Intervenciones del analista en la clínica. Lo intra e intersubjetivo


Intervenciones del analista en la clínica. Lo intra e intersubjetivo

 

Expositores
Irene Cusien
APA

Autora
Mariano Iusim
APA

Autor
Cristina Tate
APA

Autora
Malena Young
APA

Conductora del TTB

 

Expositores
Cristina Tate
APA

Autora
Mariano Iusim
APA

Autor
Irene Cusien
APA

Autora
Malena Young
APA

Conductora del TTB

 

Propuesta Nro. 056 / Taller de Trabajos Breves

martes 07 de noviembre / 17,00

16:00 NY / 15:00 PE, EC / 14:00 MX / 20:00 POR / 21:00 SP, IT

Sala 203/204 (Claraboyas) (2° piso) / Zoom y Presencial

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Presenta/n: Irene Cusien (APA), Cristina Tate (APA), Mariano Iusim (APA).
Conduce/n: Malena Young



Resumen

Se presentan las ideas de Maldavsky sobre las intervenciones del analista en la clínica. La intersubjetividad implica que en los vínculos cada participante es considerado desde el punto de vista del procesamiento de las propias exigencias pulsionales y las ajenas. Se enfoca la intersubjetividad desde la perspectiva descriptiva (equivalente a interpersonal) y aquella que considera el estudio de los afectos, los pensamientos, las representaciones y las defensas, en la tramitación de las exigencias pulsionales, del mundo externo y del superyó, proceso en el cual cada uno de los interlocutores incide en el otro de manera compleja. Durante las sesiones se desarrollan procesos vinculares que se construyen de acuerdo a ciertos moldes, o matrices, que implican acuerdos o desacuerdos entre dos o más personas.






Trabajo/Idea completa

Este trabajo tiene como objetivo presentar las ideas de Maldavsky (2018) acerca de las intervenciones del analista en la clínica, tanto en las primeras entrevistas como en el desarrollo del proceso psicoanalítico. La intersubjetividad implica que en los vínculos cada participante es considerado desde el punto de vista del procesamiento de las propias exigencias pulsionales y las ajenas (Maldavsky, 2007).

En este sentido, enfocamos el campo de la intersubjetividad tanto desde la perspectiva descriptiva (como equivalente a interpersonal) como aquella que considera el estudio de los afectos, los pensamientos, las representaciones y las defensas, en la tramitación de las exigencias pulsionales, del mundo externo y del superyó, proceso en el cual cada uno de los interlocutores incide en el otro de manera compleja.

A partir de estas premisas se considera que durante las sesiones se desarrollan procesos vinculares que se construyen de acuerdo a ciertos moldes, o matrices, que implican acuerdos o desacuerdos entre dos o más personas, en este caso, analista y paciente. Clásicamente, estas actividades del analista en la sesión se entendieron como interpretación, transformación o repetición de recuerdos, apuntando a las construcciones que se realizaban mediante este proceso.

Las actividades a las que nos referimos ahora apuntan a intervenciones más concretas, inherentes a un micro análisis del intercambio discursivo con el paciente (tal como lo mostramos en la primera diapositiva).

Desde hace varias décadas, diversos estudios han coincidido en destacar que la conexión empática y receptiva y la autenticidad del analista son una condición para que un tratamiento contribuya a lograr un cambio clínico positivo en el paciente. Al mismo tiempo comenzaron a considerarse con más detenimiento las intervenciones concretas del analista.

Estas intervenciones se pueden tomar en cuenta según su función:

Recabar información

Sintonizar

Focalizar

Establecer nexos

Complementar las intervenciones precedentes (ejemplos, repreguntas, aclaraciones, síntesis)

Consecuencias prácticas (sugerencias o indicaciones referidas a las conductas o los afectos)

Esta clasificación permitió dar mayor precisión al estudio de la contratransferencia y el enactment, y del cambio clínico positivo o negativo.

El núcleo del enactment es un ¨desvío¨ del analista respecto de las normas del trabajo clínico, es decir que difiere de las acciones convencionales (como la interpretación, la construcción, etc.) que pertenece al campo de las verbalizaciones, que al menos en apariencia hace de interferencia en el logro de metas clínicas, promovido por influjo del paciente, y en el cual  el analista despliega una escena y un personaje de la vida psíquica de dicho paciente. El fenómeno puede abarcar sectores pequeños de una sesión, sesiones íntegras e incluso un tramo extenso de un tratamiento.

Además, esto permitió apreciar que junto con las intervenciones ligadas con la creación de un ambiente receptivo en el vínculo (sintonizar con el paciente), existen otras intervenciones con diferente función. Estas son las que establecen relaciones entre aspectos expuestos por el paciente, que Maldavsky designa como intervenciones de nexo. Las intervenciones de sintonía también implican el establecimiento de nexos, pero solo entre lo que el paciente relata o despliega en la sesión y un estado afectivo (angustia, rabia) o un estado somático (somnolencia, taquicardia, etc.).

Estas intervenciones que desarrollaremos, establecen nexos entre diferentes situaciones, incluyendo a veces también conceptos, e intentan aportar otra perspectiva para lo que el paciente ha expresado, con lo cual puede ocurrir que surjan nuevas opciones de encarar situaciones problemáticas.

 

Empatía

Freud (1913) consideraba que la empatía constituye un requisito de la postura del analista para la tarea clínica. Esta requiere una conexión afectiva y simbólica con el paciente, que incluye a veces una regresión funcional del analista.

Sintonía

Existen situaciones en que el analista se conecta además con los estados somáticos del paciente, incluyendo sus procesos neuronales, y no solo los estados afectivos. A este tipo de conexión, Maldavsky (2017) la denomina sintonía, reservando el término empatía a la conexión con los estados afectivos. El término sintonía implica una armonía en la conexión entre dos o más personas, una conexión entre sistemas de emisión y recepción y una igualdad de tono o frecuencia entre sistemas de vibraciones.

 

Foco

En cuanto al foco, se lo ha considerado como “conflicto nuclear”, “conflicto nuclear neurótico”, “problema capital”. Desde un punto de vista descriptivo se equipara el foco al componente sintomático actual. Este aspecto se centra sobre todo en aquellas situaciones que crean molestia en el paciente, en particular la angustia, que en consecuencia desencadena una falla en las defensas, lo que es perceptible en los episodios que el paciente narra o despliega en la sesión.

En estos conjuntos de intervenciones se da un proceso de desplazamiento, de manera tal que cada conjunto presuponga al siguiente y el anterior anticipe al posterior. En esta secuencia se deben respetar ciertos requisitos:

1) la isotopía, es decir, que los diferentes conjuntos de intervenciones deben tratar un mismo tema),

2) mantenimiento de la coherencia argumentativa (es decir, atenerse a un orden en las intervenciones, según el cual, por ej., la recolección de la información, la sintonía y la focalización deben preceder al establecimiento de nexos, salvo que la situación clínica amerite una modificación de esta secuencia),

3) oportunidad (es decir, sin intervenciones prematuras o fuera de tiempo),

4) respeto de las manifestaciones del paciente que pueden introducir rectificaciones o alteraciones en el contenido y/o el rumbo de la secuencia del pensar del analista.

 

Las intervenciones de nexo expresan el intento del analista de dar sentido a lo que va recabando del paciente. Incluye una argumentación dedicada a enunciar o articular aspectos inherentes a la sintonía y a la situación considerada como foco, con lo narrado o desplegado por el paciente en diferentes escenas, las que el analista organiza de manera coherente para que el paciente pueda comprender mejor sus problemas.

 

Tipos de intervenciones de nexo

Maldavsky(2018) propone categorizar las intervenciones de nexo en términos de contigüidad (espacial o temporal), analogía y causalidad:

1) Los nexos basados en la contigüidad espacial o temporal tienden a relacionar eventos que el paciente ha expuesto uno a continuación del otro sin que haya razón aparente alguna para ello y/o eventos que el paciente ha relatado de manera dispersa y carentes de conexión. Las intervenciones basadas en la contigüidad ponen de relieve los aspectos que el analista considera relevantes en el enfoque de un caso, y suelen ser consecuencia de la tarea exploratoria en las intervenciones tendientes a recabar información, sintonizar y focalizar. Por ejemplo: “Simultáneamente en que se evidenciaron sus rasgos excesivamente evitativossu madre tuvo una crisis psicótica”.

2) Los nexos basados en la analogía tienden a relacionar dos o más escenas por uno o más rasgos en común. Estas intervenciones permiten reunir elementos dispersos en grupos con rasgos en común. Con respecto a las intervenciones por analogía, existe el riesgo de que se agrupen elementos de manera excesiva, desconsiderando algún elemento diferencial. Por ejemplo: “Usted finge ante un amigo para crear una apariencia de seguridad y madurez, y tiene una crisis de vergüenza al suponerse descubierto en sus limitaciones, y también finge en el trabajo para convencer a sus jefes de su capacidad y su compromiso con la tarea, y teme que se descubra que no cumpla con lo esperado”.

3) Los nexos basados en la causalidad tienden a relacionar las escenas tomando en cuenta el enlace causa-efecto. Por ejemplo: “Luego de la muerte de su padre usted perdió la capacidad para llegar al orgasmo en una relación sexual”.

En las intervenciones clínicas el nexo por excelencia es el causal, que implica suponer que una serie de factores predisponentes, concurrentes  y precipitantes son determinantes de alguna manifestación que preocupa al paciente.

Freud, al formular su descripción del aparato psíquico en términos de estratos o huellas mnémicas sucesivas a partir del vivenciar, destacó el valor de estas tres lógicas para la organización del mundo representacional inconciente: simultaneidad-contigüidad, analogía y causalidad.

Estos tipos de nexo corresponden a disposiciones psíquicas en la búsqueda de la complejidad de los procesos de pensamiento y conocimiento, comenzando con la captación de regularidades que culminan en el desarrollo de inscripciones psíquicas (enlace por contigüidad), para luego establecer conexiones de modo de comprender al semejante, encontrar lo familiar en el otro (como es inherente a la analogía, para culminar con el esfuerzo de dominar la realidad y transformarla (como es inherente a la causalidad).

 

Bibliografía

- Freud, S. (1913). Sobre la iniciación del tratamiento. AE, 12.

- Maldavsky,  D.  et al.  (2007). La  intersubjetividad  en  la  clínica  psicoanalítica, Investigación  sistemática  con  el  Algoritmo  David  Liberman  (ADL),  Buenos Aires: Lugar.

- Maldavsky,  D.; Álvarez, L.H.; Neves, N.; Stanley, C. (2017). Construcción de la alianza terapéutica durante la sesión: conceptos e instrumento para la investigación empírica

- Maldavsky, D. (2018). Investigación empírica de las conexiones que establece el terapeuta en sus intervenciones clínicas: método y ejemplos. Mentalización. Revista de psicoanálisis y psicoterapia, 11; Octubre 2018.




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