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Propuesta Nro. 047 / Entramado grupal
1) En la temática que nos convoca, investigar nos implica adentrarnos en las guerras y terrorismos familiares, más allá de las desventuras neuróticas. Aceptamos el desafío del lugar del analista ante la complejidad de la Melancolía y la Psicopatía. Llamamos familias en guerra a esos tipos de presentaciones donde el material bélico es parte de su funcionamiento y se acribilla al Yo del sujeto vulnerable. La presión y la maldad en este tipo de vínculos hacen que los más débiles queden sometidos y melancolizados en una situación de confusión, decepción, inhibición y desilusión. Para su entendimiento, nos serviremos de los conceptos de Función Desobjetalizante de Green, Paratimia Primaria de Abraham y Masoquismo Moral desde Freud.
2) Puntualizamos un movimiento hiperpotente en el momento de viraje de ciertos cuadros de Melancolía en Psicopatía, en el que el Yo se independiza del mundo externo sin temor al Súper yo. La pulsión de muerte se proyecta al exterior y se convierte en pulsión de apoderamiento, voluntad de poder y su objetivo final anclado en el componente narcisista: autoafirmación del Yo. El dolor se ha convertido en meta, por fuera del circuito placer-displacer. Estamos en el campo del más allá del principio de placer.
3) Revisamos la posición del analista a la luz de la Reacción Terapéutica Negativa, una de las inconfundibles manifestaciones de la pulsión de muerte, con la resistencia del paciente cuyo propósito es permanecer enfermo. Constituye el mayor obstáculo para la cura. El paciente descalifica el tratamiento, trabaja en aras de convertirlo una nada inservible frente al empeño analítico. Obedece al mecanismo de aniquilar cualquier movimiento libidinal como expresión de Eros. Romper, decepcionar a condición de haber sido roto y decepcionado. Allí, cuando el analista oferta función objetalizante como expresión de pulsión de vida, muerde el anzuelo para ser destratado, eliminado, sometido a la nadización de la que el sujeto fue objeto. El analista, se encuentra con movimientos de viraje del cuadro melancólico hacia un carácter psicopático y recibe la proyección de pulsión de muerte, desinvestidura brutal, ahora sin remordimientos y con un paciente cuya vía de descarga afectiva está abierta a la motilidad.