Hallazgo en la obra freudiana -en el marco de un seminario- de un segundo sueño que otorga significación a la escena primaria




Hallazgo en la obra freudiana -en el marco de un seminario- de un segundo sueño que otorga significación a la escena primaria


Otros trabajos asociados a esta presentación
(Cliquear para acceder)

María: Lo que pasa en un castillo. / Nuestras prácticas: Los diferentes recursos terapéuticos
Presenta/n: María Cristina Martínez Cipolatti


Los efectos culturales de los afectos en la cura psicoanalítica
Presenta/n: María Patricia Romero Day


Propuesta N° 048

viernes 04 de noviembre / 17,00

16:00 NY / 15:00 PE, EC / 14:00 MX / 20:00 POR / 21:00 SP, IT

Sala 202/203 (Claraboyas) (2° piso) / Zoom y Presencial

Compartir Compartir




Presenta/n: LilIana Denicola (APA), Mónica Aguille (APA), Liliana Amarilla (APA), Pilar Puerta Alarcón (APA), Mabel Ripa (APA), Nila Parente (APA). Maria Fernández Abella (APA), Malena Imposti (APA), Andrea Mattei (APA), Adriana Podzamczer (APA), Veronica Prada (APA) y Romina Rossi (APA).



Resumen

Dar cuenta de una producción colectiva en el transcurrir de un Seminario.






Ampliación/Descripción

… “Tuvo un sueño que le deparó terrible angustia: lo trasladó a la antigua Pompeya el día de la erupción del Vesubio y lo hizo testigo del sepultamiento {Untergang} de la ciudad. «De pronto, estando en el borde del Forum, junto al templo de Júpiter, vio a Gradiva a corta distancia frente a sí; hasta ese momento ni se le había ocurrido que ella pudiera estar ahí, pero ahora todo se le aclaró de golpe y le pareció natural que, siendo nacida en Pompeya, viviera en la ciudad de sus padres y, sin que él lo hubiese  notado, fuese su contemporánea» (G, pag.12). La angustia por el destino que se cernía sobre ella le arrancó un grito de advertencia, ante el cual la aparición que sosegada avanzaba volvió hacia él su rostro. Pero sin atender más prosiguió su camino hasta el porticus del templo y allí se sentó en una de las gradas, sobre la cual reclinó lentamente su cabeza, al par que su rostro empalidecía más y más como si se trasmudara en blanco mármol. Él se acercó corriendo y la halló tendida sobre la espaciosa grada, como durmiendo con expresión serena; al fin, su figura desapareció cubierta por la lluvia de ceniza. 

Al despertar, creía oír todavía la confusa grita de los moradores de Pompeya en busca de salvación, y el bramido sordo y amenazador del mar embravecido. Pero aun después que recobró el sentido de las cosas y hubo discernido en esa algarabía el alboroto de la gran ciudad que despertaba a su ajetreo, durante un buen rato siguió creyendo en la realidad de lo soñado; cuando por fin se libró de la representación de que él mismo había presenciado el sepultamiento de Pompeya dos milenios antes, le quedó como convencimiento verídico que Gradiva había vivido en Pompeya y allí resultó enterrada en el año 79. Tal continuación hallaron sus fantasías sobre Gradiva por el duradero efecto de ese sueño, que sólo ahora la lloraba como a difunta”. (Freud, 1907[1906]1996, pp. 11-12). 

 

Trabajando el texto de Freud (1906-1907) en el Seminario “Puntos de encuentro en el análisis freudiano entre el texto de la Gradiva de W. Jensen (1907) y El hombre de la arena de E.T.A. Hoffmann (1817)”, partimos  del análisis que hace Freud de la obra y el intercambio nos fue llevando al análisis del   sueño  de angustia que, en la ficción de Jensen, otorga significación  a una situación traumática, a la manera del sueño de El hombre de los lobos (Freud,1919).

Pensamos que con este sueño de angustia tratado en la ficción Freud se anticipa, en el análisis y en la metodología, a lo que 12 años después va a desarrollar en la clínica  con el Hombre de los Lobos, cuando aquel  trauma, el de la escena primaria, adquiere significación a través del sueño. Podemos inferir entonces que, si Freud hacía este análisis a través de la ficción, seguramente también lo estaría ensayando en la clínica.

Utilizamos la construcción para pensar la escena olvidada que traía consigo el sueño. 

En las asociaciones que se producían entre los miembros del grupo a partir del  sueño comenzaron a deslizarse significantes con un hilo conductor que nos acercaba a los contenidos sepultados que daban cuenta de lo trágico de la escena primaria. 

Así surgió un ejemplo  clínico de uno de los miembros del grupo del seminario,  en el que la analista era ubicada en la escena como espectadora (testigo) de una descripción erótica que hacía el paciente. 

Durante la escucha de la viñeta clínica observamos que varios integrantes se removían en sus asientos; enunciamos entonces la hipótesis de que con el comentario del material, iba apareciendo en acto algo de aquello trágico que no podía ser enunciado metafóricamente.

En el texto del sueño surgía la referencia a ser testigo: “(...) y lo hizo testigo del sepultamiento (Untergang) de la ciudad” (Freud, 1907, p. 11). 

HIPÓTESIS I: El niño, testigo excluido  frente a la pareja de los padres, y que remite a la escena primaria (fantasía primordial).

A partir de la imagen de la mujer serena, con que se topa el soñante, vemos la rectificación que hace el sueño, del placer de la madre en la escena primaria: la serenidad y lo quieto en lugar de lo agitado en la escena sexual. 

Ante el horror frente al enfrentamiento del genital de la madre, el pie como última percepción de la escena, servirá de fetiche que se dibuja en la ausencia del falo. 

A partir de la frase del sueño “(...) sin que él lo hubiese  notado, fuese su contemporánea”, evocamos la atemporalidad del inconsciente y el horror ante la madre castrada. 

HIPÓTESIS II. En el seminario vimos que en el análisis de un sueño nos acercamos a contenidos sepultados, hacemos una construcción en la que damos significación a la escena traumática. Construimos, con el soñante, un recuerdo infantil. El sueño al que hacemos referencia rectifica el recuerdo que, sin embargo, conserva su brillantez e intensidad en el sentimiento de realidad que perdura en el despertar. 

Pensamos que en la obra literaria, como en el sueño, el personaje representa al Yo de  quien la escribe, así como en  todo sueño los personajes, representan al yo del soñante.

 




WEB APA
WEB APA
Inscripciones
Inscripciones
symposium@apa-gestion.net.ar
symposium@apa-gestion.net.ar