Expositores Alicia García Penna APA Juan Pinetta APA Gabriela Piacquadio APA Mirta Goldstein APA Claudia Amburgo APA Willy Perinot APA |
Expositores Juan Pinetta APA Alicia García Penna APA Willy Perinot APA Gabriela Piacquadio APA Claudia Amburgo APA Mirta Goldstein APA |
Propuesta Nro. 001 / Mesa en diálogo
(M.G.) En todo juego hay una apuesta no solo objetiva sino principalmente se juegan de manera actuada fantasías inconscientes parricidas y filicidas. Apostar la vida es apostar por la muerte ante la incertidumbre de su llegada y del recambio generacional. Vida y muerte enlazan a las generaciones y es por este motivo que en cada jugada se juega un parricidio filicida y/o un filicidio parricida, se juega todo por nada.
Un niño/a fantasea la desaparición o ausencia de un padre/madre edípicos, y la pareja parental juega su deseo de hijo y de no-hijo cada vez que mantienen viva su sexualidad. Un hijo jugador es síntoma de una familia en la que vacilan el deseo y el amor parentales y/o la contención de la angustia de separación. En cada tirada de dados o en cada colocación de fichas en la ruleta se juega una pérdida. Lo que no pudo ser ni podrá ser, eso imposible, se intenta saldar con la ilusión de una ganancia que replica la pérdida originaria; lo común a los jugadores/as compulsivos es que el objeto primordial resulta imposible de reintegrar y/o restituir.
La elección de tal o cual juego depende del erotismo inconsciente del jugador, y en todos los casos hay un objeto intermediario: los boletos de las apuestas, las fichas o cartas de póker, las teclas de las maquinitas.
Los juegos de apuestas online ofrecen la ilusión de un mundo sin pérdida y si los niños se enganchan hasta perder el sueño es porque se gesta en los juegos electrónicos un goce de lo eterno: cada nueva jugada no solo reitera lo mismo, sino que embriaga con la idea de ganarle al rival.
El sujeto poseído por un goce que nos lúdico sino compulsivo, no puede detenerse y la adrenalina se constituye en una droga de la cual no se puede escapar.
Participan los siguientes psicoanalistas de la Asociación Psicoanalítica Argentina: Mirta Goldstein, Claudia Amburgo, Adriana Pérez Alarcón, Juan Pinetta; Alicia García Penna, Gabriela Piacquadio y Willy Perinot.