Una tos para Ella. Comentarios sobre el estilo en un caso clínico
Propuesta N° 0036
2020-11-14 / 15:00:00

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Presentan: Grupo Estilos.
Comenta: Grupo Pie de página.
Conducción: Cecilia Moia
Coordinación: Karina Meccico y Diego Luparello



Abstract:

Presenta: Grupo Estilo en Psicoanálisis. Miembros: Carlos Barredo, Graciela Campins, Osvaldo Canosa, Gloria Cordeu, Alicia Hendel, Graciela Lanfir, Mary Logiovine, Etel Novacovsky, Liliana Perez de Szulman, Laura Palacios, Marcelo Toyos (coord.).

Comenta: Grupo Pie de página. Miembros: Laura Katz, Cristina Rosas de Salas, Ana Rumi, Eva Ponce de Leon, Agustina Fernández, Mauricio Zulian, Diego Luparello, Felipe Müller, Raul Neuman y Jorge Canteros (Coord.).

 

 







Texto breve:

(TEXTO PROVISTO POR LOS RESPONSABLES DE "Grupo Estilo en Psicoanálisis")
Colección DIVA Número 22 – Octubre del año 2000 / Dirección: Silvia Elena Tendlarz (stendlarz@pccp.com.ar)
Comité de redacción: Marcela Giandinotto y Maritza Reynoso Colaboración: Marcela Froidevaux (Santa Fe)

 

ANÁLISIS DE UN SUEÑO SINGULAR
ELLA SHARPE

Ella Sharpe no es una referencia más para Lacan. Hace del capítulo quinto, titulado análisis de un sueño singular, único, de su libro sobre el análisis de los sueños (Dream Analysis) el eje de la segunda parte de su Seminario 6: “El deseo y su interpretación”. Lo convoca no solo la riqueza clínica del análisis en el que Ella Sharpe vuelca sus treinta años de experiencia, sino el análisis de la temática fálica que tematiza durante esa época.

Este capítulo va a estar dedicado a la consideración de todo lo que dijo un paciente durante una sesión en la cual relató un sueño. Daré un breve resumen de los sucesos psíquicos significativos de los dos análisis que siguieron a esta hora particular y la fase del  análisis que se desarrolló a partir de ahí, porque solamente así puede uno medir si sus interpretaciones están ayudando a traer a la comprensión consciente las actitudes emocionales reprimidas y suprimidas, las fantasías o los recuerdos afectivos.

El sueño que he elegido no brindó su significado tan fácilmente como el ejemplo que dí de la mujer que estaba estresada con respecto a la micción. De las muchas intepretaciones posibles tuve que decidir cuáles elegiría para concentrar la atención en ellas.

Voy a dar brevemente un aspecto especial de los problemas de este paciente para que la sesión de la que voy a hablar sea inteligible desde la perspectiva del estadio al cual había llegado el análisis. En un caso tan complejo como este confundiría el tema si intentara darles una descripción del mismo como un todo.

Esta es al momento la fase de mayor importancia. El padre del paciente falleció cuando éste tenía tres años. Él era el hijo menor. Tiene recuerdos vagos de su padre, de los cuales sólo de uno puede decir realmente “recuerdo esto”. Su padre era muy reverenciado y amado y el paciente solamente ha escuchado cosas buenas y admirables sobre él. Tan grande había sido la represión de problemas inconscientes asociados con su padre y su muerte que durante casi tres años en análisis sus referencias a él eran invariablemente al hecho de que estaba muerto. El énfasis ha sido siempre sobre “mi padre se murió”, “está muerto”. Fue un momento sorprendente cuando un día pensó que su padre también había vivido, y aun más sorprendente cuando pensó que él debe haber oído hablar a su padre. Luego de eso, apareció la posibilidad de entender las vicisitudes de los primeros tres años de su vida y los cambios psicológicos que surgieron de la muerte de su padre. Así como las ataduras psicológicas a su padre han sido ligadas por la represión en el inconsciente la transferencia de ellos a mí mismo se ha  mantenido inconsciente. Como su padre ha estado “muerto”, con respecto a la transferencia paterna yo también he estado “muerto”. No tiene pensamientos sobre mí. No siente nada sobre mí. No puede creer en la teoría de transferencia. Solamente cuando termina el fin de un semestre, solamente cuando llegan los fines de semana tiene algún tipo de ansiedad leve y solamente durante el último mes le ha sido posible entender, aún intelectualmente, la idea de que esta ansiedad tiene algo que ver conmigo o el análisis. Persistentemente la ha atribuido a alguna causa real que siempre encuentra para explicarla.

Creo que el análisis puede ser comparado con una larga partida de ajedrez y que continuará siendo así hasta que yo deje de ser el padre vengador inconsciente que se dedica a arrinconarlo, o darle jaque mate, luego de lo cual no hay otra alternativa que la muerte. La salida de este dilema (ya que nadie lo superará en la técnica de maniobrar dado que fantásticamente su vida depende de ello) es traer lentamente a la luz su deseo inconsciente de los primeros años de deshacerse de su padre, puesto que solamente este deseo vivo nuevamente en la transferencia podrá moderar su creencia omnipotente de que  realmente mató a su padre. Debe ser testeado nuevamente en la transferencia y contra esto se alistan todos sus instintos de conservación del yo. Es una preservación corporal por la cual está luchando fantásticamente, al presente ni siquiera para salvar su pene; su pene y su cuerpo son una sola cosa.

Es difícil en una complicada maraña de problemas seleccionar un aspecto o aún un problema como una cosa individual. Piensen en este problema de preservación corporal tal como se desarrolló en la vida adulta del paciente. Cuando llegó el tiempo de practicar su profesión de abogado desarrolló fobias severas. En resumen, esto no significa que no se atreve a trabajar exitosamente sino que debe dejar de trabajar en la realidad porque sólo tendría demasiado éxito. Las últimas palabras de su padre, repetidas a su pequeño hijo fueron: “Roberto debe tomar mi lugar”, y para Roberto esto significaba que crecer también era morir. También significaba un refuerzo de la fantasía inconsciente de la imago maternal devoradora cuyo amor y cuidado sólo terminó en la muerte de su padre.

La tarea del análisis es reducir el temor de los deseos agresivos experimentados en sus primeros tres años. El terror del deseo agresivo y su fantástica consecuencia solamente será modificado trayendo este deseo a la conciencia y solamente así los deseos libidinales dejarán de significar la muerte. Mas aún, puesto que es su yo corporal el que debe ser preservado, el desarrollo físico sólo será posible a través de o por fantasías del cuerpo y las funciones corporales. Con esto quiero decir que los problemas tienen que ver con el yo corporal. El yo psíquico solamente puede ser débil cuando sus actividades están dedicadas extensivamente a defender al cuerpo de la extinción fantástica. Incluso su desarrollo intelectual es utilizado en la actualidad principalmente para propósitos defensivos. La adquisición de conocimiento está motivada por una necesidad principal. El problema de este paciente es corporal y mi tarea, si la puedo lograr, es traducir sus largos discursos racionales a un lenguaje corporal. El problema con respecto a su cuerpo real es la represión de sus sentimientos corporales. Tiene terror a “sentir”. Todos sus esfuerzos organizados han producido un maravilloso control de músculos y movimientos, un control tan establecido que aparece como natural e inevitable y, de la misma manera, su discurso muestra por su estructura y dicción la misma disciplina. La vida vital está perdida, la perfección es una perfección muerta, aún como la de su padre. Una cosa que nunca pierdo de vista en este análisis es por lo tanto la oportunidad de analizar abstracciones en términos de hechos corporales. La segunda cosa es que no me concentro en el problema mayor de su vida adulta: ¿por qué no puede trabajar?, ¿cuándo trabajará?, sino en todas esas cosas que puede hacer, tales como jugar al tenis y al golf, dibujar, pintar y hacer jardinería. Pues si sus inhibiciones y dificultades sobre éstas pueden ser exploradas entonces  nos llevarán a una habilidad para trabajar profesionalmente. El se refiere a estas actividades como “solamente juegos”. Cuando realmente sean sólo juegos el trabajo no será más peligroso ya que el trabajo feliz se basa en el juego feliz.

El día en que el paciente me relató el sueño que he seleccionado para este capítulo no lo escuché subir las escaleras. Nunca lo hago. Hay una alfombra en la escalera, pero esa no es la razón. Un paciente sube dos escalones a la vez y sólo escucho el golpe extra; otro se apura y detecto el ajetreo; otro seguramente golpeará una valija o un paraguas o su puño en la baranda. Un paciente se suena la nariz dos de cada tres veces como una trompeta.  Uno trae un sombrero, un paraguas y una valija. Deben ser dejados en algún lugar. Un paciente los apoya ruidosamente en el primer mueble que encuentra. Uno selecciona cuidadosamente un lugar y los apoya. Un paciente se desmorona en el diván. Uno camina hasta el otro lado del diván antes de acostarse. Un paciente duda y mira alrededor de la habitación antes de tirarse sobre el diván. Uno se acuesta sin moverse en el diván y luego se mueve cuando está cansado de la posición. Otro se moverá mucho durante los primeros momentos y se sentirá cómodo y se quedará quieto a lo largo de la sesión.

Pero nunca escucho a este paciente en las escaleras. Nunca trae su sombrero o su saco o su paraguas consigo. Nunca varía. Siempre se acuesta en el diván de una sola manera. Siempre da un saludo convencional con la misma sonrisa, una sonrisa agradable, no forzada ni cubriendo manifiestamente impulsos hostiles. Nunca hay nada tan revelador como sería eso.

No hay señales de apuro, nada descuidado, la ropa prolija, no hay marcas de apuro en su  aseo; ni un pelo fuera de lugar. La empleada en su casa puede haber llegado tarde, su desayuno demorado, pero estos hechos si tengo suerte los escucharé antes que termine la hora y a menudo solamente los oigo al día siguiente. Se acuesta y se pone cómodo. Pone una mano sobre la otra sobre su pecho, se queda así hasta que termina la hora. Últimamente, para mi alivio, le ha sido posible rascarse la nariz o la oreja cuando ha sentido una picazón, y hace unas semanas hasta sintió una sensación en los genitales. Habla toda la hora con claridad, con fluidez, con buena dicción, sin dudar, y con muchas pausas. Habla en una voz clara y pareja pues expresa pensamientos y nunca sentimientos.

He dicho que nunca lo escucho en la escalera, pero durante algunos días previos a esta hora justo antes de entrar en la habitación había advertido la más pequeña y la más discreta de las toses. Ustedes estimarán la escasez de manifestaciones inconscientes en formas corporales cuando digo que mi oído captó esa pequeñísima discreta tos con gran alegría. No hice ninguna referencia a ella esperando que pudiera sonar más fuerte. Dirigir la atención de este paciente a una manifestación del inconsciente es detenerla. Su principal objetivo es no traicionarse y controlar todo lo que lo descubra. Sumado a eso está el hecho de que se da cuenta rápidamente de cualquier manifestación inconsciente y entonces impide cualquier espontaneidad.

Así que este día después del “buen día” inicial, se recostó y dijo para mi decepción, en su habitual pareja y deliberada voz: “He estado pensando en esa pequeña tos que tengo justo antes de entrar en la habitación. Lo advertí los últimos días que tosí , no sé si usted también lo hizo. Hoy, cuando la mucama me llamó para subir, decidí que no tosería. Sin embargo, para mi fastidio, me dí cuenta de que había tosido recién cuando había terminado. Es más molesto hacer algo así, más molesto que algo suceda en uno o por uno que no pueda controlar, o que no controla. Uno podría pensar que sirve a algún propósito, pero es difícil pensar a qué propósito puede servir una pequeña tos de esa descripción.

(Analista) ¿A qué propósito podría servir?

(Paciente) Bueno, es la clase de cosa que uno haría si uno fuera a una habitación donde dos amantes están juntos. Si uno se estuviera aproximando a ese lugar podría toser un poco discretamente y así hacerles saber que van a ser interrumpidos. Yo mismo he hecho eso cuando, por ejemplo, era un joven de quince años y mi hermano estaba con su novia en la  sala, yo tosía antes de entrar así si se estaban besando podían parar antes que yo entrara. No se sentirían tan avergonzados como si los hubiera atrapado haciéndolo.

(Analista) ¿Y por qué toser antes de entrar?

(Paciente) Eso es absurdo, porque por supuesto no se indicaría subir si hubiera alguien aquí, y yo no pienso en absoluto así de usted. No veo que haya ninguna necesidad de toser. Sin embargo, me ha hecho recordar una fantasía que tenía de estar en una habitación donde no debería estar, y pensar que alguien podría creer que yo estaba ahí, y entonces pensé que para evitar que alguien entrara y me encontrara allí ladraría como un perro. Eso disimularía mi presencia. El “alguien” entonces diría “oh, solamente es un perro”.

(Analista) ¿Un perro?

(Paciente) Eso me recuerda un perro frotándose contra mi pierna, realmente masturbándose. Me da vergüenza contárselo porque no lo detuve. Lo dejé seguir y alguien podría haber entrado (el paciente aquí tosió).

No sé por qué debería ahora pensar en mi sueño de anoche. Fue un sueño tremendo. Era interminable. Me llevaría el resto de la hora contarlo. Pero no se preocupe; no la voy a aburrir con él por la simple razón de que no puedo recordarlo. Pero fue un sueño excitante, lleno de incidentes, lleno de interés. Me desperté acalorado y transpirando. Debe haber sido el sueño más largo que jamás tuve. Soñé que estaba dando la vuelta al mundo con mi mujer, cuando llegamos a Checoeslovaquia donde estaban sucediendo todo tipo de cosas. Conocí a una mujer en un camino, un camino que ahora me recuerda al que le describí en dos de mis últimos sueños en los cuales yo estaba jugando sexualmente con una mujer enfrente de otra mujer. Así sucedió en este sueño. En esta oportunidad mi mujer estaba allí mientras ocurría el hecho sexual. La mujer que encontré era de apariencia muy apasionada y me recuerda a una mujer que ví en un restaurante ayer. Era morocha, con labios muy carnosos, muy colorados, y de apariencia apasionada, y era obvio que de haberla alentado habría respondido. Ella debe haber estimulado el sueño supongo. En el sueño la mujer quería tener relaciones sexuales conmigo y tomó la iniciativa, lo cual como usted sabe es un camino que me ayuda mucho. Si la mujer  hace esto me es de gran ayuda. En el sueño la mujer se acostó encima mío; lo acabo de recordar. Era evidente que ella tenía intenciones de poner mi pene en su cuerpo. Me dí cuenta por todas las maniobras que estaba haciendo. Yo no estaba de acuerdo con esto pero como ella estaba tan decepcionada pensé que la masturbaría. Suena equivocado usar ese verbo transitivamente. Uno puede decir “me masturbé”, y eso es correcto, pero es muy equivocado usar la palabra transitivamente.

(Analista) ¿Usar el verbo transitivamente es “muy equivocado”?

(Paciente) Entiendo lo que dice. Es verdad, solamente me he masturbado a mí mismo.

(Analista) ¿Solamente?

(Paciente) Solamente recuerdo haber masturbado a otro chico una vez, pero me olvido de los detalles y me da vergüenza mencionarlo. Ese es el único momento que puedo recordar. El sueño está muy vívido en mi mente. No hubo orgasmo. Recuerdo que su vagina apretó mi dedo. Veo la parte de adelante de sus genitales, y el fin de su vulva. Algo grande y prominente colgaba hacia abajo como un doblez en una capucha (hood). Tenía forma de capucha, y fue esto lo que la mujer usaba al maniobrar para tener mi pene. La vagina parecía apretarse alrededor de mi dedo. La capucha parecía rara.

(Analista) Qué más piensa de esto – deje que la imagen esté en su mente.

(Paciente) Pienso en una caverna. Hay una caverna en el cerro donde vivía cuando era chico. Muchas veces iba allí con mi madre. Es visible desde el camino que uno recorre. Su particularidad más destacable es que tiene una tapa colgante que se parecía mucho a un labio enorme. Cuando era chico pensaba que era un labio monstruoso. Repentinamente pienso que labia significa labios. Hay un chiste sobre cómo la labia corre transversalmente y no longitudinalmente pero no recuerdo cómo estaba ordenado el chiste, alguna comparación entre la escritura china y la nuestra, comenzando de distintos lados o de abajo hacia arriba. Por supuesto que los labios están uno junto al otro, y las paredes de la vagina están una atrás y otra adelante, es decir, una longitudinal y la otra transversal. Todavía estoy pensando en la capucha.

(Analista) Sí, ¿ahora cómo?

(Paciente) Un hombrecito raro en una de las primeras canchas de golf que recuerdo. Dijo que podría conseguirme una bolsa de golf barata y que el material sería “tela de capote de auto” (motor hood cloth). Lo que recuerdo es el acento. Nunca lo olvidaré (lo imita). Imitarlo así me recuerda a una amiga que transmite por radio imitaciones que son muy inteligentes, pero suena “fanfarrón” decírselo, tan fanfarrón como decirle qué radio maravillosa que tengo. Capta todas las estaciones sin dificultad.

Mi amiga tiene una espléndida memoria. Ella también recuerda su infancia, pero la mía es muy mala antes de los once años. Recuerdo, sin embargo, una de las primeras canciones que escuchamos en el teatro y que ella después imitó al hombre. Era “¿Dónde conseguiste ese sombrero, dónde conseguiste ese sombrero de copa?”. Mi mente se ha ido a la capucha (hood) otra vez, y estoy recordando el primer auto en el cual viajé pero por supuesto eran llamados automóviles cuando eran nuevos. Recuerdo su capote (hood), nuevamente capote de automóvil (motor hood). Bueno, el capote (hood) de este “auto” (“motor”) era una de sus particularidades más obvias. Estaba amarrado hacia atrás cuando no se usaba. Su interior estaba tapizado en escarlata. El tope de velocidad del auto era aproximadamente de 60 millas, tanto como lo que es bueno para la vida de un auto. ¡Qué extraño cómo uno habla de la vida  de un auto como si fuera humano!

Recuerdo que me descompuse en ese auto, y esto me recuerda la vez que tuve que orinar en una bolsa de papel cuando siendo niño viajé en un tren. Sigo pensando en el capote (hood).

(Analista) ¿Usted dijo que estaba sostenido hacia atrás por correas?

(Paciente) Sí, por supuesto, eso me hace pensar cómo coleccionaba correas de cuero, cómo cortaba correas de cuero. Pensé que quería las lonjas para hacer algo útil, pero que supongo innecesario. Me desagrada pensar que era una compulsión; por eso me fastidia la tos. Supongo que corté en pedacitos las sandalias de mi hermana de la misma manera. Apenas tengo un vago recuerdo de haberlo hecho. Cuando lo hice no sabía por qué ni para qué quería el cuero.

Pero repentinamente pensé en las correas que se utilizan para sujetar a un bebé en un cochecito e inmediatamente quise decir que no había un cochecito en nuestra familia, y después pensé qué tonto, seguramente debes haber tenido un cochecito. No puedo recordarlo más que lo que recuerdo ver a mi padre siendo trasladado en su silla de ruedas, a pesar de  que tengo un vago recuerdo de haber visto la silla.

Repentinamente he recordado que debía enviar dos cartas admitiendo a dos socios al club. Me jacté de ser un mejor secretario que el anterior y, sin embargo, héme aquí olvidándome de darle permiso a la gente para que se incorpore al club. “Ah bueno, hemos deshecho aquellas cosas que debimos haber hecho y no hay nada bueno en nosotros”.

(Analista) ¿Deshecho?

(Paciente) Bueno, iba a decir que esa frase me hizo pensar en los botones de la bragueta que nunca me olvido de abotonar pero que para mi asombro la semana pasada mi mujer se dio cuenta de que había uno desabrochado. Fue durante la cena y yo subrepticiamente lo abotoné debajo de la mesa. Y recuerdo ahora un sueño en el cual usted recuerda que un hombre me estaba diciendo que me abrochara los botones de mi saco. Esto me recuerda nuevamente las correas y de cómo cuando niño debía ser sujetado a la cama para no caerme. Supongo que estaba asegurado al cochecito también”.

Revisaré ahora los temas recurrentes de los pensamientos latentes en el orden en que aparecieron:

  1. La tos.
  2. Ideas concernientes al propósito de una tos: a) Produce pensamientos de amantes que están juntos. b) Rechazo de la fantasía sexual concerniente al analista. c) Fantasía de estar donde no debería estar y ladrando como un perro para despistar a la gente. d) El perro nuevamente trajo el recuerdo de masturbar a un perro. En este punto tosió (comparar con ladrido) y repentinamente recordó el sueño.
  3. El siguiente tema fue el sueño. En su relato estuvo la vívida imagen de la mujer real que vio con (a) labios carnosos, (b) la vulva de la mujer del sueño con una prominencia como una capucha (a hood) que estaba usando en una maniobra para obtener su pene. Esto ocurrió en un camino asociado en su mente con dos sueños en los cuales estaba teniendo juegos sexuales con una mujer en presencia de otra. Durante el relato, mientras contaba sobre el juego sexual en el sueño objetó el uso del verbo “masturbar” transitivamente; “parecía muy equivocado”.
  4. El próximo tema fue el de la capucha; llevándolo a recordar la caverna y el tope sobrecolgante (overhanging top), que era como un labio.
  5. Luego pasó de “labia” y labios a ideas de cosas que corren en forma transversal y longitudinal y a un chiste que no recordaba. Pensó nuevamente en “capucha” (“hood”).
  6. El próximo tema vino vía “capucha” hacia “tela de capote de automóvil” (“hoodto “motor hood cloth”) recordado gracias al acento de un hombre. Él mismo imitó este acento.
  7. Esto lo llevó a las imitaciones inteligentes de su amiga y una en particular sobre un hombre. Despreció su “fanfarronada” sobre su amiga al igual que sobre su maravillosa radio. La memoria de ella y su mala memoria (ahora recuerda).
  8. Volvió nuevamente a “capote” (“hood”) y recordó el primer auto en el que estuvo. Tenía un capote (hood) revestido en escarlata que estaba amarrado con correas. Se descompuso en el auto y luego recordó haber orinado en un tren cuando era chico.
  9. El capote (hood) con correas evocó un período en su infancia cuando cortó correas de cuero compulsivamente y en una ocasión las sandalias de su hermana.
  10. Las correas lo hicieron pensar en niños amarrados con correas en cochecitos. Infirió que seguramente él debe haber tenido un cochecito. Hubo dos niños mayores que él.
  11. Recordó que no había enviado correspondencia admitiendo nuevos miembros al club. Había dejado sin hacer cosas que debiera haber hecho.
  12. Dejar desabrochados los botones de su bragueta.
  13. El sueño en el cual se le indicó que “se abotonara”.
  14. Volvió luego a las correas y recordó que se le dijo que lo ataban a la cama para que no se cayera, y supone que también lo ataban en el cochecito.

La primera cuestión importante es encontrar la pista fundamental para el significado del sueño. Podemos hacerlo detectando el momento preciso en que el sueño viene a la mente del paciente. Había estado hablando del incidente del perro masturbándose en su pierna. Un momento antes había estado hablando de imitar él mismo a un perro, esto es, se identificó con un perro. Luego tosió. Luego recordó el sueño, un largo y excitante sueño del cual despertó acalorado y transpirando. La deducción respecto al significado de todo el sueño es que es una fantasía de masturbación. Esto ocupa un primer lugar en importancia. Lo siguiente a observar en conexión con su fantasía de masturbación es el tema de la potencia. El paciente está viajando alrededor del mundo. Es el sueño más largo que jamás tuvo. Tomaría una hora entera relatarlo. Correlacionen eso con su desprecio del “fanfarroneo” respecto a la imitación de su amiga que se emite al mundo, y su propio equipo (wireless set) que capta todas las estaciones. Observen su propia imitación del hombre cuyo acento lo atrajo, un fuerte acento coloquial, e incidentalmente dijo respecto a este hombre “una vez fue carnicero”.

La imitación aquí, ya sea vía el amigo o él mismo, tiene la significación de imitar a una persona más fuerte o más conocida. Esto es nuevamente una pista más para el significado de la fantasía masturbatoria, es decir, una fantasía en la cual está imitando otra persona, de inmenso poder y potencia.

La siguiente pregunta que surge de esto es ¿por qué esta fantasía de extremo poder? La respuesta está dada en el sueño. Está yendo alrededor del mundo. Yo equipararía esta idea con el recuerdo actual que tuvo cuando estaba describiendo la capucha (the hood) en el sueño que era tan extraño, puesto que sacó a relucir no sólo el hecho de que estaba describiendo una proyección, un doblez de la capucha, sino que la capucha además estaba sobrecolgando (overhanging) como un labio de la caverna. De modo que llegamos directamente a la capucha y a los labios de la vulva comparados con la gran caverna en el cerro al que fue con su madre. De ahí que la fantasía de masturbación está asociada con una inmensa potencia porque está soñando con circundar la tierra madre, con estar adecuado a la inmensa caverna debajo de los labios prominentes. Esta es la segunda cuestión importante.

A continuación atraeré su atención a las asociaciones respecto a los labios y a la labia. La mujer que fue el estímulo del sueño tenía labios rojos, carnosos y apasionados. En el sueño el paciente tenía una vívida imagen de la labia y la capucha. La caverna tenía un labio que colgaba por encima. Piensa en cosas longitudinales como la labia y luego en cosas transversales – donde ahora sugeriría la comparación de la boca con la vulva.

Piensa, además, en el primer automóvil en el que estuvo y en su capote (hood) y en el revestimiento escarlata de ese vehículo. Luego piensa inmediatamente en la velocidad del  auto, y dice “el tope de su velocidad” era de tantas millas por hora, y luego habla de “la vida del auto” y advierte que habla del vehículo como si fuera humano.

Del hecho de la imagen onírica de la vulva y la capucha, con la profusión de otras asociaciones que dan la imagen de “rojo adentro” y proyectando labios y capucha (hood), debo deducir que el recuerdo de la caverna real que visitó con su madre actúa también como recuerdo encubridor. Deduciría que este mismo recuerdo está proyectado en el auto con su capote (hood) revestido en escarlata, y que el tope de velocidad tiene el mismo significado que la proyección en los genitales en el sueño – es el tope de la capucha. Infiero que hay un recuerdo real reprimido de ver los genitales de alguien mucho mayor que él; de verlos cuando era muy pequeño e infiero esto tanto del auto como de la caverna, e ir alrededor del mundo en conjunción con la inmensa potencia requerida. El tope, la capucha, lo interpreto como el clítoris. La hermana del paciente es ocho años mayor que él. Considerando las referencias a la voz de su amiga mujer, esto es sonar, acento, el sonido de la voz de un hombre, y considerando que la referencia a ella está en conexión con la imitación masculina, deduzco que al menos cuando era muy pequeño vio sus genitales, advirtió el clítoris, y la escuchó orinar. Pero considerando todo el trabajo en análisis que hemos hecho hasta ahora, creo que hubo, además, alguna situación en la primera infancia en la cual tuvo una oportunidad bien definida de ver los genitales de su madre. Con esto quiero decir, una situación tal como podría ocurrir con un bebé acostado en el suelo sobre una frazada. Es la única explicación que tengo hasta ahora para entender la especial importancia de algunas revelaciones que este paciente favorece al producir imágenes, especialmente reveladas desde lo profundo. Una pista más que tengo  sobre la mujer en el sueño es que es oscura. Su selección actual entre mujeres ha sido del tipo de las rubias y de cabello dorado. En una ocasión previa me dijo que su madre tenía el pelo oscuro y que él siempre ha correlacionado la pasión con mujeres de pelo oscuro.

La siguiente cuestión de importancia es la evidencia provista sobre la masturbación infantil. Tenemos la evocación del sueño en el cual se le dice que se abotone y el hecho de que este sueño es recordado en conjunción con el recuerdo de ser sujetado a la cama. El dice que era para evitar su caída de la cama. En conexión con esto correlaciono material de otros análisis en los cuales me ha dicho que se lo sujetaba a la cama porque era “muy inquieto”, y también que en algunas ocasiones notó que no podía pensar en nada más exasperante para un niño que ser impedido de moverse, ser restringido de cualquier forma, pero que no sabía por qué se sentía tan seguro de esto puesto que no recordaba algún momento en que le fuera impedida la libertad. De estas referencias a “correas” y “ser sujetado a la cama”, está justificado en deducir alguna restricción de sus movimientos en su temprana infancia conectada con la masturbación, y que esta temprana masturbación estaba en el contenido de su fantasía de la misma naturaleza que el presente sueño.

Podemos ahora proseguir con otros detalles. Tenemos dos referencias a la compulsión. La primera está en conexión con la “pequeña” tos, la cual a pesar de sus esfuerzos produce invo- luntariamente un hecho que es extremadamente desagradable para él. La otra es la referencia

a la temprana compulsión infantil del varón de cortar correas; el corte de las sandalias de su hermana.

Con mucha reticencia ha admitido que su corte fue realizado compulsivamente. El punto a destacar en referencia a esta agresión compulsiva es la secuencia en la que ocurre, a saber correas, correas de un cochecito de bebé, rehusarse a pensar que había un cochecito de bebé, luego el pensamiento que debe haber habido un cochecito, luego que había habido otros niños antes que él, y finalmente en ese punto recuerda que se había olvidado de mandar entradas a dos nuevos miembros del club. Esta secuencia nos da el derecho de interpretar que su dificultad en recordar que había un cochecito que él debe haber tenido y como dice “había  otros chicos”, fue causada por no querer que su madre tuviera otros hijos luego de él y, además, que su agresión temprana exhibida en “cortar” era definitivamente agresión hacia los posibles y odiados rivales. Las manifestaciones actuales de esto es su olvido de mandar los formularios para admitir nuevos miembros. La fantasía de la infancia fue cortarlas en pedazos o recortarlas.

Todavía podemos hacer más inferencias. Inmediatamente después de mencionar el hecho de su olvido de enviar esos formularios de admisión dijo: ”Hemos dejado sin hacer aquellas cosas que debiéramos haber hecho”, y recordó el hecho de que recientemente sucedió algo inusual: encontró los botones de su bragueta desabrochados. El deseo inconsciente de exhibir su pene está implícito en este “olvidarse”, pero tomado en el marco de la secuencia de referencias, primero a la agresividad en el cortar, luego a no enviar los formularios, el pene está inconscientemente asociado con fantasías de agresión. Aquí estoy justificado, en virtud de análisis pasados, en vincular las fantasías agresivas conectadas con el pene, no  solamente con la masturbación, sino con el hecho de mojar la cama puesto que la referida inquietud que causaba su estar atado a la cama ha sido mencionada en relación a mojar la cama en anteriores ocasiones. Observarán que por esta referencia de dejar los botones de su bragueta desabrochados recordó un sueño donde una figura paterna lo exhortaba a abrocharse los botones.

Esto me lleva a una inferencia más. Al hablar de la tos su primer pensamiento fue  el advertir a una pareja de amantes de su aproximación. Recordaba haberles advertido de esta manera a su hermano y su novia cuando estaban juntos. Uno sabe lo que esta advertencia causará antes que el hermano menor entre a la habitación. Los amantes habrán puesto distancia entre ellos. Con su tos él los habrá separado. Para usar sus palabras: “Así no se sentirán avergonzados por mi intrusión”. Nuevamente estoy justificado en mi presunción con respecto a que esta solicitud extrema no es avergonzante. Hace algún tiempo asistió a una función en la que el Rey y la Reina iban a estar presentes. Vino a la ciudad en su automóvil. Esto le produjo ansiedad y por un tiempo no estuvo claro qué fantasía específica la causaba. Resultó ser ésta: “Supongamos, sin saber exactamente dónde estacionaría el auto, supongamos que justo en el momento en que el Rey y la Reina estaban llegando él bloqueó el camino con su coche sin lograr moverlo y así entorpeció el avance de la pareja real – una situación muy avergonzante.

Así, en la tos discreta antes de entrar a la habitación tenemos la pálida y atenuada representación de una situación infantil en la que entorpeció el progreso de la pareja real, no por decisión, no por inmovilidad, sino por un repentino movimiento intestinal, o por llorar, lo que uno infiere que fue efectivo en su propósito.

Con respecto a un detalle específico en el sueño, la proyección en la que él piensa que la mujer está maniobrando para asir su pene, se está justificado en ir tan lejos en la interpretación como esto: que a la luz de las fantasías agresivas evidenciadas, los genitales de la mujer serán agresivos hacia él. Hay que notar los lugares reales de peligro: (1) la proyección que es equivalente a un pene, (2) la vagina. No le tendrá confianza a su pene en la vagina, introducirá un dedo. Más aún, la boca y vagina han sido equiparadas a través de la asociación de “labios sobrecolgantes” y en la referencia a las aperturas longitudinales y transversales; ergo tenemos aquí la fantasía de la vagina siendo como una boca con dientes.

Interpretar más que esto sería adivinar. Las interpretaciones que he dado surgen directamente del material de la sesión, ya sea por asociación directa, o al advirtir el ordena- miento de los pensamientos en secuencias, o por la conexión de las asociaciones de esta hora con las dadas en otra hora. Este es el intento de obtener el significado pleno de todo lo dicho.

No hice las interpretaciones al paciente tal cual las he hecho aquí. Tuve que seleccionar del todo qué era lo más importante para ayudar a traer el material reprimido a la conciencia. Fui guiado en esta selección por las necesidades del paciente, especialmente su temor a los movimientos corporales agresivos. Lo primero que seleccioné fue la tos. La seleccioné porque era una manifestación de una transferencia directa de naturaleza compulsiva hecha durante la sesión que podía relacionarse con los actos compulsivos y agresivos reprimidos en la infancia.

Me referí al hecho de que había usado dos veces la palabra “pequeña” al describir su tos y dijo que al usar esta palabra estaba subestimando una fantasía conectada con la tos. Me referí entonces específicamente al sueño y puntualicé cómo el sueño como un todo indicaba un inmenso poder, una gran potencia.

Luego dirigí su atención al propósito de la tos en referencia directa a la separación de amantes y le dije que alguna fantasía de esa naturaleza ahora debía estar asociada inconscientemente conmigo. El había dicho que no me iba a aburrir con un largo relato. Luego me referí al incidente del “Rey y la Reina” y conjeturé que la fantasía omnipotente estaba enraizada en la temprana infancia cuando él había sido capaz de detener o interrumpir a sus padres.

Después de esto correlacioné las asociaciones realizadas con la agresión y deduje que había deseado prevenir que nacieran más niños; como no nacieron más niños luego de él su fantasía agresiva de omnipotencia había sido reforzada por este hecho, y así se intensificó aún más el temor a su madre como una persona vengativa. Luego afirmé mi convicción acerca de que realmente vio los genitales de su madre y la proyección sobre ellos de fantasías de venganza, que se iban a correlacionar con las fantasías de agresión asociadas con su pene como una cosa mordiente y aburrida, y con el poder de su agua. Dije que todo esto era el significado de la masturbación que el sueño representaba.

Ahora voy a indicar brevemente cuáles fueron las características sobresalientes de las siguientes dos horas de análisis. Al día siguiente el paciente dijo que no había tosido mientras subía las escaleras pero que había tenido un leve dolor cólico. Esto lo llevó a pensar en sus ataques de diarrea en la infancia y que con cólicos muchas veces se producen flatos explosivos. “Me pregunto,” dijo, “si la tos realmente significa flatulencia y diarrea?”. Contesté “Ahora usted mismo ha encontrado su significado”. Durante esta hora estuvo ocupado por el problema de su dificultad en tenis para realizar un tiro que pusiera en aprietos a su oponente.

Al día siguiente me informó que el día anterior había tenido un cólico al dejar la casa. Luego procedió a contarme que no había podido usar su auto porque ciertas reparaciones no habían sido terminadas. El mecánico era muy bueno y amable; era imposible enojarse con él. Aún así le gustaría tener su auto. No es que el auto sea imperativo para él en este momento;  no era una necesidad, pero él lo quería, le gustaba.

En esta intersección dibujé una comparación entre el mecánico bueno y amable con quien no podía enojarse y su padre. Esto, dijo el paciente, expresaba exactamente sus sentimientos sobre su padre en su recuerdo. Entonces por fin pude tratar los deseos libidinales, “no es que  el auto fuera una necesidad, sino que él lo quería”. Tuve que esperar un largo tiempo para tener la oportunidad de hacer esta interpretación. Aquí finalmente se expresó el deseo libidinal. El día siguiente el paciente hizo una confesión. Por primera vez desde que era un chico pequeño había mojado la cama durante su sueño. Así en estas tres horas de análisis las manifestaciones corporales fueron la tos, los cólicos, y el presente mojar la cama. Con esto último hemos hecho el primer contacto real con la situación de rivalidad con su padre en la infancia.

En esta hora pude hablar convincentemente de la transferencia paterna evidenciada en el análisis, y las fantasías de rivalidad agresivas hacia él que en la infancia se expresaban corporalmente. Perdí la oportunidad en un momento de pedir más información, una omisión obvia, a pesar de que con este paciente no interrumpo más de lo necesario para progresar. Me refiero al elemento en el sueño de “Checoslovaquia”.

Finalmente entenderán por qué hablé tan poco, por qué interpolé pocas preguntas y las que hice fueron monosilábicas. La razón está dada en su sueño y en su comentario “La mujer tomó la iniciativa. Si la mujer simplemente toma la iniciativa entonces me siento muy ayudado” lo que significa que su problema de agresión infantil se posterga nuevamente. Para ayudar a este paciente debo en ocasiones de este tipo dejarle que tome la iniciativa lo más que pueda.

Dos sueños en los cuales aparecen figuras paternas definidas siguieron al que he relatado. En la cancha de tenis un día en la semana siguiente a esta sesión un oponente que le ganó comenzó a burlarse de su juego. Mi paciente tomó a su atormentador por el cuello y lo sostuvo aprisionándolo juguetonamente advirtiéndole que nunca osara burlarse de él nuevamente. Esta es la primera vez desde su adolescencia que le ha sido posible tocar a un hombre de un modo meramente juguetón – más aún para hacer una demostración de su fortaleza física.

N. de T.: en idioma inglés, la palabra “hood” significa: 1) capucha, caperuza (prenda de vestir) y también 2) cubierta plegable de un automóvil, carruaje, coche de paseo para bebés, etc. El paciente  utiliza esta palabra en sus dos acepciones en sus asociaciones sobre el sueño.

 

Traducción: Maritza Reynoso