidad. Solo distinguieron actividad y pasividad desde una perspectiva falocéntrica. Desde Freud aprendimos que actividad es sinónimo de masculinidad y pasividad de feminidad. Pero ¿qué es femenino, qué es masculino? ¿No responde a la idea de un esencialismo femenino opuesto a su par masculino? Leticia Glocer-Fiorini justamente, en su libro «Lo femenino y el pensamiento complejo», cuestiona la binaridad simple entre lo masculino y lo femenino y se interroga sobre la misma. Fuera de los preceptos culturales de lo femenino y lo masculino, ¿qué decimos cuando decimos masculino y femenino más allá de la actividad y pasividad?

Lacan tuvo el mérito de hablar de sexuación y de posiciones masculina o femenina, independientemente del sexo anatómico, pero en su célebre fórmula de la sexuación, da por entendido que ya sabemos lo que corresponde a una u otra posición. Si bien hace la diferencia entre el tener y el ser, diferente para cada sexo, para Lacan, el falo es el símbolo del deseo para los dos sexos. Los intercambios sexuales fueron socialmente reglamentados en Europa como un precepto de la vida familiar desde el renacimiento, impuesta por la religión para preservar la institución familiar. No siempre fue así. En todo caso las motivaciones no siempre fueron las mismas y puede sorprender como se reguló la sexualidad en otras épocas. El casamiento romano era una « societas », una asociación de procreación.

La castidad, era la integralidad de la « casta », es decir de aquellas que portan el embrión, el cual proviene exclusivamente, en el imaginario de los romanos, del esperma. Nada es menos casto que esta forma de castidad. La mujer no se supone que es casta porque es fiel. Para los romanos es casta pues permanece intacta respecto a su linaje. Debe tan sólo permanecer casta en lo que respecta a su procreación. Para los romanos, el placer no tiene porqué ser fiel a un otro, tan sólo se exige para asegurar la fidelidad de la procreación, la certeza de la filiación, la fidelidad a la casta.

La sexualidad actual, en su diversidad, cuestiona al modelo normativo de la pareja heterosexual, es bien sabido. Al mismo tiempo, cuestiona la esencialidad de lo masculino y lo femenino. Ya no es “qué quiere una mujer” tal cual se interrogó Freud, sino quién es una mujer, quién es un hombre…y la oscilación entre una y otra categoría que tiende a borrar las fronteras del género. Esto plantea a la sociedad y al psicoanálisis en particular, nuevos interrogantes.

Freud salió por la tangente al describir la bisexualidad psíquica, constitutiva de cada sujeto. Pero las neo-sexualidades, en las cuales lo masculino y lo femenino no aparecen francamente diferenciadas, el cuestionamiento del binarismo simple, la sexualidad trans, la intersexualidad y el conglomerado de la sexualidad queer que cuestiona la noción de género y de identidad sexual estable, no pueden más ser consideradas como marginales, y si lo fueran, ha sido siempre desde la marginalidad que se cuestiona y hace avanzar a la teoría. Asistimos a una nueva clínica que plantea nuevos interrogantes.

La comunidad psicoanalítica no está al margen de teorizar según los prejuicios de la sociedad. Así como las leyes conllevan un retraso respecto a las costumbres, es posible que las teorías psicoanalíticas, salvo excepciones, conlleven un retraso en su teorización. Freud modificó su teoría cada vez que se confrontó a escollos de la clínica.

Creo que urge revisitar la teoría a partir de las nuevas subjetividades contemporáneas, de una nueva clínica, que cuestionan las nociones de género y de identidad inmanente, donde la sexualidad es considerada no sólo la resultante de una singular alquimia, algo que ya Freud había subrayado, sino también la de una subjetividad cuyas identificaciones son múltiples y oscilantes. Aunque me permito afirmar que la sexualidad que busca un partenaire es en el fondo siempre “heteros”, en el sentido que más allá de la forma de expresar la sexualidad, el partenaire es siempre un otro.










lunes 16 de noviembre de 2020






lunes 16 de noviembre de 2020

Diccionario Argentino - lunes 16 de noviembre / 19,00 PM
Conducción: Claudia Borensztejn.
Coordinación: Alejandra Doretti
Diccionario Argentino
lunes 16 de noviembre / 19,00 PM
Conducción: Claudia Borensztejn
Coordinación: Alejandra Doretti
Diccionario Argentino
Día: lunes 16 de noviembre
Hora: 19,00 PM
Conducción: Claudia Borensztejn
Coordinación: Alejandra Doretti
Presentación de la nueva versión del Diccionario de Psicoanálisis Argentino
Presentan: Claudia Borensztejn (APA), Beatriz Zelcer (APA), Azucena Tramontano (APA), Andrés Rascovsky (APA), Alejandra Doretti (APA), Mario Cóccaro (APA), Eduardo Safdie (APA) y Nora Woscoboinik (APA).

Resumen/Intención:

Le damos la bienvenida a la nueva version del Diccionario de Psicoanálisis Argentino, que  agrega 100  nuevos conceptos a los ya incluidos en la primera edición.
Link a Edición Anterior (Tienda) El Diccionario

 

 

 

 










martes 17 de noviembre de 2020






martes 17 de noviembre de 2020

Mesa de diálogo - martes 17 de noviembre / 11,00 AM
Conducción: Abel Fainstein.
Coordinación: Laura Escapa
Mesa de diálogo
martes 17 de noviembre / 11,00 AM
Conducción: Abel Fainstein
Coordinación: Laura Escapa
Mesa de diálogo
Día: martes 17 de noviembre
Hora: 11,00 AM
Conducción: Abel Fainstein
Coordinación: Laura Escapa
Acerca de los Modos del Gobernar. Políticas del Psicoanálisis.
Presentan: Grupo Debates.
Cristina Rosas, Jorge Canteros, Daniel Schmukler, Carlos Antar, Victoria Korin, Jeanette Dryzun, Mónica Hamra, Marcelo Toyos, Alberto Cabral, Abel Fainstein y Mirta Goldstein (Coordinadora).

Resumen/Intención:

Los modos del gobernar y del liderar serán interpelados en diálogo de analistas interesados en las políticas del psicoanálisis actual.

 

 





Colectivo de trabajo / D - martes 17 de noviembre / 13,00 PM
Conducción: Cecilia Moia.
Coordinación: Juan Pinetta
Colectivo de trabajo / D
martes 17 de noviembre / 13,00 PM
Conducción: Cecilia Moia
Coordinación: Juan Pinetta
Colectivo de trabajo / D
Día: martes 17 de noviembre
Hora: 13,00 PM
Conducción: Cecilia Moia
Coordinación: Juan Pinetta
Lo infantil retorna en la escena trasferencial
Presentan: Equipo de Secretaría Científica: Mónica Hamra, Cecilia Moia, Adriana Pérez Alarcón, Alicia García Penna y Mirta Goldstein.
Comenta: Grupo Clínico de Secretaría Científica: Claudia Amburgo, Laura Escapa y Adriana Pérez Alarcón.

Resumen/Intención:

Dos disparadores clínicos servirán de excusa para revisar la incidencia de lo infantil en las escenas actuales de la cura. ¿Cómo adviene al presente lo que no ha tenido palabras y sigue sin tenerlas? La transferencia es motor y vehículo, es memoria y es construcción.

Presentan por Equipo de Secretaría Científica: Mirta Goldstein, Mónica Hamra y Alicia García Penna.

Viñetas: Alicia García Penna y Mónica Hamra.

Comenta: Grupo Clínico de Secretaría Científica.

Integrantes: Cecilia Moia, Adriana Pérez Alarcón, Mónica Hamra, Alicia García Penna y Mirta Goldstein (Coordinadora).

Comentan por Grupo Clínico de Secretaría Científica: Adriana Pérez Alarcón, Laura Escapa y Claudia Amburgo.

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

Lo infantil retorna en la escena transferencial

Colectivo de trabajo

Freud descubre la sexualidad infantil y su incidencia en los síntomas neuróticos, la angustia, los actings y pasajes al acto. A su vez algo resta sin simbolizar, sin ligadura con la palabra.

Las escenas y fantasías primarias retornan actualizadas en la escena transferencial. La escena actual, fantaseada, soñada y/o vivenciada como realidad, contiene la escena infantil y ese plus no ligado.

El psiquismo hace intentos de elaborar lo traumático -que para Freud siempre tiene significación sexual-, por ello decimos que el pasado regresa desde el futuro, aun cuando no haya palabras ni recuerdos.

La repetición busca modificar lo traumático, pero generalmente falla en su tarea. Por ello la transferencia brinda la oportunidad de que algo se transforme y se elabore.

Es nuestro propósito mostrar, a través de dos viñetas clínicas, como se ponen en juego dos escenas: la infantil y su repetición en la transferencia, una dentro de otra. Su aparición, escucha y puesta en palabras determinan puntos de inflexión en el análisis y la posibilidad de su continuidad.

La función analítica de escucha y metaforización, le otorga nueva significación al sujeto en pos de su proyecciónn al futuro.

Primera Viñeta Clínica

Marisa, una joven de 23 años, llega a sesión y, sin mediar palabra alguna, despliega una carpeta con solapa que contiene documentos privados de su padre recientemente fallecido.

Al abrir la carpeta, encuentra unas fotos a color que revelan imágenes que seguramente guarda en su memoria, entre ellas, una muy pregnante, que muestra a su madre en el féretro. La analista, para su sorpresa, se ve reflejada como en espejo en esa imagen, condición que le genera horror. Diez días antes, había sufrido un pequeño accidente en bicicleta y las señales del mismo quedaron marcadas en su rostro, especialmente en un ojo que, a la sazónn, coincidía con el de la madre en la fotografía.

Es de suponer que esas marcas activaron en Marisa las huellas de un accidente automovilístico que su familia sufrió cuando ella contaba con apenas dos años de edad. Viajaban de noche y, al cruzar un paso nivel, las ruedas del auto quedaron atascadas, desesperados ante la inminencia del paso del tren, los padres ayudaron a salir a sus hijos del vehículo, pero el viento los embolsó y sucedió la tragedia. Ambos hermanos salieron ilesos, su padre fue hospitalizado y su madre murió en el acto.

Comentario de Mónica Hamra

Es posible entender la vivencia infantil desde la concepción del trauma puro postulada por M. y W. Baranger en el año 1987. Su alto voltaje consistió en una amenaza para la aún precaria estructura psíquica, puesto que la integración yoica, en ese momento, no podía abarcarlo todo, dada la inmadurez de la niña. Podríamos pensar, entonces, en la posibilidad que ese trauma inicial haya quedado encapsulado, enquistado dentro de una esfera mnésica, con el fin de preservar el aparato psíquico (Ferenczi, 1932), y que en un otro tiempo reclame historización.

Por eso Winnicott (1963) afirma, en su artículo “El terror al derrumbe”, que “El paciente debe seguir persiguiendo ese detalle en el pasado que todavía no fue experienciado, que adquiere la forma de una búsqueda en el futuro.” (p.115)

Este “detalle” lo encuentra en el rostro del analista, marcado por el accidente, condición que le facilita abrir ese archivo que se encontraba apartado de la dinámica psíquica. En efecto, su contenido ha logrado exhumarse a partir de la figura del doble que representa y ofrece la analista, que en tanto objeto muerto pasa a tener el significado de la vuelta de lo terrorífico, anunciado por el sentimiento de lo siniestro en la analista.

Hay que recordar que una de las connotaciones del doble, según Freud (1919), es el ser un seguro de supervivencia del yo, pero luego pasa a ser el ominoso anunciador de la muerte. El sentimiento de lo siniestro “experienciado” por la analista, parece surgir como preanuncio del retorno de lo escindido, confluyendo con él lo potencia, lo que explicaría la intensidad de la angustia de muerte sentida inmediatamente, al verse reflejada la analista como en espejo en el rostro de la madre muerta.

Es posible conjeturar que el rostro de la analista pudo “activar" en Marisa, "del caos de impresiones inconscientes” aquellas que corresponden a la escena traumática que la paciente no recuerda, debiendo ser reconstruida por y en la dupla analítica. El cuerpo de la analista cobra figura como ese lugar donde se expresan las emociones recientemente despertadas, las angustias, el miedo, el dolor que todos hemos conocido durante la infancia.

De este modo, la resignificación será el dispositivo que permitirá que lo no ligado, en lo inconsciente, atemporal y espacial, devenga temporalización historizante. Y será en el marco de la relación transfero-contratransferencial, en el "entre dos" del vínculo analítico, que "a posteriori" se irá construyendo el sentido de un pasado que nunca fue olvidado, que se valió de la transferencia como pieza de repetición.

Segunda Viñeta Clínica

Antonio trabaja como profesor en una Universidad Europea de relevante importancia; está por presentar una tesis que, de ser aceptada, podrá obtener un cargo muy importante a nivel internacional dentro de su carrera docente. Estando en  la Argentina, toma sesiones de manera presencial.

Llama  media hora antes avisando que no va a poder venir porque sufrió un “accidente” doméstico,  se ha cortado el dedo índice y en ese momento venía desde la clínica donde fue atendido.

Para dar testimonio de lo ocurrido envía   una foto vía  whatsapp donde está con las manos al volante de su auto y el dedo índice de su mano derecha con una sutura. Se  observa que no está vendado y se pueden ver los hilos de la costura.

Un sueño relatado días anteriores, viene a la memoria del analista.

 En el mismo, Antonio se miraba aterrado y perplejo, al ver que se le habían caído totalmente sus genitales, como si se le hubiesen despegado. Acto seguido, en una segunda escena, dentro del mismo sueño, se encuentra con el Decano de la Universidad con quien tiene que discutir su tesis; al querer explicarle cual es la hipótesis que quiere presentar y defender en su trabajo , se queda mudo completamente sin voz, no pudiendo articular palabra.

Luego de tres sesiones comienza diciendo: “No sé qué es lo que me está sucediendo con Julie, tenemos relaciones cada tanto, ¡no sé qué es lo que le pasa con esto! de vez en cuando tenemos unos encuentros maravillosos, en los cuales logramos un total entendimiento… algo muy especial… ella se entrega totalmente y el momento es maravilloso, pero esto sucede solo de tanto en tanto, es como si nos perdiéramos el uno en el otro”.

Ante la pregunta de qué es lo que él piensa que determina ese encuentro casi mágico tal como lo relata, dice:

“Si… es cuando yo” le meto” el dedo en el ano, suspira profundo, y expresa rápidamente: “¡te lo dije!”... es ahí cuando ella se pierde y tiene una entrega total, en donde los dos disfrutamos intensamente, tal como decís, es un momento casi mágico”.

Comentario de Alicia García Penna

Si bien Antonio expresa un punto álgido de absoluto goce que respondería a un deseo intenso de Julie es, sin embargo, la palabra de él con quién contamos y quien nos habla.

Reviendo la secuencia de lo sucedido, tres hechos son significativos: dedo cortado, sueño relatado anteriormente y rememorado por la analista, y descripción de la escena sexual.

En el reordenamiento temporal, primero está el sueño: caída de los genitales y pérdida de la voz; podría pensarse como anticipación del accidente, “corte, sutura, castración”; por último la escena sexual, el dedo en el ano, y la intensidad de goce ; se provocaría una reviviscencia de una fantasía a la que el niño no ha podido renunciar, otorgándole a la mujer aquello faltante.

 Dicha fantasíaa tendría un correlato con el análisis freudiano del valor del “fetiche”; el mismo hace aparecer al “pene de la mujer” como constitutivo de un objeto de deseo que se inscribe a la manera de certidumbre de completud.

“Pene de la madre”, algo impensable e irreal, fundado en una inexistencia; concepto que nos llevaría a pensar, como lo define Leclaire, (1978) en una especie de “falsa hipótesis necesaria para su lógica” (pág.60).

Esa mujer provista de un pene, otorgado por él, nos lleva siguiendo el pensamiento de dicho autor como un “punto focal “en la cadena del deseo perverso, lo que se “reconoce en el desconocimiento”. Lo que es corte, ausencia de sesión, “sutura”, se constituye en completud y máximo goce en la escena sexual. Lo impensable en la realidad se restablece en el deseo.

Dos casos que se igualan al presentar lo imposible de simbolizar de sexo y muerte por lo cual irrumpen como escena actual. En uno es la muerte de la madre en lo real que se activa en el encuentro con el rostro “marcado” de la analista, circunstancia que sugiere que aquello imposible de simbolizar retorne desde la percepciónn. La paciente se verá compelida a repetir el suceso traumático, ahora activado, y a través del análisis irá consiguiendo nivel representacional y significación.

En el otro es el goce de un “otorgar”, en un retorno de aquello que no existió salvo en la fantasía de completud materna. En la confesión “te lo dije”, hay un “te lo doy”, ofreciéndole al analista, en el despliegue transferencial, aquello que él considera la completud imaginaria; al confesarle el secreto atesorado, se con- funde en un goce compartido.

Ahora la analista tiene la “llave” de su secreto, en tiempo” actual” la escena primordial es recreada, podríamos quizás pensar en un “deseo de reconocimiento en el reconocimiento del deseo”, lugar donde el análisis se presenta como posibilitador de una elaboración en pos de una vida sin ataduras.

En “Más allá del principio del placer” (1920), Freud afirma que es en la transferencia donde se observa regularmente la repetición. Repetición que Freud llama aquí “reproducción”, para oponerla a la “rememoración”, interviniente en el sueño traumático y en la transferencia. La diferencia entre reproducción y rememoración, sería que la reproducción expresa la tendencia a hacer lo mismo bajo la apariencia de lo otro, a revivir en cuanto tal lo que se repite por falta de una inscripción capaz de hacerse objeto de un trabajo.

Desde nuestra perspectiva, la huella tiende a actualizar, antes que a la evocación e historización del acontecimiento, y es en el “te lo dije” de la segunda viñeta, el que retorna como “te lo doy”, ahora, aquí, entre los dos...

Bibliografía

Ferenczi, S. (1932).-- La confusión de lengua entre los adultos y el niño, En: obras completas. Madrid: Espasa-Calpe, 1984. Vol. 4

Freud, S. (1914) Recordar, repetir y elaborar (Nuevos consejos sobre la técnica del psicoanálisis II) En Sobre un caso de paranoia descrito autobiográficamente (Schreber) Trabajos sobre técnica psicoanalítica y otras obras (1911-1913) -- Buenos Aires: Amorrortu, 1993.Vol. 12

(1917-1919) De la historia de una neurosis infantil. En De la historia de una neurosis infantil (el “Hombre de los Lobos”) y otras obras (1917-1919) -- Buenos Aires: Amorrortu, 1994.Vol. 17

(1919) Lo ominoso. En De la historia de una neurosis infantil (el “Hombre de los Lobos”) y otras obras (1917-1919) -- Buenos Aires: Amorrortu, 1994.Vol. 17.

 (1920) Más allá del principio del placer (1923) En Más allá del principio del placer Psicología de las masas y análisis del yo y otras obras (1920-1922) -- Buenos Aires: Amorrortu, 1993.Vol. 18.

(1923) El yo y el ello. En El yo y el ello y otras obras (1923-1925) -- Buenos Aires: Amorrortu, 1993.Vol. 19

Hamra, Monica, (2006) El retorno de lo escindido. Tesis de Maestría. Universidad Nacional de la Matanza.

Leclaire, Serge, (1968) Psicoanalizar.3ª edición en español. Mexico,1978.

Winnicott Donald, (1974) El temor al derrumbe. En Revista de Psicoanálisis ApdeBA Vol 4, Nro.2. 1982.





Taller de textos breves / 10 - martes 17 de noviembre / 15,00 PM
Conducción: Teresa Zaefferer.
Coordinación: Miguel Eglis
Taller de textos breves / 10
martes 17 de noviembre / 15,00 PM
Conducción: Teresa Zaefferer
Coordinación: Miguel Eglis
Taller de textos breves / 10
Día: martes 17 de noviembre
Hora: 15,00 PM
Conducción: Teresa Zaefferer
Coordinación: Miguel Eglis
a. Desamparo y vínculo afectivo / Dos caras de una misma moneda
Incertidumbres, angustia, sueños y síntomas
Presentan: Lorena Silvana Vázquez (Miembro del equipo de Trabajo del Programa “Lo Grupal”. Departamento de Extensión, Relaciones Institucionales y Graduados de la Facultad de Psicología, Universidad del Aconcagua.).

Resumen/Intención:

Se reflexiona sobre el Desamparo original y su relación con la incertidumbre de niños y niñas en el devenir de su formación inconsciente.

Se intenta una aproximación respecto de la importancia del vínculo afectivo como mitigador de la incertidumbre y como éste se manifiesta en la pandemia por COVID-19.

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

Desarrollo

Tomando a Olivan De Oliveira Liger (2014), (el Desamparo es un estado de impotencia que el ser humano enfrenta ante el dolor psíquico y según Freud, el sufrimiento puede deberse a tres situaciones diferentes: a la decadencia del propio cuerpo que lleva a la muerte; frente al mundo externo y sus fuerzas destructivas y, finalmente, en las relaciones con sus semejantes. (p.1)

En la formación de la persona es necesario satisfacer sus necesidades básicas de hambre, sed e higiene a través de las cuales se agrega el afecto, la calidez, la contención y el cuidado de quién hace la función materna. Las impresiones sensibles de sentir el afecto materno garantizan una inversión en la percepción, hasta ahora nula e indiferente de la conciencia originaria. De Oliveira (2014)

 De esta manera, se establecerán las bases para el surgimiento de la conciencia secundaria donde se inscribirán las marcas mnémicas. El apoyo constante en la conciencia originaria contribuirá a la organización del mundo sensible en una forma diferente, que será la base para el desarrollo posterior del yo. De Oliveira (2014)

Cuando existe carencia de afecto materno o es insuficiente en la primera semana de vida, la percepción de su falta impedirá el establecimiento de la conciencia secundaria, generando un vacío que comprometerá el desarrollo posterior, fragmentando o inhibiendo el psiquismo. El desamparo y la identificación con la muerte, resultado del vacío afectivo, promoverá la instalación de la angustia automática, somática, puesto que no tiene en la mente, la experiencia del registro De Oliveira (2014)

Tomando en cuenta la carencia de afecto, es conveniente señalar la formulación de René Spitz (1990) quien postula dos tipos de patologías en base al

tiempo transcurrido respecto de la privación afectiva, la primera, Privación afectiva

parcial o Depresión Anaclítica y la segunda carencia total o Marasmo. La depresión anaclítica y el hospitalismo nos demuestran que la carencia afectiva detiene el desarrollo en todos los sectores de la personalidad. (p.113)

 

Retomando la noción de Desamparo, el término es elegido para especificar el estado del recién nacido, que por su prematuridad es incapaz de realizar movimientos, acciones específicas para satisfacer sus propias necesidades y por lo tanto completamente dependiente del cuidado y asistencia de un adulto. Rodríguez (2012, p.5)

Es importante destacar que desamparo denota una cualidad de lo inconsciente, la alteridad esencial del sujeto que tiene su origen en la dependencia del otro. Éste estado de prematuridad marca con su impotencia ese estado de tensión interna que duele, por hambre o por sed, y que lo empuja a una llamada a otro, a través de su primera lengua, el llanto. A través del dolor la cría humana demanda una acción adecuada por parte del adulto que ponga fin a su estado Rodríguez (2012)

El “estado de desamparo” es el nombre dado por Freud a la situación de dependencia del recién nacido. Ese estar inacabado, incapaz de suprimir por sí mismo el exceso de tensión provocado por diferentes estímulos como el hambre, tiene como consecuencia a través de la primera experiencia de satisfacción, investir al adulto que le ampara, de una omnipotencia atribuida habitualmente a la madre o a quien ejerza su función. Rodríguez (2012, p. 9)

De esta manera, la famosa frase de Freud: “Wo Es war soll ich werden/ donde Ello hubo Yo advendrá”, anticipa la división y el desconocimiento de un sujeto que desde el desamparo tendrá que hacerse palabra para ponerse al abrigo del otro. De Oliveira (2014)

En éste estado de desamparo, podemos aseverar la importancia de un adulto que pueda hacer las veces del cuidador primordial para esa cría humana y tomando la teoría de Apego, la importancia de un apego seguro, que según Di Bártolo (2018), el término “seguro” alude a la confianza de un individuo en que una figura protectora va a estar disponible si se la necesita. La palabra “seguridad” proviene del latín sine cura: “sin preocupación”. Estar apegado con seguridad implica no estar preocupado por la disponibilidad de la figura de apego. Un individuo que sabe que puede contar con el apoyo y la protección de una figura de apego es libre para prestar atención completa a otros temas o actividades. (p 18-19)  

 

Si tomamos el estado de desamparo Bowlby (citado en Casullo, 2005) dirá que los vínculos de apego se distinguen de otras relaciones en el hecho de que proveen sentimientos de seguridad y pertenencia, sin los cuales habría aislamiento e inquietud.

 

Si el cuidador es una figura cercana a la que el niño puede volver en caso de riesgo, proporcionará experiencias de apego seguras; si, por el contrario, la figura de apego no siempre está disponible y no siempre es receptiva a las necesidades del niño, éste experimentará inseguridad, miedo y ansiedad. Casullo (2005)

 

Ainsworth (1989, citada en Casullo, 2005) describe el lazo o vínculo de apego “no como diádico sino como una característica individual relacionada con una representación personal interna. No se trata de una relación entre dos personas sino de un vínculo con otra persona percibida como más fuerte y más capaz”. (p.19)

 

Un vínculo afectivo generalmente es permanente, no transitorio; implica a una persona en particular que no es cambiable por otra; es emocionalmente significativo. Puede decirse que el individuo desea mantener la proximidad y el contacto y siente malestar ante una separación involuntaria. Ainsworth, citada en Casullo (2005, p19)

 

          Cuando el niño y la niña no reciben de parte de su cuidador principal, proximidad, sostén tanto físico como emocional, se evidencia la reactivación del desamparo, similar a la reactivación del desamparo en el adulto al ser impactado por un acontecimiento que haga eco en su marca traumática en el curso de su vida.

Así, cada vez que algo abrupto irrumpa desde fuera o desde dentro ese episodio traumático entrará en conexión con el desamparo originario. Rodríguez (2012, p11) Situación que fácilmente podemos acoplar a la que vivimos en la actualidad a raíz de la pandemia mundial por COVID-19.

La pandemia, es una situación extraordinaria, nunca antes vivida por la sociedad contemporánea y de la cual no existen precedentes. Se evidencia la caída de estructuras que daban a la sociedad y a quienes vivimos en sociedad, sustrato, sustento, sostén, seguridad y sentido de comunidad que sin los mismos aparece la angustia ante la vivencia del desamparo original.

En base a la vivencia del estado de desamparo, se pone de manifiesto, se reactiva lo inconsciente, el cual permanece activo, lo que fue reprimido ejerce presión e intenta rebrotar. Rodríguez (2012)

Será entonces, ¿que la salida de este estado de indefensión es la salida colectiva? ¿Pues es en comunidad donde la trama nos sostiene o será que la barbarie nunca ha sido desalojada de nuestra aparente apacibilidad?

Tomo las palabras de Rodríguez Rendo (2012) quien refiere que quizás no se trata de que el mundo se haya vuelto más inestable, sino que la inestabilidad y la fragilidad de la vida han quedado al descubierto. (p2)

Bibliografía:

 

Casullo, M y Liporace Fernández, M. (2.005). “Los Estilos de Apego”. Teoría y Medición. Buenos Aires: JVE Ediciones.

De Oliveira Liger, O. (2014). “El Desvalimiento como síntoma de la postmodernidad. De como la contemporaneidad evoca el Desvalimiento”. Presentado en el 30º Congreso de Psicoanálisis Latinoamericano (FEPAL). Recuperado de: https://fepal.org/wp-content/uploads/0088.pdf

Di Bártolo, I. (2018). El Apego. “Como nuestros vínculos nos hacen quienes somos”. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Lugar Editorial.

Rodríguez Rendo, M. (2012). “El sujeto a la intemperie. La cuestión del Desamparo  

en Freud y en Lorca”. Recuperado de:           https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3910976.pdf

Spitz, R. (1990). El primer año de vida del niño. “Génesis de las primeras relaciones objetales”. Madrid. Editorial Aguilar.

 

 




b. Arte, Trauma y movimiento psíquico
Los malestares de la cultura: la cuarentena vivida
Presentan: María Elena Moreno (APA), María Alejandra Alvárez (APA / CPBB), Karina Meccico (APA / CPBB).

Resumen/Intención:

En el contexto del Covid, hay una imposición exterior que excede el conjunto y origina significaciones desconocidas,  ¿podremos pensar que lo expresado en el Chiste y el Arte Urbano podría originar significaciones innovadoras ¿qué acontece en lo intersubjetivo?

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

En el contexto del Covid, hay una imposición exterior que excede el conjunto y origina significaciones desconocidas¿podremos pensar que lo expresado en el Chiste y el Arte Urbano podría originar significaciones innovadoras? ¿que acontece en lo intersubjetivo?

Planteamos que el arte es siempre intersubjetivo, su manifestación contempla  al creador y a un otro.

Freud(1913), plantea: “…Es verdad que figuran como cumplidas sus más personales fantasías de deseo, pero ellas se convierten en obra de arte sólo mediante una refundición que mitigue lo chocante de esos deseos, oculte su origen personal, y observe unas reglas de belleza que soborne a los demás con unos incentivos de placer.

  Fischbein, en “Cuerpo e intimidad en el arte”, (2017), comprende que la obra artística nace del intercambio intersubjetivo . Contexto que contribuye al proceso creativo con la resignificación ulterior del objeto creado, devenir sociocultural del que emerge y se recrea en cada nueva lectura,  adquiriendo vida propia.

Hay un tres entre - dos que se interrelacionan en forma continua e íntima:

Relación:  autor- contexto.

Emerge-creación:    autor- obra.

Se presenta: Obra- contexto

La producción artística puede crear, un nuevo lenguaje, quiebra convencionalismos , permitiendo un cambio en lo cultural que corta con lo devastador de la compulsión de repetición y allí adquiere identidad y genera su propio tiempo”.

Rosolato, en “La relación de desconocido”, 1978, en la mirada más compleja del narcisismo, nos permite repensar el lugar del arte como borde o desborde. Para su creación el artista desde su narcisismo trófico, necesita este sostén somato-psíquico que "induce las operaciones de interiorización (incorporación, introyección, identificación), es decir tienen una función trófica, en el sentido de auto restauración que evoca las necesidades nutritivas vitales que dominan la organización inicial del narcisismo”. Este retiro libidinal es “fuente de placer” y no excluye la relación de objeto ni el ejercicio del pensamiento, a través de “las vías de producción artística, donde el mundo está tomado por los significantes que organiza el deseo, ejerciendo acción sobre la realidad. Es decir,  la actividad mental del creador artístico es narcisista en la medida en que su función consiste en mantener la cohesión estructural, la estabilidad temporal y la coloración afectiva positiva de la representación de sí  y modificando lo cultural.

Pensamos el movimiento de producción artística como modo de tramitación de lo conflictivo-ideal del yo, así como de lo escindido-yo ideal, creando identificaciones y representaciones sociales, a través del vínculo con otro significativo cuya función cohesiva le da sostén modificando el destino de la “carencia”.

Instancia patogénica jerarquizada por la dialéctica entre el trauma y la “función sostén de objeto”. Objeto tomado desde Freud como “auxiliar, modelo, objeto y rival” (Freud, 1921), quien ofrece modelos de identificación y a través de redes vinculares estructuran los valores de una cultura.

El arte permite pasar de la naturaleza a la cultura, contexto social que nos permite “ir siendo producido en cada encuentro”, Puget, J.,2005, y lo abordamos desde una metapsicología que incluye lo escindido no representado en una dinámica recursiva produciendo transformaciones en las subjetividades.

Desde el contexto del Covid ponemos hoy la mirada en lo intersubjetivo, y es Puget quien nos aporta pensar desde Bauman, Z., 2000; Lewkowicz, I., 2004, el modelo social de formaciones líquidas donde “la historia se crea a partir del hecho traumático y el conjunto también se origina a partir del mismo desprendiéndose de la historia anterior. Predomina lo imprevisible y los mecanismos de defensa que los grupos y los conjuntos administran en esos casos.” donde la temporalidad y los traumas se inscribirán con características propias. Habría que incorporar el trabajo psíquico que demanda ir siendo un sujeto diferente e ir perteneciendo a nuevos vínculos con nuevas características con inscripción novedosa.

En estas condiciones sanitarias, el movimiento tiene un límite. Movimiento que es propio del deseo y de la elaboración de los conflictos y lo traumático. Y es el lenguaje el que ayuda a pasar de la impotencia a la posibilidad, de lo desesperante a lo esperanzador.

El chiste y el humor crean neologismos, palabras puente, nuevas inscripciones que ligan, permitiendo la continuidad del movimiento así como el pasaje de la cantidad a la cualidad. Son operaciones e intentos de salida de lo inconsciente, favorecen la descarga, se mueven entre las pulsiones y tienen que ver con las significaciones, el goce propio y del otro. Podemos decir que tienen una función protectora.

En el redescubrimiento de lo consabido, que genera placer, se encuentra el factor de la actualidad, estos chistes contienen alusiones a personas o episodios actuales en su época que despiertan el interés general y conservan su tensión, tienen un ciclo vital y luego entran en el olvido. Según Freud  el chiste también es una forma de hacer frente a la represión social, cultural e individual que nos genera displacer o neurosis, una forma de revelarse, es un desafío represor.

El confinamiento obligatorio pone a la vista los innumerables conflictos que intensifican los sufrimientos psíquicos. Esto proporciona un rico material para la representación de las subjetividades y las intersubjetividades en tiempos de pandemia.

En el arte urbano, la temporalidad que impone el coronavirus, interrumpe el ritmo de las decisiones de la vida cotidiana e impone todas aquellas que tenderán a paliar, significar y hacer en función de lo ocurrido. Es una intervención en lo social, porque adviene en un vínculo, en un puro devenir de la constitución subjetiva.  Adquiere un sentido propio en esta pandemia.

Pejac, seudónimo de un artista urbano español, retoma un antiguo concepto por él creado: transformar ventanas en un soportes o filtros para cambiar su visión de la realidad externa a su hogar. E invita a las personas, a través de las redes sociales, a generar un movimiento global inventivo, “levantarse poéticamente contra la propagación del virus”.

Banksy, seudónimo de un artista urbano británico.En su vida hay algo desconocido de su linaje, que no sólo nos remite a un desamparo, sino que es posible que se inscriba como un exceso que irrumpe, gestando una marca propia en sus producciones. Las mismas dan cuenta de intervenciones que cuestionan un orden sociopolítico establecido.Sin embargo “Game Changer” visibiliza y reivindica al sistema de salud britanico, en la figura de la enfermera.

 

Conclusión

El Chiste y el Arte Urbano muestran lo imprevisible y al decir de Pontalis 2004 “Hacer con lo que sucede y ocurre” , inscribiéndose. como acontecimiento.




c. Lo femenino sujeto de derecho.Una mirada interdisciplinaria entre lo psicoanalitico y jurídico
Lazos familiares y poblaciones en riesgo
Los malestares de la cultura: la cuarentena vivida
Presentan: Clara G. Benseñor (APA), Elda Irungaray (APA), Maria I. Iribarren de Sahovaler (APA), Juana Berezin (APA). y Martha Nowik (APA).

Resumen/Intención:

El objetivo de esta presentación es la de señalar la intersección entre psicoanálisis y Derecho, en cuanto a cómo en cada disciplina ha sido y es significado el concepto de ley, en relación a lo femenino.

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

Lo femenino sujeto de derecho. Una mirada interdisciplinaria entre lo psicoanalítico y Jurídico

Autores: Mag Clara G Benseñor, Lic Juana Berezin de Guiter, Lic.Maria Iribarren de sahovaler, Lic, Elda irungaray, Lic Mirta Marengo, Lic, Martha Nowik

El objetivo de esta presentación es la de señalar la intersección entre psicoanálisis y Derecho, en cuanto a cómo en cada disciplina ha sido y es significado el concepto de ley, en relación con los deberes y derechos femeninos.

El discurso jurídico y el de la subjetividad tiene en sus campos nociones que comparten: sujeto, responsabilidad, culpa, ley, pero son tratados desde campos diferentes, uno desde el simbólico (campo de la constitución subjetiva), el otro desde lo fáctico (campo del derecho social).

Durante mucho tiempo a la mujer se le negó la participación en la cultura como un agente de   la misma, tuvo que luchar largamente para que se le reconocieran sus derechos, la subjetividad femenina como hoy en día se nos presenta, con  sus modos  de socialización, individuación y subjetivación, es el resultado de las rebeliones que llevo a cabo para defenderse del lugar que la sociedad y cultura le imponían, ser sojuzgada por el poder del hombre, su lucha se remonta a fines del siglo XIX y principios del XX.

Hay un sociólogo Gilles Lipovestsky que introduce el concepto de tercera mujer, precedido por el modelo de la primera mujer, que es la despreciada, desvalorizada, la ubica en el paganismo en la cultura medieval, era peligrosa, diabólica, bruja.

La segunda mujer la ubica en el siglo XII hasta el XIX es la bella del renacimiento, se la sacraliza como la madre, esposa, educadora, pero el poder lo sigue teniendo el hombre, el de ella se circunscribe a la vida doméstica

La tercera mujer es la que surge “del día después de la mujer de la casa” nos dice el autor el trabajo femenino se incluye sobre todo a partir de las guerras cuando no había hombres, y a eso se le va sumando que la mujer incursiona en los estudios universitarios. Con el correr del tiempo deja de ser considerada solo madre, sino también amante, deseante, con libertad sexual, la igualdad con el hombre se   intensifica ambos proveen alimento para la familia.  

En la Argentina se fueron estableciendo las normas que permiten jerarquizar el lugar de lo femenino. Desde lo político con la ley de Luis Saenz Peña de 1912 que permitido el voto femenino.

El aumento de la mujer en la fuerza del trabajo, originaron nuevas figuras dentro del derecho laboral tales como estrés laboral, acoso sexual, discriminación laboral, así en 1993 -1994 surge el primer plan de Igualdad de oportunidades para la mujer, y la reforma de la constitución realizada en 1994 se establecieron clausulas reconociendo el derecho de la mujer. En los años 2008 y 2009 se siguieron sacando leyes que protegen a la mujer de daños morales y materiales.

El haber logrado estos avances fue el resultado del trabajo que realizaron a nivel institucional, logrando de esta manera que lo femenino tenga una real pertenencia en el mundo simbólico.

Y por otra parte el reconocimiento sus derechos legales, rompen con los procesos de domesticación que una cultura fálica mantuvo durante mucho tiempo, y posibilitó la acentuación del masoquismo, el narcisismo, la pasividad, la violencia hacia la mujer

Viñeta clínica

Es el caso de una mujer de 52 años cuyo motivo de consulta es que la idea de finitud hacía mucho tiempo que le producía una intensa angustia, que se le tornaba cada vez más insoportable.

Había sido adoptada a la edad de 3 años, la relación con la madre adoptiva fue muy mala desde el primer encuentro , la amenazaba con devolverla a la institución sino obedecía. Con el padre tuvo una muy buena relación siempre.

Siendo adolescente la madre fallece por padecer cáncer, ella se casa a los 24 años, se embaraza, pero lo pierde, no puede quedar nuevamente embarazada y adopta una hija. Trabaja como funcionaria pública, es artista hace presentaciones de performans.

Al año de tratamiento comienza a traer a sesión los malos tratos que recibe del marido, al principio son comentarios hechos al pasar, parece estar midiendo lo que va a decir observa la reacción de la terapeuta.

Como toda mujer maltratada pasa por un periodo de negar que lo es, cuando en las sesiones se presentan indicios de maltrato hacia ella lo excusa a su marido en su accionar, dice que el está cansado, tiene problemas en el trabajo, o yo no lo atiendo como él quiere. 

Con el correr de las sesiones, comienza a relatar con más detalle las situaciones de malos tratos. El marido violento, le gritaba, la amenazaba con que la iba a golpear, no lo hace, pero la insulta, o tira cosas por el aire, ella le pide que se tranquilice la contestación que recibe es “chiquita lo nuestro es relación o muerte”. 

En un segundo periodo, empieza a considerar que hay un problema, pero se siente responsable del mismo y merece el maltrato, tiene dificultades  de exponer los hechos en toda su plenitud.  Un tercer periodo en que puede comenzar a reconocer su sometimiento, incrementar su autoestima, buscar actividades o tareas que le son gratificantes sin sentirse culpable hasta separarse del marido.

El porqué de su angustia con la idea de finitud comienza a significarse: la adopción y la violencia afectiva de su madre adoptiva,    la muerte de su hijo, los malos tratos y amenazas de muerte del marido.

El pasaje de la negación de su problemática hasta la separación del marido le llevo un largo tiempo de análisis, pasados los tres años puede acudir en busca de ayuda legal, aunque antes se le había propuesto, no lo había podido implementar, contrata un abogado con quien se comienza a trabajar interdisciplinariamente.

La justicia interviene, se llega a un juicio, su terapeuta es una de los testigos, lo que se observa en esta instancia legal es la actitud de los juristas que no pueden ver más allá de lo que fácticamente se les presenta, como por ejemplo preguntar porque no acudió antes, dudar de lo que ella hizo para ser tratada así por el marido, finalmente al ex esposo se le aplica   una condena, no de muchos años, pero la ley se lo impone.

 

Ejes propuestos para la discusión

Desigualdad femenina en la sociedad

Lo masculino y lo femenino en la actualidad

Que personalidad tiene la mujer maltratada

El hombre maltratador en que se caracteriza

Que podemos hacer desde nuestro lugar como psicoanalistas

Cuáles son las dificultades y que se nos presentan en el trabajo interdisciplinario, como las resolvemos.

 

Bibliografía

Alizalde, M (1997) La mujer sola. Ed Lumen Buenos Aires

         (2000) Escenarios Femeninos Diálogos y Controversias Ed Lumen, Buenos Aires

Benseñor,C y otros (2016) “Diálogos entre el Psiconálisis y el Derecho:  ficción-realidad” congreso Fepal Buenos Aires

Bleichmar, E ( 1997) La sexualidad femenina. De la niña a la mujer. Editorial Paidós, Buenos Aires.

Camargo, L (2005)   Encrucijadas del Campo Psico-juridico. Editorial Letra Viva Buenos Aires

Freud, S (1906) La indagatoria Forense y el psicoanálisis O.C. IX pág. 84

Freud, S (1912) Tótem y Tabú O.C. XIII

Freud, S (1920) Psicología de las Masas y Análisis del Yo O.C. XVIII Pág. 67

Freud, S (1927) El malestar en la cultura, O.C. XXI Pág. 94

           Freud, S (1931) El dictamen de la Facultad en el proceso Halsman O. C: XXI pag249

           Gardner. R (1985), “Recent trends in divorce and custody litigation” The Academy Forum, 29 (2) 3-7.   New

           York, The American Academy of Psychoanalysis

           Legendre, Kelsen, Mari y otros (1987) Derecho y Psicoanálisis, Edit. Hachette Buenos Aires

           Lipovesky,G (2006) La tercera mujer colección Argumentos editorial Anagrama

           Milmaniene, J.E (1994) “Daño Psíquico”, Sobre Daños Ed. Hammurabi. Buenos Aire

           Kriesteva; J (2001) El genio femenino 2. Melanie Klein. Paidós Argentina

 

 

 

 





Taller de textos breves / 11 - martes 17 de noviembre / 17,00 PM
Conducción: Adriana Pérez Alarcón.
Coordinación: Giuliana Rivera Farfan
Taller de textos breves / 11
martes 17 de noviembre / 17,00 PM
Conducción: Adriana Pérez Alarcón
Coordinación: Giuliana Rivera Farfan
Taller de textos breves / 11
Día: martes 17 de noviembre
Hora: 17,00 PM
Conducción: Adriana Pérez Alarcón
Coordinación: Giuliana Rivera Farfan
a. Análisis a la distancia
Los malestares de la cultura: la cuarentena vivida
Los malestares de la cultura: la cuarentena vivida
Presentan: Sara Zusman de Arbiser (APA).

Resumen/Intención:

Hay gran cantidad de temas que se despliegan a partir de lo que observamos atendiendo adultos, adolescentes y niños en forma virtual. Se puede aprender mucho de lo que se intensifica en el vínculo transferencial y contra transferencial durante las sesiones que se desarrollan en forma virtual sin dejar de reconocer también todo aquello que se pierde.

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

: En este tiempo de cuarentena, podemos observar el duelo por la pérdida de la forma de vida y el disfrute de un tiempo anterior y muy reciente.

Si las situaciones actuales, reales, de la vida del paciente tienen efectos traumáticos, el analista también las comparte, ya que le imponen un proceso de innovación de recursos, incorporación de situaciones nuevas y trabajo psíquico sobre ello, para poder llevar a cabo una elaboración, justificación y validación teórica.

Sabemos que el proceso terapéutico transcurre a menudo por diferentes vías explícitas de comunicación, de las cuales seleccionamos algunas. Mientras haya diálogo analítico el encuadre sólo cambia en lo formal.

Los modos en que se lleva a cabo el psicoanálisis han sufrido muchos cambios desde que Freud los empleó por primera vez. Inclusive Freud mismo fue variando a lo largo de su vida.

Hipnosis, primeros momentos con Breuer, Katharina, Juanito a través del padre, la caminata con Mahler, etc.

Freud también se comunicaba con sus pacientes y discípulos a través de cartas, donde se puede observar la continuación de un proceso psicoanalítico iniciado en forma presencial. Hay testimonios de ello, con Lou Andreas Salomé, Ferenczi y otros.

En cada una de aquellas circunstancias podemos observar a Freud trabajando con la CONVICCIÓN de que mantenía un diálogo analítico.

Después de Freud, cada cambio en el procedimiento técnico ha despertado preocupación.

Los analistas ya no ven a los analizados seis veces por semana (salvo casos excepcionales) como se hacía al principio, ni tampoco usan siempre el diván.

Hasta finales de los años 60 existían normas muy rígidas en la técnica para atender a los niños y adolescentes y que en la actualidad son mucho más flexibles.

La nuevas aperturas terapéuticas en la clínica psicoanalítica con niños, familias, parejas, grupos, enfermos psicosomáticos, pacientes psicóticos, grupos multifamiliares, el análisis concentrado, etc., siempre despertaron el mismo interrogante ¿es o no psicoanálisis? ¿y lo que se pierde será superior a lo que se gana?

Nuevas formas de continuar el vínculo con el paciente para que el tratamiento pueda continuar generaron reacciones diversas en nuestros colegas psicoanalistas que no hicieron nunca la experiencia del análisis a distancia y se negaban a hacerlo por resistencias personales a usar tecnología apropiada.

En el año 2010: Una pareja de padres me consulta por síntomas de sus dos hijos, de tres y cinco años de edad que comenzaron cuando faltaban pocos meses para que este grupo familiar emigre a otro país.

Iniciamos un tratamiento presencial que continuamos en forma virtual con sesiones programadas que hacíamos por FaceTime. De esa manera el padre, la madre y los dos hijos pudieron encarar el duelo por la migración que se denunciaba través de los síntomas que presentaban los hijos.

En estos 6 meses de cuarentena, he iniciado nuevos tratamientos. con pacientes que nunca acudieron a mi consultorio.

En estos casos, al guiarnos sólo por nuestra escucha, registramos  estar muy atentos y abiertos a la recepción de distintos estímulos que nos genera el paciente en nuestra contratransferencia.

Una anécdota de una paciente que inició el tratamiento durante la pandemia: Padece una importante patología psicosomática y se comunica para hacer las sesiones por la llamada telefónica de WhatsApp. El logo que aparece con su nombre es la imagen del personaje de “La Mujer Maravilla”. A través de esta forma de darse a conocer me entregó una fundamental formación del inconsciente.

Con toda la tecnología que tenemos a nuestro alcance, es posible continuar  con los pacientes adultos, adolescentes y niños, los tratamientos de pareja y de familia. 

Cuando el analista y el paciente tienen el deseo de continuar el análisis el tratamiento continúa, a pesar de las dificultades que en estas circunstancias extraordinarias las padecen tanto el paciente como el analista, porque los mundos de ambos quedaron superpuestos. (“Analista y paciente en mundos superpuestos” de Leonardo Wender y Janine Puget).

En muchas ocasiones el problema se genera cuando el analista  tiene resistencias internas a incorporar todo lo que la tecnología nos brinda y el paciente lo percibe.

Freud, en los artículos de técnica psicoanalítica señalaba que hacía acostar al paciente en el diván porque ayudaba al paciente a asociar libremente y también porque le influía negativamente a él, la mirada del paciente.

El problema se potencia actualmente cuando la sesión se hace con cámara, porque hay una doble mirada. Tanto el paciente como nosotros, los analistas, vemos al otro y también vemos nuestra imagen que resulta perturbadora. Ese tema fue analizado con muchos de mis pacientes y pidieron continuar con el teléfono sin imagen. Algunos piden saludarnos a la entrada con la cámara, seguir con teléfono y  despedirnos con cámara para recrear  algo del consultorio presencial.

Observamos que los niños y adolescentes, se sienten muy cómodos con cualquiera de estas plataformas y se acomodan fácilmente a continuar su vínculo ya iniciado en forma presencial o lo inician sin conocernos previamente. Poder observarlos en su casa y con sus juguetes y en el vínculo con sus padres, es una experiencia sumamente enriquecedora.

También se presenta en la actualidad  un fenómeno que podemos denominar: “las neurosis traumáticas de cuarentena” parafraseando a las “neurosis traumáticas de guerra”. En el caso de las neurosis de guerra Freud señalaba que estos pacientes tenían todo su aparato psíquico inmerso en el trauma que habían  padecido, con insomnio y terribles pesadillas donde revivían continuamente lo acontecido y no podían dejar de sentir aquel sufrimiento, con grandes dificultades de elaboración psíquica y de poder seguir adelante con su vida y proyectos, quedando totalmente anulados para posibilidades creativas y reparatorias. Esa descripción coincide con las neurosis traumáticas de cuarentena, pacientes aterrorizados, escuchando todo el día noticias acerca de estos temas del Coronavirus, las listas de infectados y de muertos de su país y de todo el mundo, “padeciendo hipocondríacamente” los síntomas que se describen en los infectados e imaginando su muerte inminente como hecho inexorable y sufren de insomnio o se despiertan con pesadillas.  Ellos generan un ambiente muy tóxico, sintiéndose imposibilitados de contener psicológicamente a sus hijos a los que contagian con su pánico.

En el otro extremo encontramos aquellos que niegan la necesidad de cuidados, que minimizan la trascendencia de esta enfermedad y se exponen ellos y todo su entorno.

Pero también observamos otros pacientes, que sin negar la peligrosidad de lo que está sucediendo, respetando todas las medidas de cuidados para todos,  pueden recurrir a la posibilidad de “negar”, como una defensa exitosa en muchos momentos del día y “olvidarse del tema”, no escuchando continuamente noticias y pudiendo apelar a la creatividad y a seguir adelante con sus proyectos.

Estos pacientes, generalmente tienen muchos sueños, que traen a sus análisis y que expresan todos sus miedos más profundos, pero que con su contenido enmascarado pueden cumplir con su función de ser los guardianes del dormir. Estas personas pueden generar un clima que ayuda a sus hijos a poder sobrellevar con menos problemáticas esta cuarentena obligatoria que tienen que respetar.

Hay gran cantidad de temas que se despliegan a partir de lo que observamos atendiendo adultos, adolescentes y niños en forma virtual. Los adolescentes son los que más padecen esta endogamia forzada. Algunas consultas acerca de hijos adolescentes en estos meses de cuarentena tienen un denominador común. Los padres se quejan que sus hijos duermen la mayor parte del día y como “vampiros” están despiertos toda la noche comunicándose con amigos. Es la forma que encontraron de “sobrevivir” al encierro endogámico.

Se puede aprender mucho de lo que se intensifica en el vínculo transferencial y contra transferencial durante las sesiones que se desarrollan en forma virtual sin dejar de reconocer también todo aquello que se pierde.

La tecnología implementada y el encuentro virtual funcionan como un “espacio transicional”. Son usados como aquel osito o frazadita que permiten al niño alejarse de la madre, confiando en volverla a encontrar.

 




b. Desafíos en las intervenciones online desde la Observación de Bebés
Lazos familiares y poblaciones en riesgo
Presentan: Lucila Gamarra Tate (APA), Maria Josefina Saiz Finzi (APA), Susana Awiron (APA).

Resumen/Intención:

En las intervenciones online se ponen a prueba habilidades adquiridas en la formación de observar bebes. Saber esperar, observar los detalles, no interpretar apresuradamente, nos resguarda frente a la angustia que desencadena la pandemia. Las familias se desestabilizan, bebes y niños pequeños presentan urgencias de ser comprendidas. Se presentarán viñetas.

 

 

 




c. El Psicoanálisis arropando el Desamparo / En Tiempos de Incertidumbre y Desamparo…
Incertidumbres, angustia, sueños y síntomas
Presentan: María Pía Isely (Hope Centro Psicoanalítico).

Resumen/Intención:

En Tiempos de Incertidumbre y Desamparo…
“Guárdate de las heridas que sangran sin dolor”.
¿A dónde se dirige el Dolor ante la imposibilidad de elaborarlo?
El dolor sin nombre del Desamparo, ¿a un ataque de pánico, a una enfermedad psicosomática?
Y desde allí ¿Cuál será la función del Analista?

 

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

En 1920 golpe cruel del destino la bella Sophie muere a causa de la gripe; tenía 26 años.

Freud le escribe a Ferenczi

“Mi mujer está terriblemente sacudida pero de una manera más humana”.

Groddeck dirá que esa “inhumana” herida abierta iba a engendrar esa cosa llamada cáncer. (Rodrigué 1996)

En Tiempos de Incertidumbre y Desamparo…

                                                                                   “Guárdate de las heridas que sangran sin dolor”.

¿A dónde se dirige el Dolor ante la imposibilidad de elaborarlo?

El dolor sin nombre del Desamparo, ¿a un ataque de pánico, a una enfermedad psicosomática?

“Ojala no hubiera llorado tanto”, dijo Alicia mientras nadaba en derredor intentando encontrar una manera de salir. “¡Supongo que sufriré el castigo que me merezco por haberlo hecho, ahogándome en mis propias lagrimas!, ¡eso sí que es una paradoja! Es que todo es tan raro hoy. (Lewis Carroll 1863)

El mar de lágrimas de Alicia en el país de las Maravillas. “Debería darte vergüenza empezó a regañarse Alicia…una niña tan grande como tú y llorando”

           “¡Dios mío que cosas tan raras están pasando hoy! Y pensar que tan solo ayer todo sucedía como de costumbre… ¿era yo la misma al levantarme? Pero si no soy la misma… ¿Quién soy Yo?”

          Es que todo es tan raro hoy ¿somos nosotros mismos al levantarnos? ¿Así nos impactó la pandemia, la cuarentena y el aislamiento, en esto que hoy se denomina “la nueva normalidad”?

En “Inhibición Síntoma y Angustia” Freud plantea que en las primeras épocas del desarrollo el trauma puede ser ocasionado por un empuje pulsional frente a un yo aún débil para dominarlo, trauma de nacimiento, angustia frente a la separación materna, trauma de castración.

Cuando Freud habla de neurosis traumática insiste en el carácter a la vez somático del organismo, que provoca una afluencia de excitación y psíquico del trauma. Frente a la afluencia de excitación que irrumpe y pone en peligro su integridad, el sujeto no puede reaccionar frente a una descarga adecuada ni por medio de una elaboración psíquica, desbordado en sus funciones de ligazón, repetirá de forma compulsiva especialmente en los sueños la situación traumática a fin de intentar ligarla.

Cuando el principio de placer queda abolido lo primero que intenta el aparato es dominar el estímulo, ligar psíquicamente los volúmenes de estímulo a fin de conducirlos luego a su tramitación. Sin embargo es distinto dominar de elaborar.

¿Cómo afectó este inmenso evento disruptivo a la sociedad en general, a nuestros pacientes, incluso a nosotros mismos?

Aparecieron angustias difusas,  ataques de pánico,  reminiscencias, sueños tanto en niños como en adultos.

Ahora bien,  Freud nos plantea que debemos tener en cuenta la intensidad del estímulo y el estado de apronte del aparato psíquico, y yo agregaría: el auxilio ajeno en su función contenedora o co-metabolizadora

Ahora bien ¿Cuál será  la función del Analista?

El analista en el papel de Eco no servirá de mucho.

Tal vez nos remitiremos a un analista con una mirada empática que pueda decodificar y codificar el discurso del paciente en desamparo; jugando a través de la transferencia y contratransferencia la presencia- ausencia materna. Logrando así la constancia objetal. Regresando a través del análisis a aquellas etapas del desarrollo que no fueron desarrolladas sanamente.

Para que un posible evento o entorno disruptivo no se torne traumatogénico.

En un primer momento facilitar un ambiente seguro y confiable que posibilite el despliegue de las emociones, que dé permiso para llorar, que restablezca la confianza básica, perdida por lo traumático y luego sostener desde la función de sostenimiento de la que habla Winnicott: el analista está sosteniendo al paciente y a menudo esto se manifiesta mediante la comunicación por medio de palabras y en el momento apropiado que viene a demostrar que el analista conoce y comprende cual es la angustia más profunda que se está experimentando.

Nuestra escucha atenta y nuestra mirada contenedora aun por skype, hoy en día servirá de sostén.

Dice Winnicott: “De nada sirve las palabras de consuelo cuando nuestros hijos sufren de dolor de oídos.”

¿Cómo tramitamos el impacto del coronavirus, de la incertidumbre y el Desamparo’. ¿Desestimamos la sensibilidad de los niños?  No solo sienten la Pandemia, el aislamiento, el miedo, sino que también perciben las sensaciones y emociones del entorno y de sus padres. Y los adultos en muchas ocasiones responden con pánico o desmentida, defensas de ataque o fuga frente al impacto de lo disruptivo actual.

Aparecen reminiscencias de la historia. Que re significan sensaciones de incertidumbre y desamparo antes vividas. Con cautela y empatía servirán para elaborar en sesión aun virtual los traumas no elaborados de la historia. Aquello que  pugna por salir haciendo síntomas por lo general lo desmentido a modo de compulsión a la repetición. Lo no elaborado de la historia escindido que se repite en un intento fallido de elaborar y allí necesitará del auxilio ajeno: Analista

En muchas ocasiones regresan a  un lugar infantil de desamparo, reviviendo las defensas que utilizaron en aquel momento.

Desde allí El analista allí tendrá  una posición más activa prestando asociaciones.

 

Entonces: ¿Cuál será la función del analista?

El analista en el papel de Eco no serviría de mucho. Para salir de esa situación deberá no-solo callarse cuando siente deseos de decir una palabra, sino que también deberá hablar cuando tenga deseos de callarse. (McDougall, 1978) Mientras el paciente no se sienta atrincherado detrás de su propia identidad y valor, el analista será llamado a cumplir lo que Winnicott describe como “sostén (holding) de la situación en tiempo y espacio”. En el ámbito de la función analítica, significa sostener y contener los elementos psíquicos que el paciente despliega hasta que es capaz de vivenciarlos en la transferencia.

Para ir concluyendo: ¿qué habrá sentido Freud en tiempos de Incertidumbre y Desamparo?

 

“Es difícil describir nuestro estado de ánimo durante ese período. Es mucho lo que se ha escrito sobre las crueldades de los campos de concentración y exterminio. Pero se sabe menos sobre lo que representa sentirse repentinamente fuera de la protección de las leyes ordinarias. Hubiera sido anormal no sentir miedo ante una llamada a la puerta. Desaparecían amigos y parientes. La Gestapo había llegado y establecido los cuarteles generales y comenzaban a circular las primeras noticias sobre las torturas.

La casa de Freud fue invadida varias veces por pandillas de la S. A. El futuro era incierto y Freud, su familia y yo (Schur) estábamos en grave peligro. En medio de ello Freud permaneció sereno lleno de dignidad y autocontrol”. El Éxodo (M.Schur p. 724-725) (1972) La invasión Nazi.

M Shur el médico personal de Freud que lo atendió entre 1929 y 1939.

Sentir miedo y al mismo tiempo mantener la calma.

Nos reconectará con nuestra pulsión de auto conservación y nuestro instinto de Supervivencia.

Restableciendo el principio de placer, regulador y brújula de nuestra vida psíquica.

 

Quisiera ilustrar con un sueño que me trajo una paciente este mes:

“Soñé que estaba en mi colegio primario, y contra la pared del edificio principal había una palestra (una pared con tomas de textura parecida a la roca, para practicar escalada). Empecé a treparla y de repente me encontré a mucha altura, sin estar asegurada a una cuerda. Miré hacia abajo y entendí que la única manera de no caerme era bajar con tranquilidad para no dar un mal paso. A medida que iba bajando, las tomas eran cada vez más grandes y seguras. Cuando pude llegar hasta el piso tuve la sensación de haberme salvado por haber entendido que tenía que mantener la calma”.

La pulsión de auto conservación y el Instinto de Supervivencia.

Alojemos el dolor. Permitamos el despliegue de las Emociones. Arropemos el Desamparo.

Para concluir:

¿Que nos diría Freud en tiempos de Incertidumbre y Desamparo?

Quisiera compartirles una de las tantas cartas que Freud le escribió a sus hijos en plena guerra y Exilio.

. Sin desmentir la realidad Freud siempre termina sus cartas con amor y esperanza.

"Mi querida Sophie:

Las expectativas por las negociaciones de Paz es muy grande y la cantidad de restricciones desmedida.

Sobrepónganse a los terribles tiempos actuales. No se preocupen por la suspensión de los negocios. Salude a los pequeños con todo nuestro afecto y envíennos noticias pronto.

Su viejo

Freud"

Esto es lo que a mí me enseñó Freud a ser resiliente en un mundo en Desamparo

El Psicoanálisis es mi Esperanza. Nos ha dado innumerables herramientas para sobrevivir a la intemperie.

Y mi Esperanza estará depositada en la capacidad ilimitada del ser Humano de ir en camino de su Evolución. Como lo fue Freud a lo largo de toda su vida.

Arropemos el Desamparo de Ayer de Hoy y de Siempre en especial para aquellos que Hoy depositan su confianza en nosotros.

 

 

 

 





Rincón de autores / Bion - martes 17 de noviembre / 19,00 PM
Conducción: Jean Marc Tauszik.
Coordinación: Silvia Acosta
Rincón de autores / Bion
martes 17 de noviembre / 19,00 PM
Conducción: Jean Marc Tauszik
Coordinación: Silvia Acosta
Rincón de autores / Bion
Día: martes 17 de noviembre
Hora: 19,00 PM
Conducción: Jean Marc Tauszik
Coordinación: Silvia Acosta
Leyendo a Bion hoy. Debates sobre su obra.
Presentan: Darío Arce (APA), Hilda Catz (APA), Lia Pistiner (SAP).

Resumen/Intención:

El objetivo de este dispositivo: Rincón de Autores es poner en debate las ideas de los psicoanalistas que han facilitado el despliegue teórico del psicoanálisis y considerar su vigencia.

Ninguna idea o concepto puede cerrarse en sí mismo, por ello nos pareció que Bion es un autor a atualizar cada vez que surja algo diferente para agregar a su teorización.

 

 










miércoles 18 de noviembre de 2020






miércoles 18 de noviembre de 2020

Mesa de diálogo - miércoles 18 de noviembre / 11,00 AM
Conducción: Fernando Gómez.
Coordinación: Laura Yaser
Mesa de diálogo
miércoles 18 de noviembre / 11,00 AM
Conducción: Fernando Gómez
Coordinación: Laura Yaser
Mesa de diálogo
Día: miércoles 18 de noviembre
Hora: 11,00 AM
Conducción: Fernando Gómez
Coordinación: Laura Yaser
El sujeto hoy ¿blanco de la pulsión de muerte o de la muerte de la pulsión?
Presentan: Leopoldo Nosek (SPBSP - San Pablo), Carmen Villoro (APG - Guadalajara), Félix Giménez Noble (APA).

Resumen/Intención:

El sujeto da que hablar, hoy y siempre, principalmente, ante las circunstancias adversas de nuestro tiempo.

 

 





Clase abierta del Curso de Filosofía UBA-APA - miércoles 18 de noviembre / 13,00 PM
Conducción: Juan Solari.
Coordinación: Andrea Ikonicoff
Clase abierta del Curso de Filosofía UBA-APA
miércoles 18 de noviembre / 13,00 PM
Conducción: Juan Solari
Coordinación: Andrea Ikonicoff
Clase abierta del Curso de Filosofía UBA-APA
Día: miércoles 18 de noviembre
Hora: 13,00 PM
Conducción: Juan Solari
Coordinación: Andrea Ikonicoff
Perspectivismo afectivo: filosofía, psicoanálisis, literatura
Presentan: Solange Camauër (Doctora en Filosofía (UBA-APA-IUSAM-Di Tella)), Marcos de Soldati (APA).

Resumen/Intención:

Expresiones de lo siniestro en Shakespeare y E.T.A Hoffmann.

Clase abierta para difundir el pensamiento literario y filosófico e incluirlo a la luz del psicoanálisis.

 

 





Mesa de diálogo - miércoles 18 de noviembre / 15,00 PM
Conducción: Eva Amelia Ponce De León.
Coordinación: María Angélica Pacheco
Mesa de diálogo
miércoles 18 de noviembre / 15,00 PM
Conducción: Eva Amelia Ponce De León
Coordinación: María Angélica Pacheco
Mesa de diálogo
Día: miércoles 18 de noviembre
Hora: 15,00 PM
Conducción: Eva Amelia Ponce De León
Coordinación: María Angélica Pacheco
Momentos de incertidumbre durante nuestra praxis / Intercambio Iberolatinoamericano
Presentan: Marcelo Toyos (APA-Argentina), Javier García Castiñeiras (APU-Uruguay), Jorge Kantor (SPP-Perú).

Resumen/Intención:

El Intercambio científico Iberolatinoamericano está integrado por un grupo de reconocidos miembros de sociedades latinoamericanas que, en encuentros virtuales y presenciales, sostienen desde hace varios años enriquecedores diálogos acerca de temas que interpelan a la teoría y práctica del psicoanálisis contemporáneo.

Desde nuestro quehacer clínico temas disparadores en torno a Trauma. Adolescencia. Duelos. Sueños, serán ejes que confluirán en el  análisis de un sueño.

 

 





Taller de textos breves / 12 - miércoles 18 de noviembre / 17,00 PM
Conducción: Mirta Cohen.
Coordinación: Mariana Estrin
Taller de textos breves / 12
miércoles 18 de noviembre / 17,00 PM
Conducción: Mirta Cohen
Coordinación: Mariana Estrin
Taller de textos breves / 12
Día: miércoles 18 de noviembre
Hora: 17,00 PM
Conducción: Mirta Cohen
Coordinación: Mariana Estrin
a. Psicopatología de la práctica cotidiana / "Del error al tropiezo"
Incertidumbres, angustia, sueños y síntomas
Presentan: Claudia Roqueta (APA), Laura Gonzalez (APA), María Eugenia Salas (APA), Ana Krieger (APA y Adriana Yechua (APA).

Resumen/Intención:

En este escrito pondremos en consideración algunas de las conceptualizaciones teóricas que en el grupo de investigación “Tropiezos en la Clínica” venimos desplegando.

Una escena clínica de “Psicopatología de la vida cotidiana” a la que Freud considera un “error” se nos presentó como un andamiaje para pensar aquello que nuestro grupo de investigación.

 

 




b. El valor de las potencias del sujeto / Acerca del sentimiento de impotencia/desvalimiento
Incertidumbres, angustia, sueños y síntomas
Presentan: Carlos Eduardo Tkach (APA).

Resumen/Intención:

Trataremos el aporte de Hugo Bleichmar de traducir la Hilflosigkeit freudiana como sentimiento de impotencia/desvalimiento para trabajar clínicamente además de la significación de dicho sentimiento, también la apreciación de las potencias, recursos y fortalezas. 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

Si bien la posición de no saber es una de las condiciones de aplicación del método a la singularidad de lo que produce cada paciente en cada sesión con su propio saber, considero que no es menos cierto que nuestro saber, que acumulamos en nuestra experiencia, en nuestro análisis, en las supervisones y en las lecturas del saber que otros han producido, mejora e ilumina nuestra captación de la producción de los pacientes. En la clínica oscilamos permanentemente entre ambas posiciones de acuerdo al momento singular de la sesiones y de la situación de los pacientes. Cualquier lectura de cualquier autor de cualquiera de las teorías psicoanalíticas puede abrirme la escucha, la mirada y la lectura en mi trabajo. Me sostiene aquí el paradigma de la complejidad, tanto en la concepción de lo psíquico como de nuestras posiciones en la práctica.

Deseo transmitir lo que me ha aportado en el trabajo clínico el estudio de las ideas de Hugo Bleichmar acerca de su precisión de concebir la Hilflosigkeit freudiana como sentimiento de impotencia/desvalimiento. Su puntuación acerca de la impotencia, no la había encontrado en muchos otros desarrollos. Vino a nombrar y esclarecer una intuición que me surgía y utilizaba en mi práctica, en especial, aunque no únicamente, cuando los pacientes atravesaban estados de angustia y depresión agudos.

En mi tesis de doctorado acerca de la neurosis infantil y la neurosis de angustia, hice una revisión de las teorías de la angustia en Freud y una puesta al día de su destino en la historia de psicoanálisis. Hasta allí entendía lo hoy ya clásicamente aceptado en la actualidad. En Inhibición, síntoma y angustia, esta última indica la vivencia de una situación de peligro de caer en la situación traumática, caracterizada como la vivencia de desvalimiento, es decir, el desvalimiento vivenciado pasivamente, ya ocurriendo, siendo entonces la angustia la vivencia del peligro – por eso señal – de caer en dicho desvalimiento, que podría acontecer. Freud llega a esta precisión al pasar a concebir la angustia también como una reacción frente al peligro de una pérdida, una separación, del objeto. Desvalimiento, como es sabido, remite a otras significaciones conectadas que han ampliado su importancia: desamparo, indefensión, carente de ayuda, de socorro. Sentirse sin recursos, sin protección del otro, sin auto-protecciones, sin defensas.

La inclusión de Hugo Bleichmar del sentimiento de impotencia implica una apertura a la creencia del sujeto en su falta de potencia, en su desvalimiento, que se trata de su propia estimación, no de una condición objetiva. La vivencia de que por sí mismo, (el lactante tomado como modelo), no puede salir de la exigencia que la pulsión le impone desde su interior. Por el hecho de que no puede, de que es impotente, requiere del objeto externo, “que si falta genera – segundo tiempo – el sentimiento de desvalimiento, de desamparo, de carencia de socorro”. Afirma que es una deuda del psicoanálisis el no haber desarrollado una clínica de la Hilflosigkeit freudiana e indica que a partir de la década de los veinte llama la atención el poco peso que tiene en la clínica psicoanalítica. Reconoce que fue gracias a Bibring (1953) que en su estudio acerca de la depresión, “el concepto dejara de ser una mera alusión al momento inicial de la vida y pudiera ser empleado para entender toda una gama de fenómenos”. Para caracterizar el estado depresivo, Bleichmar retoma la idea de Freud de la “insatisfacible carga de anhelo” como lo específico de la reacción a la pérdida de objeto. De allí proviene el sentimiento de desesperanza en cuanto a la irrealizabilidad del deseo que deviene la representación que la persona se hace de sí misma como de alguien sin poder, impotente para modificar el estado de cosas, “poder para realizar su deseo, para imponer un curso a los acontecimientos internos y externos”. Ubica así el sentimiento de impotencia/indefensión como núcleo de la depresión. Dicho sentimiento inconsciente no sólo emerge en la conciencia a través de múltiples miedos sino que también se encuentra en la base de ciertas depresiones narcisistas. El sujeto, ante un poder que evalúa como que lo supera, puede sentir miedo, o hacer el centro de esa experiencia en el sentimiento de inferioridad, en este caso el ‘yo no puedo’ si es metabolizado en un código narcisista lo transforma en ‘si yo no puedo…yo no valgo’ (Bleichmar, 2008).

Estamos entonces frente a dos reacciones posibles, que podrían combinarse: por un lado, la reacción al peligro-amenaza de pérdida del objeto, la angustia, de caer en la situación traumática, el estado de impotencia/desvalimiento; y por otro, la reacción a la pérdida del objeto, el dolor, dando el objeto por perdido, que conduce también a un estado de impotencia/desvalimiento, con una carga de anhelo insatisfacible, que llevaría a la tristeza y al estado depresivo, con su núcleo, el sentimiento de que el deseo es irrealizable.

Agreguemos también que estados de angustia o angustia traumática persistentes podrían producir un estado de resignación y depresión, abandonándose el sujeto al ‘yo no puedo’.

El sentimiento de impotencia, ilumina de otro modo el desvalimiento, el desamparo y la indefensión. Porque alude a las potencias del sujeto, sus diferentes recursos, que cree, estima, no tener ni disponer: capacidad, facultad, aptitud, poder, fuerza, vigor, energía.

Freud se refiere a la impotencia para caracterizar desde el punto de vista económico la situación traumática: la situación de peligro (que provoca la angustia señal), de la cual el sujeto quiere resguardarse, “es la de la insatisfacción, el aumento de necesidad, frente al cual es impotente, en que las magnitudes de estímulo alcanzan un nivel displacentero sin que se las domine por empleo psíquico y descarga”. Desvalido frente a la situación que enfrenta: “sea que el yo vivencie en un caso un dolor que no cesa, en otro una estasis de necesidad que no puede hallar satisfacción, la situación económica es, en ambos, la misma, y el desvalimiento motor encuentra su expresión en el desvalimiento psíquico” (Freud, 1926). El sujeto se siente sin la capacidad, facultad, aptitud, poder, fuerza, etc., para afrontar en este caso la insatisfacción de un aumento de necesidad, de tolerar dicho incremento interno que no podría ser satisfecho y tampoco de tolerar el dolor de la insatisfacción. E incluso sin las capacidades, etc., de poder accionar en la realidad para lograr la satisfacción, que nunca es segura. No sólo descree de sus potencias para obtener lo que desea sino también descree de las mismas para tolerar las insatisfacciones y dolores.

Creemos que la importancia clínica de esta precisión contribuye a nuestro abordaje de los estados de angustia, de angustia automática o traumática y estados depresivos que se presenten en nuestros pacientes. No sólo trabajar la significación de la vivencia subjetiva de sentirse desvalido, desamparado e indefenso, y las “creencias matrices pasionales” inconscientes (concepto de Hugo Bleichmar) que lo colocan en dicha posición, sino también contribuir a que el sujeto logre o recupere la apreciación de sus potencias, es decir sus recursos, capacidades, fortalezas y aptitudes. Reiteramos para concluir, tanto sus potencialidades, para afrontar y tolerar dichas vivencias y atravesarlas accionando en el camino de realizar sus deseos y satisfacciones, como también para afrontar, tolerar y tramitar el dolor de las insatisfacciones.

Podría ser que como analistas, debido a estar advertidos de los sentimientos o deseos de ominopotencia del sujeto, presionado por la exigencia de un Ideal o Superyó tiránicos, hayamos desestimado la valoración de las potencias con que el sujeto sí puede contar.

 

Bibliografía

 

-              Bibring (1953): “El mecanismo de la depresión” en Greenacre P., Perturbaciones de la afectividad. Ediciones Hormé, 1959, Buenos Aires.

-              Bleichmar, H. (2008): Avances en psicoterapia psicoanalítica, Paidós, Buenos Aires.

-              Freud, S.(1926): Inhibición, síntoma y angustia. Amorrortu, 1993, Buenos Aires.

-              Tkach, C. E. (2016): Síntomas en los niños: neurosis infantil y neurosis de angustia. Eudeba, Buenos Aires.

  




c. Testimonios de una práctica para pensar las coordenadas del sujeto
Incertidumbres, angustia, sueños y síntomas
Los malestares de la cultura: la cuarentena vivida
Presentan: Jorge Catelli (APA).

Resumen/Intención:

A partir de la actual situación de práctica clínica a distancia, se plantean cuestiones en relación a cómo conceptualizamos al sujeto en nuestra práctica psicoanalítica, sus derroteros y sus potencialidades.

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

1. Preguntas iniciales.

De un momento a otro ingresamos en una serie distópica, digna de las mejores de las plataformas de series y películas. La COVID19 irrumpió y produjo efectos a nivel global, que trastocaron la escena mundial. Día a día surgen nuevos datos, conteo de contagios, de muertes en escaladas escalofriantes y las indicaciones entre contradictorias y apabullantes de “quedarse en casa”, “no tocarse”, “no tocar”, “lavarse muchas veces las manos”, “mantener distancia”, “usar barbijos”, “no usar barbijos”, “usar máscaras de plástico caseras”, “no usarlas porque de nada sirven”, además de las últimas sugerencias del Dr. Fauci, de “no volver a darse la mano nunca más".

La evidente transformación política y del mundo a la que estamos asistiendo, producto a su vez de esta misma pandemia, que intentan capitalizar muchos de quienes encarnan el ejercicio del poder, muestran reacciones dispares y por momentos desesperadas:  decretos y decisiones cuyas firmas son empujadas por la opinión pública, el deseo de aceptación y reconocimiento social, para una suba de la popularidad, junto a videos circulantes de épicas proezas que muestran a los mismos políticos en un rictus a veces maníaco, otras presumiblemente serenos, pero con rasgos disociados que expresan terror, desconcierto o actuaciones patéticas de estudiantes de teatro de nivel inicial.

Al decir de Garma, nuevas manifestaciones en diversos órdenes del sometimiento masoquista por los engaños del superyó. (Cf. Garma 1976, 1978) Los cuerpos vuelven a ser, cada vez en un mayor primer plano, bastiones sitiados del biopoder y renovados objetos de la biopolítica, (Foucault 1972, 1976) siendo nuestras casas las nuevas celdas del célebre panóptico de Bentham, (Foucault, 1975; Bentham, 1780).

La convocatoria masiva desde el poder en su biocontrol, es eficaz en el desarme de la colectivización, la instalación de la sospecha respecto del otro, la estimulación de la denuncia y la vigilancia cada vez más aguda de las poblaciones, ahora a condición del terror difundido por los medios masivos de comunicación, asociados con la singularidad del morbo de cada quién y bajo la aparentemente saludable convocatoria al encierro y al llamado “home office".

Y allí mismo, ante las determinaciones desde el poder sobre los cuerpos dóciles, las órdenes contradictorias del extracto de superyó externalizado en diversas voces de “la última verdad”,  cobran la más contundente realización, junto a la sumisión generalizada ante el encierro, el control y la vigilancia, legitimadas por la fuerza pública, con pequeños burócratas encaramados en su pequeño y autoritario poder, la casi absoluta y esmerada negación respecto de hablar de los efectos del encierro, de acuerdo a la estructura en que cada uno ha quedado organizado y en relación con la singularidad subjetiva -valga la redundancia conceptual-. Y así se pretende sostener la salud desde el encierro: ¿qué salud?... ah, sí, la de los cuerpos que no deberían contagiarse con el coronavirus. ¿Y dejaremos la salud reducida a esa dimensión orgánica?

2.Testimonio de una práctica a lo largo del tiempo y con el virus de la palabra .

Desde hace unos cuantos años comencé el trabajo "a distancia", en una suerte de consultorio sui generis, que había comenzado del mismo modo en mi hospedaje universitario en la ciudad de Munich, cuando hace más de veinticinco años, me encontraba, llevando a cabo estudios de posgrado en aquélla ciudad. Fue una noche densa, de esas que Rilke comparaba desde Roma con las “débiles” noches mediterráneas, de nubes bajas, de encierro pesadillezco y wagneriano, en que golpeaban a mi puerta con insistencia, pidiendo ayuda, para intervenir en una bizarra situación de amenaza de suicidio de otro de los huéspedes de ese Campus.

Se trataba efectivamente de un querido compañero griego, ahora viviendo en aquél edificio en común, que -tal vez a condición de la diferencia de edad, y siendo yo el único profesional graduado y más "viejo" a los veintipico de años, de esa comunidad- había desplegado ciertas transferencias imaginarias, recuperándolo a posteriori, por un rasgo semejante, “ser también del sur”. En aquél entonces, “extrañar el clima”, “odiar la nieve en el calzado” y soñar una y otra vez con los mares azules de su Grecia natal, eran tema permanente de conversación.

Luego de resolver aquella situación de intento de pasaje al acto, de aferrarse a algo de un discurso compartido y de haber literalmente “abierto las puertas”, pude recibirlo en un improvisado consultorio armado en aquél edificio, hasta que finalmente regresé a Buenos Aires, mientras que él siguió en Alemania, con la perspectiva de continuar con los proyectos, aún por aquél entonces, ajenos a su deseo, de los negocios de su familia en aquél país. Intenté varias veces fallidas derivaciones con colegas en los que yo mismo no confiaba, tal vez por ser desconocidos, derivados por conocidos de colegas de colegas, por mi propia resistencia e incluso por mi propia “contratransferencia”, como a muchos les gusta llamar. Unos meses más tarde recibí una carta, aquéllas que se escribían en papel y se enviaban por correo postal, en que proponía llamarme telefónicamente a un teléfono que él aún no tenía. Los correos electrónicos eran aún un proyecto que probaban algunos.

Era la era del fax. Sin haber cedido a llamar a ese teléfono que me había enviado en la carta -probablemente por mi propia dificultad resistencial- le hice llegar el teléfono y los horarios en que podría llamarme. Y así ocurrió unos diez días después de haber arrojado mi carta dentro de ese objeto de fundición de hierro, de las esquinas porteñas, lo único que por “buzón” se entendía por aquél entonces, al menos en relación con las cartas.

Con extrañeza, con cierta creencia superyoica de estar intentando algo que no estaba permitido por la ortodoxia psicoanalítica -que de hecho no lo estaba- y aún sin saberlo, comencé mi primer tratamiento psicoanalítico telemático. Era un tratamiento complejo por las razones formales de no ser en mi lengua materna, y a la vez, simultáneamente sencillo, por no tratarse tampoco de la lengua materna del otro. Su acento en alemán era muy similar al mío, porque el español rioplatense tiene la cadencia bastante parecida y la pronunciación de las consonantes cercanas a las del griego actual.

Era otra tierra en común: la de un idioma que visitábamos para encontrarnos, o ir a ese desencuentro, con el horizonte de esa nueva imposibilidad, con un acento similar y con errores de declinaciones que nos perdonábamos mutuamente para avanzar en el desciframiento de sus situaciones inconscientes que eran políglotas y estaban llenas de lágrimas y sentidos sollozos que dificultaban sus frases y mi esfuerzo por acceder a aquellos sintagmas llorados. Pero también sabíamos ambos -lo habíamos compartido mucho antes en nuestros intercambios iniciales- que reiteradas veces soñábamos en esa lengua en que hablábamos todo el tiempo y no era la nuestra.

Desde ese momento se fueron sucediendo diversas circunstancias que me fueron llevando a conducir tratamientos a distancia, por la misma vía telefónica, que posteriormente fueron sofisticándose por redes de fibra óptica y plataformas que fui paulatinamente haciendo familiares en su uso. Siempre, desde aquella situación primera, que tampoco era primera, por motivos vinculados a migraciones familiares varias, necesité mucha concentración en mis sesiones a distancia, tener ciertas condiciones particularmente acentuadas, en cuanto al silencio y comodidad, tal como en mis sesiones presenciales, pero aún más.

Había un plus -tal vez de goce- en ese “a distancia”, que era necesario sostener para que no creciera demasiado mi propia angustia ante la realidad de mis pacientes a miles de kilómetros de distancia. Sentir que el otro “se estaba desangrando en una hemorragia interna de angustia” y yo a una distancia medida en muchas horas de vuelo, era una representación perturbadora que debía reinterpretar una y otra vez para comprender los materiales y poder intervenir, disolviendo -a menos en parte- mi propio costo de angustia.





Rincón de autores / Lacan - miércoles 18 de noviembre / 19,00 PM
Conducción: Laura Trotta.
Coordinación: Nicolás Giró
Rincón de autores / Lacan
miércoles 18 de noviembre / 19,00 PM
Conducción: Laura Trotta
Coordinación: Nicolás Giró
Rincón de autores / Lacan
Día: miércoles 18 de noviembre
Hora: 19,00 PM
Conducción: Laura Trotta
Coordinación: Nicolás Giró
Leyendo a Lacan Hoy. Debates sobre su obra
Presentan: Oscar Paulucci (APA), Liliana Polaco (APA), Carlos Barredo (APdeBA).

Resumen/Intención:

El objetivo de este dispositivo: Rincón de Autores es poner en debate las ideas de los psicoanalistas que han facilitado el despliegue teórico del psicoanálisis y considerar su vigencia. Ninguna idea o concepto puede cerrarse en sí mismo, por ello nos pareció que Lacan es un autor a atualizar cada vez que surja algo diferente para agregar a su teorización.

Dado que sus ideas son controvertidas aun, merecen un debate amplio y honesto intelectualmente.

 

 










jueves 19 de noviembre de 2020






jueves 19 de noviembre de 2020

Mesa de diálogo - jueves 19 de noviembre / 11,00 AM
Conducción: Claudia Amburgo.
Coordinación: Laura González
Mesa de diálogo
jueves 19 de noviembre / 11,00 AM
Conducción: Claudia Amburgo
Coordinación: Laura González
Mesa de diálogo
Día: jueves 19 de noviembre
Hora: 11,00 AM
Conducción: Claudia Amburgo
Coordinación: Laura González
Transferencias y Resistencias a la formación analítica.
Presentan: Norberto Marucco (APA), Amalia Socci (APA), Mónica Hamra (APA).

Resumen/Intención:

La formación analítica no puede no estar en permanente reflexión y actualización. La cultura, las nuevas tecnologías y las nuevas subjetividades proponen a cada generación, una revisión de sus propuestas.

 

 





Mesa de diálogo - jueves 19 de noviembre / 13,00 PM
Conducción: Alicia García Penna.
Coordinación: Laura Pugnali
Mesa de diálogo
jueves 19 de noviembre / 13,00 PM
Conducción: Alicia García Penna
Coordinación: Laura Pugnali
Mesa de diálogo
Día: jueves 19 de noviembre
Hora: 13,00 PM
Conducción: Alicia García Penna
Coordinación: Laura Pugnali
Más allá de la realidad: lo inconsciente
Presentan: José Fischbein (APA), Leonardo Peskin (APA), Liliana Denicola (APA).

Resumen/Intención:

Intentamos apostar a  la vigencia de lo inconsciente ante la abrumadora realidad; aclarando que los hechos de la realidad y de lo inconsciente dependen del sentido que le otorga cada sujeto

 

 





Experiencia comunitaria - jueves 19 de noviembre / 15,00 PM
Conducción: Claudia Borensztejn.
Coordinación: Laura Orsi
Experiencia comunitaria
jueves 19 de noviembre / 15,00 PM
Conducción: Claudia Borensztejn
Coordinación: Laura Orsi
Experiencia comunitaria
Día: jueves 19 de noviembre
Hora: 15,00 PM
Conducción: Claudia Borensztejn
Coordinación: Laura Orsi
Cuidando a los que cuidan / Presentación de experiencia comunitaria
Presentan: Claudia Borensztejn (APA-Coordinadora del equipo), Alejandro Bègue (APA), Florencia Fernández (APA), Gabriel Finquelievich (APA). Laura Orsi (APA), María Cristina Fernández (APA), Olga Cartañá (APA), Rosalía Álvarez (APA), Sonia Sandleris (APA) y Vivian Secco (APA).

Resumen/Intención:

Se relatará una experiencia de trabajo en un geriátrico en donde se armaron grupos de contención para trabajadores de salud, quienes tuvieron que adaptarse a los nuevos protocolos y a las exigencias y angustias que surgieron por la llegada del Covid19 a la institución.

 

 





Mesa de diálogo - jueves 19 de noviembre / 17,00 PM
Conducción: Gabriela Goldstein.
Coordinación: Patricia Latosinski y Roxana Meygide
Mesa de diálogo
jueves 19 de noviembre / 17,00 PM
Conducción: Gabriela Goldstein
Coordinación: Patricia Latosinski y Roxana Meygide
Mesa de diálogo
Día: jueves 19 de noviembre
Hora: 17,00 PM
Conducción: Gabriela Goldstein
Coordinación: Patricia Latosinski y Roxana Meygide
Grupo Coloquios Psicoanalíticos. Lo cierto y lo incierto en la práctica psicoanalítica: Bitácora de los tiempos de Incertidumbre
Presentan: Beatriz Zelcer (APA), Carlos Basch (APA). Introducción: Leonor Valenti de Greif.

Resumen/Intención:

Video: Consideraciones Intempestivas.

Ante tiempos de Incertidumbre/s propusimos como tema en si, unas “Consideraciones Intempestivas”. Ante el malestar impensable de la civilización, lo que está más allá de los descontentos, surgen preguntas a nuestra práctica clínica. Ante lo intempestivo del tiempo fuera de quicio de lo contemporáneo se nos imponen solo unas consideraciones. Tal vez, también intempestivas. 

Miembros del grupo: Adolfo Benjamín, Alicia Killner, Atila Rodriguez, Carlos Basch, Carlos Weisse, Jean Marc Tausik, Juan Carlos Cosaka, Leonor Valenti, Maru Pacheco, Nicolas Giró, Noemí Cohen Levis, Pancho Guerrini, Patricia Latosinski, Roxana Meygide, Sibila  Shammah, Susana Gorris.

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO





Mesa de diálogo - jueves 19 de noviembre / 19,00 PM
Conducción: Jorge Catelli .
Coordinación: Vivian Secco
Mesa de diálogo
jueves 19 de noviembre / 19,00 PM
Conducción: Jorge Catelli
Coordinación: Vivian Secco
Mesa de diálogo
Día: jueves 19 de noviembre
Hora: 19,00 PM
Conducción: Jorge Catelli
Coordinación: Vivian Secco
Complejidades de la interdisciplina
Presentan: Alberto Cabral (APA), Jorge Canteros (APA), Susana Vinocur Fischbein (APA).

Resumen/Intención:

¿El psicoanálisis interroga a la interdisciplina o la interdisciplina interroga al psicoanálisis? Para Sigmund Freud el psicoanálisis no puede cerrarse a las nuevas verdades.

 

 










viernes 20 de noviembre de 2020






viernes 20 de noviembre de 2020

Mesa de diálogo - viernes 20 de noviembre / 11,00 AM
Conducción: Mirta Goldstein.
Coordinación: Laura Escapa
Mesa de diálogo
viernes 20 de noviembre / 11,00 AM
Conducción: Mirta Goldstein
Coordinación: Laura Escapa
Mesa de diálogo
Día: viernes 20 de noviembre
Hora: 11,00 AM
Conducción: Mirta Goldstein
Coordinación: Laura Escapa
Identificación y desidentificación en la clínica
Presentan: Jaime Szpilka (APA, APM),
Comentan:  Luis Campalans (APA) y Jorge Gorodokin (APA).

Resumen/Intención:

EScribió Jaime Szpilka*: La problemática de la identificación/desidentificación forma parte de un largo debate en la historia de las ideas psicoanalítica. Los diferentes desarrollos postulan diferentes conceptualizaciones teóricas y distintas direcciones de la cura. Se busca destacar el “impasse” que se produce en un tratamiento psicoanalítico, cuando se considera a una determinada identificación como una meta terapéutica. Toda identificación conlleva siempre inevitablemente una desidentificación, y la repetida aserción de Rimbaud: "Je suis un autre" nunca debería olvidar ser rematada con un "qui ne sera jamais moi".

Se revisitan fundamentalmente los trabajos de Freud Psicología de las masas y análisis del Yo y El Yo y el ello, y se hacen consideraciones en relación con la identificación y la ética."

*Jaime Szpilka: Doctor en Medicina, psiquiatra y profesor auxiliar UBA. Ex presidente APA y vicepresidente APM. Miembro titular con función didáctica APA y APM. Autor de varios libros y artículos en revistas nacionales e internacionales. Reside y ejerce en España.

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

Identificación y desidentificación en la clínica

Mirta Goldstein, 20/11/2020

Tengo el gusto de conducir esta mesa que tiene por invitado especial a Jaime Szpilka, hoy residente de España, quien se ha ocupado de un tema difícil en la teoría psicoanalítica cual es la complejidad de los conceptos de identificación y desidentificación en las curas.

Damos por sentado que la cura se dirige hacia la desidentificación, sin embargo, alertamos que en ese trayecto no hay que provocar identificaciones con el analista, pues de todos modos se darán por la incidencia de la transferencia imaginaria.

Por mi parte encuentro que hay identificaciones transitorias y otras constituyentes del sujeto.

Entre las constituyentes tenemos el primer tiempo o la identificación primaria, la identificación especular y la identificación al rasgo o simbólica.

Entre las transitorias se hallan la identificación histérica, la identificación melancólica, que si bien pueden cronificarse no necesariamente.

Quiero recordar el articulo Desidentificación escrito por Willy Baranger, Néstor y Raquel Goldstein. Este articulo comienza así: La identificación es a la vez estructurante y alienante. Si la cura psicoanalítica tiene un fin no puede ser otro que la desalienación, en la media en que ésta es posible, pero no la desestructuración. Con lo que estamos llevados a diferenciar identificaciones estructurantes, identificaciones más o menos mal estructurantes, e identificaciones resueltamente alienantes.

Quizás la mayor prueba en la cura es la desidentificación del llamado objeto enloquecedor, o del Otro Gozador en las múltiples formas en que se puede presentar lo enloquecedor.

Otro de los temas a debatir hoy es la intervención de las identificaciones estructurantes en las elecciones de género y en la sexuación. Este es un tema a mi gusto por investigar ya que estas identificaciones son homo y heteroparentales tanto anteriores al complejo de Edipo como edípicas.

También encontré en el artículo de Baranger-Goldstein, otra frase que me parece importante: Si el crecimiento del individuo depende, como lo afirma Serge Leclaire, del asesinato siempre repetido del niño maravilloso o siniestro que cada uno lleva dentro suyo, este "matar a un niño" consiste al mismo tiempo en matar al padre -a los padres- que han marcado al niño mediante sus primeras identificaciones: es lo que complica la tarea de desidentificación.

Primero escucharemos la conferencia de Jaime Szpilka, Doctor en Medicina, psiquiatra y profesor auxiliar UBA. Ex presidente APA y vicepresidente APM. Autor de varios libros y artículos en revistas nacionales e internacionales.

Luego de la disertación iniciaremos una conversación con dos invitados: Luis Campalans y Jorge Gorodokin, ambos miembros titulares de APA.

Voy a adelantar una pregunta para Jaime, si sirve para el desarrollo de esta conversación:

A mi parecer la identificación primaria humanizante es a la pulsionalidad de los padres, así lo escribí en un artículo que titulé: Mapas de la infancia y territorios del sujeto. La identificación a la pulsionalidad parental es inmediata, y si no se da, no se puede constituir el drama edípico. No hay mayor orfandad que la carencia de una identificación primordial que por ser estructurante se exceptúa de la desidentificación.

 





Colectivo de trabajo / E - viernes 20 de noviembre / 13,00 PM
Conducción: Diego Luparello.
Coordinación: Gabriela Hirschl y Sonia Sandleris
Colectivo de trabajo / E
viernes 20 de noviembre / 13,00 PM
Conducción: Diego Luparello
Coordinación: Gabriela Hirschl y Sonia Sandleris
Colectivo de trabajo / E
Día: viernes 20 de noviembre
Hora: 13,00 PM
Conducción: Diego Luparello
Coordinación: Gabriela Hirschl y Sonia Sandleris
Analistas dialogando: desanudando certezas / Presenta: Relatos Clínicos
Presentan: Grupo Relatos Clínicos.
Comenta: Grupo Espacio clínico: Sumando miradas.

Resumen/Intención:

Presenta Grupo Relatos Clínicos.
Integrantes: Rachel Golub, Silvia Koval, Gabriela Hirschl, Inés Mosquera, Laura Blumenfarb.   
Coordinadora: Amalia Barrero.

Comenta Grupo Espacio clínico: Sumando miradas.
Integrantes: Ema Pulla, Ivón Aste, Cristina Schalayeff.
Coordinadores: Sonia Sandleris y María Cristina Fernández.

 

 

 





Taller de textos breves / 13 - viernes 20 de noviembre / 15,00 PM
Conducción: Ada Zimerman.
Coordinación: Eduardo Safdie
Taller de textos breves / 13
viernes 20 de noviembre / 15,00 PM
Conducción: Ada Zimerman
Coordinación: Eduardo Safdie
Taller de textos breves / 13
Día: viernes 20 de noviembre
Hora: 15,00 PM
Conducción: Ada Zimerman
Coordinación: Eduardo Safdie
a. La práctica clínica Hospitalaria en tiempos de incertidumbre
Los malestares de la cultura: la cuarentena vivida
Lazos familiares y poblaciones en riesgo
Presentan: Maximiliano Kelmansky (Hospital José. T. Borda).

Resumen/Intención:

Este escrito surge de las observaciones realizadas por el equipo tratante del Servicio N24 del Hospital  Borda frente a la crisis que enfrentamos a partir de la pandemia por Covid-19 desde el mes de Marzo de 2020. Nos proponemos pensar sus efectos en la subjetividad y en los vínculos tanto en los pacientes como en el equipo terapéutico.

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

Este escrito surge de las observaciones realizadas por el equipo tratante del Servicio N24 del Hospital José. T. Borda frente a la crisis que enfrentamos a partir de la pandemia por Covid-19 desde el mes de Marzo de 2020.Nos propusimos reflexionar sobre estas observaciones y sobre el sentimiento  de incertidumbre compartido por los pacientes y el equipo de salud y sus efectos en la subjetividad, los vínculos y su repercusión en el campo de la salud.

El Servicio cuenta actualmente con 18 pacientes internados y aproximadamente con unos 30 pacientes que concurrían hasta el inicio de la pandemia semanalmente en forma ambulatoria. En su mayoría, pacientes con diagnósticos de  psicosis crónicas, retrasos madurativos, trastornos afectivos y adicciones.Nuestra población está integrada por  pacientes que podríamos definir como”graves” donde predomina el consumo de alcohol y drogas, depresiones, conductas autoagresivas y  descompensaciones psicóticas.

En nuestra experiencia tomamos lo referido por Jorge Garcia Badaracco en relación a que la disociación que presentan muchos de nuestros pacientes en el Hospital no está determinada solo por su historia psicopatológica sino por un campo socio familiar fuertemente dividido.

A partir del mes de Marzo de 2020 nos vimos obligados en forma intempestiva a realizar cambios en el funcionamiento habitual del Servicio.  Así dejaron de concurrir visitantes y concurrentes quienes sostienen muchas de las actividades asistenciales individuales y grupales del servicio  como: talleres de Musicoterapia, Lectura de diarios, taller de Literatura, Asamblea de convivencia, Asamblea multifamiliar, taller de Arte y reuniones de equipo  que se realizaban en el servicio hasta esa fecha. Estos  talleres cumplen, en nuestra experiencia, una función esencial, ya que el grupo es un lugar de soporte y contención, operando como un espacio en el cuál se repiten modalidades vinculares,  La ausencia  de estos profesionales puso en evidencia la falta de recursos humanos en el ámbito de la salud pública.

Se tomaron medidas institucionales, según protocolos, para identificar a pacientes en riesgo. Se suspendieron las salidas recreativas de los pacientes y las visitas por parte de familiares y amigos a los pacientes internados. Intentando con estas medidas que los pacientes puedan tener el menor intercambio con el exterior disminuyendo así el riesgo de contagio.

Frente a esta situación de crisis y angustia que enfrentamos todos, podríamos decir, que un sentimiento que afloró tanto en el equipo terapéutico como en los pacientes fue un fuerte sentimiento de incertidumbre.Nos proponemos pensar sus efectos en la subjetividad y los vínculos tanto en los pacientes como en el equipo terapéutico.

Janine Puget nos dice: “Todo sujeto necesita pensarse sobre bases coherentes, previsibles, estables, como una forma de protegerse de la intromisión de lo “ajeno” con su correlato de imprevisibilidad, lo que se toma defensa contra la incertidumbre”. “En su soledad y en sus vínculos el sujeto sostiene ilusoriamente una exigencia de certeza, de verdad y de saber que hace posible soportar las alternativas de la vida diaria”.

Para determinar la significación del concepto de “incertidumbre” veamos que dice el diccionario: Falta de certidumbre. Falta de conocimiento seguro y fiable sobre una cosa, especialmente cuando crea inquietud en alguien.Pensemos algunos sinónimos: Duda, interrogación, vaguedad, perplejidad, vacilación, incerteza, inexactitud.

Esta enumeración ya nos introduce en el “clima emocional” que podemos detectar cotidianamente en los pacientes  y en nosotros mismos  en estos días. Todos compartiendo un presente de incertidumbre y un futuro incierto difícil de vislumbrar claramente.Esta situación  determinó en los profesionales del servicio un primer momento de perplejidad y confusión secundaria a este estado. ¿Cómo mantener la capacidad reflexiva y terapéutica en tiempos de tanta incertidumbre y angustia?

Las realidades amenazantes (amenaza de muerte) y sus correlatos de incertidumbre y temores  nos enfrentan a todos con sentimientos de un alto nivel de  angustia.

En “Inhibición, Síntoma y Angustia” (1926) Sigmund Freud nos dirá que la angustia señal es la respuesta del Yo a la amenaza de una situación traumática y ante está una de sus posibles consecuencias es la “restricción funcional del Yo o inhibición” como defensa.

Los efectos psíquicos de esta experiencia son aún desconocidos. En nuestra experiencia, hemos podido ver que las características de  personalidad previas así como el nivel de deterioro cognitivo influyen en la forma de sobrellevar esta situación. Durante estos meses hemos podido observar distintas conductas de tipo regresivas que se manifiestan a través de conductas de violencia y hostilidad (fragilidad en los vínculos), trastornos del sueño, un aumento en el uso de sustancias (alcohol y tabaco por ejemplo). Como así también pacientes que han aumentado su retracción psíquica y aislamiento (aumentando la desmentida).

José Bleger en “Psicohigiene y psicología institucional” afirma que las instituciones y los profesionales  tienden a adoptar la misma estructura de los problemas que tienen que enfrentar. Quedando muchas veces  los profesionales afectados y abrumados por esta regresión adaptativa determinando abulia y apatía en el equipo de salud. Estas ideas nos ayudaron a comprender nuestro estado en tiempos de pandemia.

Así ante la dificultad de lograr la representación psíquica de lo nuevo, pensamos que tanto los pacientes como los integrantes del equipo de salud caímos, durante los primeros meses de la pandemia, en un estado de desesperanza y aislamiento. Esto trajo por consecuencia que se viera afectado nuestro vínculo con los pacientes, así como, el vínculo entre los mismos  pacientes y entre los integrantes del equipo de salud.

Paulatinamente fueron pasando los días pudimos empezar a pensar, hablar y reflexionar entre nosotros y con los pacientes sobre los cambios sucedidos y sus posibles consecuencias. Intentando de esta forma que los pacientes puedan poner  palabras donde antes existían incertidumbres.

Se implemento paulatinamente:

•    Un control clínico diario por enfermería según protocolos para identificar y derivar a pacientes en riesgo.
•    Se comenzó con una asamblea semanal donde se trabajaban aspectos relacionados al cuidado y prevención de la enfermedad.
•    Se trabajó con gráfica para informar a los pacientes sobre medidas de prevención del Covid-19 (fuente: OMS y OPS). Esta información debe ser fidedigna cuidando de no sumar efectos negativos o ansiogenos a través de un mensaje realista, claro, conciso y de fácil lectura.
•    Se habilitó una línea telefónica para intentar promover el vínculo de los pacientes con sus familiares y allegados y así estos pudieran realizar el envió de pertenencias a los pacientes.
•    Se entregaron barbijos a los pacientes enseñándole sobre sus usos así como otras medidas de prevención.
•    Los pacientes que requerían irremediablemente salir del Hospital lo han hecho con algún Acompañante terapéutico quién de esta forma además de contener y acompañar al paciente podía trabajar sobre medidas de prevención y cuidado del paciente.
•    Se realizó una reorganización de las salas de internación con el fin de obtener una distancia óptima entre los pacientes.
•    Se habilita una línea telefónica para restablecer los tratamientos psicoterapéuticos de los pacientes en forma telefónica y por videollamada. Esto se vio dificultado por no contar el  servicio con internet.
•     Se restableció la terapia multifamiliar (con la participación de pacientes internados, externados y sus familias ) en forma virtual.

Estas medidas enumeradas pensamos reforzaron los vínculos entre los pacientes y nosotros dando de esta forma tanto a los pacientes como al equipo tratante mayor certidumbre en tiempos de alto nivel de angustia e incertidumbre. Ante lo disruptivo de esta crisis se intentó con estas medidas mencionadas dar sentido al contexto intentando por ejemplo contextualizar y reflexionar sobre medidas de cuidado y prevención. Tomando en cuenta las individualidades e historia singular de cada paciente.

Con estas medidas intentamos también poner de manifiesto el rol del equipo de salud mental en la comunicación, prevención y tratamiento ante situaciones de crisis. Lo imperioso del trabajo grupal e interdisciplinario (Estas medidas no hubiesen sido posibles de implementar sin la activa participación de todo el equipo de salud) y la importancia de contar con programas y recursos terapéuticos sostenibles en el tiempo.




b. Prevención en salud mental infantojuvenil: Un modelo integrativo psicoanalítico para la Comunidad educativa, COVID-19
Los malestares de la cultura: la cuarentena vivida
Regresiones en la infancia y la adolescencia
Presentan: Alicia Monserrat Femenia (APM), Patricia Morandini Roth (APM).

Resumen/Intención:

Dirigido a centros escolares, docentes y comunidad educativa donde se focaliza la intervención. Ofreciendo el abordaje de un método propio basado en la mentalización, y función reflexiva en grupos operativos  e intervención individual para la deteccion precoz. Los profesionales  son formados en el entorno escolar con un dispositivo en red con Intervisión.

 

 

 




c. Presentaciones de las psicosis hoy. Las Psicosis no desencadenadas
Neurosis y psicosis. Manías y depresiones hoy
Psicosomática y depresiones
Presentan: Alejandra Gómez (APA), Alberto Álvarez (APA), Claudia Selener (APA), Susana Boz (APA). Margarita Pavón ( APA), Esther Ana Krieger (APA), Ruth Ini ( APA), Atila Rodríguez ( APA), Claudia Abadi (APA), Liliana Solari (APA) y Ricardo Frigerio (APA) .

Resumen/Intención:

Presentaremos la investigación realizada por nuestro grupo sobre  psicosis no desencadenadas. Tomaremos como ejemplo dos textos, “El extranjero” de Albert Camus y “El arrebato de Lol V Stein” de Marguerite Duras. Puntuaremos diferencias y similitudes entre ambos. Abordaremos diferentes líneas teóricas.

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

El arrebato de Lol V Stein” de Marguerite Duras

Esta novela describe la historia de Lol, joven adolescente que conoce durante un verano a un muchacho mayor que ella, de quien se enamora y recibe propuesta de matrimonio. Cuando concurre con él y su amiga Tatiana a una fiesta, su novio la deja sola, baila y se va de la reunión con otra mujer. Lol contempló toda la escena impávida, sin enojarse, como si no sufriera.  Les siguió con la mirada mientras se marchaban a través de los jardines, cuando dejó de divisarles cayó al suelo desvanecida.

Allí surge su “enfermedad”. Permaneció postrada, aburrida. Ninguna distracción ofrecida mejoraba ese estado. Al tiempo deja de quejarse, de hablar, parecía no tener fuerzas y no esperar nada. No hablaba ni contestaba preguntas.

 Su amiga sostenía que Lol había “incubado” antes esta enfermedad y no la había exteriorizado “daba la impresión de soportar con un sosegado fastidio a una persona a la que debía parecerse, pero de quien se olvidaba a la menor ocasión”.  Describía que presentaba una aureola de dulzura, de indiferencia, que nunca pareció sufrir ni sentir pena, ni se la vió llorar. Bonita, los muchachos se la disputaban, pero enseguida “se les escurría como el agua en la palma de la mano”. Divertida, burlona, impenitente y muy aguda, una parte de ella misma estaba ida, lejos del momento presente.  Estaba “en nada, exactamente en nada”, “el corazón de Lol  que no estaba ahí”, “era el sentimiento lo que la diferenciaba de los demás”.

Se recupera al tiempo. Silenciosamente comienza a comer y a pedir que le hablen cerca. Asentía todo lo que le decían, todas las palabras tenían la misma importancia. Nunca planteó ninguna pregunta.

Una noche sale sola, conoce a Jean y comienza de una nueva vida. Se casan y tienen hijos. Conviven por diez años.

 Lol parecía otra persona. Imitaba, ¿a quién?  Al mayor número posible de personas. Jamás habló de su anterior relación, ni de la escena del baile. Como si nunca hubieran existido.

Tiempo más tarde Lol observa a una pareja pasar desde su jardín y oye la expresión de la mujer: “Muerta, quizá”. Al tiempo comienza a dar largos paseos, como si buscara algo. Divisa a un hombre, lo sigue, y descubre que éste entra a un hotel de citas para encontrarse con su amante. Comienza a pasar tiempo observando desde lejos la ventana en donde el hombre aparece y ella sabe que está con su amante, Tatiana.

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El extranjero. Albert Camus

Meursault viaja a Marengo desde Argel, para asistir al entierro de su madre que permanecía en un geriátrico hacía tres años. En el velatorio y entierro se destaca su falta de emoción y expresividad.

Al día siguiente con su pareja María van al cine y pasan la noche juntos. “Le dije que mamá había muerto…ayer. Se estremeció un poco. Estuve a punto de decirle que no era mi culpa. De todos modos, uno siempre es un poco culpable...”

Se relaciona con un vecino, Raimundo Sientes, de quien dicen que vive de las mujeres y es violento. Meursault accede a los pedidos de él con indiferencia: “Me preguntó si quería ser su camarada. Dije que me era indiferente, y pareció quedar contento”

Aceptaba sin opinar los golpes que Raimundo daba a su amante. Le escribía cartas haciéndose pasar por él y testificó a su favor por las denuncias que la amante de aquel realizó por los golpes sufridos.

Su jefe le propone un mejor proyecto laboral en París, le es indiferente. María le pregunta si quiere casarse con ella y dice: “Dije que me era indiferente y que podíamos hacerlo si quería…pero que sin duda no la amaba…era ella quien lo pedía y me contentaba con decir que si”

Caminando por la playa con Raimundo y otro amigo hay un enfrentamiento con unos árabes, uno de ellos tenía algo pendiente con Raimundo. Hacía mucho calor, estaba insolado, se vuelve a encontrar con el árabe sosteniendo en forma amenazante un cuchillo. En un estado de confusión Meursault le dispara. Dirá: “Tiré cuatro veces más sobre un cuerpo inerte en el que las balas se hundían sin que se notara”

Es arrestado y sometido a varios interrogatorios. No colaboraba en su defensa. Mantenía una actitud indiferente ante los hechos; ante el juez de instrucción, un hombre religioso que desde la fe buscaba ayudarlo si Meursault se mostraba arrepentido, respondió que no creía en Dios.

Le ofrecen un abogado para su defensa, éste busca comentarios sobre Mersault en el geriátrico donde murió su madre. Lo describen: “insensible con un carácter taciturno y reservado”. Responde: “Nunca tengo gran cosa que decir. Por eso me callo

Es encarcelado en una celda común con árabes, les dice estar detenido por haber asesinado a un árabe. Después lo trasladaron a una celda solo. Describe la pérdida de libertad: “Al principio de la detención lo más duro fue que tenía pensamientos de hombre libre…Después no tuve sino pensamientos de presidiario…uno acaba por acostumbrarse a todo”

Llega su proceso en el Tribunal de Justicia. No está nervioso, quiere ver cómo es un proceso. Entra a una sala llena de gente, periodistas y jurado. Los testigos declaran la conducta desafectivizada en el velorio y entierro de la madre; no lo vieron llorar, no había querido ver el cuerpo y había fumado y tomado con gusto café con leche

En su defensa final Meursault dirá: “que no había tenido intención de matar al árabe…que había sido a causa del calor”

Lo declararon culpable con sentencia de muerte. Espera en la celda su Ejecución.

Comentarios

Ambos textos describen seres desafectivizados, deshabitados, “extranjeros” en sus propias vidas, sus conductas han sido “incubadas “previamente

Son indiferentes a los episodios que generaron sus crisis que devienen en descargas somaticas. En Lol “… cuando cae desvanecida, en   Meursault, con mareos e insolación.

 

 Lol. V Stein, parece presentar un momento de “desorganización” del que sale con una identidad mimética. El marco de la ventana es una referencia a un fantasma, no constituido, intentando así ella misma organizarse.

Lol, se desestructura cuando las miradas caen (baile). Lacan dice… “es que al no estar constituida la imagen del cuerpo como propio por que faltó esa mirada amorosa que le dijo tú eres esa, va a reclamar permanentemente ser constituida por esa mirada, va por el mundo pidiendo que esa mirada que la invista”.

Agrega, “no es Lol quien mira, aunque más no fuese por el solo hecho de que no ve nada, ella no es el voyer, el mirón, lo que sucede la realiza”.

El extranjero parece mostrar un estado más “parejo” de desafectivización y de desconexión con los otros. Es extraño a haber matado y a su sentencia de muerte

El hecho traumático no desencadena un quiebre. Él quien mira a los otros, los observa y estudia. Extranjero, como arrojado, el dassein, un organismo sin nombrar que ni siquiera es cuerpo; con una madre muy melancólica y un padre ausente que desconoce. La última escena de su vida es mirar cómo guillotinan a alguien en una plaza.: como si fuera él mismo, toda su vida, cabeza por un lado y cuerpo por el otro. El final parece ser un encuentro furioso y fatal con este padre. Encontró con lo que le faltaba, aquel que miraba la escena antes de morir.

Estos pacientes pueden ser considerados normales, porque no presentan delirios sistematizados, ni alucinaciones y su conducta en una amplia franja se adapta al medio. Parecen sobre adaptados, imitan al otro, como si les faltara la consistencia del ego., Personalidades como sí de Helen Deutch.





Mesa de diálogo - viernes 20 de noviembre / 17,00 PM
Conducción: Estela Allam.
Mesa de diálogo
viernes 20 de noviembre / 17,00 PM
Conducción: Estela Allam
Mesa de diálogo
Día: viernes 20 de noviembre
Hora: 17,00 PM
Conducción: Estela Allam
Analistas trabajando: el arte de transmitir en psicoanálisis
Presentan: Juan Pinetta (APA), Laura Orsi (APA), Laura Escapa (APA), Alicia Lagarrigue (APA) y Jorge Catelli (APA).

Resumen/Intención:

La transmisión y la comunicación son diferentes dimensiones que ponen a prueba la capacidad de las instituciones psicoanalìticas y de los psicoanalistas mismos para actuar en espacios cada vez más complejos.
Los medios y redes sirven a la extensión y expansión del psicoanálisis,
¿Sirven a la transmisión del discurso y a la transferencia al mismo?

VIDEO DE MESA DE DIÁLOGO

 

 

 

VIDEO "DIFUSIÓN EN PSICOANÁLISIS / UNA PRAXIS COTIDIANA"

 

 

 





Mesa de diálogo - viernes 20 de noviembre / 19,00 PM
Conducción: Claudia Borensztejn.
Coordinación: Juan Pinetta
Mesa de diálogo
viernes 20 de noviembre / 19,00 PM
Conducción: Claudia Borensztejn
Coordinación: Juan Pinetta
Mesa de diálogo
Día: viernes 20 de noviembre
Hora: 19,00 PM
Conducción: Claudia Borensztejn
Coordinación: Juan Pinetta
Debates actuales: Síntomas, depresiones y adicciones ante las incertidumbres
Presentan: Carlos Antar (APA), Hugo Lerner (APA), Andrés Rascovsky (APA).

Resumen/Intención:

Tres destacados analistas dialogarán con Claudia Borensztejn sobre la incidencia de la incertidumbre actual en los síntomas y trastornos psíquicos.

 

 










sábado 21 de noviembre de 2020






sábado 21 de noviembre de 2020

Mesa de diálogo - sábado 21 de noviembre / 09,00 AM
Conducción: Alberto Stisman.
Coordinación: Mónica Hamra
Mesa de diálogo
sábado 21 de noviembre / 09,00 AM
Conducción: Alberto Stisman
Coordinación: Mónica Hamra
Mesa de diálogo
Día: sábado 21 de noviembre
Hora: 09,00 AM
Conducción: Alberto Stisman
Coordinación: Mónica Hamra
Los Historiales freudianos, su importancia para la teoría y la clínica psicoanalíticas / Vigencia de los conceptos fundamentales
Presentan: Cristina Rosas de Salas (APA), Marcela Bouteiller (APA), Roberto Rusconi (APA).

Resumen/Intención:

Freud escribió historiales de sus casos. En ellos propone sus desarrollos teóricos y su clínica. Su lectura es indispensable en la formación de los analistas.

 

 

 





Mesa de diálogo - sábado 21 de noviembre / 11,00 AM
Conducción: Claudia Borensztejn .
Coordinación: Juan Pinetta
Mesa de diálogo
sábado 21 de noviembre / 11,00 AM
Conducción: Claudia Borensztejn
Coordinación: Juan Pinetta
Mesa de diálogo
Día: sábado 21 de noviembre
Hora: 11,00 AM
Conducción: Claudia Borensztejn
Coordinación: Juan Pinetta
El psicoanálisis ante un mundo en transformación. ¿El futuro nos espera?
Presentan: Mirta Goldstein (APA), Abel Fainstein (APA), Gabriela Goldstein (APA), Andrés Gaitán (SPM), Bernardo Tanis (SBPSP) y Virginia Ungar (Pte. IPA).

Resumen/Intención:

La vertiginosa transformación de la cultura influye en el psicoanálisis. A su vez la práctica del psicoanálisis es intervenida por diferentes y disimiles acontecimientos.

El futuro es una dimensión incognoscible a la que todos queremos alcanzar. Entre lo que dejamos y lo que vendrá nos cabe construir una esperanza.

 

 

 

TEXTO BREVE COMPLETO

Invitados extranjeros:

- Bernardo Tanis, Ph.D., Miembro efectivo y  actual presidente de la Sociedad Brasileña de Psicoanálisis de São Paulo (SBPSP) (2017-2020). Fue editor de la Revista Brasileña de Psicoanálisis (2010-2015) y director de Comunidad y Cultura de FEPAL (2009-10). Autor, entre otros libros de “Memoria y Temporalidad: sobre lo infantil en psicoanálisis” y “Circuitos de soledad: entre clínica y cultura”. Organizador de :"Psicoanálisis en las tramas de la ciudad" y "Roussillon en Américalatina".

- Andres Gaitan Gonzalez:  Electo presidente de la Federación Psicoanalítica de América Latina 2020-2022. Formado como psicólogo en la Universidad Nacional Autónoma de México y como psicoanalista en el Instituto de la Sociedad Psicoanalítica de México. Miembro de la Asociación Psicoanalítica Internacional. Psicoanalista titular didacta y expresidente de la Sociedad Psicoanalítica de México, 2014-2018. Profesor del Instituto de Estudios de Posgrado en Psicoanálisis y Psicoterapia de la Sociedad Psicoanalítica de México. De 1993 a 1997 y de 2001 a 2003, Vicepresidente Regional para México, América Central y el Caribe de la Federación Mundial para la Salud Mental. De 1997 a 2001, Consejero titular de la misma Federación. Cofundador y exdirector Científico de SAPTEL, Sistema Nacional de Apoyo, Consejo Psicológico e Intervención en Crisis por Teléfono. Autor de la “Guía de Capacitación y Manual de Procedimientos de SAPTEL” y co-autor del libro “Obras de Avelino González, pionero del psicoanálisis en México”.

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El psicoanálisis ante un mundo en transformación, ¿el futuro, nos espera?
por 
Mirta Goldstein

Queridos amigos del Movimiento Freudiano: los nombro así porque esta es una mesa con representantes interinstitucionales en un simposio de APA, institución que continúa la obra de Freud de manera reflexiva, y porque movimiento es lo opuesto a quietud, encierro y confinamiento.

El título de esta propuesta El psicoanálisis ante un mundo en transformación incluye la pregunta multisentido: ¿el futuro, nos espera? Pregunta que hago en el marco de los Tiempos de incertidumbres.

Pienso que el futuro seguirá su curso, aunque no es lo mismo esperarlo pasivos y carentes de previsiones, a que inventemos algo para estar a la altura del porvenir. Dada nuestra finitud, este algo no puede ser sino institucional y colectivo. Ofertarle algo al futuro no es una cuestión de arrogancia ni de sacrificio, sino un regalo, ya que la herencia hay que aceptarla, el legado se dona, y el regalo se elige desde lo inconsciente sin saber su efecto en sí mismo y en el otro. Así lo leo en el texto de Freud de 1935: “La sutileza de un acto fallido”, donde dice: “¿Qué regalo sería aquel que no nos procurase un poco de pena dar?”. Pena y duelo por lo que se tuvo y por lo que no se llegará a ver como futuro, sutileza del desprendimiento.

Recalcati aseveró, y coincido con él, que en tiempos de angustias necesitamos plasticidad pulsional. ¿Para qué? Para pensar, discernir y hacer. Discernir es para mí el grado más elevado de la diferencia simbólica.

Con lo cual quiero distinguir entre angustia e incertidumbre ya que pertenecen a dimensiones diferentes.

La angustia irrumpe desde lo Real del organismo, de la naturaleza o de lo social, inunda lo imaginario-simbólico y afecta al cuerpo, mientras que las incertidumbres constituyen vacíos de saber en lo simbólico que a veces se llenan con síntomas y otras con poiesis.

Cuando, para defenderse de la angustia automática los sentidos imaginarios invaden al sujeto, lo atontan y abruman con lo cual puede quedar expuesto al efecto de masa; en este sentido ayer Szpilka alertó sobre el efecto paradojal de la identificación y la batalla por la exogamia.

En cambio, lo simbólico ficcional y creador, la poiesis, libera al sujeto e inscribe significaciones nuevas y singulares.

Poder ir más allá del padre, aun nuestro padre Freud, es posible a condición de no desmentirlo o rechazarlo, y ello supone el anudamiento entre memoria, continuidad e innovación. ¿Pero qué anuda a su vez a estas tres dimensiones? El acto, acto que es ético en tanto no renuncia al deseo, a la equidad y al cuidado de los proyectos colectivos.  

Con 120 años de inserción en la cultura, los psicoanalistas estamos listos para los debates y las interpelaciones sin temor a los desvíos, temor que Freud no dejó de expresar. Desde entonces interactuamos con las neurociencias y las psiquiatrías, intervenimos en la educación, la justicia, la asistencia social, las artes y los deportes. Abrimos nuestras teorías a las subjetividades emergentes y a los cuerpos diversamente gozantes; defendimos a las víctimas y a los vulnerados cuando los movimientos políticos y el estado del mundo se cerraron. Estas son solo algunas de las realizaciones del movimiento psicoanalítico que intentaremos mantener y sostener, por lo menos en el futuro próximo.

Ahora bien, ¿qué hace falta aún hacer de cara al futuro? Pienso que pueden haber muchas propuestas, a mí se me ocurrieron algunas: aún hace falta mayor comprensión sobre la multiplicación en red del polo perceptual a raíz de la virtualidad y la inteligencia artificial; hace falta profundizar en la subjetivación de los cuerpos transformer que, desde una cadera de titanio, la vacuna antivirus o un chip intracerebral reanudan de manera insospechada la significación del sexo y la muerte lo que implica interactuar con la  biotecnología sin atemorizarnos ante ella; abrir un debate interinstitucional sobre las estrategias ante los poderes y gobiernos; hace falta que los institutos de formación intenten disolver  los fanatismos autorales, o sea, la fidelidad a un solo maestro; reacomodar las instituciones a los tiempos político-económicos teniendo en cuenta los tiempos de expansión y de constricción; profundizar el trabajo comunitario con las etnias de cada lugar; promover liderazgos acordes con una ética de lo múltiple y horizontal, alojar la producción psicoanalítica y cultural que se manifiesta en las márgenes y resulta silenciada.

Cada institución psicoanalítica tiende sus márgenes entre las cuales corre su río creador, o traza límites que la apartan del mundo. En este sentido en lugar de las metáforas de las cartografías y mapas aplanados, prefiero la metáfora del rizoma que da luz a la complejidad invisible a simple vista, de las redes con que se tejen los lazos.

Ante las transformaciones podemos quedar perplejos e inmóviles, huir o hacer algo con la vacilación subjetiva que las incertidumbres producen; podemos tropezar con lo Real y con la realidad y quedar tendidos o levantarnos para hacer algo diferente. Cada sujeto decide si calla, si actúa, o si es indiferente, cada quien elige a que plegarse y de que excluirse.

El futuro nos esperará solo si, como discurso teórico, clínico y social, llegamos a él sin ataduras intelectuales, lo que he denominado: la fugacidad de la posmodernidad, el poshumanismo y el poshumanitarismo.

Por ello quiero rescatar que en este simposio pasaron cosas, incluso esta mesa es un acto de aperturas; hemos escuchado abordajes interdisciplinarios de los sufrimientos, las crisis, la pantalla y la pandemia; nuestros invitados nos han traído ideas a seguir investigando; en los rincones de autores se han actualizado los conceptos; los jóvenes analistas alzaron sus voces sin interferencias; abordamos la relación equívoca entre lo masculino y lo femenino; se desarrollaron debates sobre gobernabilidad, liderazgo y poder; se tejieron lazos con la literatura, el teatro y el cine; se revalorizaron los escritos de APA y la difusión del psicoanálisis; brillo nuestra plataforma Covid de contención telefónica. Todo ello nos muestra que no estamos parados en un mismo lugar, sino que avanzamos gracias a que interrogamos, conversamos y, como dije, discernimos.

Buscar y encontrar pensamiento crítico fue uno de nuestros objetivos para lo cual hemos introducido la idea de colectivizar el trabajo y la producción, idea que implementamos a través de un dispositivo en el cual dos grupos interactúan a partir de la palabra del otro. Este dispositivo es un hallazgo para aplicar interinstitucionalmente pues cada sociedad psicoanalítica es un colectivo abierto a los otros.

Dije, espontáneamente en la jornada sobre el escrito psicoanalítico: APA es un muro de escritura. El muro dejó de ser valla cuando fue intervenido por el jeroglífico y se transformó en mural en el cual queda grabada la historia desde los comienzos hasta hoy, y lo interesante, es que en él sigue habiendo lugar para lo nuevo; para escribir en el mural solo hacen falta un punzón y la decisión de dejar marcas.

Estamos ante un acto de conclusión, pero no de cierre, es solo un corte para que haya continuidad; Gabriela Goldstein en APA y Andrés Gaitán en FEPAL, hoy con nosotros, desean tomar la posta lo cual muestra que pudimos alojar la discontinuidad lógicamente necesaria para que el movimiento psicoanalítico y la IPA, representada acá por su presidenta Virginia Ungar, se sigan expandiendo en el tiempo.

En síntesis, cada generación escribe sus propios rasgos y actos y deja un no-todo, deja logros, fracasos, incertidumbres e ideales. Lo promisorio es que en este simposio y en estos cuatro años, todos juntos con nuestras diferencias, construimos un peldaño más del discurso analítico.

Paul Tabori en su libro “Historia de la estupidez humana”, dice: “No es la boca del hombre la que come, es el hombre el que come con su boca.” A mi entender nos está diciendo que nos impliquemos en aquello que nos importa. Este simposio verificó cuánto nos importa el psicoanálisis.

Gracias a todos ustedes por participar y acompañarnos, gracias a mis compañeros y a todos los miembros y candidatos por el esfuerzo realizado.

Seguiremos adelante.





Cierre del Symposium / Brindis Virtual - sábado 21 de noviembre / 13,00 PM
Cierre del Symposium / Brindis Virtual
sábado 21 de noviembre / 13,00 PM
Cierre del Symposium / Brindis Virtual
Día: sábado 21 de noviembre
Hora: 13,00 PM
Cierre del simposio: video institucional
Presentan: Comité Organizador del Symposium APA 2020.

Resumen/Intención:

Para cerrar el Symposium virtual 2020 proponemos un brindis... ¡virtual!, e invitamos a todos los miembros de APA, participantes y asistentes de la casa, invitados y visitantes, a todos los que nos siguieron durante este año, a participar y acompañarnos.
Comité Organizador del Symposium 2020:  Mirta Goldstein (coordinadora), Claudia Borensztejn, José Fischbein, Eduardo Safdie, Laura Escapa, Juan Pinetta, Cecilia Moia, Adriana Pérez Alarcón, Alicia García Penna, Mónica Hamra y Jorge Catelli.