Propuesta N° 025
Nuestro objetivo al presentar este trabajo es mostrar algunas de las ideas de la obra de David Maldavsky.
Maldavsky considera que el discurso del paciente en la sesión constituye para el psicoanalista el modo de abordar el inconciente como objeto de estudio. Los sueños, recuerdos, lapsus, etc. de un paciente arrojan datos sobre un gran número de ellos. La pregunta sería, ¿cómo es posible este pasaje de lo singular a lo general?
Basándose en la propuesta freudiana de considerar las manifestaciones (clínicas o no) como expresión de una erogeneidad determinada y el modo en que las defensas modifican estas manifestaciones, se propone comprobar cómo las palabras, frases y relatos son expresión de una trama erógena y defensiva compleja y de sus modificaciones.
Contamos con tres niveles de análisis: lo universal (las manifestaciones son expresiones de la erogeneidad y la defensa), lo general (determinada manifestación es expresión de cierta erogeneidad y/o de una defensa específica), lo particular (el discurso de un paciente expresa una trama de erogeneidades y defensas.
El primer nivel corresponde a las hipótesis psicoanalíticas que sustentan la teoría, el segundo a la psicopatología y el tercero al estudio de un caso.
Estos tres niveles se articulan de manera más o menos compleja y desde esta perspectiva es posible rescatar el valor de un hallazgo clínico particular al insertarlo en un marco amplio.
En cuanto al inventario de las erogeneidades, Maldavsky propone las seis indicadas por Freud: oral primaria, oral secundaria, anal primaria, anal secundaria, fálico uretral y fálico genital, a las que él agrega libido intrasomática, referida a la investidura erógena de los órganos internos.
Refiere al planteo de Freud en cuanto a que después del nacimiento sobreviene una investidura narcisista de órganos, el corazón y los pulmones, los cuales advienen como el primer objeto libidinal (Freud, 1926)
Nos detendremos en esta última erogeneidad, en la medida que las anteriores son más conocidas por todos nosotros, y las derivaciones que propone Maldavsky con respecto a la libido intrasomática, tiene una gran relevancia en ciertas patologías, como las adicciones, epilepsias, afecciones psicosomáticas.
Maldavsky considera que, para dar cuenta de los procesos patógenos ligados a la fijación y regresión en los estados tóxicos, es necesario considerar la estructura y las funciones del yo real primitivo.
A este primer yo le atribuye la capacidad de orientarse entre un adentro y un afuera y tendría la capacidad de todo organismo vivo de alejarse de la fuente de dolor.
Este Yo real primitivo se atiene al mecanismo de alteración interna, que debería ser sustituido por la acción específica.
Volviendo a las erogeneidades, Maldavsky establece correlaciones sistemáticas entre erogeneidades y manifestaciones, para cuyo fin considera: las redes de palabras, las estructuras frase y las secuencias narrativas, entre otras. Los interrogantes que guían el enfoque de las manifestaciones son dos: 1) cuáles son las erogeneidades expresadas en el discurso, y 2) cuáles las defensas en juego. Maldavsky entiende las defensas tal como indicó Freud, como destino de pulsión. Buscar cita de Freud.
El nombre del método ADL creado por Maldavsky, es un homenaje a David Liberman, su maestro. Liberman, investigó fundamentalmente en el área clínica intentando hallar criterios diferenciales para distinguir entre las estructuras clínicas a partir de los recursos expresivos de cada paciente. Elaboró el concepto de estilos para dar cuenta de las diferentes modalidades expresivas. Sostuvo que cada paciente puede ser considerado como un “manojo de estilos” más o menos estereotipados y también afirmó que su evolución durante el tratamiento se evidencia por la forma en que se amplían y complejizan dichos recursos
David Maldavsky lo acompaño en el desarrollo de algunas de sus obras y continuó luego profundizando los estudios acerca del lenguaje y la subjetividad Plantea el concepto de lenguajes del erotismo en lugar del de estilos.
Cada lenguaje puede ser estudiado desde una cierta perspectiva, preguntándose por el modo en que se expresa cada erogeneidad, o mejor dicho cada erogeneidad se expresa en un lenguaje que a su vez da testimonio de la defensa.
En este sentido y de modo muy simplificado podemos decir que en un lenguaje literario, por ejemplo el de Borges, o muchos otros autores, utilizan un lenguaje, digamos en este caso oral primario; tales como: verdad abstracta, laberinto, desierto, etc, y también encontrar que un paciente esquizofrénico, utiliza estas mismas palabras, pero la singularidad, está dada por el uso de las defensas que utiliza uno u otro, mientras en Borges es la Sublimación, en el paciente esquizofrénico es la Desestimación de la realidad y de la instancia paterna. Lo mismo podríamos estudiar cualquier otra obra literaria y autor, adjudicándoles un lenguaje que, en el terreno de la psicopatología, correspondería al estudio de un caso.
De ahí que esta imbricación entre lenguajes del erotismo y defensas sea tan central, porque solo el estudio de la defensa posibilita inferir la vigencia de procesos patógenos.
Entre las defensas considera las dominantes: represión, desmentida, desestimación de la realidad y de la instancia paterna y desestimación de los afectos. Todas ellas pueden ser normales o patógenas, en cuyo caso serían determinantes de ciertas estructuras clínicas.
Entre las defensas centrales es posible incluir las funcionales, que permiten el enriquecimiento psíquico e implican grados mayores o menores de conciliación entre los sectores en pugna y las defensas patológicas que conducen a un empobrecimiento psíquico e implican soluciones más drásticas ante los sectores en pugna. Entre las funcionales es posible distinguir cuatro centrales 1. acorde a fines, 2. inhibición,3. Creatividad y 4. Sublimación.
Maldavsky toma de Freud el complejo concepto de corrientes psíquicas, al que alude en el Hombre de los lobos, donde realiza observaciones muy detalladas, llegando a sostener la existencia de varias corrientes psíquicas todas relacionadas a las vicisitudes entre un deseo y el complejo de castración.
Da cuenta entonces de tres posibilidades: la aceptación de la castración, el rechazo de la misma y en la tercera corriente aparece el concepto de desestimación.
Dichas defensas remiten a las tres corrientes psíquicas que coexistían en el paciente, a sabiendas de que alguna de ellas tendría cierto grado de predominio sobre las otras. Maldavsky, desarrolla especialmente el concepto de desestimación del afecto, como defensa patógena vinculada a una predominancia de la Libido Intrasomática. Nos recuerda que Freud (1918) plantea la desestimación del afecto como una defensa ante lo nuevo, y este enfoque lo aúna a otro planteo freudiano (1895); donde afirmó que el afecto está constituido descriptivamente por 3 elementos, descarga, percepción de la descarga y matiz afectivo. (Freud 1926 Inhibición, síntoma y angustia).El afecto aparece entonces como conciencia de la propia vitalidad pulsional y simultáneamente de la vitalidad de los interlocutores primordiales.
Si el matiz afectivo no se constituye o no persiste, resulta amenazado el desarrollo de la subjetividad
El afecto es lo primero nuevo en constituirse en la vida psíquica. La primera cualidad que surge de un mundo puramente cuantitativo, de allí que la desestimación puede recaer también sobre el afecto.
Consideró mantener la denominación de corrientes psíquicas empleada por Freud, que permite dar un lugar a múltiples componentes psíquicos y matices en un conjunto complejo y heterogéneo.