El uno es tragedia


El uno es tragedia

 

Participan en esta actividad
Tessa Zaefferer
APA

Presentadora
Perla Frenkel
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Presentadora

 

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Perla Frenkel
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Tessa Zaefferer
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TRABAJOS ASOCIADOS A ESTA PROPUESTA
(Cliquear sobre los títulos de los trabajos asociados para acceder)

Superyó Real, Edipo imaginario, y patriarcado… entre la estructura del sujeto y lo colectivo
Participa/n en esta actividad: Mauricio Zulian


Sexuación y variantes identitarias
Participa/n en esta actividad: Alicia Hendel


Propuesta Nro. 032 / Taller de Puntuaciones de ideas

viernes 29 de noviembre / Inicio de la actividad: 17,15 (Finaliza: 18:45:00)

15:15 NY / 15:15 PE, EC / 14:15 MX / 20:15 POR / 21:15 SP, IT

Espacio Claraboyas (203/204 / 2° p.) / Zoom y Presencial
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Participa/n en esta actividad: Perla Frenkel (APA), Teresa Zefferer (APA).
Modera/n: Adrian Grinspon



Resumen

Desde la noche de los tiempos, nos preguntamos por aquello que hace tan difícil la relación entre hermanos. Caín y Abel atrapados en el favoritismo de un Padre arbitrario son arrasados por la pasión. El odio desencadena el asesinato y el hermano se convierte en el enemigo, un otro a destruir. La errancia, el castigo, la marca queda inscripta como signo de aquella contienda que parece nunca ser superada. Pensamos en las condiciones inductoras de la violencia. Violencia que anida en el sujeto y se actúa en lo social






Ampliación:

Les tocó en suerte una época extraña.
El planeta había sido parcelado en
distintos países, cada uno provisto de lealtades [……….].

Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras.[……………]

Hubieran sido amigos, […..], y cada
uno de los dos fue Caín,
y cada uno, Abel.

Los enterraron juntos. La nieve
y la corrupción los conocen.

                                   (Juan Lopez y John Ward, J.L. Borges)

 

 

Desde la noche de los tiempos, nos preguntamos por aquello que hace tan difícil la relación entre hermanos. Caín y Abel atrapados en el favoritismo de un Padre arbitrario son arrasados por la pasión. El odio desencadena el asesinato y el hermano se convierte en el enemigo, un  otro a destruir. La errancia, el castigo, la marca queda inscripta como signo de aquella contienda que parece nunca ser superada. Pensamos en las condiciones inductoras de la violencia. Violencia que anida en el sujeto y se actúa en lo social. 

Se mata al hermano y en ese acto se mata al padre, el hermano es aliado y socio mientras se cumple el pacto de la alianza.  

Pero resulta que también es un intruso amenazante, la disputa no es sólo por al amor sino también por el poder del padre.

Al hermano le debemos la sombra del narcisismo. 

Con el intruso hay que pactar.

El hermano, extraño, íntimo que amenaza siempre. 

Como compartir el enigma de ser hermano. 

Difícil ubicar al de al lado, el prójimo, el semejante es la inminencia del goce, abona el odio, de aquí salen los celos primordiales, la envidia. Envidia porque supone que goza más que yo. 

 

Entonces sin el pacto con el hermano se hace imposible la vida.  

Tensión de agresividad en psicoanálisis (En Lacan viene después del estadio del espejo) 

El mito de Caín también nos constituye. Otra versión de la castración.  

La división  subjetiva también nos interpela como analistas, ¿cómo sostener nuestra función si no es desde nuestra propia castración?

Implicancias del “deseo del analista” en Lacan.

Abstinecia, “renuncia de sí” en  Freud.

 

 Citando a Mauricio Kartun en “Terrenal”

Tatita (Jehová en versión criolla, le explica a Caín) …..”Te amputaste un ala. Juntos podían ser ángel y mirate, terminaste gallina bataraza. El uno es la tragedia Caín.” (p. 42)

 

 




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