Propuesta N 051
Del Nombre-del-Padre a la Estabilización, en el tratamiento de la Psicosis.
Coordinador: Yosifides, Miguel Aris
Aguirre, Laura Jesica y Agüero, Marilin Elizabeth.
Abstract
El presente trabajo se enmarca en un estudio Exploratorio Cualitativo Clásico de tesis de grado “El Sujeto Psicótico con Paranoia que Realiza Pasaje al Acto. Una Aproximación desde la Teoría Lacaniana.” Como integrantes de Se. C.y T. (Facultad de Psicología, UNC 2022). Tiene como objetivo indagar sobre la incidencia del Nombre-del-Padre, en el tratamiento de la psicosis. Se delimitaron las nociones de Psicosis, Forclusión-del-Nombre del Padre y Estabilización, tomando como principales referencias a Lacan Miller, Soler y otros autores de psicoanálisis. Se articuló lo teórico del uso de suplencias del Nombre-del-Padre para la Estabilización del sujeto psicótico. Se concluyó que, en la clínica, se puede lograr la estabilización de la psicosis utilizando como herramientas la suplencia del Nombre-del-Padre.
La Psicosis y el Nombre-del-Padre
Cuando Lacan aborda el psiquismo del sujeto psicótico lo hace a partir del mecanismo de la forclusión, ya introducido por Freud, como Verwerfung. Principalmente, “...la forclusión se produce porque en el registro de lo simbólico no se ha inscrito el significante del Nombre-del-Padre, quedando este rechazado y expulsado de lo simbólico por lo cual permanece en lo real y es en lo real donde retorna y reaparece.” (Urriolagoitia, G. 2012, p.2).
Esta tesis es enunciada por Lacan con todas sus letras en su texto “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis”(1958). “Es la falta del Nombre-del-Padre en ese lugar que, por el agujero que abre en el significado, inicia la cascada de los retoques del significante de donde procede el desastre creciente de lo imaginario, hasta que se alcance el nivel en que significante y significado se estabilizan en la metáfora delirante.” (P.552).
De este modo podemos decir, de la forclusión del Nombre-del-padre resulta un proceso que comienza con un cataclismo imaginario, caracterizado por la inviabilidad de la relación con el otro imaginario. En segundo lugar , se pondrá en marcha la disociación y la fragmentación de todo el aparato significante, además de la movilización del significante y la descomposición del discurso interno. Finalmente, posteriormente al encuentro con el significante inabordable, por falta de la metáfora paterna, el sujeto intentará reconstruirlo, y esto mediante la metáfora delirante; como se ve en el caso Schreber a través de todo el despliegue de sus delirios.
¿Cuál es la importancia del Nombre-del-Padre como significante en la psicosis? “El Nombre-del-Padre como significante obedece a la ley del significante, que es la del todo o nada.” (Miller, 1987, p. 138). De este modo Miller explica que el la forclusión lacaniana, no es necesario que sea observable , es una explicación de cómo se manifiesta la psicosis y que la forclusión es transfenoménica. Cuando en la psicosis hablamos de la forclusión del Nombre-del-Padre es el resultado de un cataclismo imaginario, que se caracteriza por la inviabilidad de la relación con el otro imaginario. Esto último produce la disociación y la fragmentación de todo el aparato significante, de este modo se descompone el discurso interno. Miller(1987) explica, que debido a la falta de Metáfora Paterna el sujeto intenta reconstruirlo mediante el delirio. “Por la forclusión del significante Nombre-del-Padre, la Psicosis es una estructura que comporta un agujero en lo simbólico. Este agujero en lo simbólico aparece redoblado a nivel del significante y a nivel del significado”(Miller, 1987, p. 139)
En la clínica del psicoanálisis desde una perspectiva Lacaniana, la estructura psicótica está determinada por la forclusión del Nombre-del-Padre y genera las siguientes consecuencias en el psicótico: El Vacío de Significación, la pérdida del sentimiento de vida, la relación del Sujeto con el Otro no está regulada por la ley, el Fenómeno Elemental y el El Padre, aparece en lo Real. (Urriolagoitia, G. 2012).
Por otra parte, en la paranoia, como en otras psicosis, la metáfora delirante suple la metáfora paterna, lo que lleva a J. Lacan concluye que hay una determinación significante en las psicosis.
La estabilización y el Nombre-del-Padre
A partir de los aportes que se trabajaron en este estudio de investigación de la obra de Lacan en el Seminario 3, Lacan nos enseñó a no retroceder ante la psicosis, deja abierta la posibilidad de que el psicoanalista instrumente las maniobras para que el sujeto psicótico encuentre un lugar donde abordar sus ideas delirantes, y cómo llevar un tratamiento con un sujeto psicótico, con la importancia que esto genera en la prevención. En lo que concuerdan entre varios autores del psicoanálisis en que en la si bien en la Psicosis no hay cura, hay tratamiento posibles para aliviar al sujeto
En la actualidad el término estabilización en la psicosis es usado en la psiquiatría como parte del tratamiento farmacológico, o el simple cese de los síntomas de delirio y vuelta a una vida pacífica, alejamiento del riesgo o estabilidad. Pero desde el enfoque que nos convoca a investigar en la estructura Psicótica desde el Psicoanálisis Lacaniano, podríamos alinear esta estabilidad con una metáfora que permite al sujeto insertarse en el lazo diario, asumimos que por el mismo no renuncia completamente a sus ambiciones.
Debido a que el sujeto Capitonado al discurso, se produce como efecto de la metáfora paterna hacer surgir la significación fálica es positivo en la historia del sujeto para que se produzca reorganización de la dialéctica imaginaria. Luego, de a poco, el analista se introduce y entonces se va construyendo el delirio, para que tenga efecto de metáfora y luego el ideal. Paulozky de Fuks, (1995) retoma a Lacan y dice : “En el psicótico, en el Esquema L, el empuje es hacia el ideal, “el Nombre-del-Padre forcluido va al ideal”(P. 66-67). De este modo Paulozky de Fuks nos explica que en la psicosis, es lo que hay que evitar, porque el empuje al ideal es el pasaje al suicidio, cuando el sujeto se identifica. Es decir el momento cuando hay voces en la psicosis y aparece el sujeto lanzándose por la ventana, o al tranvías, o donde sea, lo vemos constantemente en noticias de la vida diaria. Eso es el empuje al ideal.
Siguiendo la argumentación de Soler, al plantear que la Metáfora Paterna puede ser reemplazada por otra cosa, se relativiza la importancia del Nombre-del-Padre para la estructura en general. La metáfora paterna y la metáfora delirante son formas de estabilización, pero no son ni las únicas ni las mejores. Soler habla de “la estabilización de Joyce, muy superior a la de Schreber.”(P.134). Si la estabilización de Joyce es superior, es porque le ahorró a este autor el desencadenamiento de su psicosis; mientras que el delirio de Schreber no lo salvó de esa experiencia de hundimiento del mundo, y aun en el momento más fecundo de su delirio no le evitó nuevas recaídas. Encontraremos que el texto de Soler es un punto cardinal para ordenar el pensamiento de los psicoanalistas en torno de la noción de estabilización en la psicosis. En efecto, encontramos en varios autores contemporáneos la misma distinción entre los dos momentos de la obra de Lacan, ordenados en torno de los casos de Schreber y de Joyce, y a los paradigmas de la metáfora delirante y del sinthome como formas de estabilización.
En cuanto al delirio, Ramírez (2008) resalta su dimensión creativa, como forma mediante la cual el psicótico “hace algo” con el goce que lo invade. Deduce de allí su valor estabilizador. Asimismo, señala que la estabilización por medio de la metáfora delirante se produce a nivel de la significación, lo cual es ejemplificado con el caso del Presidente Schreber. En sus escritos se puede observar como el sintagma “ser la mujer de Dios” ordena toda una serie de fenómenos que sobrepasan al Presidente Schreber y lo dejaban inerme frente a un goce invasivo; al mismo tiempo dota al mundo de sentido y le pone fin a la fragmentación de su cuerpo. Por último, indica que el tratamiento analítico sería abordado a través las suplencias, que no apunta a la producción de una metáfora delirante para la estabilización de la psicosis, sino a un enganche particular en cada sujeto que le permita hacer un lazo social. Este enganche sería el “sinthome” que es un “saber-hacer-allí-con (…) ese goce que lo invade.
Acorde a lo anteriormente dicho, Lacan plantea la estabilización a partir de la construcción delirante, ejemplifica mediante el caso del Presidente Schreber. La metáfora delirante permite aislar ese goce que no ha pasado por la castración en la psicosis, fijando su posición en el campo de un Otro. Es decir, en el caso de Schreber, ese Otro sería el mismísimo Dios, que exige de él su transformación en mujer. La estabilización del Presidente Schreber se da mediante su aceptación de esta imposición, lo que le permite restablecer su realidad subjetiva. De este modo el delirio tiene dos funciones: poner en juego nuevas significaciones para construir una nueva realidad, y localizar el goce que invade al sujeto. Todo, es posible mediante el trabajo subjetivo del paciente para ordenar el delirio.
Siguiendo la propuesta que Lacan propone como tratamiento de la psicosis, Eric Laurent (2002) asume la misma vía. Se plantea como horizonte del tratamiento establecer una significación nueva para un goce nuevo que ha emergido. El analista está en el análisis para sostener el lugar del Otro para sostener que es posible esa traducción, sabiendo que lo simbólico en el mismo puede presentarse como deficitario.
Conclusión:
Después de la lectura realizada, hemos arribado a la conclusión de que la forclusión del Nombre-del-Padre es determinante en la estructura de la psicosis, y que, además, de producir numerosas consecuencias en el sujeto, produce un agujero en la significación, el cual el sujeto trata de llenar con la metáfora delirante. La clínica psicoanalítica ofrece una alternativa al tratamiento del psicótico mediante las suplencias, las cuales ocuparan el lugar de las metáforas delirantes, logrando la estabilización del psicótico. Estas suplencias son únicas para cada sujeto y son un “saber-hacer-allí” con el goce que lo invade.
Bibliografía
Lacan, J.(1955-6). Seminario III. Las Psicosis. Ed. Paidós. Buenos Aires, Argentina.
Miller, J. A. (1987). III Estructura y psicosis. En Miller, J.A. (1987), Matemas I. Ed. Manantial. Bs As, Argentina.
Ramírez, J. (2008). Hacia una clínica de las suplencias en la psicosis. Affectio Societatis. 9.
Soler, C. (2004). El inconsciente a cielo abierto de la psicosis. Buenos Aires, Argentina: JVE Ediciones.