Un abordaje terapéutico diferente Historia de un joven sirio traumatizado por la guerra




Un abordaje terapéutico diferente Historia de un joven sirio traumatizado por la guerra

Propuesta N° 055

miércoles 02 de noviembre / 17,00

16:00 NY / 15:00 PE, EC / 14:00 MX / 20:00 POR / 21:00 SP, IT

Sala 202/203 (Claraboyas) (2° piso) / Zoom y Presencial

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Presenta/n: Marta T. Dávila (APA), Julia Inés Henshaw (APA).



Resumen

Presentamos el caso de un joven sirio severamente traumatizado por la guerra que ha debido emigrar a Europa. Hemos adaptado un encuadre para las sesiones, que se realizan a través de WhatsApp escrito en inglés y en condición de gratuidad, 2 veces por semana. Mostramos su progreso a través de un fragmento de sesión.






Ampliación/Descripción

Las cosas muertas pueden ser arrastradas por la corriente,

sólo algo vivo puede ir contracorriente.

G. K. Chesterton[1]

 

En el presente escrito nos interesa describir el trabajo terapéutico que hemos realizado durante 6 años, con un paciente al que debimos adaptar el encuadre, acorde a las características personales y culturales; asimismo, mostraremos, a través de una viñeta cínica, los cambios psíquicos que se han producido en la actualidad.

Omar es un joven médico ginecólogo sirio, que debió huir de su país hace 10 años para salvar su vida y la de su esposa, fuertemente traumatizada. Viven en Europa.

Pide ayuda terapéutica a través de las redes en condición de gratuidad, ya que en su país de residencia no lograba que le brinden asistencia.

Consulta en estado de desesperación por maltratos recibidos por ser inmigrante. En aquel momento sufría repetidas hospitalizaciones y recordaba continuamente los sucesos trágicos de la guerra, pese a lo cual su mayor obsesión era volver a Siria, su país de origen.

Decidimos aceptar el desafío tal como se nos pudiera presentar. Las primeras comunicaciones se hicieron vía mail, luego se pasó al mensaje Instantáneo.  Fue trabajoso establecer horarios para los encuentros, ya que el paciente sufría crisis de angustia e irrumpía con mensajes a cualquier hora. A medida que transcurría el proceso terapéutico, se establecieron horarios pautados para una comunicación de duración predeterminada.

Actualmente es atendido 2 veces por semana en idioma inglés (WhatsApp escrito) y es supervisado 2 horas por semana. Las sesiones se siguen realizando de esta manera a pedido del paciente, seguramente debido a cuestiones culturales y religiosas árabes, con las prohibiciones que conlleva ver el rostro de una mujer y oír su voz.

La dupla analítica está disponible para dicho encuentro, aunque sin el cuerpo, la voz, ni la mirada.

Pensamos que las sesiones escritas le dan sostén y la posibilidad de releer su historia analítica dejando plasmado materialmente algo de aquello perdido.

La neurosis traumática de guerra no le da respiros. Le provoca grandes crisis de angustia y ataques de pánico gatilladas por situaciones de la vida cotidiana.

No podía dormir y se repetían sueños traumáticos. Tanto él como su esposa habían estado físicamente en medio de ataques de bombas, masacres y al acecho de francotiradores y granadas. No obstante, intentaba volver a cualquier precio, aunque la situación en Siria no mejoraba.

Siendo médico, haber huido de la guerra implicaba enfrentar una corte marcial. Por su especialidad de ginecólogo, los extremistas amenazaban cortar sus manos. En una ocasión, (a casi 2 años de terapia), compró pasajes al Líbano para cruzar a Siria ilegalmente por tierra.

Por insistencia de su analista, con las valijas hechas, un niño de 4 años y una bebita de 2 meses, resolvieron a último momento quedarse en Europa. El día del vuelo, hubo un bombardeo fatal en las inmediaciones de la frontera que debían atravesar.

La disyuntiva es: ¿Vivir en Europa como muerto o estar vivo entre los muertos en Siria?

Ha podido formar una familia con 2 hijos. Tiene un trabajo administrativo estable en sector médico y recientemente logró conseguir pasaportes europeos, pero más de una vez se siente muerto entre los vivos.

El sentimiento de culpa que le provoca estar a salvo en Europa cuando sus compatriotas no han tenido esa suerte, lo lleva a estar aislado en la ciudad donde residen, sin poder hacer amistades, ni él ni su esposa. También progresar económicamente implica una culpa imposible de soportar.

La vergüenza por no ejercer como médico lo impulsa a esconderse de otros sirios de la ciudad. No querían que sus hijos se escolarizaran ni aprendieran el idioma del lugar, queriendo criarlos como si todavía estuviesen en Siria.

Dice Freud (1923. a) que la tensión entre las exigencias de la conciencia moral y las operaciones del yo se sienten como sentimiento de culpa.

Una tía que lo había ayudado económicamente desde Siria para inscribir a su hijo como europeo, enfermó gravemente y le pidió que regresara junto a su lecho de muerte para conocer a sus hijitos. Aunque quiso, no pudo. Esta situación aumentó su sentimiento de culpa. Lo cultural en este caso, alimenta las exigencias del superyo.

Años más tarde, ante la enfermedad terminal del suegro, y un provisorio alto el fuego, resuelve volver a Siria de vacaciones con su familia para que su esposa no quede con el remordimiento que él padecía por no haber acompañado a su tía en los últimos días.

El “privilegio” de estar vivo ante sus “hermanos Siros muertos” le provoca una culpa oprimente que lo lleva a poner en riesgo su vida y la de su familia viajando a Siria donde todavía hay guerra, mostrando la necesidad inconsciente de castigo.

El viaje lo enfrentó con la realidad. La hermosa Siria de su infancia había desaparecido, ya no había lugar para la desmentida.

En el siguiente fragmento de sesión. mostraremos la mejoría del paciente con respecto a su esposa que no recibió tratamiento.

Omar: El mismo estrés en el trabajo y en nuestra familia sin saber lo que debemos hacer, si quedarnos acá o volver a Siria, y cuándo.

Analista: Una tormenta de sentimientos.

Omar: Sí. Mi esposa llegó a un punto en el que ya no puede manejar la vida aquí. Cree que tendremos una vida mejor en casa, pero no estoy seguro de qué es lo bueno que se puede hacer. Tengo miedo.

Analista: Has hecho terapia durante 6 años, ella no, aunque ambos son víctimas de la guerra, con todo lo que eso implica.

Omar: Lo sé. Ahora todos los días tenemos esa discusión.

Analista: Es muy difícil para ella, no puede reconocer el trauma que la guerra puede dejar en sus hijos.

Omar: La entiendo al 100 por ciento, especialmente porque después de todos estos años no tenemos una buena vida aquí y parece que no nos va mejor. No estamos seguros de que podamos cubrir costos con el aumento del 700 por ciento en los precios de la energía.

Analista: No tienes la vida que esperas, pero tienes electricidad y una casa cálida para los niños en invierno. Vivir en Siria ahora no es como ir por un mes de vacaciones. En donde estás, si ganas más dinero puedes tener electricidad. En Siria, incluso con dinero no puedes. Por eso me dijiste la semana pasada que querías volver después del invierno.

Omar: Ella piensa que miento cuando digo que amo a mi país o que extraño nuestra vida allí. Para ella, si lo hago, debería volver.

Analista: Tienes esta tormenta de sentimientos, y cuando hablas con ella, la tormenta continúa entre ustedes dos. Ella quiere algo y entiendes lo que quiere, pero sabes que es una elección peligrosa.

Omar: Sí, aunque lo quiero, tengo miedo. Sería un gran comienzo y ya estamos agotados sin empezar. Hoy me dijo que no irá a recibir su nuevo documento.

Analista: Tú quieres volver, pero en otras circunstancias.

Omar: Ella me dijo “si tú quieres el documento, ve a buscar el tuyo, yo no lo quiero”.

Analista: Ella está tratando de hacer que decidas irte ahora. No quiere quedarse en Europa.

Omar: Sí, pero nuestras discusiones van por mal camino, le conté sobre mi miedo a los puestos de control, ella responde como siempre que no estamos mejor que los que viven allí. Para ella, ahí tenemos nuestra casa, nuestro carro, mi clínica y tendremos una vida mejor.

Analista: ¿Y tú qué piensas?

Omar: Ayer estuvimos gritando, me puse muy triste y molesto cuando me dijo que decidí perder mis estudios y trabajo y que en ningún lado volveré a trabajar como médico aparte de Siria. Le dije que se olvide que estudié medicina y que ya no soy médico. Algo que no quiero escuchar más es que me responda: “pero me casé con un médico”. No estoy seguro de nada. Lloré solo por la noche, esta es mi herida más profunda y duele mucho cuando se toca.

Analista: ¡Debes haber estado muy triste! ¡Realmente no querías dejar tu trabajo y huir de las bombas! ¡Tanto sacrificio y ella no lo reconoce!

Omar: Se intensificó más y me dijo que ella no trabajará aquí y que es mi decisión quedarme, así que soy responsable de eso. Esta vez me dijo que quiero quedarme aquí porque soy perezoso y no estoy listo para hacer más por una vida mejor.

Analista: Debe haber sido devastador.

Omar: ¡No puede ver que su propia hermana adolescente, tuvo que enterrar cadáveres! Lo siento mucho. Pienso en lo que fue pasar los puestos de control... El episodio del taxi, cuando no nos permitían llegar a Damasco. Sé que nuestra vida aquí no es buena, pero lo intenté. No soy feliz en mi trabajo, pero me aterra perderlo. No puedo más, quiero volver a trabajar como médico, pero no me puedo permitir estar sin trabajo para hacer exámenes y capacitaciones.

Analista: Lo sé. Eres un gran trabajador que ha renunciado a sus sueños por el bien de su familia. Ella no está viendo la imagen completa. Ella está mirando la vida a través de su propio par de lentes. Mirando lo que quiere o puede mirar, evitando lo que no quiere ver.

Omar: Las noticias de Siria son muy tristes. Ataques diarios, y esta semana un edificio se derrumbó porque la mayoría de los edificios en Alepo están muy débiles ahora debido a todos los bombardeos y explosiones, 13 fallecieron.

Analista: Y tu esposa quiere volver a Alepo... ¿Qué le está pasando?

Omar: Cuando le conté la noticia, se molestó y me dijo que estoy tratando de encontrar excusas para no ir. Y que hay millones viviendo allí que no murieron.

Analista: No estás inventando. Y ya sabes cómo vive esa gente tapando los ruidos de la guerra con risas y cantos. Tienen que tapar el llanto de las viudas y los huérfanos.

Omar: Para ser honesto, ir allí rompió algo dentro de mí, todo el verdadero sentimiento de miedo volvió a la superficie. (Manda foto) Así es la noche

Analista: Oscuro. Ir allí te mostró que la guerra no terminó. Surgió el miedo

Omar: Ella solo piensa que el único problema es la electricidad, pero cree que podemos vivir con eso, como los otros allí.

Analista: O puedes morir como los otros que murieron.

Omar: Quiero ir, pero tengo miedo incluso de empezar a dar los primeros pasos

Analista: Sabes a lo que te enfrentarás. Ella está mirando una pequeña parte de la historia. Tú estás viendo el panorama completo.

Omar: Esto hace que nuestra vida sea más estresante.

Analista: Quieres decir que tu esposa te lo pone más difícil. Ella está negando lo que pasa en Siria.

Omar: Ella quiere mostrarme de todas las formas posibles que la vida es mala aquí, cuando tenemos que llevar a los niños a la escuela o traerlos y cuando hacemos la compra, me recuerda que no tenemos auto y perdemos horas de nuestro día solo por esto. Cuando deseo conseguir algo para nosotros, pero no puedo pagarlo, ella me recuerda nuestra calidad de vida aquí.

Conclusiones

El mayor obstáculo con que nos enfrentamos en este caso, es la obediencia al tiránico Superyó, ahora representado por su esposa, a través de los reproches acusatorios.

El despliegue de la “tormenta de sentimientos” sostiene y alberga las emociones ambivalentes del paciente.

Winnicott (1971- p. 14) afirma que la paradoja puede enriquecer a la persona, si es aceptada, tolerada y respetada.

La guerra, situación traumática y de crisis sustancial, nos ha interpelado, tanto al paciente como a nosotras, y nos ha impuesto revisar nuestra práctica. Hemos estudiado minuciosamente cómo implementar recursos terapéuticos que se adapten a las necesidades específicas del paciente para que pueda acceder a terapia y aliviar sus síntomas.

Nos cuestionamos cada supuesto en los que se asienta su subjetividad. Nuestro trabajo en equipo posibilita el desarrollo de la creatividad quedando plasmado por medio de la escritura y la investigación.

 

Bibliografía

Baranes,J.J.:”Devenir sí mismo: Avatares y estatuto de lo transgeneracional” en Transmisión de la vida psíquica entre generaciones (R. Kaes, H. Faimberg, M. Enríquez, J.J. Baranes). Amorrortu Editores 1996

Dávila, M.T., Henshaw, J.I. (2019): Nuevas Tecnologías: La sesión psicoanalítica realizada a través del uso de mensajería instantánea escrita. Primera Parte y Segunda Parte. Symposium 2019 APA.

Dávila,M.T., Henshaw,J.I.(2021): Entre Eros y Tánatos: “¿Qué hice mal en mi vida para tener todo este dolor?”. Historia de un joven sirio. Symposium 2021 APA.

Dávila,M.T., Henshaw J.I.(2022): Los horrores de la guerra vividos en primera persona: Historia de un joven sirio.  34 Congreso FEPAL, Transitoriedades e Incertezas.

Freud, S.: (1894) Las neuropsicosis de defensa. Tomo III. Obras completas. Amorrortu Editores. 1984

Freud, S. (1900-1901). “Sobre la psicología de los procesos oníricos” En Obras completas, Tomo V. O.C. Amorrortu editores 1984

Freud, S.: (1920) Más allá́ del principio del placer. Tomo XVIII. O.C., A. E. 1984

Freud, S.: (1923. a) “El yo y el superyó (ideal del yo) Cap III de El Yo y el Ello. Tomo XIX. A. E. 1984

Freud, S.: (1923. b) “Los vasallajes del Yo”. Cap. V de El Yo y el Ello. Tomo XIX. A. E. 1984 Freud, S.: (1926) “Inhibición, síntoma y angustia” Tomo XX. A. E. 1979.

Landolfi, P.: (2012) “La Culpa Fraterna”. Lugar Editorial, 2012.

Winnicott, D. :(1971) “Realidad y Juego”, Gedisa Barcelona,1991.

 

 

 

 


[1] Gilbert Keith Chesterton (1874-1936) fue un escritor y periodista británico convertido al catolicismo y defensor del tradicionalismo.




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