a. La práctica clínica Hospitalaria en tiempos de incertidumbre
Propuesta N° 0062
2020-11-20 / 15:00:00

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Presentan: Maximiliano Kelmansky (Hospital José. T. Borda).
Conducción: Ada Zimerman
Coordinación: Eduardo Safdie



Abstract:

Este escrito surge de las observaciones realizadas por el equipo tratante del Servicio N24 del Hospital  Borda frente a la crisis que enfrentamos a partir de la pandemia por Covid-19 desde el mes de Marzo de 2020. Nos proponemos pensar sus efectos en la subjetividad y en los vínculos tanto en los pacientes como en el equipo terapéutico.

 

 

 







Texto breve:

Este escrito surge de las observaciones realizadas por el equipo tratante del Servicio N24 del Hospital José. T. Borda frente a la crisis que enfrentamos a partir de la pandemia por Covid-19 desde el mes de Marzo de 2020.Nos propusimos reflexionar sobre estas observaciones y sobre el sentimiento  de incertidumbre compartido por los pacientes y el equipo de salud y sus efectos en la subjetividad, los vínculos y su repercusión en el campo de la salud.

El Servicio cuenta actualmente con 18 pacientes internados y aproximadamente con unos 30 pacientes que concurrían hasta el inicio de la pandemia semanalmente en forma ambulatoria. En su mayoría, pacientes con diagnósticos de  psicosis crónicas, retrasos madurativos, trastornos afectivos y adicciones.Nuestra población está integrada por  pacientes que podríamos definir como”graves” donde predomina el consumo de alcohol y drogas, depresiones, conductas autoagresivas y  descompensaciones psicóticas.

En nuestra experiencia tomamos lo referido por Jorge Garcia Badaracco en relación a que la disociación que presentan muchos de nuestros pacientes en el Hospital no está determinada solo por su historia psicopatológica sino por un campo socio familiar fuertemente dividido.

A partir del mes de Marzo de 2020 nos vimos obligados en forma intempestiva a realizar cambios en el funcionamiento habitual del Servicio.  Así dejaron de concurrir visitantes y concurrentes quienes sostienen muchas de las actividades asistenciales individuales y grupales del servicio  como: talleres de Musicoterapia, Lectura de diarios, taller de Literatura, Asamblea de convivencia, Asamblea multifamiliar, taller de Arte y reuniones de equipo  que se realizaban en el servicio hasta esa fecha. Estos  talleres cumplen, en nuestra experiencia, una función esencial, ya que el grupo es un lugar de soporte y contención, operando como un espacio en el cuál se repiten modalidades vinculares,  La ausencia  de estos profesionales puso en evidencia la falta de recursos humanos en el ámbito de la salud pública.

Se tomaron medidas institucionales, según protocolos, para identificar a pacientes en riesgo. Se suspendieron las salidas recreativas de los pacientes y las visitas por parte de familiares y amigos a los pacientes internados. Intentando con estas medidas que los pacientes puedan tener el menor intercambio con el exterior disminuyendo así el riesgo de contagio.

Frente a esta situación de crisis y angustia que enfrentamos todos, podríamos decir, que un sentimiento que afloró tanto en el equipo terapéutico como en los pacientes fue un fuerte sentimiento de incertidumbre.Nos proponemos pensar sus efectos en la subjetividad y los vínculos tanto en los pacientes como en el equipo terapéutico.

Janine Puget nos dice: “Todo sujeto necesita pensarse sobre bases coherentes, previsibles, estables, como una forma de protegerse de la intromisión de lo “ajeno” con su correlato de imprevisibilidad, lo que se toma defensa contra la incertidumbre”. “En su soledad y en sus vínculos el sujeto sostiene ilusoriamente una exigencia de certeza, de verdad y de saber que hace posible soportar las alternativas de la vida diaria”.

Para determinar la significación del concepto de “incertidumbre” veamos que dice el diccionario: Falta de certidumbre. Falta de conocimiento seguro y fiable sobre una cosa, especialmente cuando crea inquietud en alguien.Pensemos algunos sinónimos: Duda, interrogación, vaguedad, perplejidad, vacilación, incerteza, inexactitud.

Esta enumeración ya nos introduce en el “clima emocional” que podemos detectar cotidianamente en los pacientes  y en nosotros mismos  en estos días. Todos compartiendo un presente de incertidumbre y un futuro incierto difícil de vislumbrar claramente.Esta situación  determinó en los profesionales del servicio un primer momento de perplejidad y confusión secundaria a este estado. ¿Cómo mantener la capacidad reflexiva y terapéutica en tiempos de tanta incertidumbre y angustia?

Las realidades amenazantes (amenaza de muerte) y sus correlatos de incertidumbre y temores  nos enfrentan a todos con sentimientos de un alto nivel de  angustia.

En “Inhibición, Síntoma y Angustia” (1926) Sigmund Freud nos dirá que la angustia señal es la respuesta del Yo a la amenaza de una situación traumática y ante está una de sus posibles consecuencias es la “restricción funcional del Yo o inhibición” como defensa.

Los efectos psíquicos de esta experiencia son aún desconocidos. En nuestra experiencia, hemos podido ver que las características de  personalidad previas así como el nivel de deterioro cognitivo influyen en la forma de sobrellevar esta situación. Durante estos meses hemos podido observar distintas conductas de tipo regresivas que se manifiestan a través de conductas de violencia y hostilidad (fragilidad en los vínculos), trastornos del sueño, un aumento en el uso de sustancias (alcohol y tabaco por ejemplo). Como así también pacientes que han aumentado su retracción psíquica y aislamiento (aumentando la desmentida).

José Bleger en “Psicohigiene y psicología institucional” afirma que las instituciones y los profesionales  tienden a adoptar la misma estructura de los problemas que tienen que enfrentar. Quedando muchas veces  los profesionales afectados y abrumados por esta regresión adaptativa determinando abulia y apatía en el equipo de salud. Estas ideas nos ayudaron a comprender nuestro estado en tiempos de pandemia.

Así ante la dificultad de lograr la representación psíquica de lo nuevo, pensamos que tanto los pacientes como los integrantes del equipo de salud caímos, durante los primeros meses de la pandemia, en un estado de desesperanza y aislamiento. Esto trajo por consecuencia que se viera afectado nuestro vínculo con los pacientes, así como, el vínculo entre los mismos  pacientes y entre los integrantes del equipo de salud.

Paulatinamente fueron pasando los días pudimos empezar a pensar, hablar y reflexionar entre nosotros y con los pacientes sobre los cambios sucedidos y sus posibles consecuencias. Intentando de esta forma que los pacientes puedan poner  palabras donde antes existían incertidumbres.

Se implemento paulatinamente:

•    Un control clínico diario por enfermería según protocolos para identificar y derivar a pacientes en riesgo.
•    Se comenzó con una asamblea semanal donde se trabajaban aspectos relacionados al cuidado y prevención de la enfermedad.
•    Se trabajó con gráfica para informar a los pacientes sobre medidas de prevención del Covid-19 (fuente: OMS y OPS). Esta información debe ser fidedigna cuidando de no sumar efectos negativos o ansiogenos a través de un mensaje realista, claro, conciso y de fácil lectura.
•    Se habilitó una línea telefónica para intentar promover el vínculo de los pacientes con sus familiares y allegados y así estos pudieran realizar el envió de pertenencias a los pacientes.
•    Se entregaron barbijos a los pacientes enseñándole sobre sus usos así como otras medidas de prevención.
•    Los pacientes que requerían irremediablemente salir del Hospital lo han hecho con algún Acompañante terapéutico quién de esta forma además de contener y acompañar al paciente podía trabajar sobre medidas de prevención y cuidado del paciente.
•    Se realizó una reorganización de las salas de internación con el fin de obtener una distancia óptima entre los pacientes.
•    Se habilita una línea telefónica para restablecer los tratamientos psicoterapéuticos de los pacientes en forma telefónica y por videollamada. Esto se vio dificultado por no contar el  servicio con internet.
•     Se restableció la terapia multifamiliar (con la participación de pacientes internados, externados y sus familias ) en forma virtual.

Estas medidas enumeradas pensamos reforzaron los vínculos entre los pacientes y nosotros dando de esta forma tanto a los pacientes como al equipo tratante mayor certidumbre en tiempos de alto nivel de angustia e incertidumbre. Ante lo disruptivo de esta crisis se intentó con estas medidas mencionadas dar sentido al contexto intentando por ejemplo contextualizar y reflexionar sobre medidas de cuidado y prevención. Tomando en cuenta las individualidades e historia singular de cada paciente.

Con estas medidas intentamos también poner de manifiesto el rol del equipo de salud mental en la comunicación, prevención y tratamiento ante situaciones de crisis. Lo imperioso del trabajo grupal e interdisciplinario (Estas medidas no hubiesen sido posibles de implementar sin la activa participación de todo el equipo de salud) y la importancia de contar con programas y recursos terapéuticos sostenibles en el tiempo.