Expositores Juan Gennaro APA Emma Pulla APA Cristina Martínez Cipolatti APA Esther Romano APA |
Expositores Emma Pulla APA Cristina Martínez Cipolatti APA Esther Romano APA Juan Gennaro APA |
Propuesta Nro. 030 / Mesa en diálogo
NUESTRA BIBLIOTECA
En un libro, a la vez misterioso y fantástico (en el doble sentido de la palabra), Antonino Ferro narra una extraña historia que titula, creo, “la biblioteca”1. El célebre psicoanalista italiano allí nos cuenta que en una biblioteca (la suya me parece recordar), descansan, un poco dispuestos de manera azarosa, una considerable colección de libros. Allí duermen en silencio mil y una historias, teorías, personajes, las palabras callan, nada dicen... pero por obra de algún oscuro sortilegio o la imaginación frondosa de nuestro colega, al caer la noche, cuando todo en el recinto se puebla de soledad y silencio, lentamente, sin ruido alguno, las palabras comienzan a deslizarse de las páginas, descienden por los estantes y se encuentran azoradas y felices en el salón contiguo. Y allí se mezclan, se saludan, se entrelazan. D’Artagnan vive un repentino y ardiente romance con Ana Karenina, Rascolnikov decide jugar al Tarot con el Conde de Montecristo y en un rincón del salón, Rousseau, Nietzche, Empédocles y Freud discuten apasionadamente con Romain Roland acerca del “sentimiento oceánico”... al amanecer, las palabras comienzan su ascensión ordenada hacia los libros, que las están esperando; encuentran sus lugares y bostezando después de una noche agitada se duermen plácidamente. Este bello relato es en realidad una metáfora de lo que sucede cuando abrimos los libros y sus palabras se deslizan en nuestro interior y antiguas o actuales voces resuenan, dialogan y se mezclan, en nuestros pliegos más íntimos...
Nuestra biblioteca nació al mismo tiempo que nuestra Institución. Su acta de nacimiento está señalada en el Acta fundacional de 1942, que conservamos en nuestros archivos. Su nacimiento coincidió con una guerra atroz que arrastró al mundo entero a una vorágine de destrucción y muerte.
Mientras el odio y la intolerancia quemaban libros, entre ellos los del padre del psicoanálisis, de este lado del océano, nuestros pioneros decidieron comenzar a juntarlos y resguardarlos, asegurando el inicio de una extraordinaria colección que hoy constituye nuestra inmensa riqueza.
El objetivo de nuestra biblioteca es “satisfacer los requerimientos de información sobre psicoanálisis, en concordancia con la visión y objetivos de la Asociación Psicoanalítica Argentina”. Su intención consiste en ofrecer a la comunidad una Biblioteca pluralista, preservando y defendiendo la producción científica de la población de APA y de otras instituciones psicoanalíticas.
Los hallazgos de Freud retumban en los libros que anidan en la Biblioteca, los que sustentan el pensamiento psicoanalítico y la presencia del psicoanálisis en la cultura argentina.
Los colegas son el centro del quehacer de la Biblioteca y los recursos de información, medios para atender sus requerimientos. El analista, cuando escribe, asume un proyecto que es el de transmitir un conjunto de experiencias significativas, tratando de dar voz y palabra a la subjetividad determinada por tales experiencias. Meltzer decía que “nuestras teorías son una forma de poder expresar lo inefable que vivimos en las sesiones”. ¿La identidad de la Biblioteca “Prof. Willy Baranger” estaría atravesada por los discursos de los analistas vertidos en los textos que ella contiene?
Las propuestas que erigen los analistas están presentes en los textos que la Biblioteca alberga producidos en el marco de la actividad científica de esta Institución y de otras Instituciones pertenecientes a la Argentina y otros países. La Biblioteca “Profesor Willy Baranger” tiene la colección más completa de literatura psicoanalítica en lengua española.
¿La Biblioteca se centra en la transmisión del psicoanálisis? Está en permanente diálogo con el psicoanálisis, tanto en su teoría como en la práctica.
En su inicio, una misma Comisión se encargaba del conjunto de las publicaciones hasta que, en 2001 y con la dirección de Eduardo Safdie, se constituyó un estamento separado, Biblioteca y archivos con una sola Comisión para dirigirla. Desde su inicio podemos deducir la importancia que se otorgó a nuestra biblioteca analizando los primeros miembros que formaron parte de la Comisión de Publicaciones, muchos de ellos fundadores de nuestra Institución. Estaba integrada, en el año 1942, por:
Nora R. de Bisi, Jaime Tomás, Mauricio Abadi, León Grinberg, Arnaldo Rascovsky, Enrique Pichon-Rivière, Angel Garma, Guillermo Ferrari Hardoy y Céles Cárcamo.
En 1997, integrando su Comisión Marcos Guiter y Andrés Rascovsky, la Biblioteca tomó el nombre de Biblioteca Willy Baranger en homenaje al célebre psicoanalista que desarrolló, junto con su mujer Madeleine, la teoría del campo transferencial, que tanto ha influido en el psicoanálisis de nuestro país, pero también más allá de sus fronteras, por ejemplo, en Francia, en donde podemos percibir esta influencia en autores como Michel de M´Uzan, André Green, o más recientemente en René Roussillon. No deja de tener también un sentido simbólico el hecho de que W. Baranger fuera un “pied noir”, francés, nacido en Africa e instalado en Argentina, uniendo así tres continentes, marcando de esta forma esta pluralidad y diversidad que caracteriza, como en el relato de Antonino Ferro, a nuestra Biblioteca.
Durante 80 años, la generosidad de nuestros colegas, fue haciendo crecer nuestra biblioteca que, hoy, cuenta con más de 9000 volúmenes y 400 títulos de revistas, constituyendo así la mayor biblioteca de psicoanálisis de habla hispana en el mundo. Claro que todo esto no hubiera sido posible sin la abnegada labor de nuestros bibliotecarios que preservan, cuidan, clasifican y ordenan nuestra valiosa colección.
Todas las corrientes del pensamiento psicoanalítico se encuentran allí representadas, las diferentes formas de pensar la clínica, las diferentes técnicas que se han desarrollado a lo largo del tiempo, así como las peculiaridades de las diferentes culturas y países. Nuestra biblioteca es el símbolo mismo de la diversidad y de la amplitud de horizontes.
Todos recordamos la célebre polémica entre Robert Wallerstein, a la sazón presidente de la Asociación Internacional y André Green, a propósito de lo que el primero denominaba el “terreno común”, frente a la gran diversidad de corrientes y escuelas en psicoanálisis, que algunos denominan “la Babel psicoanalítica”, haciendo alusión a la historia bíblica y la multiplicidad de lenguas. ¿Existe ese terreno común? Para Wallerstein ese espacio compartido por todos los psicoanalistas es la clínica y algunos conceptos fundamentales, como la transferencia, por ejemplo. Contra esta idea se insurge Green, considerando que no hay ningún terreno común entre las diversas corrientes y escuelas y que sus ideas son, en lo esencial, más bien divergentes. Pues bien, nuestra biblioteca los cobija a todos, en buena y cálida armonía, enriqueciendo nuestro saber y nuestra práctica.
Es la pluralidad y la apertura lo que ha intentado poner en práctica la Comisión que dirige actualmente la biblioteca y los archivos de APA, en el espíritu que anima el equipo que dirige nuestra institución, tratando de desarrollar, al mismo tiempo, una concepción moderna de su funcionamiento: no solamente un espacio en el que se guardan libros y publicaciones sino un estamento de nuestra Institución que promueva actividades de valor clínico y teórico alrededor de la escritura y la lectura. No cabe duda, sin embargo, aún cuando este punto ha despertado a lo largo de la historia de la Institución intensos debates, que la pluralidad que mencionábamos exige una rigurosa neutralidad en lo que se refiere a otros debates que se desarrollan en otros ámbitos y agitan nuestra vida social. Nos referimos, en particular, a las confrontaciones políticas e ideológicas, sin duda necesarias, pero que deben desarrollarse en espacios pertinentes ya que al hacer intrusión en nuestro espacio institucional y nuestra reflexión científica, pueden perturbar o impedir el sereno desarrollo que exige toda disciplina científica.
Nuestra comisión inició sus funciones en 2021 y tuvimos que afrontar, como el conjunto de APA, la pandemia que azotó el mundo entero. Esto nos obligó a adaptarnos a la situación de aislamiento, profundizando nuestro conocimiento de técnicas de comunicación virtual que eran, para muchos de nosotros, desconocidas. Más que un obstáculo, esta situación nos permitió descubrir nuevos espacios y aperturas en las actividades de la Biblioteca, como veremos luego.
La Comisión actual está integrada por: Juan José Gennaro (Director), Cristina García Lema (Secretaria) y como Vocales Liliana Alegre, Cristina Martínez Cipolatti, Yiya Zaffore, Silvia Feitelevich, Berta Kemelmajer Levin, Adriana Kundergraber, Emma Pulla, Miriam Gladys Remo y como colaboradores Raul Massino y Esther Romanosnos acompañaron también durante una parte del trayecto Sandra Tatarow, Irene Cusien, susana Gorris y colaboraron también Romina Alves y Cora Böttcher.
El avance vertiginoso de la tecnología ha permitido la digitalización de una parte de los materiales, especialmente nuestra Revista de Psicoanálisis que puede ser consultada en su integralidad por los miembros de APA y muy pronto por el conjunto de los miembros de la Asociación Internacional (IPA).
Los documentos pueden ser consultados en APAPSIBASE donde nuestro sitio recibe más de dos millones de consultas por año.
El enorme esfuerzo de nuestros bibliotecarios en la digitalización contribuye a una amplia difusión de nuestros materiales y, naturalmente, es un elemento clave para el desarrollo del psicoanálisis que constituye una de las funciones esenciales de nuestra Institución.
La Comisíón actual ha puesto en marcha, como decíamos antes,la idea de una biblioteca abierta y plural que no se limite a guardar y conservar su valioso contenido, sino que permita el desarrollo de una actividad científica, teórica y clínica, vinculada con nuestra disciplina y la escritura y la lectura de los textos. Es así que decidimos cambiar el formato de la presentación de nuevos libros, encarando esta actividad como un debate alrededor del nuevo texto y dando una mayor participación a nuestros Departamentos y Estamentos y también a los analistas en formación. También, en el mismo sentido, creamos una nueva actividad: Los lectores dialogan con los autores, permitiendo a estos últimos plantear sus ideas, sus trabajos y sus puntos de vista en diálogo con otros analistas y el público. También pondremos en práctica grupos de lectura de textos, a veces inéditos, generando así un espacio activo de diálogo e intercambio.
Nuestra biblioteca posee una riqueza muy importante y en sus estanterías durmen textos de un enorme interés científico, por esta razón decidimos explorar su contenido y publicar regularmente en nuestra revista los hallazgos que surgen de la exploración de la misma.
Como en la novela de Stevenson, nuestra biblioteca se ha transformado en nuestra Isla del Tesoro, en la que encontramos siempre la posibilidad de asombrarnos con los hallazgos que publicamos periódicamente en nuestra Revista. Tenemos la esperanza de estimular así la búsqueda de los tesoros escondidos, a nuestros colegas y candidatos.
Como decíamos más arriba, el período de pandemia que nos obligó a utilizar exclusivamente la comunicación virtual a través de plataformas de internet, nos permitió tomar conciencia de las enormes posibilidades que esta tecnología nos ofrecía. Se abría ante nosotros la posibilidad de comunicar con colegas en todos los rincones del globo, permitiendo asimismo a los colegas extranjeros participar en nuestras actividades haciéndolas conocer en el mundo entero.
Sería sin duda fatuo pensar que hemos podido realizar todo aquello que nos proponíamos al iniciar nuestro mandato, algunos proyectos quedarán tal vez como sueños que podrán relizarse en el futuro, como el dotar a nuestra biblioteca de un espacio adecuado para la lectura y la realización de sus actividades. Lugar de encuentro, reflexión e intercambio. La riqueza de nuestra biblioteca lo merece ampliamente!
Los archivos
Los archivos de la Asociación constituyen asimismo un tesoro que debemos cuidar y acondicionar para que sea utilizado por todos nuestros colegas interesados en explorar la historia de nuestra Institución. Mucho hemos perdido, incendios, inundaciones, nos despojaron irremediablemente de una parte de ese rico patrimonio. Pero aún así, conservamos una enorme cantidad de documentos, fotografías, grabaciones y videos, que, algunos, remontan a los primeros años de nuestra Institución. Para citar solo algunos ejemplos, además del acta fundacional, conservada en perfecto estado, podemos leer las copias de cartas de esa época, como la respuesta formal de un funcionario de la compañía telefónica comunicando la imposibilidad de proveer una línea telefónica a la Institución teniendo en cuenta la escasez de materiales debido al conflicto bélico mundial y las copias de cartas dirigidas a las autoridades de la época, por la Comisíón Directiva, para solicitar autorización para reunirse… otros tiempos, también figura, entre tantros valiosos testimonios, la copia de la carta (recordemos que en esa época las cartas se dactilografiaban con copia con papel carbónico), de Angel Garma dirigida a E. Jones, solicitando la adhesión de la flamante Asociación Psicoanalítica Argentina a la Asociación Psicoanalítica Internacional. Verdaderas joyas de incalculable valor.
No cabe duda que un tal valioso patrimonio supone una gran responsabilidad. Debemos hacer lo necesario para salvaguardar en las mejores condiciones posibles todos esos documentos y facilitar al mismo tiempo el acceso a los mismos. En ese sentido, hemos conseguido por parte de la Comisión Directiva la autorización para utilizar dos locales para ser destinados al material documentario de los archivos y su procesamiento. También decidimos crear una sub-Comisión de Archivos que incluye algunos colegas del Departamento de Historia, naturalmente interesados en el trabajo con esa documentación. Mucho nos queda por hacer pero pensamos que es necesario para asegurar a las futuras generaciones de analistas el acceso a las raíces de nuestra propia historia.
Solo queda agregar que nuestra Comisión se siente orgullosa de formar parte de esta ya larga historia de ochenta años y de contribuir al crecimiento y despliegue de nuestra querida biblioteca que constituye un núcleo importante de nuestra Institución psicoanalítica.